Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11 ¨Thomas¨

Tararear una canción de Justin Timberlake mientras voy en camino de lo que creo que es mi tercera cucharada de helado de vainilla me hace sentir feliz, cosa que está percibiendo coco quien ha empezado a mover la cola con gran entusiasmo, por un segundo me agachó y le doy un gran abrazo. Sigo en lo que creo que es el mejor show del mundo mientras la segunda canción se reproduce en mi teléfono, no puedo evitar y empiezo a mover todo mi cuerpo con sumo entusiasmo, mientras dejo sobre la mesa del comedor los libros de historia, falta eso de una hora para que Emma llegue y pues referente a Daniel no ha hecho presencia ni física ni virtualmente, se me hace un poco extraño ya que quedo en venir.

Mamá esta en el trabajo por lo que me dejo una nota diciendo que llegaría un poco tarde, la verdad es que me he acostumbrado a estar un poco sola en casa, es decir veo a mamá en la mañana antes de ir al colegio y luego de ellos hasta el final de la tarde cuando llega un poco cansada y con ganas de un masaje es allí cuando entro yo, me encanta compartir ese poco de tiempo con ella, donde podemos mantener unas cortas pero profundas conversaciones, la verdad es que mamá es la mejor del mundo y hace los mejores sándwich de atún del mundo que por cierto casi siempre se los hace a coco es vez de a mi. Lo que me hace sentirme un poco celosa, en fin justo ahora estoy intentando dejar un poco en orden lo que tenemos que hacer para el trabajo.

Aún no encuentro la necesidad de saber sobre un señor que utilizaba peluca y se hacía llamar "George Washington" pero bueno es hacer el trabajo o repetir curso y la verdad que esa opción no es para nada de mi agrado, me queda poco para graduarme y aunque mi decisión sobre que es lo que quiero estudiar aún está un poco en la nada, la verdad es que si quisiera ponerme a pensar un poco sobre eso, mi principal idea era ir a estudiar con Emma pues al menos en la misma universidad, aunque se que su sueño siempre ha sido ser diseñadora, la verdad es que yo me orientó mas por las letras, pero aún no se bien si tengo potencial para ello, no es como si a Jeremy no le gustase mis historias, pero la verdad aún me siento un poco insegura por ello, él dice que tengo talento como el que tenía papá para poder inventar cualquier historia para dormir, pero la verdad es que llevo años donde solo se las cuento a Coco.

Me percató de que están tocando la puerta solo al escuchar a mi perro ladrar , apago la música y con una cucharada de helado de vainilla me apresuró abrir la puerta, aún es temprano, ni siquiera me he cambiado tengo unas pantuflas de perro y una camiseta vieja de Jer, la cual tiene un gato. Intentado sostener la cuchara con mi boca abro la puerta y saludo a Emma, solo que quien esta parado frente a mi, uno, no es Emma, dos su cabello es corto y tres ni siquiera es una mujer, sin querer terminó por abrir mi boca y la cuchara cae al suelo, él me ayuda a recogerla para luego extenderla en mi dirección y yo, yo solo me estoy muriendo de la vergüenza. Sin siquiera que hacer, me quito un poco de la entrada luego de que me pregunta si puede pasar, yo solo le doy espacio y en pasos temblorosos entro después de él, quien ha dejado una aroma sumamente deleitante a su paso, me percató de que estoy hecha un desastre y paso mis manos rápidamente por mi cabello, él pide disculpas por llegar de manera repentina pero dice que tiene que contarme algo y yo, yo solo termino por asentir mientras le indico que se siente en la mesa del comedor.

—Lo siento por venir así, solo es que bien, no me respondías los mensajes y pensé que tal vez, es que yo —Se dedica en pasar sus manos por su barbilla —Yo, lo siento no debí...

Lo interrumpo antes de que termine, sé a lo que se refiere y esto me está matando de la vergüenza, trato de indicarle que este tranquilo, que no pasa nada, doy vuelta y saco lo que creo que queda de limonada y le extiendo el vaso, se nota que esta nervioso y esto no me ayuda en nada —¡Cómo puede estar de ese modo!— Trato de respirar profundo mientras él da un sorbo a la limonada, veo que de un momento a otro bajá su cabeza, y no entiendo absolutamente nada hasta que veo que sube a su regazo a Coco quien se ha empeñado en lamer sus manos.

—Es hermoso.

—Lo sé— Titubeó —¿Pasa algo Jhoe?—Preguntó y el alza su vista para fijarla en la mía, muerdo mi carrillo y me apresuró en hablar nuevamente— Lo siento por no responder, es que, yo —Oh vamos Clarise no puedes ser ahora la de los problemas de comunicación.— He estado ocupada.

El asiente al tiempo en que sigue acariciando con entusiasmo a mi perro, me quedo observándole por qué aún no ha emitido ruido alguno, ni siquiera me ha dicho que es lo que necesita o el por qué está aquí, trato de hacer algún ruido que pueda indicarle que puede hablar, pero la verdad solo veo como pasas sus manos una y otra vez sobre el pelaje blanco de Coco. Y sin mas que esperar vuelvo a hablar.

—¿Sucede algo?

—Nada grave, solo necesitaba un favor, en verdad pues solo quería verte y pues —Trago saliva ante esas palabras.

¿Quería verme?

—Bien te escribí sí, pero no respondiste, la Abue se está volviendo loca sabes.

—¿Ah? —Exclamó un poco sorprendida.

—Es decir no loca, es que ash, lo siento creo que no debí decirle loca a mi abuela¿ verdad?— Dice arrugado su entrecejo y yo solo puedo reír.— Te explico sí, emm, Abue Rebbeca esta histérica, no para de decir que su computadora no funciona, intente ayudarla y no quiere, me dijo "Conoces a Clari, la linda chica de la casa blanca " lo que me causó gracia sabes.

—Lo sé, la mayoría de las casas son blancas.

—A lo que quiero llegar es que abue Rebecca me mando a buscarte para que le ayudes con" ese aparato del demonio "—Imita la voz de la señora Rebecca y me da risa su expresión.— Solo si puedes claro esta.

—Encanta, siempre le ayudo, no es mas de acomodar unas fechas.

—Puedes creer que no me dejo ayudarla.— Dice en reproche— Bien, emm ¿podemos ir entonces?

—Si, si —Digo con prisa—Solo déjame cambiarme, si salgo así pensaran que estoy poca por los animales o algo—El ríe— Ya vuelvo.

—Para mi parecer luces linda, digo, pues —Su voz a empezado a titubear—Me gusta el gato —Dice señalado mi camisa —Se parece a Xbox.

—¿Xbox? —Preguntó muy confundida.

—Si, así se llama mi gato, no preguntes por el nombre, fue Dan el que lo eligió. Solo creo que no esta bien de la cabeza a veces—Termina sonriendo—Te espero aquí entonces, creo que Coco me hará compañía.

Y así termino por sonreírle también, me da gracia el saber que su gato se llama como una consola de video juegos. Con cierto apuro subo las escaleras, tomó un suéter lila y me coloco unas zapatillas deportivas, pasando mis manos por mi cabello trato de aplacarlo un poco— Esta hecho un desastre—Mirándome al espejo trato de darme un poco de ánimos para no morir de los nervios al bajar y encontrarme con el chico con problemas de comunicación que hace que mis manos transpiren.

—Lista—Digo y veo que Jhoe sostiene en sus manos mi libreta. —¿Qué haces? —Pregunto a lo que el se exalta, se ha dado cuenta que lo he atrapado y suelta rápidamente la libreta azul.

—Lo siento no debí.

—No te disculpes, no pasa nada.

—Lo que esta allí, ¿lo escribes tú? —Pregunta a lo que asiento con mi cabeza— Woh Clarise es hermoso

Por un instante me abrazo a mi misma, que dijera eso me ha desconcertado un poco, yo le agradezco y le doy una sonrisa de boca cerrada, mientras veo como de cierta manera el intenta desviar su vista por que me he quedado viéndole fijamente —¿Qué haces? —Verlo nervioso me gusta, es muy lindo, a demás su camiseta gris hace que sus ojos se ven tan, tan —Dios cuando podré describirlo—Llevo mucho mirándolo y se que esta mal así que doy media vuelta y abro la puerta esperando que de cierta manera me siga. Pero no se ha movido de donde está. Me regreso y me doy cuenta que se había sentando nuevamente en la mesa, lo miró con cierta confusión él se percata de ello, se disculpa y sigue mi paso— ¿Qué fue eso? —Me Pregunto justo antes de salir de casa.

Durante el camino a casa de la Señora Rebecca me percató que no para de frotar sus dedos en el borde de su camisa. Se que esto que estoy percibiendo de Jhoe Stone no puede ser mas que nervios. Hablamos muy poco y cuando llegamos se dispone en abrir la puerta, con paso lento me adentro en la sala.

—Clari querida ¿Cómo estas?

— Muy bien Señora Rebecca— Digo correspondiendo a su abrazo.

—¡Oh vamos querida! Dime Rebe.

Sonrió ante la ocurrencia de la señora y repito su nombre solo que está vez acortándolo como me acaba de indicar.

Nos dirigimos hacia la sala de estar que es donde está el computador, se que tiene he hecho esto muchas veces no es mas de presionar algunas teclas. Y todo estará bien, me siento frente a él y seguido de un "Arregla ese aparato del demonio" de Rebe me dispongo a presionar el teclado pasado poco menos de tres minutos le digo que esta listo, esta abre la boca en manera de sorpresa y yo sonrió.

—¡Te dije es una niña genio!— Expresa. —Y muy linda por cierto, verdad Thomas.

¿Thomas?

—Si Abu muy linda.—Dice y puedo percibir un ardor proveniente de mis mejillas, me he sonrojado.

—Saca unos dólares de mi billetera y dáselos a la dulce Clari Thom, por favor.

Al escuchar eso me apresuró en decirle a Jhoe que no tome nada, no hay por qué pagarme.

—Claro que sí Clari, puedo recompensarte.

—No rebe, es para mí un placer ayudarle no tiene que darme nada, aunque pensándolo bien—Jhoe voltea a verme confuso— Si quiero algo a cambio.

—¿Ah si?—Pregunta.

—Venga y me da un abrazo de esos tan cálidos que siempre me da, yo soy feliz con eso —Y sin dudarlo la señora Rebecca se apresura y me estruja en sus brazos, de ella emana un dulce aroma a galletas que me hace sonreír
—Es un placer siempre ayudarla.

—El placer es mío Clari, ahora Thom acompaña a la chica a su casa, mira que no es bueno que esté por ahí sola.

—Como ordenes Abu.— Dice el castaño y se apresura en darme paso hacia la puerta.— No me demoro cuídate.

Y así salimos ambos de la casa, el empieza a decir un par de cosas sobre la abuela pero lo interrumpo al preguntarle sobre algo que me quedo resonando en la cabeza.

—¿Thomas?— Preguntó.

 —Es mi segundo nombre, casi nadie me dice así, solo abu y de vez en Cuando mamá.

—Es un lindo nombre —Me sonríe—Digo Jhoe Thomas, es lindo.

—Tú eres linda.

Trago saliva ante las palabras y embozo una gran sonrisa, juro que mi estómago acaba de dar vueltas y esta vez no por que este mareada.

—Tu sonrisa también es linda, de verías siempre sonreír. —Añade y yo, yo solo no puedo dejar de sentirme más nerviosa.—Es el nombre de mi abuelo, digo Thomas era el nombre de mi abuelo.

El mencionarlo en pasado, hace que me estremezca se que el esposo de la señora Rebe murió hace ya varios años y se puede percibir la tristeza de Jhoe al recordarlo, carraspea un poco y continúa hablándome sobre él y yo, no lo interrumpo.

Me habla de lo divertido que era pasar las tardes jugando con la pelota y de como siempre los invitaba a enterrar tesoros en el patio trasero de la casa, sonríe cada vez que recuerda las cosas increíbles que hacía con su abuelo. Me habla de que su nombre es en su honor y que su abuela empezó a llamarlo así después de su muerte dice que le recuerda mucho a él y que solo espera un día verlo convertido en un gran hombre como un día lo fue el gran Thomas Stone abuelo.

Veo cuando pasa su mano rápidamente por su mejilla acabó de notar como una pequeña lagrima resbaló por su mejilla y tiemblo le pido por un momento que nos detengamos, pasó mis manos sobre su rostro limpiando el rastro de la misma, el remoja sus labios y me da una sonrisa algo chueca. Yo, no, no puedo evitarlo y lo abrazo.

—Te entiendo perfectamente, yo también extraño a papá.—Y así sin poder evitarlo sollozo. —Era una gran persona sabes, se que tu abuelo también lo era, Rebe me ha hablado mucho de él, y de lo increíble que era y yo, yo lo lamento se lo que sientes, se que recordarlos puede doler.

No se que estoy haciendo pero se siente bien, abrazarlo se siente bien. El frota su mano por mi espalda y me estruja un poco más a él. Y juro que necesitaba esto sentirme tan bien en brazos de alguien, sentirme segura. No sé que efecto causa Jhoe Thomas Stone en mi pero también juro que es sumamente encantador. Por que siento paz, se que no lo conozco, se que me he repetido mil veces que no debo verlo con otros ojos, que me romperá el corazón pero joder, yo solo quiero seguir sintiéndome así de bien y se que aunque he estado peleando conmigo misma por esto, hoy mientras lo abrazo, mientras su pecho me da calma ante algo como lo es recordar mi padre me siento bien, y amo sentirme así. Se que estoy llorando, pero no es por tristeza es por que tenia mucho tiempo sin sentirme, sin sentirme Dios no se describirte.

Jhoe Stone causas un efecto en mi que no puedo describir, pero que amo sentir.

—Cariño no llores—Susurra a mi odio. —Todo esta bien si, se que es duro recordarlos, se que puedo causar dolor.—Puedo sentir su corazón latiendo con rapidez, sin pensarlo posó mi mano en su pecho—Es que me estas abrazado, me siento bien por eso esta acelerado. —Confiesa.

Y no se de donde he sacado fuerzas, pero lo empujó no de manera fuerte solo lo alejo, él se queda anonadado y me mira con cierta confusión, yo paso ambas manos por mi cabello y luego retiro las lágrimas que hay en mi cara y antes de que Jhoe emita una sola palabra, me abalanzó. No sé si este bien o si me arrepienta de ello después, pero justo en este momento se que es lo que quiero hacer.

Y lo beso

El contacto con sus labios es muy suave, el queda plasmado y no sabe que hacer, yo intento moverme un poco pero él no reacciona, yo, yo solo cierro mis ojos con muchas fuerzas, pero al ver que no lo corresponde me retiro con gran rapidez, lo miro un instante tiene su ceño fruncido y sus ojos cerrados. No lo pienso dos veces y hecho a correr me siento confundida, pensé que tal vez, solo pensé que... Pensé que...

Corro tanto como puedo y al llegar a mi casa abro con rapidez la puerta, me dejó caer tras de ella, mis manos tiemblan y mis ojos pican—¿No debí hacer eso? ¿Por qué no lo correspondió? —Han pasado menos de dos minutos y escucho tocar a la puerta. No hablo, por que se que es él y no, no quiero verle, me da vergüenza.

—Clari se que estas ahí, ábreme porfa —Dice con cierto tono de preocupación. —Hablemos si, por favor abre la puerta, lo que paso allá afuera. Vamos tengo que explicarte.

Trato de no hacer ruido para evitar que se de cuenta que estoy justo ahí, respiro profundo mientras el vuelve a tocar la puerta, Coco ha empezado a ladrar como puedo indicó que se haga silencio, pero el solo empieza a mover su cola alrededor de la puerta de la entrada.

—Clari vamos, quiero hablar contigo.—Insiste.—lo que pasó, yo, yo lo siento si no es que... Ash Demonios contigo Jhoe Stone eres un bruto—Se reclama. —No te sientas mal, por favor, lo que sucedió afuera, yo, yo simplemente. Clarise tú eres muy linda y yo, por favor puedes abrirme.

En un momento estoy a punto de ceder, pero escucho como sus pasos se van alejando de la puerta, no quiero que se vaya, pero tampoco quiero decirle nada, me siento avergonzada, muy avergonzada. Pensé que correspondería la verdad me deje ganar por mis impulsos. No me arrepiento pero tampoco me siento bien, escucho murmurar creo que ha dicho algo pero no alcanzo a escuchar.

Pasado unos minutos me arrastró hasta la ventana solo para comprobar si se ha ido, al percatarme que es así, me aviento sobre el sofá y emito un grito ahogándolo con el cojín, me siento, confundida, estresada, avergonzada y en el fondo dolida.

Tocan a la puerta, pero no abro creo que es él y de verdad ni siquiera se como verlo a la cara, vuelven a tocar. Y yo sigo tendida en el sofá con mi vista fija en el techo y con el cojín entre mis brazos.

—¡Clarise Joder, por lo que más quieras abre la jodida puerta! —Escucho gritar a Emma.

Como puedo me levanto y me dirijo a la entrada, de un solo golpe abro la puerta antes de que Emma vuelva a golpear lo que hace que casi se caiga. Esta empapada.

—Llevó treinta jodidos minutos mojando por tu culpa ¿Qué estabas haciendo? —Pregunta al tiempo que me ve con cierta sorpresa.—¿Te paso algo?—Pregunta y yo niego con la cabeza. —Llevo medio hora, media hora Clarise Lorens, estoy empapada empezó a llover super fuerte ¿Dónde demonios estabas?

No le hago caso, no quiero hablar, voy al baño de la cocina y busco una toalla, se la paso y se queda mirándome con el seño fruncido, la empujó escalera arriba debe quitarse esa ropa, si no se resfriara.

—¿No vas a hablarme?—Pregunta.

Yo niego con la cabeza mientras le tiendo en la cama una camiseta y un pantalón de pijama, para que se cambie, los agarra a regañadientes y se los coloca, agarro su ropa húmeda y la llevo a la lavadora mientras termina de vestirse.

—No creas que te vas a quedar cayada todo el día, aquí te estaré esperando para tú interrogatorio —Grita mientras yo voy al cuarto de lavado.

La cara de Penélope expresa, sorpresa y algo de frustración y aunque está a punto de gritar se detiene en el momento en que le digo que el beso que le di a Jhoe no fue correspondido.

—Es un hijo de... No entiendo, por qué si se nota que le gustas Clari.

—Creo que mal interpretamos su actitud, o no lo se, es frustrante.

Intento sacar mil conclusiones de lo que pudo pasar, pero se que esta mal por qué mi cabeza está dando mil vueltas y no es bueno. Trato de distraerme copiando el trabajo de historia, por alguna razón Dan no hizo presencia, tampoco a puesto excusa alguna. Emma se concentra en dibujar con sumo detalle la peluca del presidente y yo me dedico a mirarla aún perdida en mis pensamientos.

—Baja de Neptuno y dime si hay que hacer algo más.

—Con esto terminamos Emmy.

—Fiuu menos mal, ya estaba agotada —Dice cayendo en la silla con cierta exageración. —Ya que estamos libres, ¿podemos hablar?—Pregunta sujetando mis manos. —Es que aún no comprendo dos cosas, una es por qué Jhoe no correspondió al beso y dos ¡Tú Clarise Lorens lo besaste! ¿Desde cuando tan arriesgada? Por qué créeme esa parte de ti me encanta.

Sonrió al ver su expresión y me cuestionó por un momento si lo que hice estuvo bien.—Si lo estuvo, no me arrepiento.—Y la Clarise de mi interior tiene razón me siento feliz de arriesgarme aunque no saliese como esperaba.

—Debemos esperar, tal vez se aparezca en la puerta de tu casa nuevamente.

Y así como si fuese hecho una invocación en la puerta suenan tres golpes, lo suficientemente rápidos como para determinar que es alguien que lleva mucha prisa. Emma y yo nos miramos al tiempo y con cierto asombro nos preguntamos quien será. En el fondo tengo esperanzas de que sea Thomas—Es la primera vez que le dices así —Lo sé.

Emma se apresura y pregunta quién es, pero no responden a lo que procede a abrir.

—¡Hoola! —titubea—Esta haciendo mucho frío afuera, Rubia dame espacio quiero pasar.

—Como sea—Dice abriendo paso y con ello rompiendo las esperanzas de que fuera Jhoe—Y deja de decirme Rubia.

—Llegue temprano verdad—Dice con cierto descaro mientras se abraza por lo que creo que tiene frío. —No me miren así, tuve inconvenientes, pero aquí estoy díganme que tengo que hacer.

—¡Nada!

—¿Nada? —Pregunta y Emma vuelve a confírmale que nada hay que terminar. —Bien entonces creo que, oh vamos chicas no me miren así, juro que venia temprano pero es que sabes.

—No te prestaremos el trabajo Dante así que no pongas cara de perrito regañado.

Yo trato con todas mis fuerzas de no reírme al ver la cara de reproche de Dan quien cual niño pequeño le saca la lengua a Emma, quién de la manera más madura posible le devuelve el gesto.

—Clarise dile, mira como me trata, yo vine hasta aquí, con este frío, pensando en que podría resfriarme por que para el colmo tuve que venirme a pie, por que Jhoe no quiso tráeme en el auto de mamá, ah por que mamá no me presta el auto a mi, y tengo que tener a él señor Jhoe de chófer, pero se sentía indispuesto ¡puedes creerlo! llegó cual niño regañado refunfuñando que era un tonto y no se que más, parecía un loco, y dijo que tomará el suyo, pero sabes, ni siquiera me dio las llaves solo se encerró en su habitación. ¡Y como traería el suyo si esta en el taller! A demás yo les traje galletas. Miren —Y mete sus manos en los bolsillos, sacando efectivamente dos paquetes de galletas de chocolate de ellos —Por qué me miran así ¿Me van a prestar el trabajo si o no?

—¿Jhoe dijo que? —Preguntó.

Por qué de todo lo que ha dicho Daniel lo único que pude escuchar es que Jhoe llegase a su casa de mal humor.

—Que importa que tiene Jhoe? Me prestaran el trabajo si o no?

—Cállate Dante, si te lo prestaremos ahora ven acompáñanos. —Dice dirigiéndose a los muebles de la sala —¿Quieres, té, café, chocolate? Algo para comer, podemos prestarte más tareas si quieres.

La miro con cierta confusión al igual que Dan y lo único que puedo pensar es en que algún idea descabellada esta pasando por la cabeza de Emma en este justo momento.

¿Qué planeas Penélope?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro