Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

Mike

Hoy era mi primer día en la preparatoria. Me encontraba bajando las largas escaleras de mi casa, ¿por qué una casa tan grande para solo tres personas y un gato? Eso es algo que jamás voy a entender de mis padres. Miré a Snack subiendo las escaleras, él es nuestro gatito. Bajé al primer piso y un delicioso aroma invadió mis fosas nasales, con algo de rapidez fui hacia la cocina.

-¡Hagan eso en otro lugar! -exclamé tapándome los ojos al entrar a la cocina y ver a mis dos padres tragándose el uno al otro.

Sí, mis padres son dos hombres, eso es algo que no me molesta en lo absoluto, ellos me adoptaron cuando tenía un año, obviamente no recuerdo a mis padres biológicos pero no podría haber deseado unos mejores que estos.

Me reí al ver como el rostro de Alex cambiaba de estar pálido a estar más rojo que un tomate mientras Damien se reía y le daba la vuelta a los hotcakes. Me senté en uno de los banquillos.

-Buenos días Mike -dijeron ellos, Alex se sentó a mi lado y me sonrió con calidez mientras sus mejillas seguían ruborizadas.

-Buenos días -respondí con una pequeña sonrisa.

-¿Estás nervioso por tu primer día en la preparatoria? -preguntó Alex retirando suavemente algunos mechones de cabello blanco que le caían en la frente.

Mis padres son muy peculiares y totalmente opuestos. Se podría decir que ellos parecen más mis hermanos o primos que mis padres. Alex tiene el cabello blanco, el cual extrañamente le quedaba genial, sus ojos son de un azul oscuro, su cuerpo es delgado y pequeño.

Recuerdo muy bien que cuándo él me llevaba antes a la escuela muchas de las madres y algunos papás de los otros niños lo miraban mucho y me preguntaban cosas de él cuando se iba, pero es no es algo que me preocupe, ya que Alex parece tener ojos solo para Damien, él es una persona muy cariñosa y atenta, todos sus pacientes, los cuales son niños lo aman.

Damien es presidente de su propia empresa ademas es dueño de las que eran del abuelo, el cual se hace cargo del internado en Alemania, sonreí.

Damien es todo lo contrario a Alex, él es bastante alto, tiene el cabello negro y los ojos por igual, tiene músculos y siempre anda diciendo cosas raras para que Alex se sonroje, ellos creen que no los veo cuando disimuladamente se susurran cosas todos los días, sin duda me gustaría tener una relación como la de ellos.

Me sonrojé violentamente cuando a mi mente llegó Tyler, ¡¿por qué tengo que pensar en ese idiota ahora?! Él está muy lejos de este país, así es mejor ya que el pasado hay que dejarlo enterrado.

Despejé mi mente y miré a Alex.

-Solo un poco nervioso -respondí honestamente. Él me sonrió con tranquilidad.

Para mí siempre ha sido fácil hablar con mis padres, pero hay algunas cosas que ni ellos saben sobre mí...

Damien puso frente a mí un plato con muchos hotcakes, no sé dónde me va a caber todo eso.

Me han dicho que me parezco mucho a Alex a pesar de ser adoptado, mi cuerpo es pequeño y no tengo músculos al igual que él, mi cabello es castaño claro y mis ojos son tan azules como los suyos.

-Todo estará bien, ahora desayuna -dijo Damien sentándose al lado de Alex.

Comencé a comer mientras los miraba disimuladamente. Damien estaba leyendo el periódico y comiéndose una tarta de fresa, un poco de la mermelada le cayó en la barbilla, me sonrojé al ver como Alex acercaba su lengua y lamía la mermelada, Damien lo miró y sonrió de una manera extraña, he notado que esa sonrisa solo se la dedica a Alex, ambos se miraron en silencio durante varios segundos, algo me dice que ya es hora de que me vaya.

-Bueno, ya me tengo que ir, nos vemos luego, ¡adiós! -dije algo apresurado.

-Que tengas un buen día -dijo Alex mirándome, Damien me sonrió, yo les sonreí y me fui casi corriendo.

Me giré un poco y logré ver a Damien sobre el pequeño cuerpo de Alex, me sonrojé aún más y salí muy aprisa de allí, tomé mi mochila la cual estaba sobre el sofá y salí de la casa rápidamente.

Luego de varios minutos caminando me detuve frente a una casa de dos pisos, me acerqué a la puerta y toqué el timbre. Al instante salió Kate, ella es mi prima, hija del tío Fred y del tío Adrian, ella es rubia y tiene ojos azules, su cuerpo es normal, aunque es más pequeña que yo, me sonrió y me abrazó con fuerza, yo también la abracé, es de ese tipo de chicas que les gusta abrazar y dar muchos besos.

-Kate ya ibas a dejar la mochila -dijo con reproche el tío Adrian saliendo y pasándole la mochila, al verme me sonrió.

-Hola Mike -me saludó, luego vio la hora en su reloj y salió corriendo hacia la casa.

-¡Ya váyanse, que llegan tarde! -nos grito antes de desaparecer por la puerta.

Kate y yo nos miramos y caminamos hacia el instituto, a medida que nos íbamos acercando me ponía cada vez más y más nervioso, mis manos estaban sudadas, Kate iba hablando sin parar, completamente ajena a mis nervios.

Miré con asombro el inmenso instituto que había delante de nosotros, habían varios edificios y todo estaba rodeado por unas grandes paredes, Kate me llevó de la mano hacia el edificio más grande.

Allí adentro habían varios estudiantes buscando sus horarios, el acto de bienvenida ya había pasado, Kate y yo habíamos llegado tarde, por mis nervios ni cuenta me había dado, ambos tomamos nuestros horarios de una señora que estaba detrás de una mesa.

-Deja ver, ¡tenemos muchas clases juntos! -exclamó Kate mirando mi horario. Yo asentí un poco más tranquilo.

-Vamos al salón de Inglés -dijo Kate comenzando a caminar sin darme oportunidad de responder.

La seguí mientras miraba mi horario, choqué contra su espalda cuando ella dejó de caminar de repente.

Miré al frente, Kate entró al salón que decía "Inglés" Yo también entré junto a los demás estudiantes.

Ya habían varios sentados y hablando, Kate y yo nos sentamos al fondo, miré alrededor, todos estaban riendo y hablando, a lo lejos vi a un sonrojado chico mirando asustado hacia los lados, buscando un asiento, Kate también lo vio y lo llamó con una mano, el chico caminando lentamente fue hacia nosotros. Lo miré mejor, tenía el cabello castaño oscuro y ojos negros, era aproximadamente del mismo tamaño que yo, le sonreí y él puso una pequeña sonrisa.

-¡Hola! ¿Buscas una mesa? Puedes sentarte aquí -dijo Kate sonriendole y señalando la mesa vacía a mi lado.

El chico sonrió y se sentó.

-Gracias -respondió, me sorprendí un poco al escuchar su voz, era tan fina como la de una chica.

-Soy Mike y ella es Kate, ¿cómo te llamas? -le pregunté con curiosidad.

-Sara... Sera...phim ¡Seraphim! -dijo con duda, yo me reí, es obvio que se acaba de inventar ese nombre, miré a Kate, ella estaba mirando a "Seraphim" con las cejas arqueadas.

-Hmm... Te llamaremos Kai -dijo Kate mirándolo fijamente.

Él asintió algo avergonzado, me quedé mirándolo durante un rato, levanté la vista al notar que todos se habían quedado callados.

-Chicos, siéntense.

Sentí unas inmensas ganas de vomitar al escuchar esa voz, mi corazón se aceleró de inmediato y comencé a sudar y a sentir un gran frío.

No... No puede ser él, él está muy lejos de aquí. ¿Estoy alucinando? Tranquilízate Mike, él se fue hace muchos años...

Lentamente y con miedo fui levantando la vista, mis ojos se abrieron mucho con temor y sorpresa, tragué duro y me mordí el labio con mucha fuerza al ver quién estaba al frente.

¿Qué está haciendo ÉL aquí? Bajé un poco el rostro para que no notara mi presencia, hacia años que no lo veía, en cambio podría reconocer esa voz en cualquier situación.

Allí estaba él, aquel que me había hecho tan feliz, seguía como siempre, no... Ahora estaba mucho más guapo, lo observé, él era muy alto, siempre había sido así, es tres años mayor que yo, tiene el cabello rubio más hermoso y suave que jamás había visto, sus ojos eran color esmeralda, su cuerpo... Es un chico con músculos, sus labios eran finos, él era Tyler, mi primo...

Mi pecho dolió al ver esa sonrisa otra vez, aquella sonrisa encantadora pero malévola a la vez, ese chico podría ser un ángel y un demonio al mismo tiempo pero no todos saben eso.

Con mi cabello me cubrí disimuladamente el rostro, sentí lástima por esas ingenuas chicas que le lanzaban sonrisas coquetas, no saben que están sonriendole al mismo diablo...

-Mi nombre es Tyler Badwin Ackerman, seré su profesor de Inglés durante varios meses -dijo él mirando alrededor y sonriendo.

Los murmullos no tardaron en llegar, después de todo un chico de veinte años será nuestro profesor, aunque a mí no me sorprende ya que él terminó muy temprano la preparatoria, le saltaron varios cursos, debo admitir que es muy inteligente, aunque algo estúpido para algunas cosas.

-Kate Domain.

-Presente.

Alejé esos pensamientos al escuchar a Kate hablar, ella estaba muy sorprendida mirando hacia Tyler, él estaba igual, ella le sonrió con alegría y él le correspondió. Él siguió pasando la lista. Mi corazón latía desbocado esperando a que él dijera mi nombre, seguro ya sabe que estoy aquí.

-Michael Maxwell...

Sentí un escalofrío al escuchar el tono con el que dijo mi nombre, con algo de sorpresa y de perversión, como si estuviera saboreandolo.

-Presente -dije sin mirarlo, mi voz salió firme.

Levanté un poco la vista y lo vi mirándome de pies a cabeza, en su rostro había una pequeña y casi imperceptible sonrisa de satisfacción. Me sonrojé hasta las orejas y miré hacia la ventana.

Me sorprendí y sentí un mal presentimiento al ver a un chico de cabello negro pasar por la ventana, no logré ver su rostro. ¿Por qué me siento tan mal? ¿Quién es ese?

. . .

La clase de hoy fue solo bla, bla, bla, me la pasé mirando nervioso hacia la ventana, esperaba que el chico de antes volviera a pasar, creería que lo imaginé pero el mal presentimiento seguía en mí.

Miré como las ofrecidas se le insinuaban a Tyler, eso no me afecta en lo absoluto, por mí que se joda.

Sentí su mirada sobre mí varias veces, sé que no le gusta que lo ignoren y justo por eso lo estoy haciendo, estoy cavando mi propia tumba al hacer esto pero no quiero tener nada que ver con él. No después de lo que pasó.

. . .

Salí corriendo para que él no me alcanzara, podía escuchar sus rápidos pasos detrás de mí, por estar riéndome tanto perdí el equilibrio y caí de rodillas.

-¡Te atrapé! -gritó él sobre mí mientras se reía.

Yo estaba debajo de él, riéndome tanto que mi estómago dolía, ninguno de los dos había reparado en la posición en la que estábamos.

Cuando dejamos de reírnos, nos quedamos mirándonos en silencio, él apartó el cabello de mi frente, acarició mi rostro y acercó sus labios a los míos, nos dimos un pequeño beso que se volvió más intenso, nos besábamos con desesperación, mis manos agarraban su camisa con fuerza mientras él tocaba todo mi cuerpo, el cual estaba caliente, mis mejillas estaban ardiendo a la vez que él invadía mi boca con su lengua demandante...

-¡Mike!

Volví a la realidad al escuchar a Kate llamándome, ella estaba frente a mí con los brazos cruzados, miré alrededor, ya todos estaban saliendo.

Me levanté de la silla y tomé mi mochila, ambos caminamos hacia la puerta, Tyler estaba recogiendo varias cosas del escritorio, Kate sonriendo fue hacia él pero yo seguí de largo hacia la puerta mientras Kai me seguía.

-Ehh Mike, ¿no me vas a saludar? -me quedé parado en silencio al escucharlo decir eso con ese tono de falso dolor.

Me di media vuelta y lo miré, en su rostro había una sonrisa y en sus ojos se podía apreciar la diversión, en cambio yo lo miré sin expresión alguna.

-Hola y adiós. Tengo que irme -respondí con voz fría, Kate me miró sorprendida y Tyler sonrió aún más.

-¿Qué pasa Mike? ¿No estás feliz de ver a Tyler? -preguntó Kate confundida. Yo chasquee la lengua y miré hacia otro lado.

-Me iré, parece que necesitan hablar -dijo ella mirándonos, yo abrí mucho los ojos y negué, lo último que quiero es estar a solas con él.

-Gracias Kate, tienes razón, Mike y yo tenemos mucho de que hablar -dijo Tyler con esa falsa sonrisa.

Kate sonrió y salió rápidamente con Kai del salón, yo me di media vuelta para irme, no pienso quedarme con este tipo.

-¿A dónde vas Mike? ¿No escuchaste que debemos hablar? -preguntó él con burla acercándose a mí, yo lo asesine con la mirada.

-Tú y yo no tenemos nada de que hablar -respondí mirándolo mal.

Él arqueó las cejas y se acercó a mí, yo me quedé paralizado al sentir su cálida respiración en mi cuello.

-Te extrañé mucho -susurró suavemente a mi oído, agarrando mi cintura, yo tragué duro, no puedo...

No puedo quedarme cerca de él, ya que podría volver a caer...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro