Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

EXTRA

Pero no es su culpa, es la vida que escogí.

Lee Seung.

La primera vez que conocí a mi abuelo paterno me dijo: mete un bala en ese bastardo o yo meteré una bala en tu cabeza.

Ese día no maté a nadie, pero entendí una cosa: existen dos bandos en esta vida, los que mueren y los que asesinan. En ambas te encuentras ahogado en mierda turbia. Así que decidí que existe un tercer lado: el que no sabe nada.

Cabe destacar que, una vez que descubres que existen los dos bandos contrarios, nunca podrás ser parte del lado indiferente.

A lo largo de mi vida he tomado algunas decisiones jodidas: como cuando decidí que es preferible estar con mi abuelo paterno que con mi madre, la maldita loca que intentó ahogarme, golpearme y quemarme cuando tenía menos de 10 años. Pensé que era mejor dejar de lado a mi madre para irme con mi abuelo: grave error. Mi abuelo es un loco sanguinario que desprecia a mi padre, odia a mi hermana y aborrece a mi madre, fingiendo que esa parte de su familia nunca existió, junto con mi abuela paterna, que para ese entonces estaba muerta.

Pensé que iba a ser la excepción, porque uno siempre se cree especial, pero, nuestro primer encuentro no fue de su agrado al ver que "soy un marica débil que no le puede hacer daño a nadie". A mi, ese concepto me parecía bien porque tenía 10 años, pero a él no.

No espere que me contactara 6 años después para darme la terrible noticia que ya no tiene heredero, o al menos uno que valga la pena, según él.

Tenía 16 años cuando decidí que sería una buena idea aceptar la propuesta de mi abuelo. No tenía comida más que la me daba Go Min-young y el entrenador de World Taekwondo, no tenía un techo en mi cabeza porque mi madre seguía habitando en esa mierda de casa, no conseguía dinero más que lo que ganaba en los 5 trabajos de medio tiempo que tenía para ese entonces y por alguna razón mi piel no era la mejor del mundo: acné, barros y manchas se esparcir en esta, por una razón asquerosa y cosmetológica. Y aunque esa razón parece demasiado superficial es lo que más puedo recordar de esa época, la fealdad que transmitía y el rechazo ante los demás. Incluso ante él, mi mejor amigo Go Min-young.

Así que creí que la solución a mis problemas era mi abuelo.

Un hombre demasiado mayor para un pensamiento progresista, una falta de amor al prójimo, una condescendencia demasiado alta y una mirada helada, no obstante, forrado en dinero, sin esposa e hijos "que reconozca". Su hijo mayor se había muerto a la edad de 39 años, dejando a una esposa embarazada de apenas unos 5 meses, pero dando una hembra.

Mi abuelo creyó que tenía una tasa de cambio y no un líder, por eso me llamo.

Lo que mi abuelo no esperaba es que para esa edad ya no fuera tan manipulable, pero dejar a un chico solo durante 16 años, en las calles de Corea, sobreviviendo a un madre tóxica, un padre ausente y una hermana obsesiva, con poco poco dinero y un rencor demasiado profundo solo podía dejar algo: consecuencias.

Así que me volví el mejor: el mejor en el taekwondo, el mejor en mis materias, el mejor en la escritura, el mejor en la escuela, el mejor en todos mis trabajos, y deje de pensar en mi mejor amigo.

Porque solo quería enfocarme en lo que era mejor y él no lo era.

Lamentablemente mi abuelo no pensó que era el mejor cuando me encontró siendo acusado a varios cargos, pero solo siendo sentenciado a 6 meses en una correccional de menores en el noroeste de Busan, 3 meses de servicio comunitario y una multa de 3.000 wones, por disturbios y desacato a la ley.

No me libero, dijo que por obvias razones merezco el castigo por ser tan estupido como para dejar atraparme.

No me importó, y fue cuando conocí a Kim Doyu, un bastardo cínico, y a Park Daehyun, un bastardo imbécil.

El murmullo de una voz hace que abra los ojos para dejar de intentar convencer a mi cerebro de que estoy dormido. Es un caso perdido, no dormiré por la ansiedad que cubre mi cuerpo y no he evaporado del todo. Quizás debería bajar para hacer un poco de ejercicio, bañarme y acostarme a dormir en la otra habitación que ya fue limpiada, claro, si puedo confiar en la notificación que me llego. Un suspiro ajeno hace que me levante de la cama, y de inmediato las luces de la sala se enciendan. Me levanto y camino hasta dónde viene el ruido, entrando al cuarto donde descansaba el cuerpo.

Estúpido chico que le gustan los problemas, parecen absorberlos, parecen como si es capaz de atraerlo con su sola presencia.

Sonrió al ver como esta despatarrado en la cama como si en realidad no fuera capaz de levantarse para hacer absolutamente nada, ni siquiera arroparse del frío atroz que está haciendo en el cuarto. Me acerco para ver como su boca está ligeramente abierta y saca baba de esta. Intentó contener una sonrisa pero falló rotundamente. Saco mi teléfono y le tomo una foto, para ver la imagen un poco, y guardarlo. Quito las almohadas decorativas para luego mover su cuerpo con cuidado para cubrirlo con la manta gruesa y una sola almohada, dejándolo en el medio.

Es muy lindo cuando se acurruca contra una almohada buscando abrazarla.

Salgo de la habitación para entrar a una de las nuevas habitaciones que está limpia y desocupada. Me quedo inmóvil en la puerta cuando la mirada de Kim Doyu se posa en mi rostro, y es cuando noto el sonido seco del arma chocar con su pierna.

— ¿¡Lo trajiste, Hyung!? ¿¡lo estás protegiendo!? —Se alza con pistola en mano para darme una mirada mordaz.

El bastardo tiene agallas, pero no es inteligente, o al menos no sabe reconocer su lugar. Kim Doyu solo es un perro, no es nada más que un perro, perro al que se le suelta el bozal de vez en cuando, perro que se le ata otras veces. Nunca será más que eso, un perro.

—Deberías bajar esa arma, y así puedo hablar contigo...

— ¿¡Me importa una mierda lo que tengas que decir, hyung!? —gruñe—, deshonro a tu hermana, y le estás protegiendo.

—El día en que pida tu opinión sobre mis acciones, te lo haré saber, pero hoy no es el día. Suelta la maldita arma que no tengo toda la noche para tu jueguito.

Me muevo por la habitación una vez más, logrando que Kim Doyu baje el arma, poniéndola otra vez en su muslo, sin embargo su dedo está posicionado en el gatillo.

—Te mataré.

Rio con sorna y levantó una ceja.

Nosotros hicimos eso también.

—Cuando gustes —guiño el ojo, haciendo que resople molesto.

Doyu es un perro impulsivo, de esos que al no tener dueño se sienten perdidos, necesitan un jefe a pesar de que dicen ser el líder, tomando en cuenta lo anterior, una cosa que tiene él, es que le gusta el poder, y sabe que conmigo tiene algo asegurado por ser "familia".

En eso una llamada interrumpe la conversación.

El contacto de mi abuelo hace que trague grueso y salgo de la habitación dándole la espalda a Doyu, este no me exige nada, se que está comiendo de la palma de mi mano por más fetiche que tenga de verme muerto.

—Halabeonim*

— Reunámonos en 5 minutos, estoy en la planta baja.

—Sí.

Bajo por el ascensor dejando el mismo atuendo, no tengo ni la fuerza ni el impulso de querer cambiarme. Entro a la recepción donde un montón de hombres en traje negro y gris se dejan ver, me acerco para ver a mi abuelo paterno sentado en una de las sillas de la recepción siendo custodiados por varios hombres. Reverencio y él me hace una seña para que pueda sentarme.

—Halabeonim, la reunión es muy inesperada —miento, porque al venir acá sabía que esto podía pasar. No obstante, es el lugar más seguro para mí, nunca me harían nada, no dejan pasar a nadie que presente un riesgo contra mi.

—Te estás hospedando en mi hotel y trajiste un muchacho, eso me parece aún más inesperado. No hacías eso desde tu amigo...

—Prefiero no hablar del tema, Halabeonim. ¿Para qué ha venido?

—Es mi hotel —revela como si lo hubiera olvidado—. Te has vuelto a involucrar en una pelea callejera por tu hermana, también le has dado libertad al hijo menor de mi socio mayoritario para que cumpla su "sueño" de ser IDOL. ¿Cuántas más decepciones merezco de tu parte?

—Todas las que sean capaces de apagar tu corazón, Halabeonim.

Él ríe ante mi sarcasmo, pero vuelve a suspirar.

—Te estás poniendo en un riesgo innecesario y como mi heredero te sugiero que dejes de ser tan volátil y pienses en lo que estás haciendo.

—Halabeonim, agradezco tu preocupación.

—No es preocupación, es prevención. —me da una sonrisa ladeada, que me produce un escalofrío—, vinieron en estos días a la habitación que frecuentas, no sé por qué, pero creo que debo informarte.

Asiento ante la nueva información que mi cerebro recibe, pero lo dejo pasar mientras mi abuelo se pone a hablar de las próximas reuniones y de una junta directiva.

Decido volver a mi habitación media hora después, encontrando a Kim Doyu dormido en la misma silla, dejó el arma a su lado como si estando dormido pudiera defenderse, la cual ignoro por completo para dirigirme a la sala de estar.

Abro la caja fuerte con mi huella dactilar, además del código de seguridad. Esta permanece como un modelo nuevo, y adentro tengo unas cuantas cosas: lingotes de oro, pasaportes y billetes en efectivo de dólares americanos, moneda internacional por excelencia. Ingreso la huella en uno de los compartimientos para no encontrar nada.

Me helo por un momento y me dejo caer en el piso, como si me hubieran golpeado con un martillo.

¿Dónde está?

¡Mierda!

¿Dónde está el ejemplar del libro "Bajo la última luz en el bote" de Kim Seojoon? ¡Está muerto todo aquel que le ha puesto las manos a mi libro!

________

8* 할아버님 (halabeonim) Abuelo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro