Capítulo 7
Pero cuando llegas al final, eres como ellos.
Kim SeoJoon
Mantuve mi vista fija todo el tiempo a la espalda de Park Daehyun, solo para comprobar una vez más que su espalda es enorme, con las justas proporciones para una descripción de una novela donde puedas suponer, que el protagonista es sumamente atractivo, espera... ¿Acabo de darle tres giros argumentativos para decidir que Park Daehyun es atractivo? Nah, la belleza es relativa, quizás sea feo, pero como ha estado cuidándome, se ha vuelto ligeramente más atractivo a mis ojos.
Quizás debería dejar de pensar en su espalda, y más en el apartamento. Dijo que él vivía aquí, y solo, lo cual dice que: o tiene alguna clase de sitio ilegal como un negocio subterráneo de la mafia o tiene una familia importante.
Lo cual es raro, si, debemos tener alguna clase de congresista con el apellido Park, y quizás sea por eso que logró salir impune esa vez de una pelea, pero en ese tiempo no me dio por investigar, así que hoy, soy tan ignorante como una piedra. Digo, si las piedras son totalmente ignorantes.
Quizás deba investigar, después.
—Vamos —dijo Daehyun, sacándonos del ascensor, donde están los mismos guardaespaldas.
Hago un sonido afirmativo para caminar a su lado, y llegar a la motocicleta, donde me pasa un casco, y con facilidad, me lo coloco. Daehyun hace lo mismo, para permitir subir nuevamente. Da una media vuelta, para intentar decirme algo. Subo el visor permitiendo que me hable.
—Intenta no caerte de forma ridícula.
—Entonces me puedo caer si es de forma "genial."
—No, presiento que hallarás la forma de caer de forma "genial."
Sonrió un poco sin querer, para después escuchar como enciende el motor, y alejarnos del estacionamiento, a las hambrientas calles de Seúl, una vez más. El frío vuelve a golpear, esta vez despertándome. La única forma que logró calmarme, es ponerme un poco más pegado a él de lo que quisiera, su cuerpo ha pasado de poseer un frío natural a ser una fuente de calor.
No tardamos mucho, para darme cuenta que estaba estacionando en un parking un poco más alejado del estacionamiento. ¿Cómo es que él se preocupa tanto por mi? Parece que no es la primera vez que hace algo como esto. Es como si estuviera acostumbrado a ser el secreto de las personas.
—No hace falta que me esperes —le dijo entregando el casco.
— ¿Y dejarte a medias? Nah —se encoge de hombros para quitarse el casco revelando su cabello rubio— esperare por aquí a que termines, tenemos que terminar de cuadrar tu horario.
—Mi horario ya está cuadrado...
—No con nosotros —se baja de la moto—, deja de ser tan terco y ve a clases. Reprobarás.
—Reprobaré es por verte la cara —murmuró.
Me doy la media vuelta para alejarme de él.
— ¡Eres tan inteligente! —grita haciendo que baje la vista, ante la cantidad de personas que me miran. Me volteo dándole el dedo medio, haciendo que me sonría, de forma picara. Si esa sonrisa que está destinada a encantar, solo puede generar una ligera molestia.
Termino de entrar al colegio nocturno para ir directamente a clase. En eso, la inestable voz de Su Ha-neul me detiene haciendo que suba la vista, para ver como viene casi corriendo a mi persona. Me inclino ligeramente dándole la bienvenida.
— ¿Quisiera saber si el borrador de método artísticos que entregaste, lo pediste esta mañana?
Mi piel se eriza y mi estómago se tensa, puedo sentir el justo momento en que mis manos pierden calor.
— ¿Lo pedí? ¿A que se refiere? —Su Ha-neul no me mira, para bajar la vista, aun para ser profesora no porta el carácter adecuado, como si hablar o siquiera gesticular fuera algo lejos de su sistema—. !¿A que se refiere?¡ —me desespero al no ver respuesta, pero es casi imposible que ella me diga algo.
—Lo siento, le dije a la profesora Su Ha-neul que no te lo dijera hasta que no estuviéramos seguros. —habla la directora Kim Myeong-Suk que acaba de llegar.
Me inclino mostrando respeto, pero mi mente apenas se siente correcta.
—Tenemos que decirle si él no fue quien retiró su borrador —habla Su Ha-neul hacia la directora, como si no estuviera.
—Eso no debe decidirlo usted.
—Mi borrador, ¿lo perdieron? —pregunto, aunque es de mala educación que interrumpa una conversación entre mayores, pero es algo que mi sistema necesita sacar.
—De hecho, un estudiante lo pidió y dijo que estaba bajo su autorización, pero cuando lo estábamos buscando, no lo encontramos, así que pensamos que estaba con usted —dice Kim Myeong-Suk—, ya que el tema del borrador es un poco delicado, no queríamos decirle.
— ¿Pensaban darle mi borrador a un extraño, que se los pidió? —pregunto enojándome, aun sabiendo la respuesta.
—Los borradores suelen entregarse a cualquier estudiante que necesite inspiración, recuerde que esta es una escuela intensiva de escritura.
—Nunca se me olvidaría el propósito de la escuela —cortó la conversación—, gracias por avisarme, Su Ha-neul y Directora Kim Myeong-Suk.
Hago dos cortas reverencias, para alejarme de ambas.
Expuesto: mi pensamiento más profundo y perturbador, estaba liberado en manos de alguien, al que puedo suponer me podía odiar, desagradarle o simplemente tenerme ira. Todas las opciones eran tan malas como la principal, pero una vez más estaba lidiando con mis consecuencias, pude haber retirado el borrador, haberlo quemado o nunca mandarlo y reprobar, lo cual me parece el menor de mis problemas. Quizás es lo que merecía, por escribir algo así, quizás es lo que en realidad estaba pasando eran las consecuencias de mis actos.
Podía sentir las palabras, miradas y rumores que se estaban formando por mis acciones, no estaba caminando a clases, de hecho, caminaba a la salida, solo necesitaba tomar aire y pensar en otra cosa, que no sea el peso de lo que hice.
Parece fácil, pero ya nada lo parecía.
Mis piernas estaban temblando al igual que mis manos, ambas extensiones se sienten frías. Puedo sentir la vibración de mi tórax, y como mis pulmones se llenaban de aire, que no podían terminar de ser llenados ¿porque no terminaron de ser llenados? ¿estaré respirando bien? no he contado como la última vez, quizás estoy respirando mal, he estado respirando mal, si sigo respirando mal mi padre vendrá a golpearme. La nube en mi cabeza apenas me deja distinguir lo que deseo saber, es como si todas las palabras que pienso se mueren apenas nacen, mientras un único pensamiento se mantiene: "No estás respirando".
Mi respiración es más corta y rápida, intentando obtener el aire, pero es como si mi pecho se hubiera olvidado de su función básica: respirar.
Así se siente cuando pierdes total control sobre tu cuerpo, como un hierro pesado que no te deja pensar, actuar o suponer. Estoy nublado en mi jodida respiración, mientras más murmullos se hacen presente.
Dios, si no respiro, me ahogo, si me ahogo, me muero.
Como si mi cerebro hubiera recibido una orden, me tranco, me nublo, y me mareo, cayéndome de golpe sobre el piso frío. De un momento a otro, puedo sentir algo sobre mi rostro que me deja por completo en oscuridad, para después sentir una manos que me llevan hasta un cuerpo más grande que el mío.
Puedo percibir colonia masculina, y una nueva sensación fría en la piel, como una enorme nevera. Término de caminar para sentir como unas manos suaves me consuelan la espalda. La presencia de la persona, y el que me esté tocando me deja un poco aturdido, pero una voz que puedo reconocer desde donde estaba.
— ¿Por qué siempre que te consigo parece que estuvieras en peligro? —Me retira el saco, haciendo que lo consiga con la vista —, respira, sigue mi voz y solo respira, no necesitas tener nada más en la mente que el sonido de mi voz.
Abro la boca para dejar pasar el mal rato y apagar mi mente, solo cumplir la orden que está haciendo, mientras que la otra parte de mi mente está enfocada en la mano que me sujeta la nuca y la espalda, en un amarre que intenta tranquilizarme.
—Lo estas haciendo bien, lo estás haciendo muy bien, solo respira. Inténtalo conmigo.
Alzó la vista haciendo que nuestra vista se conectara. Ojos suaves, tranquilizadores y pacíficos, ¿Cómo es que nunca los había visto antes?
Dios cuando me queje de no tener mi romance adolescente, no es para que me lo des justo ahora.
Alejó la idea de mi cabeza, para alejarme, retrocediendo, sintiéndome demasiado sobre estimulado, por un momento como si tuviera una nueva sensación de ahogo. Me pego a la pared del baño. Park Daehyun permanece en el mismo lugar dándome un poco de espacio. Mi respiración vuelve a mi control.
Me llevo al baño de hombres, que parece el más cercano. Camino, pasando sobre él, para así echar agua sobre mi rostro, mientras él se apoya entre los cubículos cerrados, mirando a través del espejo.
—Gracias.
—Es lo que cualquiera habría hecho.
—Pero, solo lo hiciste tú.
—Cualquiera — repite para después encogerse de hombros—, con educación. ¿Es la primera vez que te pasa?
— ¿Qué?
—El ataque...
—No, pero hace tiempo que no me pasaba.
— ¿Y por qué fue esta vez?
—Curioso —lo reprendo, haciendo que se encoja de hombro.
Ruedo los ojos para caminar a la salida del baño. Sé que las clases han iniciado apenas percibo los pasillos vacíos, volver a llegar tarde a una materia y recibir un regaño es algo que no necesito. Tampoco necesito lidiar con mis estudios, o por lo menos no hoy. Ya intentaré pedir un plazo para entregar mis tareas retrasadas.
Solo puedo pensar en el jodido borrador, un borrador con escritura homoerótica, un relato que causó que obtuviera un 7 en la materia, aunque merecía un jodido 10, porque fue casi perfecto lo que escribí, a su vez, no debí de mandar eso y no volver por él. Nunca tengo la cabeza donde debería, a veces creo que mi padre tiene razón cuando dice: "que soy estúpido", alguien inteligente no hubiera mandado ese tipo de borrador como tarea, alguien inteligente lo hubiera ido a buscar, alguien inteligente no hubiera escrito homoerotico en primer lugar, y menos en un país conservador.
Todas las cosas que hice desde que cumplí 15 años no fueron inteligentes.
No puedo dejar que las personas sepan que no soy del todo heterosexual, solo lograría lo que mi padre muchas veces ha pensado de mí desde que le dije que podría no estar del todo interesado en las mujeres, que soy una abominación, que estoy retorcido, que soy un error. Pero, ¿a quién engaño? No estoy nada interesado en las mujeres, y eso lo he notado desde los 15 años. Quizás me parecen lindas, quizás no he conocido a la persona correcta, quizás... solo soy defectuoso.
Si ese borrador sale a la luz, estaré jodido, estaré muerto, no viviré, porque mi padre prefiere verme muerto, antes que abiertamente homosexual. Una realidad que nunca cambiará.
—Oye —dice la voz de Daehyun, haciendo que me detenga, dándome cuenta que me ha estado siguiendo por los pasillos—, caminas demasiado rápido cuando estás distraído.
— ¿Qué quieres?
—Parece que faltaste a clase —dice señalando la salida.
—No tengo ánimo de asistir.
—Genial, quiero mostrarte algo.
Enarco una ceja, para ver cómo me vuelve a sonreír de forma pícara para caminar. Me tomó de la mano, para hacerme caminar más rápido a la salida. ¿Y ahora a este que le pico? Me dejo guiar para ir hasta su moto, y hacer que me suba.
—Creo que es momento de que te relajes, un poco.
— ¿De qué hablas? Estoy relajado.
—Estas tan tenso como un nervio, créeme, te explotará una vena.
—Gracias, siempre he buscado este tipo de cumplidos.
Hace una mueca exagerada, donde de nuevo, y casi por inercia, ruedo los ojos, pero, vuelvo a colocarme el casco, y agarrar los laterales del asiento. Siento como el motor debajo de mi, cobra vida rugiendo, para conducir, una vez más por las calles de Seúl, hasta que llegamos al centro, un poco más alejado de los locales comerciales. Mete la moto entre un callejón, para después hacer que nos bajemos. Saca una lona del lugar y cubre la moto. Hace una seña, logrando que lo siga, haciendo que mi mirada vuelva a recaer en su espalda.
Pero, ¿Qué obsesión poco sana tengo con la espalda de este hombre?
Salimos del callejón para doblar una esquina y adentrarnos a un nuevo tumulto de personas, parece congestionadas las calles. Una ligera multitud de personas parece estar en su mundo, algunas están entretenidas con las ventas, otras con la persona que está a su lado y los más raro, parecen leer o estar ocupado en su teléfono.
Creo que lo único bueno que he hecho es estar alejado del teléfono, creo que si no fuera así, me estaría muriendo.
— ¿Qué se siente? —pregunta de repente Park Daehyun, haciendo que lo mire, sin detenerme.
— ¿Qué?
—No ser el centro de atención.
—No lo sé, siempre lo soy —le refuto, ya que aunque me gusta no tener la mirada de las personas sobre mí, sé que es efímero. En algún momento, me volverán a mirar, señalar y destruirme.
—Sí, siempre lo eres —se detiene, dejándome ver una especie de escaleras con un letrero que parece sacado de mis pesadillas, porque si hay algo que me guste menos que ser el centro de atención, es el maldito karaoke. Daehyun se posiciona detrás de mí, creo que esperando que no escape—. Pero, no lo eres ahora, así que dime, ¿que se siente?
—Siempre se sentirá bien no ser reconocido.
Puedo sentir el aliento de Daehyun detrás de mí, casi como si se estuviera agachando para estar a mi altura. No siento ninguna parte de su cuerpo tocarme, pero el calor corporal que desprende es magnético, logrando que aunque no me guste el contacto físico, buscar la forma de unir mi espalda a su pecho.
¿Sería demasiado? Si tan solo me dejo caer sobre él, parece ser que es muy cómodo, pero, ¿¡en qué estoy pensando!? Parezco un perrito de la calle, apenas me dan cariño, y ya me quiero quedar. Soy tan patético.
No me da tiempo de hacer nada más, ya que, Daehyun, toca mis hombros, con una suavidad casi excesiva, para hacer que suba los escalones. Entre a uno de los locales, y termine en una especie de recepción de colores morados oscuros y luces led. Me hace una nueva seña para que lo siga, y terminamos caminando por pasillo estrechos, para llegar a una habitación, en donde la puerta es abierta por Daehyun, dejando ver a un par de chicos, que reconozco casi de inmediato.
De inmediato, al ver como los gemelos parecen discutir.
Min Jung-Hee acaba de seleccionar una canción que está en inglés, y que nunca antes había escuchado.
—Puedes poner algo de tu cultura, ni siquiera le debes entender —dice Min Yeong, intentando en vano quitarle el control del televisor a Min Jung-Hee.
—Primero: A Tay Reina, me la respetas —dice subiendo el volumen de la canción—, y segundo: si tu entiendes matemática, yo puedo entender inglés.
—Soy pésimo en matemáticas.
—Y yo en inglés, y aún así la cantaré.
—Parece que empezaron sin mí —dice Daehyun entrando, haciéndome sentir mal, por interrumpir lo que parece ser un momento entre "amigos"—, traje a Seojoon.
—Eso podemos verlos —dice Min Jung-Hee con una cálida sonrisa. Dios, yo también quisiera tener una sonrisa que pueda reflejar calidez—. Entra sin pena, y cierra la puerta, o se quejan del ruido.
—Nadie puede querer quejarse de tu voz, cantas hermoso hermano.
—Solo lo dices porque te beneficia que cante hermoso.
—Nunca me aprovecharía de ti.
—Que bueno, porque yo de ti, sí.
Mientras la pelea se veía envuelta, término de sentarme en la habitación de Karaoke. Parece que solo están ellos y eso me da un poco de tranquilidad. Daehyun en algún momento le ha quitado el control a Jung-Hee, para pasar entre las diferentes playlist para escoger, mientras Jung-Hee se queja de su gusto musical. Yeong parece estar en su teléfono buscando un restaurante con comida que cito: "no sea una porquería". Parecen que están tan cómodos entre ellos, que una cuarta persona parece no afectar en lo más mínimo.
No sé si sentirme excluido o incómodo.
—Podemos poner OMG de New Jeans —dice Park Daehyun, haciendo que lo mire por un momento. Este me mira, ya que al parecer mi cara, parece decirlo todo, al igual que la risa Jung-Hee—, ¿que?
—No te escucharé cantar OMG de New Jeans, es demasiada tortura —le reclamó.
Me lanza el control haciendo que lo ataje con miedo.
—A ver, escoge una música, prometo no reírme de tus gustos musicales.
— ¡Dios, pone Black Pink y me mata! —declara Jung-Hee.
—Total que no ponga Twice y todo estará bien —dice Yeong.
— ¿Qué tienen con los grupos femeninos? Tienen buenas canciones.
—Claro que sí, pero hoy no lo probaremos.
—Entonces, ¿si pongo BTS les gustaría?
—No tienen mala música —dice Min Yeong.
Revisó la playlist, oprimiendo la canción antes de que puedan decirme algo y empieza a sonar Cry for me de Twice. Min Yeong y Min Jung-Hee, ambos se levantan y empiezan a hacer la coreografía de la música. Haciendo que de inmediato suelta una risa, al verlos a ambos, hacerlo con tal precisión. Vuelvo a mirar a Daehyun, que solo está cantando en voz más baja con una sonrisa.
—De hecho, les gusta mucho Twice y Blackpink, son sus favoritas, solo querían ver si eres... ¿manipulable? Ay, no sé, son estúpidos.
I want you to cry, cry for me
내가 울었던 것처럼, cry for me
Make your rain fall, cry for me
But again
—Es ridículo, no pueden predecir la conducta de una persona por su gusto —le digo, en voz baja. No creo que haya escuchado demasiado, por lo mismo se acerca hasta la silla donde estoy.
—No creo que hayan querido manipularte, solo querían ver como eres. A Min Yeong, le gusta probar a la gente, creo que es porque estudia psicología.
— ¿Y eso lo hace un idiota? —pregunto bajo, casi susurrando al oído, porque la música se vuelve muy fuerte.
—Le gusta ver el comportamiento humano —dice en voz baja, pegando su aliento otra vez a mi oreja. Me quedo con esa respuesta ya que mis nervios han vuelto a ponerse de puntillas por su cercanía—. ¿Te ha comido la lengua el ratón?
—¿Ves aquí un ratón?
—No, solo un gato.
I want you to cry, cry for me
너 연기라도 해 빨리, cry for me
Make your rain fall, fall and fall now, yeah
—¿Por qué me dices gato?
—¿Acaso no lo ves? —pregunta logrando que mis ojos se queden pegados en su rostro—, tienes ese aura, de que necesitas un abrazo, pero, al mismo tiempo si alguien se acerca, lo golpearás.
— ¿Crees que necesito un abrazo?
—Si.
Se acerca un poco más, para quedar demasiado pegado a mi, logrando que el espacio entre ambos se vuelva demasiado tenso; tenso y sobrecargado. Logrando ser incómodo. Retrocedo un poco al ver como Daehyun está viendo, pero rápidamente desvió la vista, al ver como Min Yeong, termina de pedir una comida. Daehyun se pone a hablar de algo con Yeong, mientras Jung-Hee termina escogiendo una música en inglés, que no logró reconocer del todo.
Jung-Hee empieza a cantar y moverse, aunque ligero con gracia. Parece un Idol, debería estar en pleno debut, o lo más cercano que parezca. Si tiene ese tipo de belleza que deslumbra, pero no enceguece, como si resaltará, pero también es conocedor de su lugar, sea cual sea. Además el saber inglés parece un bono.
I want you close to me
I want you close, I want you closer
But when you're here with me
It's hard to tell just what you're after
Jung-Hee empieza a cantar, para después lograr conectar su mirada a mí. Lo que me parece un poco ¿burlesco? Le sostengo la mirada a medida que la canción, empieza a cobrar más fuerza, como si una extraña fuerza, empieza albergar a medida que se acerca. Su voz es ronca, pero sin dejar de ser armoniosa. Me gusta su voz, la forma en que se mueve y en como es casi imposible despegar la vista de él.
Are you playing me?
Is this a game?
When you show up late
Say love at 2 a.m.
Then tell me you can't stay
Girl, yeah
What do you want from me?
Baby, oh
Por un momento Jung-Hee, agacha el torax, para hacer que ambos terminemos con un cara a cara, demasiado cerca. Demasiado cerca, repite mi mente con pánico. ¿Se verá demasiado gay lo que está haciendo? Estamos tan cerca que puedo notar como el color de sus ojos, es por un par de lentes de contactos de color avellana.
Aparta el micrófono dejando que la música siga sonando, sin una voz principal.
Y es cuando bajó la vista un momento a sus labios, que son un poco más delgados que los míos, pero más formados.
—Eres bonito.
Trago el nudo en mi garganta, para apartarme como si fuera una especie de insecto.
—Gracias, ya lo sabía.
—No pareces terco cuando hablas con Daehyun.
Aprieto los labios al ver como se deja caer al lado, tapando mi vista de Daehyun y Yeong.
—Pero tú siempre parece confiado cuando no deberías.
— ¿Seguro que no debería?
Sus ojos vuelven a mi rostro, puedo sentir cómo está inspeccionado.
— ¿Prácticas para ser idol? —pregunto desviando el tema, ya que parece ser uno de esos chicos que consigue lo que desea, es un poco irritante, pero nada que no pueda manejar. Jung-Hee sonríe adelantando el gusto por el tema.
—Si, me estoy esforzando bastante. ¿Se nota?
—No todos aprenden inglés, porque si.
—Pero tú lo entiendes —No era una pregunta, es una afirmación.
—Soy el hijo de un político, antes de decir mamá, ya me sabía el verbo to be.
— ¿Crees que me contraten en una agencia?
—Sería tan tontos si no lo hicieran —le aseguro, al ver como un especie de brillo y una risilla nerviosa se muestran en su cara—, pero no se nada de lo que busca una empresa. ¿Están haciendo audiciones?
—Si, pero tengo una invitación para el programa, por parte de mi padre.
— ¡Eso es genial! —elogio, al ver como parece estar feliz—, significa que ya está asegurado.
— ¡¿Qué?! —niega con la cabeza y las manos—, no, solo tengo la invitación.
— ¿Y conoces a alguien más que tenga invitación?
Min Jung-Hee pierde la sonrisa con rapidez. Se levanta, para posicionarse tomando el control de nuevo, moviéndose entre el repertorio de músicas. Min Yeong, abre la puerta volviendo a entrar con una bandeja de bebidas y lo que parece ser aperitivos. Se ven deliciosos, pero no me provoca comer nada. Quizás fui muy rudo con Jung-Hee, no quería que se sintiera como si ya lo había conseguido, pero negar que existe un favoritismo al momento en que recibió la invitación es como tapar el sol con un dedo. Los demás harán pruebas exhaustivas y quizás ni pasen, pero él ya tiene una invitación.
—No deberías juzgarlo tan rápido —dice Min Yeong, haciendo que de inmediato baje la vista.
Parece que Min Jung-Hee está hablando en voz baja con Park Daehyun. Quizás no pueda escucharlos porque la música es un poco elevada, pero las miradas que me lanza Daehyun son las mismas que me da mi padre. Sé que están hablando de mi.
—No lo juzgue, solo dije la verdad.
—La verdad no es tan necesaria.
— ¿Prefieres vivir en un mundo de ilusiones? Prefiero que me digan la verdad aunque me duela.
—Eso es tan falso —dice con una sonrisa, dándole un sorbo a la bebida, para después pasarla. Niego ya que no suelo beber de algo que estuvo en la boca de alguien más—. A nadie le gusta que le digan la verdad, y menos cuando no puedes soportar.
—Yo no sabía que tenía una mentalidad frágil.
—Eso es despotismo —niega, pero sigue con una sonrisa suave en los labios. Como si estuviese acostumbrado a lidiar con este tipo de personas—, y no necesariamente tienes que estar siempre a la defensiva y ser tan poco empático.
—Soy empático.
Alza la bebida para darle un nuevo sorbo. Cruza las piernas en el asiento, y se recuesta un poco de la silla.
—Si, y yo soy Iron Man.
—Soy team Capitan America —desvió el tema, para ver al otro lado de la habitación, aunque no hay mucho para ver.
—Pensé que se habían extinto. —Me secunda, intentando que la conversación no se vuelva pesada—, no pensé que nadie sacara a la luz tan fácilmente su pasado oscuro.
—Pasado oscuro es ser Gryffindor.
Puedo escuchar su carcajada brotar de forma suave, como si fuera una especie de broma interna que tiene.
— ¿Déjame adivinar? —toma un tiempo para ver mi rostro, pero sin verlo realmente, como una pasada rápida—, ¿Slytherin?
—¿Qué me delató? —preguntó—, ¿el orgullo o la crueldad disfrazada de sinceridad?
—La manía de los Slytherin de gustar de los Gryffindor y Hufflepuff —mueve la vista hacia Park Daehyun y Min Jung-Hee, que parecen estar charlando de forma suave entre ellos—, aunque no lo parezca, les hice el test de forma obligada.
— ¿Ravenclaw? —pregunto, mas que nada como una sugerencia—, el aire de listillo te delató.
Sonríe para quedarse callado un momento, mientras la voz de alguien en el fondo no permite que el lugar sea callado.
—Nos hacía falta uno para completar las casas —suelta, dando un sorbo a su bebida—, creo que si nos complementamos, Seojoon.
Le doy una suave sonrisa, sintiendo como mis ojos se humedecieron, sin terminar de soltar ninguna lágrima.
Si, estoy ansioso de afecto humano, como un perrito abandonado.
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