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Capítulo 21

Mike

Hoy es el funeral.

Mis ojos se llenaron de lágrimas otra vez al ver a Alexis llorando a más no poder mientras Matt lo abrazaba.

Se han ido. Es que no podía creer que ellos ya no estarían con nosotros, todo fue tan de repente. Me dolía mucho el corazón.

Miré otra vez las dos cajas negras rodeadas de flores blancas y moradas que estaban frente a nosotros, junto a ellas estaba Adrian llorando, un triste Fred se acercó a él y ambos se abrazaron, el frío viento golpeó mi rostro, me encogí de hombros, esta era la primera vez que venía a un cementerio, se siente horrible.

Solo podía escuchar los llantos de las personas a mi alrededor mientras lágrimas silenciosas bajaban por mis mejillas, miré fijamente como cerraban las cajas.

Adiós —susurré, esta sería la última vez que los vería, agarré con fuerza la mano de Scott, él ha sido un gran apoyo para todos estos sombríos últimos días.

Saqué un pañuelo de mi bolsillo y limpié mis lágrimas. Los extrañaré mucho, ¿por qué nos pasa todo esto? Desde hace una semana siento una gran tristeza y preocupación, todo desde que enviaron a dos matones a la casa...

Flashback

Miré con horror como dos hombres con trajes negros le disparaban al auto de Damien, corrí hacia allá pero Scott me agarró con fuerza del brazo y me jaló hacia él.

—¡¿Estás loco?! —susurró con enojo, lo escuché maldecir, mis ojos no podían despegarse del auto de Damien, sé que es blindado pero junto a la puerta del copiloto había mucha sangre. Alex...

Miré a los malditos hombres, uno de ellos se acercó al auto y el otro nos miró, tragué duro al ver como cargaba su pistola.

No me opuse al agarre de Scott, él gruñó y rápidamente entró a la casa sin soltarme, justo cuando cerró la puerta una bala impactó contra esta, tragué duro.

Observé como Scott cerraba con seguro, reaccioné y saqué mi celular, llamé a la policía y al hospital, se me hizo casi imposible hablar, no podía dejar de llorar, estaba muy asustado por lo que podría haberle pasado a Damien o a Alex.

—¡Vamos! —exclamó Scott mirándome, asentí y los dos corrimos escaleras arriba, me dirigí al balcón al final del pasillo, necesitaba ver que sucedía en la calle.

Empalidecí al escuchar la puerta de la casa abrirse escandalosamente, vimos como una de las puertas del auto se abrió y Damien con la camisa razgada y llena de sangre salió con una pistola en la mano, con una expresión de odio se dispuso a...

No pude ver más ya que una mano cubrió mis ojos con fuerza, me quedé helado al escuchar muchos tiros, me di la vuelta y quité la mano de mis ojos, Scott tenía el ceño fruncido.

—Ven, tenemos que escondernos —dijo mirándome de una forma rara, sin darme tiempo a responder o a mirar hacia la calle me agarró de la mano y corrió sin mirar atrás.

Paramos en seco al ver frente a nosotros al hombre de negro, su mirada era sádica y su sonrisa maliciosa.

—Mmm... el jefe dijo que matara a todos pero lo pensaré mejor, ustedes no se ven para nada mal... —me entraron arcadas al ver su morbosa mirada, Scott se puso delante de mí, mordí mi labio con mucha fuerza por lo nervioso que me puso eso. —Ay que lindo, me los llevaré a los dos —dijo sonriendo, hice una mueca, di un respingo cuando sus ojos negros me miraron.

—¿T-Trabajas para Austin? —pregunté controlando mi enojo y nervios, él asintió mientras se acercaba lentamente. Lo sabía.

Ese maldito aunque está tan cerca de quedar encerrado de por vida no se rinde.

—P-Pero... ¿él te dijo que mataras a Alex? —pregunté confundido, estaba tratando de ganar tiempo hasta que Damien o la policía llegaran.

—No, fue un pequeño accidente, no está muerto con eso es suficiente  —respondió mirando a Scott, rechiné los dientes. Entonces Alex sí está herido.

Miré alrededor con desesperación, necesitaba algo para defendernos, miré un gran jarrón sobre una repisa.

—Bájala.

Miré al frente, un sudado Damien estaba detrás del hombre apuntándole en la nuca con su pistola, el tipo tiró el arma al piso y sonrió, fruncí el ceño, un muy mal presentimiento me invadió. ¿Por qué sonríe?

—Damien —lo llamó Scott con un tono cargado de advertencia, Damien lo miró y luego a mí, vi que apartó violentamente la mirada de mis ojos.

—Te tengo justo donde quería, Damien —canturreó el hombre con felicidad, Damien lo miró mal aunque estaba desconcertado, miré un extraño bulto en el hombre.

—La camiseta —le dije a Damien preocupado, él subió la camiseta del hombre.

Abrimos los ojos como nunca al ver que tenía una pequeña bomba pegada a su barriga.

—¡Surprise! —exclamó el hombre feliz, miramos con horror que quedaban diez segundos antes de que explotara.

—¡Corran! —gritó Damien mirándonos, lo miré con temor.

—¡Tú también! —respondí muy alterado, él me miró duramente.

—Llévatelo —me alejé rápidamente de Scott cuando Damien le dijo eso, el hombre suicida solo se reía.

Scott me miró con advertencia, lo miré y negué rápidamente, ni arrastrandome me llevará sin Damien.

—Joder, piensa en Alex —le dije a Damien más enojado que nunca, eso hizo que se quedara mirándome, luego con violencia pegó al hombre a la pared, lo golpeó varias veces mientras este se reía.

Todos miramos que quedaban diez segundos y el maldito no se quedaba inconsciente, Damien sacó su pistola y le disparó en una pierna, este se quejó del dolor.  Miramos estupefactos como comenzó a mover los cables de la bomba.

—¡Vámonos! —ordenó Damien dándole una patada en la cara al hombre, sin rechistar Scott y yo lo seguimos cuando comenzó a correr.

Rodé por las escaleras debido a los nervios, mis piernas temblaban a más no poder, Damien abrió la puerta, más allá había una ambulancia, Scott me cargó y corrió conmigo hacia la puerta, miré a Damien, él se veía muy tenso y pensativo.

Miramos como dos enfermeros cargaban a Alex en una camilla, suspiré aliviado al ver que solo tenía un brazo herido, él estaba llorando.

—¡D-Damien! —gritó desgarradoramente desde la camilla, eso me puso los pelos de punta, él se veía muy asustado, Damien con la pistola en mano caminó hacia allá.

—¿No debería haber explotado ya? —preguntó Scott mirando hacia la casa, asentí con el ceño fruncido, ya han pasado más de diez segundos, Scott abrió mucho los ojos.

—¡Los enfermeros, Damien! —gritó mi novio, Damien sin dudar le disparó en las piernas a los dos enfermeros, miré boquiabierto como uno de ellos sacó una pistola, por eso Alex estaba tan alterado.

Escuché como venía la verdadera ambulancia y varios autos de policía.

Damien le disparó en la mano al que tenía la pistola, de la casa salió arrastrándose el de la bomba, le di una patada en las costillas y finalmente se quedó inconsciente.

Miramos como los policías se acercaron y comenzaron a ponerle esposas a todos, caminé hacia la ambulancia donde comenzaron a tratar a Alex.

Qué locura, jamás habría imaginado que hoy sucedería. Austin lo pagará muy caro...

Fin del flashback

Observé a Alex, él tenía un yeso en su brazo derecho, Damien y él se acercaron a Daniela, la hermana mayor de Adrian. Ella y Adrian son quienes están sufriendo más, sus padres murieron hace unos días en un accidente automovilístico, es triste ver en esas cajas lo que queda de ellos, eran las personas más amables que había conocido, al igual que Adrian ellos eran muy cariñosos, miré a Alexis nuevamente, eran como unos padres más para él.

A todos nos duele que se hayan ido, parece que la suerte no está de nuestro lado, últimamente solo suceden cosas malas...

||Tres meses después||

—Quedas sentenciado a 95 años de prisión.

Esas palabras hicieron que todos nos relajaramos, pude ver que Alex hasta iba a llorar del alivio. Habían encontrado a Austin culpable tras todas las pruebas que teníamos.

El psicópata comenzó a discutir y a insultar al juez Zachary, sonreí al ver como varios policías lo agarraban y se lo llevaban, estará en una cárcel de máxima seguridad.

Alex lo miró fríamente cuando él pasó por el pasillo con los policías, Austin lo miró con desesperación de arriba abajo, como si tratara de grabar todo su cuerpo en su mente.

Suspiré al ver a Adrian sonreír, poco a poco va recuperándose de la muerte de sus padres. Me reí al ver como un lloroso Kenny se lanzó a los brazos de Alex, este último lo abrazó con cariño, Damien desvió la mirada de ellos. Es increíble lo celoso que se pone por la amistad o lo que sea que tienen Kenny y Alex. Aunque a mí también me da algo de celos.

El castaño se ha vuelto el hermano pequeño de todos, bueno... Menos de Damien y Troy.

Hablando de hermanos... Hoy Adam vendrá a visitarnos, resulta que sí somos hermanos, desde que vimos la prueba de ADN él me visita a diario, aún no he conocido a mi familia biológica, no he tenido oportunidad después de todo lo que ha pasado estos últimos meses.

Salí de la sala primero que todos, sonreí al ver a Scott allí esperándome en el pasillo, levantó la vista de su celular, mi corazón se aceleró cuando sus hermosos ojos se posaron en mí, caminé hacia él y le sonreí con algo de timidez, hace unos tres días que no lo veía.

—Hola... —lo saludé sintiendo mis mejillas calientes, él me sonrió de lado.

—¿No hay problema si te beso aquí, cierto? —preguntó en voz baja acercándose, tragué duro y negué, los demás no habían salido todavía y el pasillo estaba desierto.

Cerré los ojos cuando él me sujetó por la cintura y sin más unió nuestros labios, metí mi lengua en su boca y lo besé con pasión, rodee su cuello con mis brazos, él movió sus labios suavemente, mi corazón latía con mucha fuerza, al sentir el flash de una cámara me alejé de él y miré con sorpresa a Alex, el cual nos enfocaba con su celular, detrás de él estaban los demás, me sonrojé hasta las orejas al ver sus miradas pícaras.

—¡Alex! —lo llamé con queja e inflé las mejillas, él seguía tomándonos fotos, el rubio sonrió con inocencia, bufé.

Ahora sí que él y Alexis parecen gemelos. Alex se dejó el color natural de su cabello, se ve muy lindo rubio.

Me alejé más de Scott y todos disimularon sus miradas cuando Damien salió de la sala.

—Larguemonos de aquí —dijo estirando sus brazos, él me miró y luego a Scott con sospecha, le sonreí, tomó a Alex de la mano y caminaron hacia la puerta.

—Scott y yo nos iremos juntos —tomé la mano de Scott y corrí hacia la puerta tras decir eso, miré hacia atrás, Alex y Adrian estaban sonriéndome, Alexis miraba con interés los dedos de Matt y Damien estaba asesinandome con la mirada, le sonreí cuando Scott abrió la puerta.

—Huyamos rápido —dijo mi novio corriendo hacia su auto, asentí con burla y me subí.

Me reí mirando como los demás salían y la prensa los bombardeaba con preguntas.

Encendí la radio y al ritmo de Shake it off Scott aceleró, comencé a cantar mientras él conducía.

And the haters gonna hate, hate, hate, hate, hate
baby, I'm just gonna shake, shake, sha... —me callé e hice un puchero al escuchar a Scott reírse un poco, él me miró por un segundo y sonrió.

—I shake it off, I shake it off... —me sorprendí y sonreí cuando cantó, los dos cantamos horriblemente sin vergüenza alguna.

Minutos después miré con adoración que detuvo el auto frente a una heladería, me bajé de inmediato y entré, me dieron ganas de llorar al ver lo linda que era por dentro, mesas de colores y paredes con dibujos lindos y mucho, mucho helado. Estamos en invierno, en unos días nevará y este lugar parece sacado de Frozen, es perfecto. Suspiré soñadoramente, viviré aquí.

—¿Quieres quedarte aquí para siempre, cierto? —preguntó Scott detrás de mí, sonreí y asentí.

—¡¿Steve?! —me sorprendí al ver al pelirrojo sentado en una mesa comiéndose un banana split orgasmico, fruncí el ceño al ver que bajó la mirada y trató de esconder su rostro detrás de sus rizos.

—Yag sabegmos queg egres tú... —dijo Scott con burla imitando su acento, me reí y ambos nos miramos con diversión, varias veces nos hemos reído imitando como habla Steve, vimos como este levantaba la mirada, su rostro estaba tan rojo como su cabello.

Entrecerré los ojos, ¿por qué luce tan nervioso? Se levantó temblando.

—¿Estás bien? —le pregunté preocupado, parecía a punto de morirse, él asintió. —¿Tyler también está aquí?

Él empalideció al escuchar mi pregunta, sonreí relajado y me rasqué la nuca.

—No te preocupes, él es mi primo —dije mirándolo fijamente, él se sorprendió. Todos sabemos que ellos tienen una relación, pero Steve aún no conoce a nuestra familia.

—Él está en el baño —respondió mirándome, asentí y me senté en una de las mesas. —Si quieren siéntense con nosotros —añadió mirándonos con una sonrisa.

—Egstá bieng —dije riéndome y parándome, Scott sonrió y Steve nos miró mal.

—¿Nunca dejaran eso? —preguntó sentándose y cruzándose de brazos.

—Nop —respondimos sentándonos frente a él.

Un mesero se acercó, me fijé en que era uno de los amigos de Scott, ya lo había visto antes en el instituto.

Steve y yo miramos como se ponían a hablar animadamente, ignoré los celos irracionales que sentí y miré atentamente las imágenes de helados en el menú, fruncí los labios al escuchar a Scott reírse.

Soy un egoísta, quiero ser el único que haga reír a Scott. Negué varias veces, está bien que él tenga amigos...

Miré al chico, no es feo, cabello negro y largo, ojos marrones y es muy alto y musculoso, inflé las mejillas, ¿por qué no soy alto y musculoso? Bueno, me canso con solo pensar en hacer ejercicio. ¿A Scott le gustaría que yo fuese más alto?

Además el chico tenía varios pircings y tatuajes, ¿a Scott le gusta eso?

—Mike...

Desvié la mirada del chico y miré a Scott, él tenía el ceño fruncido.
—¿Hmn? —murmuré avergonzado, antes me había quedado mirando a su amigo.

—¿Qué vas a querer? —preguntó Scott cautelosamente, miré el menú otra vez.

—Este —dije señalando un bowl con helado de menta y chispas de chocolate, se lo mostré al chico, él asintió con una sonrisa amable, entrecerré los ojos mirándolo, él se rió nervioso y se alejó hacia el mostrador.

—¿Qué fue eso? —miré a Scott cuando me preguntó eso en voz baja, él tenía las cejas arqueadas.

—¿El qué? —me hice el desentendido. —Hola Ty —saludé rápidamente a Tyler cuando se acercó, él se sorprendió al vernos pero luego sonrió y se sentó frente a nosotros.

—Hola —dijo mirándome, sonreí al ver como miró a Steve y limpió un poco de helado de su barbilla, las mejillas del pelirrojo enrojecieron. Hacen una linda pareja.

Miré a Scott, di un respingo al ver que había estado observándome, tomé una de sus manos por debajo de la mesa y la acaricié suavemente, me reí un poco al ver su expresión de satisfacción, es como un bebé o un cachorrito, en cuanto lo acarician se tranquiliza.

En cuanto trajeron nuestros helados lo solté y comencé a comer del mío, Scott gruñó, me topé con la atenta mirada de Tyler.

Jamás hubiera imaginado que estaríamos de esta forma con personas diferentes, pero así me siento mejor, estando con Scott y no con él, y por su mirada cuando ve a Steve, sé que él lo siente igual.

Estuvimos pasando el rato y hablando durante varias horas, el tiempo pasó volando.

—Tengo que irme —dije levantándome y mirando el mensaje que me había enviado Adam, llegará en unos minutos a la casa.

—Adiós —se despidió Scott de los demás mientras se paraba, yo también me despedí, seguí a Scott hacia afuera.

Miré como el sol se ocultaba, me subí al auto, tenía un nudo en el estómago y unas increíbles ganas de vomitar.

—Adam irá hoy con su familia... —le dije a Scott en un susurro en cuanto arrancó, necesitaba su apoyo en este momento.

—Te amarán —respondió simplemente mirándome de reojo, me sonrojé y sonreí un poco.

—¿Eso crees? —pregunté mirándolo algo abochornado.

—No lo creo, lo sé —contestó con seguridad, eso hizo que sintiera mariposas en mi estómago, suspiré y más tranquilo me quedé mirando por la ventana.

En cuanto llegamos a mi casa me despedí de él con un beso, salí del auto y respiré hondo, habían varios autos aparcados frente a la casa, miré por última vez a Scott, sus ojos grises me miraban con afecto y confianza, suspiré enamorado y caminé hacia la puerta.

No quería que esto fuese algo incómodo para Alex o Damien, realmente odiaría eso.

En cuanto entré me llegó un delicioso aroma a pollo horneado, se me hizo agua la boca, caminé hacia la sala, podía escuchar a varias personas hablando y riendo, también había música puesta, arqueé las cejas y entré.

Y como por arte de magia todos se quedaron en silencio en cuanto me vieron, toda la sangre de mi cuerpo se concentró en mis mejillas, había seis pares de ojos sobre mí, Damien, Alex, una mujer bajita y rubia de ojos azules, un hombre castaño de ojos negros, él no es tan alto, Adam y una chica pelinegra de ojos azules, tenía el mismo tamaño que yo.

—H-Hola... —dije nervioso, la mujer con los ojos llenos de lágrimas se acercó a mí y me miró detenidamente lo cual me puso más nervioso. Supongo que ella es mi madre.

—¿T-Te puedo abrazar? —preguntó llorando, se veía muy feliz pero a la vez muy triste, sin decir nada me acerqué a ella y la estreché en mis brazos, sin dejar de llorar me correspondió.

Me invadió un extraño sentimiento de no querer soltar a esta mujer jamás, sentir sus lágrimas mojando mi camiseta me hacia sentir culpable, pero entonces miré detrás de ella y vi como Alex miraba fijamente el piso mientras agarraba a Damien de la mano. Sonreí y me alejé un poco de la mujer.

—¿Eres la madre de Adam? —pregunté para confirmarlo aunque el color de sus ojos es suficiente, ella asintió, me mordí el labio con fuerza al ver la mirada dolida que trató de ocultar.

No sé si debería reconocerla en voz alta como mi madre, tal vez eso lastimaría a Alex, pero si no lo hago lastimaré a la mujer frente a mí. No sé qué hacer.

—Me llamo Karen, él es Samuel, tu pa... el padre de Adam, y ella es Jules tu hermana menor... —dijo mi madre en voz baja señalandome a las otras dos personas detrás de ella, se hizo un silencio algo incómodo.

El hombre estaba mirándome con una sonrisa y "mi hermana" tenía el rostro muy rojo y me observaba con un gran brillo en los ojos, tragué duro y me acerqué a ellos.

—Hola Michael —dijo el hombre, lo saludé en un susurro, tomándome desprevenido me abrazó, le correspondí.

Cuando nos separamos miré a Jules, Adam nunca me habló sobre una hermana menor, ella se veía de unos 14 o 15 años, me aguanté las ganas de decirle algo sobre su genial playera de Misaki Mei.

—Ho...

—Hola, ¿es cierto que haces yaoi? —arqueé las cejas cuando me interrumpió preguntando eso con gran emoción, me sonrojé hasta las orejas y ella lanzó un pequeño chillido. Ay Dios...

Miré de reojo a los demás, ellos tenían caras de wtf? Menos Alex y Damien, ellos se veían sorprendidos, saben qué es el yaoi.

—Jules, deja de decir cosas raras —dijo Karen mirándola significativamente, Jules hizo un puchero. —Lo siento Mike, Jules no deja de hablar de ese jugo "ya... hoy" o como se llame —añadió mirándome apenada, asentí y miré a Jules, los dos nos reímos disimuladamente.

—Él sí lo entendió... —susurró Jules mirándome de forma perversa, me rasqué la nuca y asentí mirándola, ella comenzó a reírse de una forma realmente aterradora. —¿Y dónde está tu novio? —preguntó llorando de felicidad, me relamí los labios y vi que ni Karen ni Samuel se inmutaron.

—En su casa —dije mirándola, ella asintió pensativa y volvió a mirarme con picardia. Creí que era suficiente con Steve, Kate y Kai, pero una más se acaba de unir a nuestro grupo de amantes del yaoi, esta vez mi hermana pequeña...

. . .

—¿Puedo venir otra vez? —preguntó Jules mirando a Alex con ojos de cachorro, él asintió con una sonrisa, ella dio varios saltitos de felicidad y miró a Damien. —Tu uke es taaan lindo —le susurró tan alto que todos escuchamos, Damien se rió y Alex se sonrojó.

Jules es muy divertida y tenemos mucho en común, me cae bien.

—Bueno, ya debemos irnos... —dijo Adam mirando a Karen, la cual se puso a hablar con Alex otra vez, esos dos se llevaron muy bien para sorpresa mía.

Minutos después ellos se fueron, Alex se acercó y me apretujo en su pecho, me reí un poco.

—¿Qué pasa? —pregunté contra su pecho, él aún no me soltaba.

—Pensé que querrían llevarte con ellos —dijo acariciando mi cabello, arqueé una ceja. Él sabe que aunque quisieran ellos no pueden llevarme, suspiré, lo que le asustaba es que yo quisiera irme con ellos.

—Eso no pasará jamás —respondí con calma oliendo su tierno aroma a bebé, él me soltó y me sonrió.

—Eso espero, vamos a comer galletas —dijo tomándome de la mano y a Damien por igual, él había estado observandonos en silencio.

Los tres caminamos hacia la sala y nos tiramos en el sofá, Damien prendió la tv, tomé varias de las galletas que habían sobre la mesita, Alex se levantó y corrió a la cocina.

—¿Antes odiabas a Alex? —le pregunté a Damien mirando en la pared una fotografía de ellos dos en el internado.

—No, pero él si me odiaba a mí —lo miré cuando dijo eso, él tenía una pequeña sonrisa mientras parecía recordar algo. —Recuerdo que me llamaba "jirafa idiota"

—Tú te lo buscaste, ¡me llamaste enano! —exclamó Alex entrando en la sala con una bandeja en las manos la cual puso sobre la mesita, Damien lo miró y le sonrió con burla.

—Es que eres un enano —dijo acercándose a él y abrazándolo por detrás, Alex hizo un puchero y se dio la vuelta para verlo, tomé una taza de chocolate caliente de la bandeja y varias galletas mientras ellos se demostraban su amor.

Tomé mi celular cuando vibró, sonreí.

Buenas noches 💕 —Scott podía llegar a ser un persona muy tierna, esos pequeños detalles son los que me hacen amarlo cada vez más.

Respondí su mensaje y le envié muchos corazoncitos lindos. Damien y Alex se sentaron a mi lado, Alex puso una película de terror, negué, aquí vamos...

. . .

Desperté con una pierna sobre Damien y abrazando un brazo de Alex, dormí de maravilla en su cama gigante y suave, pero ellos no lucían muy felices.

—Me diste más de diez patadas anoche —dijo Damien mirándome con acusación, sonreí inocente.

—Eres igual que Alexis, mi brazo se estaba ahogando —lloriqueó Alex mirando su brazo babeado, me sonrojé avergonzado por eso.
—¡No debiste poner esa película! —reclamé cruzándome de brazos, ellos me asesinaron con la mirada, hice un puchero. —Adiós —me despedí y corrí hacia mi habitación.

Media hora después me encontraba caminando con Scott hacia el instituto, a veces decide irse conmigo. Me pregunto si en unos cuantos años seguiremos juntos...

—¿Qué miras? —le pregunté al ver que veía fijamente hacia una lujosa tienda, él me miró y negó.

—Nada —respondió de forma misteriosa, arqueé una ceja y seguí caminando.

Miré de soslayo hacia la vitrina de la tienda, no dije nada al ver las hermosas y lujosas joyas, me quedé embobado observando una que era exactamente del color de mis ojos, arqueé las cejas al ver el precio.

—Nos van a cerrar la puerta —miré a Scott cuando dijo eso, él estaba mirando hacia el instituto más allá, vi al profesor de deporte a punto de cerrar.

—¡Corramos! —exclamé comenzando a correr, Scott me siguió y me agarró de la mano cuando pensé que se me saldría el corazón por correr tanto, prácticamente arrastrandome cruzó la puerta del instituto, los dos caímos de cara al piso.

Nos levantamos y nos limpiamos el uniforme, algunos estudiantes nos miraban con burla, creo que esta es la octa... no, décima vez que nos pasa esto.

—Vamos —dijo Scott riendo un poco, asentí levemente, me sonrojé cuando arregló mi cabello y se quedó mirándome a los ojos.

Agarró mis mejillas y juntó nuestros labios en un tierno beso, tres segundos después nos separamos al escuchar a Tyler llamarnos la atención. Le sonreí a Scott y ambos caminamos juntos...

NOTA:

Pronto subiré el capítulo final ❤

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