Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XII

|Seokjin's POV|


—¿Sabes? Si hay algo que detesto en la vida es estar hablando y que malditamente no me escuchen— la voz irritada de Yoongi llega mis oídos finalmente. Agito mi cabeza de un lado a otro, sacudiendo mis pensamientos y lo miro. Tiene el ceño fruncido y en cuanto se da cuenta que tiene mi atención, se cruza de brazos— ¿Estabas en locolandia?

—Yoongi...— digo con tono de advertencia— Solo estaba pensando en algunos diagnósticos— miento. Descaradamente miento.

—Si claro, y Dongyul es rubia— ironiza, blanqueando los ojos— Seokjin, sabes, yo estoy realmente preocupado por ti. Lee Hayoung no debería ser una prioridad en tus pensamientos.

—¿Y tú qué sabes, mocoso? — finjo molestia, cruzándome de brazos también—No estaba pensando en Hayoung.

—Y repito, Dongyul es rubia. Mira, Jin, eres mi mejor amigo. Te adoro como a un hermano mayor y sabes que siempre seré sincero contigo— se toma una pausa, para tomar la taza con el café americano que ha encargado. Le da un sorbo corto y continúa— No es sano, no es prudente y está muy lejos de ser correcto el involucrarte con una niña doce años menor.

—No sé de qué me estás hablando. Hayoung es mi paciente y es la hermana del amigo de mi hijo. Nada más— me auto convenzo de aquello. O al menos trato.

—No es cierto, ¡Dios Seokjin, no te mientas! — exclama exasperado— Los últimos años tus doce de marzo han sido menos miserables porque tenías la compañía de Hayoung, ¡tú mismo lo confesaste una vez! Y ahora que es tu paciente y la ves más seguido pareces estar en las jodidas nubes.

Abro la boca para contestarle aquello, pero no soy capaz de decir nada. Las palabras no dejan mi boca y me frustro un poco por no poder rebatirle. Yoongi tiene razón, por supuesto que la tiene y él lo sabe.

—¿Podrías dejar de gritar en el café de mi novia? Estás espantando a los clientes— oigo una tercera voz. Yoongi y yo volteamos nuestras cabezas y vemos a nuestro pelinaranja amigo tomar asiento a nuestro lado— Y hablo en serio Yoongi, cada vez que hablas fuerte alguien se va corriendo. Y más si llevas el uniforme puesto.

—Llegas tarde— le reclama Min— ¿Mucho tráfico o Dongyul te llevó a los vestidores antes de venir a la mesa?

No puedo evitar soltar una carcajada ante la ocurrencia de Yoongi. Hoseok lo queda mirando por unos segundos, hasta que su sonrisa aparece en su rostro.

—Un rapidito no es pecado, está escrito— termina por decir el menor de los tres. Tanto Yoongi como yo estallamos en risas y ahora sí temo por la clientela de Blue Side.

—Eres un sucio— le digo entre risas.

—No más que tú. Mi novia no es doce años menor ni está en la escuela— replica. Escucho a Yoongi atorarse con su propia saliva y mi sonrisa desaparece en una cuestión de segundos— ¿Qué? No me mires así Seokjin. Aquí los tres sabemos qué te suceden cosas con esa chica, lo cual no es apropiado.

—¡Díselo, Jung! Dile que está demente— chilla Yoongi alzando sus brazos al aire.

—Sí, Kim, estás loco— suelta un suspiro— Pero me alegro de cierto modo por ti.

—¿Qué? — decimos estupefactos el pelinegro y yo.

—Pues sí. Es cosa de mirarte, tu calidad de vida mejoró desde que Hayoung parece ser un personaje más permanente en ella. Al principio pensé que estabas implementando tus terapias locas, ya sabes, realmente me había convencido de que Hayoung era tu paciente de una vez al año— hace una pausa, pasando una de sus piernas por encima de la otra y adoptando una postura más relajado— Pero desde el aniversario del año pasado que todo fue diferente.

—Pensé que serías un buen amigo y lo harías entrar en razón, Hoseok. Pero ni en ti puedo contar— dice casi agotado Yoongi— Tienes un hijo, Seokjin. No puedes tener dos responsabilidades así de grandes. Hayoung aún está en la escuela, se ha metido en muchos problemas con la policía y asiste al psicólogo porque es una persona inestable emocionalmente. Eso no es seguro ni para ti, ni para Dohwan. ¿Te has puesto a pensar que haría él si su papá llega con una chica que podría ser su hermana mayor?

Las palabras de Yoongi se calan en lo más profundo de mis pensamientos. Llegan directamente a mi corazón y me quedo analítico unos segundos. Por supuesto que he pensado en qué haría Dohwan el día que llegue con una persona que no sea su mamá. He pensado tantas veces el escenario donde llego con alguien que es parte de mi felicidad, presentarla a mi hijo y... ver qué sucede después de eso.

La presión es grande. Y mucho más cuando esa persona no está de acuerdo con los estándares socialmente aceptados para una persona como yo.

Viudo, con un hijo, con casi treinta y dos años, profesión estable y ya casi la mitad de una vida recorrida.

Lee Hayoung según cualquiera no podría encajar en ese estereotipo. Pero ella lo hace. Conmigo al menos.

—¿Seokjin? — Hoseok suavemente me sacude con su mano en mi hombro. Me volteo a mirarlo y noto una mueca de culpa en su rostro— Sabes que yo te apoyo en la decisión que tomes. Si crees que tus sentimientos por Hayoung te hacen feliz, entonces está bien.

—¿Sentimientos? — bufa Yoongi— A él solo le atrae porque es joven y hermosa, ¿verdad, Seokjin?

—No— respondo secamente— Hayoung es más que una apariencia hermosa.

Mi respiración se atasca ante mis propias palabras. Decir aquello en voz alta es confirmar que sí tengo sentimientos por ella.

Demonios, por supuesto que los tengo. Y he quedado expuesto.

La mesa queda en silencio. Yoongi me mira, juzgándome por mis palabras. Sé que él considera todo esto como algo malo, pésimo. No solo por el hecho de que es una chica menor y mi paciente, sino también por Dohwan y Haru.

Min Yoon Gi es/era demasiado cercano a ambos. El tío y amigo favorito. Entiendo que, por su cabeza, lo que sea que yo sienta por Hayoung o algo más es una traición a mi familia.

En cambio, Hoseok, solo me mira con compasión y estoy seguro que hace su mayor esfuerzo por entenderme. Porque de los tres, es el que más se deja guiar por lo que siente y no tiene miedo a expresarlo. Puede que el mundo se esté viniendo abajo, pero Hoseok siempre luchará por hacer salir todas sus emociones y sentimientos.

En el mismo silencio que nos hallamos, entre miradas juiciosas y compasivas, dirijo mis ojos hacia afuera, ya que justo estamos al lado del ventanal que da hacia la calle. No tardo ni dos segundos en reconocer a aquella distraída castaña caminar mientras va leyendo algo en su teléfono.

Mis sentidos se ponen en alerta cuando veo que está cruzando la calle. Pienso que su trayectoria es hacia Blue Side, pero ella la pasa de largo, aun concentrada en su teléfono.

Me levanto de la silla abruptamente, captando la atención de mis mejores amigos.

—¿A ti qué te picó ahora? — pregunta Yoongi.

Antes de contestar, saco mi billetera del bolsillo interior de mi saco y dejo unos billetes sobre la mesa.

—Tengo que irme, despídanme de Dongyul. Nos vemos el sábado— digo rápidamente, para salir prácticamente corriendo de Blue Side.

Escucho las protestas de Yoongi y las interrogantes de Hoseok, pero no me detengo ni tampoco miro hacia atrás. Camino rápido, casi a tropezones y empujo la puerta de vidrio de la cafetería. Cuando me hayo afuera, miro hacia todos lados, buscándola.

Hayoung se aparece en mi campo de visión a unos cuantos metros. Veo su espalda, su pequeña figura, caminar y parece todavía muy concentrada en su teléfono, percatándome de ello solo por la posición de su cabeza.

Miro la hora rápidamente en mi reloj de pulsera y noto que a Dohwan le quedan dos horas para salir de la escuela aún. No tengo pacientes los martes en la tarde, así que finalmente me decido a hacer lo más infantil que he hecho en años: seguirla.

Por supuesto, no sé a dónde demonios va y si se va a encontrar con alguien, lo cual es una probabilidad porque va pendiente a su teléfono. Pero no conozco a la Hayoung cotidiana. Sí a la que llora la pérdida de su mejor amigo, sí a la que es mi paciente, pero no a la de todos los días. Y de solo pensar e imaginar seguirla hace que la adrenalina se me dispare a niveles cuánticos.

Me pongo en marcha de la forma más sigilosa posible. Trato de no ir tan cerca, pero tampoco tan lejos. Solo, a una distancia prudente.

—Te has vuelto loco Seokjin, realmente loco— susurro para mí sin quitar mis ojos de la nuca de Hayoung.

Lee Hayoung es doce años menor que yo. Cuando ella llegó a este mundo yo estaba terminando la escuela elemental, a punto de pasar a secundaria. Cuando Hayoung tenía doce años, yo tenía veinticuatro, estaba recibiendo mi título y ya me había casado con Haru.

Si exponemos la situación así, por supuesto que suena retorcido y absolutamente erróneo. Suena como un cliché imposible, de una mala película o tal vez de un mal libro.

Pero Hayoungie no era cualquier tipo de chica. A lo largo de los años y cada vez que le veía un doce de marzo demostraba pequeños cambios en su actitud, madurez y apariencia. Le ha tocado difícil y estoy seguro que por eso no es una chica normal de diecinueve años.

Sigo caminando detrás de ella, hasta que de pronto se detiene en plena acera. Me detengo abruptamente también y noto como contesta el teléfono. Trato de oír vagamente su voz.

Sí Taehyung, vine a comprar algunas cosas para comer y voy. Ya te dije que me agrada Jungkook y por eso quise invitarlo. No voy a discutir por esto contigo. Sí Taehyung, está bien. Adiós, idiota— su voz suena un tanto agotada. Termina finalmente por guardar su teléfono y entre a un 7Eleven.

Me quedo allí parado al medio, sin saber si entrar junto a ella y fingir topármela o simplemente ir. Mi cabeza hace mucho que no se debate tanto para tomar una decisión.

Qué más da, Seokjin. Solo vives una mísera vez.

Me encojo de hombros y termino cediendo a mi impulso de entrar a la tienda. Camino los metros que me separan de ella y cuando justo estiro mi brazo para poder abrir la puerta, esta lo hace, pero desde el otro lado.

Y la primera persona que ven mis ojos, es a ella. A Lee Hayoung.

Sus orbes castaños se abren sorprendidos y sus pestañas revolotean al pestañear tan rápido, sorprendida de verme allí.

—¿Es... una alucinación o en serio eres tú, Seokjin? — su voz suena trémula y su ceño se frunce adorablemente.

Sonrío abiertamente y sujeto la puerta para que ella pueda salir de la tienda. Rápidamente capta el mensaje y en compañía de su mochila y un par de bolsas plásticas, sale, quedando ambos en la acera frente a la tienda.

—Iba a entrar a comprar y justo apareciste tú— miento, otra vez— ¿Qué tal estás, Hayoung?

—¿Andabas por aquí? ¿Vives por aquí? — interroga— Estoy bien, vine a comprar comida. Hoy tenemos tarde de cine con Tae y Jungkook— levanta ambas bolsas que lleva en su mano derecha— ¿Y tú? Bueno, es algo estúpido esto porque nos vimos ayer.

—Pasaba por aquí— me limito a responder encogiéndome de hombros— Y estoy bien, gracias— nos quedamos unos segundos en silencio hasta que caigo en cuenta otra vez de las bolsas— Déjame ayudarte. ¿Vas a casa? Puedo llevarte, si quieres—ofrezco.

Sus pequeños ojitos me analizan por unos momentos. Me mira y por su expresión puedo inferir que debe tener unas cuantas dudas en su cabecita que la mayoría del tiempo piensa a mil kilómetros por hora. Hayoung es más lista de lo que ella cree y aparenta y siento que es un milagro que no se haya dado cuenta que la he seguido hasta aquí.

—Está bien, me haría bien un aventón, detesto tomar el autobús— habla al cabo de unos segundos.

—Genial, tengo el auto aparcado a unas cuantas cuadras. Pero antes, permíteme ayudarte con las bolsas— sin premeditarlo, se las quito suavemente de sus manos y los dos empezamos a caminar el uno al lado del otro.

Hayoung comienza a contarme cómo estuvo su día. Principalmente, se basó en decirme lo mal que Taehyung y Jungkook se llevan y como es que ella quiere que al menos, se toleren estando en la presencia del otro.

La escucho atentamente, como siempre suelo hacer. Pero rápidamente mis pensamientos me derivan a analizarla. Hayoung no es tan baja, debe medir al menos un metro con sesenta y cinco centímetros. Su cabello es largo, con ondas y de un lindo color chocolate. Su nariz es pequeña, respingada y proporcional a su rostro y sus labios siempre tienen aquel tono rosado pálido, dándoles un aspecto suave y un tanto esponjoso.

Pero sin duda lo más llamativo de Hayoung son sus ojos oscuros. La forma de sus ojitos castaños le da a su mirada un aspecto felino, misterioso e incluso me atrevería a decir que es casi una mirada glacial. Desde afuera la gente debe pensarlo así. Pero entonces, la conoces y te das cuenta de que es una chica cálida, con ganas de sobreponerse a todo y bastante agradable.

—¿Seokjin? — su voz llega nuevamente a mis oídos. Agito mi cabeza disimuladamente y observo sus ojos.

—¿Sí?

—¿Estabas en Blue Side? — pregunta de pronto.

—¿Qué? — inquiero; siento mi pulso acelerarse a mil por hora.

—Tu auto está aparcado al frente de Blue Side— señala con un dedo mi vehículo.

—La costumbre— me apresuro a decir— Vengo mucho aquí que siempre termino aparcado el auto al frente. Vamos— comienzo a caminar para evitar más preguntas.

Hayoung me sigue y por el rabillo del ojo noto como su ceño va ligeramente fruncido.

Llegamos a mi auto y me encargo de abrir la puerta del copiloto para ella. Hayoungie se encarga de quitarme el par de bolsas de la mano y me sonríe para después musitar un 'gracias'. Le sonrío de vuelta y rodeo el vehículo para sentarme en el lado del piloto.

—¿Cinturón de seguridad? — pregunto mientras coloco el mío.

—Puesto— afirma ella.

—Perfecto. Puedes encender la radio si quieres— Hayoung no tarda mucho en estirar su mano y prender la radio. Comienza a sintonizar una estación, hasta que suelta un chillido y le sube el volumen a la canción.

—¡Me encanta esta canción! — dice emocionada, comenzando a cantarla a viva voz. Me demoro un poco en saber cuál es— Neomu shwipgen oji ma Jaemieopjana geogiseo ooh ooh (oh-eh-oh-eh-oh) Milgo danggyeobolkka ooh ooh (oh-eh-oh-eh-oh)Shijakalkke bad boy down.

Bad Boy de Red Velvet se proyectaba por mis parlantes y Hayoung disfrutaba cada verso de la canción. Me quedo en silencio, admirando como ella va divertida coreando y haciendo hasta los suspiros de la canción. Sin poder evitarlo suelto una risita y niego con mi cabeza.

Una comparación inevitable aparece en mi cabeza. Haru probablemente habría hecho lo mismo, solo que con menos entusiasmo porque odiaba su voz al cantar. A diferencia a Hayoung, que no teme al qué dirán, Haru se reservaba muchas cosas.

El viaje continúa entre los tarareos de Hayoung y mis constantes miradas de reojo hacia ella. No reparo en si la castaña se da cuenta, porque durante todo el trayecto va mirando por la ventana.

Llegamos finalmente a su edificio y me estaciono al frente. Apago el motor el auto y veo como con un suspiro, ella desabrocha su cinturón de seguridad.

—Bien, sana y salva en casa— anuncio sonriendo.

—Gracias por traerme Seokjin, me ahorraste trabajo, tiempo y sobre todo energías— responde sonriendo. Nos quedamos mirando por unos segundos, hasta que la comisura de sus labios lentamente va descendiendo hasta quedar en una línea— Jin— me llama.

Mis ojos se abren más de lo normal, impresionado por la forma en la que me dice.

—¿Sí?

—¿Por qué me estabas siguiendo? — suelta entonces.

Un balde de agua fría cae sobre mí y la idea de huir parece tentadora. Pero se supone que aquí, yo soy el adulto responsable y eso sería totalmente inmaduro de mi parte.

—¿S-seguirte? — me maldigo internamente por tartamudear.

—Te noté seguirme desde que saliste de Blue Side, Seokjin— musita, llevando su mirada a sus manos que descansan en su regazo— No te dije nada porque al principio pensé que era una imaginación mía, pero cuando te vi afuera de la tienda lo capté. Me quise hacer la loca, pero no funcionó—sus ojos vuelven a mí, escudriñándome— ¿Por qué?

Me quedo en silencio, sin saber qué contestar. No hay un motivo concreto por el cual la seguí. Solo la vi, me levanté casi por inercia de la mesa, dejé abandonados a Hoseok y Yoongi y me aventuré a seguir sus pasos y ver hasta donde llegaba todo esto.

"Tu calidad de vida mejoró desde que Hayoung parece ser un personaje más permanente en ella. Pero desde el aniversario del año pasado que todo fue diferente".

Las palabras de Hoseok se vienen a mi mente. Internamente, muy en el fondo, sé por qué la he seguido. Por qué dejé todo por unos minutos, solo para poder verla. Porque no salí por simple curiosidad. Es mi paciente, no debería importarme más de lo normal, pero lo hace. Me preocupa, me importa.

—Solo lo hice— termino por responder— ¿Te molesta que lo haya hecho?

—No— dice rápidamente— ¿Está todo bien? Te ves un poco tenso. Diría que hasta nervioso. ¿Ha sucedido algo?

—Nada, en absoluto. Estoy cansado— miento de nuevo. Cansado estoy, pero de mentir también

Otra vez se instala un silencio entre nosotros. Una batalla de miradas se desata y parece ser que ninguno de los dos está dispuesto a perderla. Quiero creer que Hayoung está en su propio mundo, sacando conclusiones.

Finalmente, ella desvía sus ojos y toma ambas bolsas de plástico que reposaban a sus pies.

—Muchas gracias por traerme, nos vemos el próximo lunes— dice sonriente, mientras abre la puerta del auto y se baja.

—No es nada. Cuídate y pásalo bien con Jungkook y Taehyung— me despido alzando mi mano y agitándola. Hayoung repite el gesto y termina por cerrar la puerta.

Se da media vuelta y camina hacia la entrada de su edificio. Miro su trayecto hasta que se pierde detrás de las puertas de cristal

Suelto un suspiro agotado. Cierro mis ojos por unos segundos y apoyo mi cabeza en el asiento. Trato de calmar mi corazón y aquietar mis pensamientos, pero me es casi imposible conseguirlo.

No Seokjin, te prohíbo ir más allá.

Lee Hayoung debe ser tu paciente, tu pequeña amiga de aniversario.

No la chica que se encargue de avivar tu corazón después de estar tanto tiempo apagado.


***

¡Hola chiquis! ¿Cómo están? Perdón por ausentarme jiji espero que esta tanda de tres capítulos les haya gustado uwu también perdónenme si no les respondo sus comentarios altiro, se me olvida porque ando con la cabeza en mil cosas KJAHDJKA pero prontito me pasaré por ahí. 

Eso, nos estamos leyendo, cuídense <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro