Capítulo 2 ¿Tú?
Mi voz se apaga al mismo tiempo en el que joven de ojos azules se postra frente a mis ojos, quiero...Yo quiero — ¿Morderlo?—mi mano involuntariamente se avienta a su rostro aunque no pueda verlo con total claridad, dado que lo único que resalta en él son dos grandes globos oculares de un vivo tono azul. Pero cuando mi mano hace contacto con sus mejillas y empiezo a acariciarla me percato de que es a Emmy a quien estoy tocando. Ella me sonríe al mismo tiempo en que me extiende un trozo de emparedado, yo lo rechazo inmediatamente al darme cuenta de lo confusa que es esta situación. —Porque obviamente es un sueño. —Dado que jamás vería a un Benjamín cabalgado encima de un Coco el triple de grande de lo normal y mucho menos a una Verónica Snow llorando por tenerse que cambiar de colegio. —Díganme que lo último es real por favor. — ¡Despierta Clari! —esa voz no es producida por mi sueño. —Despierta amor—y así intento abrir mis ojos.
Abro lentamente mis ojos porque un dolor punzaste se expande por toda mi frente, en modo de reflejo llevo mi mano a ella y mi madre o la que creo que es mi madre dado que no he abierto del todo los ojos me da una manotada a mi mano. —¡Genial!—Ahora mi frente duele y mi mano también,
— ¡Quédate quieta Fiorella!— Y aquí va de nuevo cuando entenderá de que no me gusta ese nombre.
— ¡Ay mamá!—empiezo a sobar mi mano mientras le reprochó a mi procreadora por golpearme, me arrastro entre lo que creo es una camilla e intento sentarme, pero la mano de mamá vuelve a entrar en acción halándome hacia abajo para quedar nuevamente acostada— ¿Pero?—recalco.
—Te dije que te quedes quieta —me regaña, cierro mi boca y me quedo mirándola mientras acomoda unas almohadas detrás mío para que así pueda sentarme. — Ahora si sube cariño—obedezco y quedo en una poco cómoda posición. —El doctor quedo en venir a revisarte dentro de una hora, pero me dijo que no puedes hacer mayor esfuerzo ¿entendido?—asiento y me apresuro en hablar, pero aquí va de nuevo la mano de mamá y esta vez se estampa con mi boca,
Mientras mi madre intenta callarme, me dedico a observar mí alrededor. Me encuentro en lo que claramente es la habitación de un hospital, hay un sillón marrón al lado de la camilla y un televisor adherido a la pared justo frente donde me encuentro sentada. Una gran ventana por donde los rayos del sol se filtran entre unas persianas de color azul. Solo dos veces he visto este tipo de lugar, una fue cuando Jeremy se partió su brazo intentando trepar un árbol en el parque para alcanzar mi globo que había quedado atascado allí luego de que sin querer lo soltara, siempre me sentí culpable por lo ocurrido dado que si no fuera sido tan tonta como para soltar mi globo él no se hubiese tenido que subir a ese árbol solo porque yo lloraba como Magdalena, muchas veces le pedí perdón y el en vez de molestarse conmigo me agradeció porque parecía una especie de Robot con el yeso que cubría desde su codo hasta la muñeca, yo solo sé que me dedique a pintarle dibujos en él por casi una semana.
— ¡Jeremy! ¡Jeremy! —Grito por todo el parque, pero no lo encuentro. —Hermanito, ¡mi globo! —Empiezo a sollozar al percatarme de que mi hermano no está cerca. —Mi globo.
Me acurruco justo debajo del árbol donde se ha quedado atascado mi globo, coloco mis manos en mis ojos y sollozo con mucha fuerza.
— ¡Soy una tonta! ¡Soy una tonta! —Las lágrimas saladas empiezan a deslizarse por mis mejillas hasta llegar a mi barbilla y algunas pasan por mi boca. —No debí soltarlo, ¡Soy una tonta!
— ¡No eres una tonta! —La voz de Jeremy se escucha justo enfrente de mí, quito mis manos de mis ojos y puedo ver a mi hermano quien se agacha y con su dedo empieza a quitar las lágrimas de mi rostro. —No eres una tonta princesa, ¿Qué paso? Dime ¿Por qué lloras tanto? —Pregunta, a lo que yo señalo con mi dedo sobre mi cabeza, el dirige su vista justo a la copa del árbol. —Ya veo, ¿Cómo sucedió? —Indaga,
—Lo solté, ¡soy una tonta¡ una ardilla me asusto , y lo solté . —Empiezo a llorar nuevamente, Jeremy me abraza y empieza a susúrrame que todo estará bien.
—Vale princesa, no eres una tonta, fue un accidente, no llores más por favor —Dice acariciando mi cabello —Yo subiré y traeré tu globo ¿Está bien?—Me aparto rápidamente y empiezo a negar con mi cabeza.
—Es peligros Jer, no lo hagas.
—No pasara nada, además tú quieres tu globo y yo no quiero que llores más, ¿sabes cuál es mi misión no? —Yo asiento — hacerte feliz no importa que.
—Pero no puedes subir allí es peligroso hermanito, no quiero que caigas.
—Y yo no quiero que llores, así que subiré, te prometí hace unos días que te haría feliz, que no importaba que tendría que hacer para volver a ver una sonrisa en tu rostro, que si me tenía que convertir en payaso o en acróbata para verte sonreír lo haría y con gusto, y si tengo que escalar un árbol para conseguir tu globo lo hare, porque no quiero verte llorar, no más de lo que ya has llorado —Dice mientras pone su pie en una rama. —Te hare feliz cueste lo que me cueste princesa.
—No Jer, te prometo ser feliz, pero baja del árbol por favor.
Pero él no me hace caso y sigue escalando una rama tras otra con gran agilidad, mis manos tiemblas al igual que mi labio, y tengo miedo. Mucho miedo de que pueda caer, y de que le suceda algo, algo tan malo como para que no vuelva a estar conmigo, y entonces vuelvo a llorar al imaginarme algo así.
—Baja por favor Jeremy, no quiero que te suceda nada malo.
Le grito al mismo tiempo en que el alcanza la copa del árbol, empieza a estirar su brazo para poder tomar el globo, mis manos tiemblan y mucho.
—Ya casi princesa, no te preocupes, te hare feliz te lo prometo.
Entonces un ¡KRAW! Resuena justo debajo de los pies de Jeremy, la rama donde está parado se rompe y es solos cuestión de segundo para que Jeremy entre en contacto con el suelo.
— ¡Jer! —Grito desesperada y me acerco a él, quien se queja mucho mientras sostiene su brazo. —Te dije que no subieras, esto es mi culpa —Expreso sollozando. — ¡Perdóname Hermanito! Perdóname,
—No es tu culpa ¡ashh! — Se queja. — Princesa no llores, la rama se rompió ¡Ay! —Las lágrimas han empezado a salir de sus ojos, y estoy segura de que es porque siente un dolor horrible en su brazo. —No es tu culpa. Trae a mamá pronto, creo que mi brazo está roto.
— ¡Roto! Oh no, no por favor no, voy por mamá. No te muevas —Exclamo — y por favor no me dejes, no como papá —Digo abrazándolo fuerte, con cuidado de no tocar su brazo.
—No te dejare princesa, tengo que hacerte feliz —Dice mientras arruga su cara del dolor —Ve por mamá tranquila, no me iré de aquí.
Entonces corro lo más rápido que puedo a mi casa. Jer no puede dejarme, él no, mi hermanito no.
Cuando llegamos al hospital, todo pasa nuevamente por mi mente, aquel recuerdo, de ese día cuando mi padre entro y no volvió a salir con vida, no quiero que eso le pase a Jer, cuando lo suben a esa cama con ruedas me aferro a ella lo más fuerte que puedo aunque mi mamá intente alejarme. No lo dejare solo, no porque no quiero que me abandone, yo lo quiero conmigo, una señora de bata blanca le dice a mi madre que está bien, que puedo acompañar a mi hermanito, entonces me aferro a su mano, la que no está rota, y me dirijo con él hacia una cuarto blanco.
—Estaré bien princesa, te hare feliz, te lo prometo.
Y la otra vez es una que no quiero recordar pero se me es imposible al escuchar los distintos sonidos de las máquinas que se encuentran adheridas al cuerpo del hombre que está dormido al fondo de la habitación. —Es solo tu imaginación —me percato de ello y sacudo fuertemente la cabeza, mamá me mira y dirige su mano de mi boca a mi rostro mientras empieza a acariciarme. Creo se ha dado cuenta que estaba pensando en mi padre—me recuesto y cierro mis ojos.
—Clari amor, eso ya paso...
— ¿Qué me paso?—la interrumpo para desviar el tema. — ¿Cómo llegue al hospital? y ¿cuantas horas llevo aquí?—mamá toma mi mano y empieza a acariciarla, yo espero la respuesta mientras disfruto del gesto.
— ¿Horas amor? Lleva tres meses aquí—Asegura mamá.
¿Pero comó es posible? yo solo me golpee la cabeza, no es como si me fuera atropellado un carro, y de llevar tanto tiempo ¿Por qué mis heridas están aún tan resientes?—volteo a verla sorprendida y noto la picardía en su rostro antes de que suelte una risotada.
—Quita esa cara.—Abro mi boca en modo de reproche al percatarme de su mentira. —Solo llevas dos horas aquí, además hace rato despertarte pero el efecto de los analgésicos solo te hizo volver a dormirte.—Explica y yo aún sigo con mi gesto de sorpresa.
— ¡Mamá! —digo ofendida, la mujer que me trajo al mundo vuelve a reírse mientras seca unas falsas lágrimas de sus ojos. —No es gracioso.
—Y quien te trajo fue un chico llamado Daniel—rebusco en mi memoria intentando encontrar algún indicio de ese nombre. —Un chico muy simpático eso sí —recalca.
Aunque no encuentro en mi mente recuerdo alguno de haber conocido o escuchado el nombre de ese chico, si hay algo que recuerdo, o eso creo, dado que solo es un pequeño destello que ilumino mi mente de repente pues después de ello todo es muy confuso, ya que fue antes de desmayarme; y esto es un pequeño destello proveniente de unos globos oculares de color azul, un destello azul.
— ¡Mamá!—mi expresión la toma por sorpresa—Ese chico, Daniel ¿creo?—arrugo mi cara y ella asiente. —Bueno ese chico Daniel, él, bueno él ¿tiene los ojos azules?
Su mano se dirige a su barbilla haciendo un gesto que me hace pensar que está intentando recordar. Luego afirma con la cabeza y yo confirmo que no me imagine el hecho de que alguien había corrido hacia mi dirección y de que ese alguien tiene los ojos azules, y a quien debo agradecerle por traerme hasta aquí.
Fue él golpe en la cabeza lo que me provocó una contusión cerebral y esto hizo que mis piernas no reaccionaran del todo al momento de levantarme, al igual que ocasiono un tipo de bloqueo en mis sentidos de visión y audición, consigo la perdida de equilibrio y luego la de conocimiento al caerme nuevamente. El doctor dijo que debía quedarme esta noche en el hospital para terminar así el tratamiento del dolor, puesto que mi cabeza, cuello e incluyendo rodillas y palmas de las manos aún duelen y bastante. Pero mañana temprano ya podre estar en casa, por ahora solo tengo que descansar y dejar de pensar que soy una pésima conductora de bici- que te lo diga tú vendaje—toco cuidadosamente el trozo de gasa adherido desde mi sien hasta casi la mitad de la frente y suelto una risita, para luego bostezar y volverme a dormir. —A ver si esta vez no sueño con un Benjamin cabalgando sobre coco.
Mi vejiga está a punto de estallar y eso de entrar en contacto con el suelo frio de la habitación no es de mucha ayuda para retener mis ganas de orinar. Alcanzo rápidamente el baño intentando no despertar a mamá quien duerme como un bebe en el sofá cama que está en la habitación. Cuando salgo del baño aprovecho y acomodo su cobija, su ceño esta fruncido lo que me hace pensar que tal vez no este teniendo tan buenos sueños—paso mi mano sobre su cabello para acomodarlo—ella se remueve un poco y retrocedo evitando que se despierte.
Últimamente ha estado un poco estresada, tal vez sea porque no ha sabe nada de mi hermano desde hace casi una semana, yo estoy completamente segura de que se encuentra bien, Jeremy ha sido un chico muy independiente, desde que tengo memoria se ha encargado de sus cosas y siempre ayuda a mamá con los gastos de la casa aunque ella se rehúsa a recibir su dinero ya que considera que debe de utilizarlo en sus gastos universitarios y yo estoy de acuerdo. Mi padre dejo una cantidad de dinero después de su muerte, no tan grande como para no volver a trabajar en nuestras vidas, pero si es una gran ayuda, de todas maneras mamá tiene un trabajo uno de medio tiempo y yo pues por ahora solo estudio pues para ella y para mi hermano es lo primordial.
Sonrió al verla acurrucarse entre la cobija, la dejo tranquila y me aproximo a la camilla para volver a dormir. —De verdad que esos medicamentos te dan sueño. —Pero al recostarme me percato del pequeño brillo que proviene de la mesita de noche que se encuentra al lado de la camilla— ¡Mi teléfono! —Contradiciendo las instrucciones del doctor de evitar utilizar aparatos electrónicos por unos dos días, me aproximo a la orilla para poder alcanzarlo—No me acordaba de él. —Como me lo suponía está a punto de descargarse y con — ¡Veinte llamadas y veinte cinco mensajes! —de Emma, estoy a punto de reírme cuando recuerdo que mi mamá está durmiendo así que tapo mi boca cuando sigo leyendo los mensajes;
Emmy My life
· A Veronica no le agrado la idea de que Peterson la corrigiera frente a todos (LA VENGAZA ES DULCE AMIGA) ya choque los cinco con Benjamin por ti... te quiere Emma.
· ¡Oye! Deja de dormir y responde.
· Clari estoy aburrida, voy a tu casa llevo galletas... ¡ups! Theo se las comió—De seguro tienes palomitas.
· Esto no es divertido, deja de ignorarme.
· ¡CLARISE FIORELLA LORENS! RESPONDE -_-
· Lo siento (añade carita de coco triste) igual ya salgo para tu casa y ¡Adivina! Theo dejo tres galletas.
· ¡Clari! Estoy fuera de tu casa abre.
· ¿Dónde Diab...Angeles (suena mejor ;v no a las malas palabras dirías) estas?
· Dado el hecho de que decides ignorarme y de que acabo de comprobar que en realidad no te encuentras en tu hogar (alimenta a Coco, casi me come una pierna cuando intente entrar por la ventana de tu cuarto) decidí irme a mi casa y comerme las galletas psdt: para la próxima deja abierta toda la ventana solo pude ingresar una pierna.
· ¿Ya no me quieres? :'(
· ¡Sigue ignorándome Clarise! ME CONSEGUIRE A ALGUIEN QUE SI ME QUIERA.
· Perdona por el mensaje anterior (añade risa nerviosa) me altere un poco, y Theo estaba mordiendo mi brazo...Te ama Emma
No puedo evitar y termino por soltar una risotada, me apresuro y desvió la vista a mi madre quien solo vuelve a acomodarse en el sofá. Emma está loca y la amo, los trece mensajes restantes son una combinación entre—Clarise te odio ¿por qué me ignoras? Y Clari lo siento, sabes que te adoro... y además Theo está discutiendo conmigo. — Nunca había conocido a alguien que cambie de opinión más rápido que los mensajes de texto de Emmy.Me apresuro a escribirle dado que no sabe nada de que me encuentro en el hospital y de que no se nada del mundo exterior desde hace aproximadamente unas ocho a nueve horas y mi teléfono vibra inmediatamente.
Emmy My life
· ¡Oh por los Ángeles de Victoria Secrec! ¿Estás bien? Voy inmediatamente para allá (Donde están mis pantalones...THEOO!! )
Clarise My love
· Emmy, estoy bien, solo fue un golpecito (y unos cuantos raspones :1 ) tan solo tengo
que guardar reposo, no te preocupes y deja a Theo en paz.
Emmy My life
· ¿Segura? Porque no me cuesta nada ir, ya le pedí la llaves del auto prestadas a mamá y me dijo que ¡QUE NO! ( decepción :¨l ) pero se ofreció en llevarme, además Theo está dormido, ese pequeño mocoso.
Niego divertida, a veces me pregunto qué sería de mí sin Emma Penélope, ella es tan increíble, su forma de ser es deslumbrante siempre que llega a un lugar lo contagia con su alegría y ocurrencias. Ella es una de esas personas que llegan a tu vida para cambiarla y de la mejor manera y yo la amo tanto —sonrió a la pantalla antes de escribir una respuesta.
Clari My love
· Emmy de verdad, estoy genial. Mañana me darán de alta no te preocupes en venir
Puesto que lo más seguro es que temprano este en casa, gracias por preocuparte
Te amo y espero verte pronto (añade beso mojado de Coco) mi teléfono está a punto de
morir y si me ve mi madre utilizándolo me matara (el doctor me lo prohibió) y deja a Theo solo es un bebe...besos Clari.
Emmy My life
· ¡Clarise! Si te lo prohibió el doctor que haces escribiéndome, eso está mal señorita
¡Ahora ve a dormir! Descansa y muchos besos de mi parte (de Coco no recibí besos, sino mordidas ¡Alimenta al perro!) Y un bebe que me saca la lengua y salga corriendo con mis galletas, ya no es un bebe es un ser malvado.
La gelatina de color verde en la bandeja que trae a mamá se ve apetitosa o simplemente es el hecho de que tengo un hambre atroz. —Me recuesto sobre las almohadas que ha acomodado mamá previamente en mi espalda. —Ya me siento un poco mejor, aunque mi cabeza aún duele un poco al igual que parte de mi mejilla, dentro de una hora emitirán mi orden de salida y estoy feliz por ello, no resisto un rato más bajo este ambiente que me trae malos recuerdos. —Mi madre deposita la bandeja en la mesa de noche y luego rebusca algo en el bolso que trajo de casa con mis cosas. —Tengo hambre, pero debo cepillar mis dientes primero.
—Toma cariño. — Me extiende mi cepillo al igual que la crema dental
—Gracias—indico y me levanto de la camilla para dirigirme hacia el baño.
¡Clarise Lorens estas hecha un desastre! —Expreso al verme reflejado en el espejo. —Y de verdad que si estoy hecha un desastre —me acerco al espejo para observar bien mi rostro — mi herida está cubierta aún con una gasa, pero lo que me sorprende es el gran morado que se extiende por toda mi mejilla derecha, creo habérmelo hecho con el manubrio de la bicicleta. Unas grandes ojeras se extiendes bajo mis ojos, y ni hablar de mi cabello— ¡Esta espantoso! — lavo mi rostro y cepillo mis dientes. Hasta ahora me dedico a apreciar lo que llevo puesto, una bata azul de puntos de un tono más oscuro es lo que me envuelve, lo más gracioso es que la parte de atrás está abierta lo que hace que se vean un poco mis calzoncillos. —Lindos gatitos que adornan mis pantis— suelto una risita al mismo tiempo en que procuro acomodar mi cabello en un moño. — ¡Muy despeinado eso sí!— Pero al menos mi cabello ya no cubre mis ojos —Entendiendo la referencia claramente.
Escucho voces en la habitación —Le dije a Emma que no viniera que todo estaba bien, pero conociéndola debe de estar afuera con mi madre.
—Tienes visitas Clarise—exclama mamá. — Sal por favor, yo ya vengo iré por un café.
—Está bien mamá—Le respondo. —Ya salgo— se escucha la puerta de la habitación cerrarse. Seco mi rostro con la toalla que me trajo mamá y me decido a salir. — Emmy no tenías por qué venir —exclamo aun de espalda hacia Emma mientras cierro la puerta del baño. — Me darán salida dentro de una... —abro mi boca de la impresión — ¿TÚ? —reclamo.
—Lindo peinando y también, lindas pantis —atrapo mi bata instantáneamente — y si soy yo ¿Sorprendida? ¡Eh!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro