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Capítulo 20

Scott

Sonreí al ver como Mike abrazaba mi almohada mientras dormía, cubrí con las sábanas su cuerpo desnudo, acerqué una mano a su rostro y aparté varios mechones de cabello que caían sobre su frente.

Jamás imaginé que sucedería esto, pensé que odiaría con todas mis fuerzas a este chico, pero eso se me hizo imposible, y ahora es mi pequeño y lindo novio, cosa que me hacía sentir la persona más feliz del mundo.

Rodé los ojos y resoplé. Yo me burlaba de Troy por decir cosas cursis, ahora mi mente se llena de cosas que le darían diabetes a cualquiera. Hace un rato estaba pensando en llevar a Mike a Disneyland y hacer cosas lindas que supongo que hacen los novios.

Me pasé pesadamente una mano por la cara, estoy muy mal.

Acaricié sus mejillas y suspiré. Lo único que le agradezco a mi madre es que me enviara con Alex y Damien, sino lo más probable es que estuviera ahora mismo borracho o drogándome en mi habitación, ahora este chico se ha vuelto mi única adicción.

Me levanté de la cama y me puse mis boxers, salí de la habitación y caminé hacia la cocina, me detuve en la sala al ver a mi hermano besuqueándose con Kennedy en el sofá, arqueé las cejas y retrocedí lentamente hasta que Kennedy abrió los ojos y me miró con sorpresa de arriba abajo, quise reírme al ver como apartó a Troy de un tirón, el cual chasqueó la lengua al verme.

—N-Necesito i-ir al baño... —tartamudeó Kennedy levantándose y con la cara más roja que un tomate, le señalé la puerta del baño, él agachó la cabeza y caminó hacia allá.

—Mmm... ¿no que le gusta Alex? —pregunté confundido, Troy me miró con fastidio, me reí. Alguien está celoso... —Y... ¿no que tú tenías novio? —pregunté aún más confundido, él resopló.

—¿Felix? Cuando desperté lo encontré debajo del enfermero —respondió con indignación y me miró con cara de "¿puedes creerlo?" Y yo por supuesto me hice el muy sorprendido.

Quise creer que eran alucinaciones mías todas las veces que Felix se me insinuó en el instituto. Pero ahora estoy seguro que no fue mi imaginación, sí que es descarado el chico, meterse con el enfermero cuando su novio está en coma.

—Qué bárbaro —dije mirándolo, Troy asintió y miró hacia el baño.

—Ya asustaste al niño —me culpó mirándome mal y levantándose, arqueé una ceja.

—Creo que fue tu lengua quien lo hizo —respondí pensativo, él se quedó mirándome mal pero luego vi preocupación en su mirada.

Kennedy podría seguir traumatizado por lo que le hizo Austin, si yo fuese él no me gustaría tener tan pronto a un chico arriba de mí comiéndome la boca. Bueno... ni estar cerca de otro medio desnudo.

—Yo no lo estoy forzando a nada —dijo acercándose al baño, lo miré fijamente. —No sería capaz Scott —asentí al ver su ceño fruncido. Lo sé, pero...

—¿Él se está negando a algo? —pregunté y él negó. —Tal vez tiene miedo de que te enojes y le hagas algo si se niega —le dije tranquilamente caminando hacia la cocina.

Es lógico, el niño debe de estar tan aterrorizado que no se niega a que Troy lo toque, y mi imbécil hermano seguro ni cuenta se da, Kennedy lo alejó hace un rato aprovechando que me vio. 

—¿Qué debería hacer? —preguntó siguiéndome y mirándome con atención, lo pensé y saqué una manzana de la nevera.

—Deberías esperar a que sea él quién se acerque a ti, pero si lo único que quieres es acostarte con él no creo que se oponga —dije mirándolo fijamente, esto último se lo dije con malicia y fingida perversión, él me miró con enojo, sonreí internamente al ver quien estaba escuchando más allá.

—Eres un estúpido Scott, no voy a aprovecharme. Él... me gusta mucho... quiero algo serio —respondió avergonzado, asentí y mordí la manzana mientras miraba de reojo como Keneddy se ocultaba terriblemente por la puerta.

Él necesita a alguien como Troy, y él es justamente lo que mi hermano necesita.

—De nada, creo que debo ser psicólogo —dije pensándolo seriamente, Troy bufó, caminé hacia la sala y le guiñé un ojo a Keneddy, él me miró sorprendido y se puso nervioso.

—A-Acabo de salir del baño —dijo a la defensiva mirándome mal, Troy lo miró con sorpresa al salir de la cocina.

—Yo no he dicho nada —respondí con burla, él se sonrojó y me fulminó con la mirada.

—No le hagas caso —le dijo Troy en voz baja, Kennedy asintió bajando la mirada, Troy frunció los labios al ver que no lo miraba a los ojos. Mmm... Tendré que darles una mano.

—A Kennedy le gustas mucho pero le da vergüenza decírtelo —le susurré fuertemente a Troy desde donde estaba, él abrió los ojos como platos y yo salí corriendo al ver la expresión asesina y psicópata que tenía Keneddy al escucharme.

—¡Ven y repítelo, maldito! —gritó Keneddy mientras me perseguía, tragué duro al ver que toda la inocencia se había ido de su rostro.

Corrí hacia mi habitación, vi a un adormilado Mike asomar su cabeza por la puerta y mirarme confundido, decidí ignorar lo lindo que se veía su rostro de confusión y lo miré con alarma, él miró detras de mí y se sorprendió.

—¡Scott! —vociferó Kennedy con rabia, Mike abrió más la puerta, casi me caigo al ver lo sexy que se veía con solo una de mis camisetas puestas, en cuanto llegué hasta él lo agarré por la cintura y cerré la puerta con fuerza, le puse el seguro.

—¿Qué pasa? ¿Qué tiene Kenny? —preguntó mirándome a los ojos con preocupación, tragué duro y lo solté, me senté en la cama, suspiré y miré con una expresión seria hacia el piso.

No tenemos tiempo para volver a tener relaciones, Damien llegará a su casa en unos minutos. Pero es que...

Me pasé una mano por el cabello con frustración, levanté la vista lentamente, negué rápidamente al ver sus lindas piernas, fui mirando su lindo cuerpo, seguro no lleva nada debajo, y yo ya tenía una erección.

—Scott —su voz me hizo mirarlo a la cara, él estaba sonrojado, seguro sabe lo que pienso, sus ojos azules me observaban con algo de timidez, me aclaré la garganta.

—A Kennedy lo poseyó algo malvado —dije mirándolo con seriedad, vi como su expresión se tornaba de horror, me arrepentí de decir eso al recordar su fobia.

—¿U-Un espíritu? —preguntó pálido, asentí inconscientemente, él abrió mucho los ojos y temblando se acercó a mí. —D-Debemos salir de a-aquí —dijo tomándome de las manos, negué lentamente sintiendo mi corazón latir rápidamente al ver temor en sus ojos, lo atraje hacia la cama y lo abracé.

—Yo te protegeré —le susurré acariciando su cabello, él me miró por unos segundos y asintiendo recostó su cabeza de mi pecho y me abrazó, sentí mi corazón hincharse al verlo hacer eso. —Te amo —dije en voz baja, él me miró con amor y sonrió, besé sus carnosos labios. Realmente lo amaba...

.  .  .

Detuve el auto frente a su casa, me giré y lo miré, él hizo un adorable puchero al mirarme.

—Por las noches extraño dormir contigo —dijo haciendo una pequeña mueca y mirando ahora por la ventana, me sorprendí aunque yo también extraño eso.

Agarré suavemente su mentón y lo giré hacia mí, acaricié sus labios y lo miré a los ojos.

—Yo igual —admití, él me sonrió y acercó sus labios a los míos, nos besamos por unos minutos hasta que escuchamos una bocina, nos separamos de inmediato, observamos como Damien detenía su auto frente a nosotros. —Deja tu ventana abierta —le pedí a mi novio, él se mordió el labio inferior y me miró nervioso.

Los dos sabemos que es de idiotas intentar meterse en esa casa.

—Sé que es casi un suicidio pero me arriesgaré —dije encogiendome de hombros, él suspiró y asintió.

—Sólo... no dejes que te mate —contestó abriendo la puerta, puse una sonrisa relajada, él negó riendo y me dio un último beso. —Nos vemos luego, te amo —dijo sonrojado antes de salir del auto y cerrar la puerta, mi corazón latió muy rápido al escuchar eso. Con Mike me sentía amado, ya que su amor es sincero, como el mío hacia él.

Él agitó su mano y con su cara de niño inocente caminó hacia Damien, el cual me miró directamente a los ojos poniéndome los pelos de punta, ¿cómo puede hacer eso si los vidrios son polarizados?

Ignoré mi temor y arranqué, lo más probable es que esta noche me espere en la entrada con una pistola, pero tomaré el riesgo si con eso lograré estar una noche con Mike.

En cuanto entré en mi casa vi a Troy durmiendo en el sofá, por la cara de felicidad que tiene aun durmiendo supongo que las cosas terminaron bien entre Keneddy y él.

—Ha estado murmurando que se va a fugar con el niño, ¿qué le hiciste, Scott? —me reí al ver la mirada de sospecha que tenía mi papá mientras bajaba las escaleras.

—Yo no le hice nada —respondí, él suspiró y se anudó la corbata que llevaba, subí las cejas al ver lo elegante que se veía. —¿Vas a salir? —pregunté sentándome en un puff, él asintió.

—Tengo una cita con una chica —dijo mirándome con duda, me sorprendí. —¿Qué piensas de eso? —preguntó mirándome de una forma rara, bufé, ya está analizandome.

—Mientras no esté loca por mí está bien —respondí honestamente, él asintió levemente y desvió su mirada de mí.

Suspiré, a pesar de que han pasado tantos meses sé que él aun piensa en mi madre, es entendible, él estaba más que enamorado, y ella literalmente estaba loca por él.

—Bueno... ya me voy, dale de comer a Troy —dijo con una sonrisa y caminó hacia la puerta, asentí y me reí un poco al imaginar a Troy como un perro al que tengo que darle de comer.

En cuanto salió por la puerta me quedé mirando a Troy dormir, minutos después escuché el teléfono sonar, me levanté y caminé hacia allá.

—Hola —dije al contestar, fruncí el ceño al escuchar solo la respiración de alguien. —¿Hola? —repetí con duda, un sudor frío recorrió mi cuerpo al escuchar una suave tos.

—S-Scott... —susurró Nathaly lastimosamente, me quedé callado, sentí náuseas al escuchar su voz otra vez. —P-Perdóname —dijo llorando, apreté mi agarre en el teléfono y suspiré.

—¿Por qué debería hacerlo? —pregunté frunciendo el ceño, ella soltó varios sollozos.

Ni siquiera sé si habla en serio o si es otro de sus trucos psicópatas, ella se quedó en silencio por un largo rato.

—Nos jodiste la vida a Troy y a mí por más de diez años, decepcionaste a papá, dejaste que me violaran y Troy casi se muere, y ahora llamas y me pides que te perdone, eres una maldita perra —mascullé con enojo, no me sentí mal al escucharla llorar, después de todo ella hacía llorar a Troy casi todos los días.

—L-Lo s-siento mucho, perdóname...

Miré como Troy dormía tranquilo, antes teníamos miedo de irnos a dormir, siempre pensando que a Nathaly le darían ganas de matarnos una noche. Finalmente teníamos una vida normal, no quiero que eso se arruine. 

—Nos hiciste mucho daño, ahora estamos intentado ser felices, si de verdad lamentas lo que hiciste entonces te quedarás donde estás, tomando tratamiento para MEJORAR, y si quieres que yo te perdone lo haré si no vuelves a llamar a la casa, si quieres saber algo llámame al celular, no vuelvas a hablar con papá o con Troy —le dije seria y duramente, ella me escuchó sin interrumpir. No voy a dejar que lastime otra vez a Troy, y quiero que papá supere lo que tuvieron.

—E-Está b-bien, te llamaré luego, te a-amo —dijo más tranquila y me colgó, suspiré y cerré el teléfono. No esperé que reaccionara tan bien a eso.

Dejaré que siga hablando conmigo para que no se sienta tan rechazada y termine suicidándose, aunque ha sido una perra no quiero que se muera.

Golpeé suavemente mi cabeza contra la pared.

—Si que has cambiado, Scott.

Me di la vuelta y miré a Troy con sorpresa, él estaba sentado en el sofá mirándome, me encogí de hombros y me senté a su lado.

—Siempre has sido como un super hermano pero ahora lo eres más —dijo con curiosidad, me reí y miré al techo.

—Si tú lo dices... —contesté con burla aunque la verdad es que estaba un poco avergonzado por eso.

¿Cuántas veces insulté y lastimé a Mike? Demasiadas, sin embargo él seguía ahí y me brindaba su hermosa sonrisa de vez en cuando, él tenía la esperanza de que yo cambiara, y lo hice. Antes hubiera mandado a mi madre al diablo y le hubiera colgado, pero probaré lo mismo que hizo Mike conmigo, lo haré con Nathaly, aunque siendo más cuidadoso y manteniendo una gran distancia entre ella y nosotros, el tiempo decidirá si ella cambiará o no.

Tomé mi celular y le escribí un mensaje a mi novio, prendí la tv y puse una serie sobre cosas de espíritus.

—¿Quieres aprender a cazar fantasmas? —preguntó Troy con burla al ver hacia la tv, sonreí y asentí.

—¿Si no lo hago como protegeré a Mike? —me pregunté en voz baja, Troy negó con resignación y caminó hacia la cocina.

—A ustedes les falta más de un tornillo —dijo mirándome con lástima, me acomodé en el sofá y negué mirando a ese ignorante.

Agarré rápidamente mi celular al ver que Mike había contestado.

Estoy muy cansado. Mmm... ¿por qué será? Quiero repetir lo que hicimos hoy amor 😍

¿Amor?

Me llamó "amor" sonreí como idiota y releí el mensaje cincuenta veces, justo cuando iba a tomarle capture me percaté mejor de la pregunta que hacía. ¿Por qué será? Además, solo me envió una carita de amor, él suele enviarme lineas llenas de corazones de colores.

Negué varias veces y sonreí con burla. Damien no conoce límites, seguro Mike debe estar durmiendo ahora mismo, sonreí con maldad.

¿Quieres volver a hablar con esa mujer, en serio? Creo que deberíamos decírselo a Alex... 😦

Respondí malvadamente, ya me imagino la cara de confusión que debe tener Damien.

Jeje, estoy algo olvidadizo, ¿de qué mujer hablas?😐

Me reí, sabía que no era Mike quien hablaba.


Ya sabes...
Esa que dice que tiene un hijo de Alex.

Le envié con mucha calma, alguien debe darle una lección a Damien. Sonreí felizmente.

—Scott, iba a dejarte entrar esta noche pero por decir eso soltaré a los perros, buena suerte.
😈
-Damien.

Leí eso con terror y maldije, ¿cómo sabe que iré? ¿a ese hombre no se le puede engañar?

—😬😬 ¿Qué perros, Damien? 😂

Me reí, ellos no tienen perros.

Los que adopté hoy 👿

Tragué duro, y deprimido me acosté en el sofá.

—😢 Hazlo, aún así iré.

Respondí decidido, Mike estará esperándome, y ni Damien ni ningún perro me detendrá, arqueé una ceja al ver que me dejaba en visto.

—Mike es alérgico a los perros, Alex y yo saldremos en media hora, creo que puedes venir como niñero por esta noche.

Me sorprendí al leer eso, mintió sobre tener perros y ahora me está dando pase libre para que entre a su casa. Quizás no es tan frío.

Pero si cuando regrese te encuentro haciendo "cosas" con mi hijo te dispararé y diré que fue un accidente.

Si es frío. Lo suficiente como para matarme por "accidente"

Gracias.

Respondí, sonreí y apagué el celular tras ver que me dejaba en visto...

Steve

Al abrir los ojos me asusté al verme desnudo en una habitación desconocida, pero luego recordé lo que habíamos hecho Tyler y yo, mordí mi labio inferior con fuerza, tuve sexo con mi sexy profesor, miré a mi lado y sonreí, él estaba durmiendo con tranquilidad.

Sus ojos se abrieron lentamente, sus orbes color esmeralda me miraron con amor, me sonrojé y acercándome más a él le di un beso en los labios, él sonrió, no lo detuve cuando quitó la sabana que cubría mi desnudez, él bajó sus dedos acariciando la curvatura de mi espalda, lo miré a los ojos y llevé una mano a mi pecho, mi corazon latía con fuerza, Tyler bajó su mirada hacia mi trasero, y lo acarició.

La luz de la luna iluminó su rostro, miré con horror hacia la ventana.

—Me van a matar —susurré sentándome de golpe, era demasiado tarde.

—Espera —me giré a ver a Tyler cuando dijo eso, él se veía muy tranquilo. —Kate estaba aquí hace unas horas, llamó a tu casa y dijo que te quedarías con ella —dijo tomándome de la mano y jalandome hacia él, asentí sorprendido y sonrojado.

Lo abracé y suspiré tranquilo, me sentía seguro a su lado, cosa muy extraña considerando el miedo que me daba antes.

—¿Por qué yo? ¿O haces esto con otros más? —pregunté mirando como pasaba una de sus manos por mi barriga, mi corazón dolió al pensar que hace esto con otras personas, su mano se detuvo.

—No Steve, no hago esto con otros —respondió levantando suavemente mi mentón y mirándome a los ojos, asentí algo abochornado por su mirada fija. —¿Y por qué tú? Mmm... me llamaste la atención desde que vi que te habías quedado dormido en la banca mientras tus compañeros jugaban voleyball, estabas murmurando cosas en francés —eso que dijo me dejó perplejo, me apené.

Siempre termino durmiendome en la clase de deporte. Es algo vergonzoso.

—Te veías lindo, te observé varias veces, me di cuenta de que a veces eres tímido y otras veces eres extrovertido, además tu acento es sexy —admitió sonriendo, me sorprendí y quise esconderme de su mirada. Él se había fijado en mí desde antes.

—Vaya... —susurré aun sorprendido, no sabía que decir. Jamás pensé que podría llamar la atención de alguien como él.

—¿Recuerdas lo que me dijiste antes de quedarte dormido?  —preguntó mirándome de una manera extraña, fruncí el ceño y traté de recordar.

Mis ojos se abrieron como nunca antes y mi rostro se calentó, me llevé las manos a la boca y me alejé de él. Le dije que lo amo.

—M-Me tengo q-que ir —dije nervioso buscando mi ropa con la mirada.

—Steve —él me llamó pero no hice caso, me levanté de la cama y casi chillo del dolor que tenía en el trasero.

Caminé hacia donde estaban mis boxers, me los puse rápidamente. Soy un idiota, ¿para qué se lo dije?

—STEVE.

Me giré lentamente y lo miré, él estaba mirándome fijamente, se levantó de la cama y sin dejar de mirarme me agarró de la cintura, tragué duro cuando bajó sus manos hasta mi trasero y lo apretó pegandome más a él, mi rostro estaba que ardía contra su pecho.

—Sé que apenas tienes 16 y que soy tu profesor pero me gustaría tener algo contigo, una relación —me quedé boquiabierto al escucharlo, él hablaba en serio. Pensé que me rechazaría.

Sin dudarlo puse mis manos en su cuello y uní nuestros labios en un apasionado beso.

—Me encantaría —susurré cuando nos separamos, él me sonrió y acarició mi cintura.

Tomándome desprevenido me cargó y me lanzó a la cama, sonreí al verlo quitarse sus boxers y con una mirada hambrienta se subió sobre mí, lo abracé mientras él besaba mi cuello, me siento muy feliz...

Mike

—Ya nos vamos, el niñero vendrá pronto —dijo Alex mirándome y sonriendo, negué y suspiré. Tiene que ser una jodida broma.

—Ya estoy grande para estúpidos niñeros —mascullé para mí mismo.

—Entonces cuando venga dile que se largue —dijo Damien bajando las escaleras, lo miré con sorpresa.

—¿En serio puedo hacer eso? —pregunté mirándolo con sospecha, él asintió con una sonrisa ladeada y me pasó mi celular, arqueé una ceja, hace rato que estaba buscándolo.

—Lo dejaste en el baño —explicó él con su sonrisa inocente, no le creí y lo tomé, tenía varios mensajes de Adam, en unos días tendremos los resultados de la prueba de ADN.

Escuchamos el timbre, sonreí con maldad y caminé hacia la puerta, la abrí y me sorprendí al ver a Scott frente a mí con una linda sonrisa.

—Seré tu niñero  —dijo entrando, le sonreí y me sonrojé.

—¡Te estaba esperando niñero! —mentí con una gran sonrisa, él arqueó una ceja y me miró con los ojos entrecerrados, tragué duro al escuchar la risa de Damien detrás de mí.

—¿No que ya estás grande para estúpidos niñeros? —preguntó con un tono malicioso, me sonrojé aún más y Scott arqueó ahora ambas cejas. Estúpido Damien.

—N-No sabía q-que serías t-tú —dije seriamente aunque nervioso mirando a Scott, él asintió y le sonrió con burla a Damien.

—Lo sé, después de todo si estabas esperándome —dijo pasando un brazo por mis hombros, mordí mi labio inferior y sonreí cuando me dio un beso en el cabello, a Damien le había dado un tic en una ceja.

—Vámonos —dijo Alex agarrando a Damien por un brazo al ver su mirada estranguladora de novios. —Scott puedes dormir en tu antigua habitación —le dijo Alex con una amable sonrisa, Scott asintió y como un niño travieso miró a Damien.

—Aunque todos sabemos que no dormiré ahí —susurró lo bastante alto como para que Damien lo escuchara, Alex y yo nos sonrojamos, Damien lo miró fríamente.

—Te voy a matar —dijo acercándose peligrosamente, miré asustado la frialdad de su mirada. Descansa en paz, Scott.

—El alcalde nos está esperando —Alex gruñó y lo jaló del brazo, lo miró fijamente a los ojos, Damien cambió su expresión fría a una enfurruñada mientras miraba a Alex.

—Pero Scott está siendo puto —dijo seriamente, me reí entredientes y miré a Scott, él tenía el ceño fruncido.

—Lo mataremos luego —contestó Alex acariciando su rostro, Scott y yo empalicedimos al ver a Damien sonreírle a Alex y asentir, los dos se besaron. —Bien, no le abran la puerta a nadie y vayan a dormirse temprano —dijo ahora sonriéndonos, asentimos rígidamente y observamos como salían de la casa.

Miré a Scott y le sonreí un poco, él suspiró y me miró.

—¿Vemos una pelícu...

Me callé al sentir mi corazón detenerse por un momento al escuchar tiros en la calle, Scott y yo nos miramos y corrimos hacia la puerta. Sentí mi mundo derrumbarse al ver que dos hombres le disparaban al auto en el que iban mis padres...

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