SoHyun había tomado un baño hace pocos minutos, se encontraba sentada en el pequeño muro frente a la ventana que sería su habitación, la joven castaña se sentía aún más agotada mientras bebía algo de té para conciliar el sueño, JiEun había insistido que debía beberlo. Le había contado lo sucedido a su hermana mayor ocasionando enojo en ella, que SoHyun estuviera pasando por una situación así le dolía en el corazón y claro, aumentaba su odio a DaeHyung. No podía creer que su sobrina hubiera presenciado aquel acto tan...atroz.

SoHyun alcanzó su teléfono teniendo muchas llamadas y mensajes perdidos de su esposo, no mentiría, se sentía nerviosa con ello, no imaginaba lo que le haría cuando volvieran, las palabras de TaeHyung hicieron eco en su mente. Ella debía denunciarlo, por el bien de Ara y por su propio bien, JiEun se lo había repetido, no debía justificarlo, DaeHyung había cambiado drásticamente...y para mal.

Inhaló escribiendo un mensaje.

SoHyun:
¿Cómo está Ara?, ¿Puedo llamarte?, quisiera hablar con ella.

En breves minutos tuvo respuesta.

TaeHyung:
La traje a comer pizza con un amigo. Acaba de quedarse dormida, ¿Cómo te sientes?

SoHyun:
Terrible, no te mentiré.

Bebió de su taza teniendo una llamada entrante. Se calmó al ver que era Tae, respondió acercando el teléfono a su oreja.

— ¿Hablaste con tu hermana, cuñada?

—Sí—respiró profundo, más bien suspiró con cansancio—JiEun no quiere que volvamos a casa.

—Y no la culpo.

—No puedo esconderme para siempre, TaeHyung.

—Y no puedes seguir viviendo así. Cuando tus heridas sanen quiero que ambas vivan aquí en mi departamento, tengo una habitación restante—del otro lado todo estaba en silencio—Por cierto, quería contarte algo.

— ¿Qué?

—El amigo que invité a comer pizza con nosotros resultó ser el psicólogo de Ara.

— ¿Enserio?

—Así es. Cosas del destino—comentó—Mañana dejaré a Ara en su escuela y pasaré a verte.

—No debes hacerlo.

—Si debo—por unos minutos hubo silencio. Tae se debatió en decirle pero acabó haciéndolo—DaeHyung me llamó en el restaurante—SoHyun tensó su mano en la taza—Ara no lo sabe, tampoco creo que le interese saber.

— ¿Qué te dijo?

—No está contento, obviamente—sonrió con cierto nerviosismo moviéndose por su habitación, tenía algo cómodo para dormir—Me alegra saber que no has respondido sus llamadas.

— ¿Cómo lo sabes?

—Sexto sentido—intentó bromear—SoHyun, no estás sola en esto, ¿De acuerdo?, me preocupa que Ara evite hablar de sus padres, ella incluso evita hablar mucho de ti—la castaña sintió sus ojos contener las lágrimas.

Su familia se estaba desmoronando, aquella familia que ella tanto había cuidado y amado por tanto tiempo. Apartó las lágrimas silenciosas de sus mejillas decidiendo contarle otro dato.

—Ara tuvo un ataque de pánico luego de...una de las golpizas de su padre—hubo silencio—Ella...se encerró en su armario y era como si no escuchara ni viera nada a su alrededor, no la dejes sola mucho tiempo, ¿Sí?

— ¿Debería comentarle esto a su psicólogo?

— ¿Él te dijo algo de su cita de hoy?

—No, no mucho, sabes que es confidencial la información de sus pacientes—pero añadió—Sería bueno que te acercaras y hablaras con él.

—Quiero esperar que me lo digan.

—Oh, antes de olvidarlo, ¿Tienes tu tarjeta del banco contigo?

—Sí, ¿Por qué?—frunció el ceño por el cambio del tema.

—Te hice un depósito allí.

—TaeHyung, por Dios, no puedo aceptar dinero...

—Escúchame, ¿Sí?, sé que tu trabajo es lavar, planchar y doblar la ropa de personas lo suficientemente flojas para hacerlo—ella sonrió apenas—Quiero ayudarlas a ambas, ese dinero no es sólo para ti, también es para Ara, ¿Cuándo fue la última vez que se compraron algo bonito?

—No puedo aceptar tu dinero.

— ¿Por qué no?

—Porque se siente como si estuviera robándote.

—Ya, SoHyun, por favor—bufó—Usa el dinero. Si no lo haces me enojaré, te veré mañana—y colgó. SoHyun negó con la cabeza dejando el teléfono a un lado, se levantó dando un último sorbo, debía ir al banco para saber lo que tenía en su cuenta.

▪︎▪︎▪︎

Ara había dormido perfectamente, sentía que realmente había descansado sin preocupaciones por lo que pasara en la habitación de al lado lado, claro que al abrir sus ojos se preguntó por su madre. TaeHyung la había levantado temprano para arreglarse a la escuela, la niña tomó el desayuno con ganas llevándose alguna fruta por parte de su tío.

— ¿Qué te pareció Hoseok?—preguntó el adulto mientras caminaban tomados de la mano. Otros niños iban con sus uniformes también, ya sea igual o diferentes.

—No lo sé.

— ¿No lo sabes?

—Es amable, pero intrépido.

Tae se echó a reír un poco negando con la cabeza.

—Así es su trabajo, no lo odies por eso. Además, dijiste que te regaló esa bola de cristal.

—La traje conmigo.

—Cuídala bien, si se cae puede romperse.

—La traje porque quiero tenerla cerca.

—Nunca supe que te gustaban tanto.

—Yo tampoco—sonrió un tanto avergonzada—Tío Tae, ¿Has hablado con omma?

—Sí, anoche pero estabas dormida—asintió— ¿Quieres que la llame ahora?—buscó su teléfono en el bolsillo.

—No, cuando salga de la escuela puedes hacerlo.

—Esta noche cenaremos hamburguesas.

— ¿Quieres que ruede?—se echó a reír contagiando a su tío. El pelinegro la despeinó un poco sonriendo divertido.

—Quiero consentir a mi sobrina, no me molestes.

Una vez llegaron a su escuela se detuvieron en las rejas de éste, TaeHyung iba a despedirse cuando ambos notaron al chico que se acercaba, era DaeHyung. Éste sonreía como si nada acercándose a ambos con las manos metidas en sus bolsillos, Ara apretó la mano de su tío retrocediendo con la cabeza baja.

"Ella le tiene miedo"

Pensó Tae.

—Vaya, el tío Tae ha aparecido—sonrió un tanto burlón—Me parece que disfrutas más que te traiga él que tu padre, Ara—la niña guardó silencio viendo al suelo.

— ¿Qué haces aquí?—el tono de Tae endureció protegiendo a la niña con su cuerpo.

—Sólo quise ver a mi hija por la mañana—mintió.

—SoHyun no está con nosotros, si eso te preguntas.

DaeHyung se inclinó hasta su hija, Ara levantó la mirada porque su padre tomó su barbilla sin lastimarla, la pequeña no pudo sostenerle mucho tiempo la vista volviendo a ver al suelo.

— ¿Dónde está tu madre, Ara?

Ella sólo negó con la cabeza.

—Ara, princesa—Tae se inclinó a ella acomodando su uniforme—Ve adentro, vendré por ti al salir, ¿Sí?—ella asintió. Besó su frente abrazándola, aprovechó de susurrarle al oído—No tengas miedo.

Ambos se incorporaron viendo a la niña desaparecer en el interior de la escuela. TaeHyung respiró profundo tomándolo entonces de la camisa estampándolo contra la reja llamando la atención de padres y niños.

—Te dije que si te hundes lo hicieras solo, aléjate de mi sobrina y mi cuñada.

DaeHyung rió divertido estando muy tranquilo.

—No quiero interrumpir tu momento de héroe, pero entre los dos, ¿Quién luce como un loco ahora?

TaeHyung miró alrededor soltando a su hermano, era costumbre de Dae inculpar a los demás, él también había sido víctima de sus maltratos cuando niño, ellos dos también habían tenido constantes citas con psicólogos. El más joven se disculpó con los espectadores viendo fulminante a su hermano mayor.

—Deja a SoHyun en paz.

—Es mi esposa.

—Eso no significa que puedas hacerle todo eso.

—TaeHyung, ¿Por qué siempre te encanta ser el héroe?

— ¿Por qué tu locura siempre debe hacer aparición?—levantó una de sus cejas—Cuando te casaste con ella pensé que finalmente habías mejorado.

—Sabes que no existe cura para mi locura.

—Todo tiene una manera de mejorarse.

—Ahora te escuchas como mamá.

—Deja a las chicas fuera de tus problemas.

— ¿O qué?

—Le contaré a SoHyun de tu trastorno de personalidad.