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𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 5: 𝙰𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜 𝚢 𝚙𝚜𝚒𝚌𝚘́𝚕𝚘𝚐𝚘𝚜

Moon JiEun era la hermana mayor de SoHyun por un año de diferencia, JiEun era organizadora de eventos, una muy buena que sabía complacer a sus clientes hasta dejarlos satisfechos con su trabajo. La chica había tenido muchas relaciones amorosas fallidas llegando al punto de darse por vencida con el amor, tenía la vaga esperanza de que su chico indicado aparecería en el momento menos pensado, cuando supo que SoHyun se casaría con DaeHyung se alegró mucho por ella, al menos una de las dos había encontrado su príncipe. La felicidad fue aún más cuando recibió la noticia de ser tía.

Amaba a Ara, era su única sobrina y por ende debía consentirla.

— ¿Entonces Kim TaeHyung ahora vive en Seúl? —preguntó al servir dos vasos de limonada para ambas. Tomó asiento frente a SoHyun dejando el teléfono en la mesa, ambas hermanas compartían el mismo lunar y una similitud en el rostro, la diferencia era que JiEun tenía rasgos muchos más delgados y finos, de niñas solían creer que eran gemelas—Pensé que estaba dando clases en Daegu, ¿No era profesor de arte?

—Lo es—SoHyun no sabía cómo contarle.

JiEun dio un sorbo a su vaso, miró el bolso grande de su hermana ladeando su cabeza.

— ¿Vas a decirme que ocurre?

—Preferiría no hacerlo.

—SoHyun—tomó sus manos con una pequeña sonrisa—Dime, ¿Qué pasó para que trajeras tus cosas?

— ¿Recuerdas lo que decían mamá y papá?, toda pareja tiene sus malos momentos, sólo deben conseguir la manera de superarlos—temerosa la miró.

— ¿Discutiste con DaeHyung?

—Yo...diría que hemos hecho...algo más que discutir...

—SoHyun, dime sin rodeos, ¿Qué pasó?

...

—Tío Tae, me gusta tu departamento—Ara había terminado de almorzar. TaeHyung no dejaba de mirarla con dulzura, amaba a esa niña como si fuera suya, siempre le habían gustado los niños, pero era diferente cuando ellos tenían parte de su sangre. Todavía recordaba cuando recibió la noticia de ser tío, DaeHyung había estado contento y nervioso de convertirse en padre.

—Gracias. Aún me quedan cajas por abrir.

— ¿Extrañas Daegu?

—Mucho. Me acostumbraré—se levantó recogiendo los platos, Ara tomó los vasos y palillos siguiendo a su tío a la cocina, todavía tenía el uniforme escolar— ¿Cómo vas con la escuela? —ella se encogió de hombros. Tae dejó todo en el fregador subiendo las mangas de su camisa— ¿Todos se arrodillan ante mi sobrina?

—No—dijo divertida por las ideas de su tío.

— ¿Entonces eres la niña mala que todos temen?

—No. Sólo soy yo, tío Tae.

—Oh, eso es importante. Que siempre seas tú—mientras limpiaba los trastes del almuerzo buscaba la manera de caer en el tema que quería— ¿Te gusta la pizza, Ara?

—Sí.

—Pues esta noche cenaremos pizza. Invitaré a mi amigo, ¿Te molesta? —y recordó—Él también es psicólogo, de hecho.

—Ah, ¿Sí?

—Ujum. Nos conocimos en la universidad.

— ¿Alguna vez has ido con un psicólogo, tío Tae?

—Algunas veces, dicen que todos deberían visitar el psicólogo al menos una vez en la vida—la niña lo escuchaba con atención viendo como limpiaba los platos—Por cierto, ¿Por qué tus padres te pusieron con uno?

—Appa no lo sabe.

—¿No? —a Tae eso le trajo recuerdos.

No quiero irTaeHyung tenía seis años entonces. DaeHyung tenía nueve años y últimamente se comportaba extrañoOmma, dicen que los psicólogos son para los locos.

Pues no es asíacomodó el cuello de su suéterLos psicólogos ayudan mucho a las personas, es como tener...un amigo. Eres bueno haciendo amigos, cielo.

Y cuando menos lo pienses el psicólogo hará que le cuentes de tu vida para luego secuestrarte llevándote lejos de tu familiadijo maliciosamente su hermano apareciendo por el umbral.

¡Dae! reprochó la señora Kim.

No quiero hablar con un psicólogoTae abultó sus labios.

Tu hermano miente, ya verás que no es tan malo.

A DaeHyung nunca le agradaron los psicólogos, de por sí nunca le agradó recibir ayuda.

— ¿Tío Tae?, te quedaste mirando a la nada.

—Lo siento—parpadeó varias veces—El psicólogo es bueno, como te decía, tu madre está de acuerdo, ¿No?

—Sí. Creo que siente alivio.

—Ara, ¿Recuerdas ese día que llamé y respondiste el teléfono? —hubo silencio. Ella si lo recordaba— ¿Quieres hablarme de lo que pasaba realmente?

—No—respondió seria sin pensarlo. El cambio en su actitud fue drástico.

—No le diré a nadie, cielo.

—No me importa.

TaeHyung cerró el grifo del fregador. Secó sus manos colocándose a la altura de la niña, en sus ojos podía notar miedo y tristeza, incluso ella estaba tensa.

—Lamento que todo esto esté pasando—tomó sus brazos—Por esa razón le dije a tu madre que estarías conmigo un tiempo.

—Y te agradezco por eso—sonrió apenas—No quiero volver a casa.

Tae respiró profundo abrazándola. Hubo un tiempo en que él tampoco quería volver a casa cuando niño.

...

Hoseok esperaba en la entrada del restaurante, había escrito a TaeHyung y éste le dijo que iba en camino. No pasó mucho en el que lo identificó acercándose con una niña muy...familiar, ella también se sorprendió sonrojándose un poco.

— ¿Tienes mucho esperando? —TaeHyung iba tomado de la mano de ella—Hyung, ella es mi sobrina...

— ¿Ara?

—Sí—Tae frunció el ceño.

—Hola...doctor Jung—hizo una pequeña reverencia. Entonces Tae captó en segundos.

— ¿Tú eres el psicólogo de Ara?

—Sí, bueno...iniciamos hoy—Hoseok la veía muy diferente a como fue esa mañana. Se veía más tranquila, sonriente y...conversadora—Hola, Ara.

Hoseok sabía que TaeHyung tenía un hermano quien su vida estaba hecha con una esposa e hijos, pero no recordaba haber escuchado a su amigo decir que era una niña. Los tres entraron al local tomando asiento en una de las mesas.

—Iré al baño un momento, ¿Puedes quedarte con ella?

—Claro—Hoseok y Ara lo vieron alejarse perdiéndose en los baños. La niña un tanto curiosa se atrevió a preguntar.

— ¿Usted es...el mejor amigo de mi tío?

—Eso creo. ¿Por qué?, ¿Dijo que tenía otro mejor amigo? —bromeó con ella. Ara sonrió un poco negando con su cabeza—Jamás hubiera pensado que esto pasaría, ¡Oh!, ¿Y la bola de cristal?

—En el departamento de mi tío, la puse a un lado de donde dormiré.

—Pensé que la llevarías a tu casa.

Ara borró un poco la sonrisa. Hoseok supo que había tocado un tema que a ella le desagradaba, en su primera cita de hoy sólo se conocieron con preguntas triviales, Ara estaba muy cerrada con sus problemas y cuando le preguntaban directo por el problema ella no respondía alejándose de la realidad.

Eso ya dejaba más que en claro que algo sucedía.

Algo en casa.

—Pasaré unos días con mi tío.

—Oh, ya veo—se supone que Hoseok debía encargarse de ser un apoyo para Ara en el ámbito estudiantil. Incluso el mismo le había dicho a la profesora Song que no intervendría en temas personales de casa— ¿Tus padres están de acuerdo?

—Doctor Jung.

— ¿Sí?

—No estamos en la escuela, no debe preguntarme nada.

En el baño TaeHyung lavaba sus manos cuando sintió su teléfono vibrar en el bolsillo, las secó con algo de papel viendo el nombre en la pantalla. Respiró profundo sin creer que recién estuviera llamándolo, salió del baño respondiendo la llamada. A lo lejos veía a Hoseok conversar con Ara.

— ¿Sí?

Tengo algunas llamadas perdidas de tu parte, recién enciendo el teléfono, lo tenía descargado.

Él sonaba demasiado tranquilo.

—Esas llamadas fueron en la mañana—la voz de Tae se endureció al recordar cómo había conseguido a su cuñada. Del otro lado estuvieron en silencio unos minutos— ¿DaeHyung?

Acabo de entrar a la casa, supongo que ya entiendo porque las llamadas—suspiró. Tae escuchó el portazo, agradecía internamente que SoHyun y Ara no estuvieran allí, principalmente la niña— ¿Dónde está SoHyun?

— ¿Sólo eso dirás? —bufó pasando su mano por su cabello ondulado—Golpeaste a tu esposa hasta dejarla inconsciente, ¿Qué demonios te pasa?, ¿Quieres destruir a tu familia?

Puedes reprocharme después, ahora dime, ¿Dónde están mi esposa y mi hija?

TaeHyung inconscientemente volteó hacia la niña que estaba con su mejor amigo, ella sonreía un poco a Hoseok mientras éste reía.

— ¿Ahora te importan?

No te metas en mis asuntos, Tae.

—Convenceré a SoHyun para que te denuncie por lo que has hecho, pensé que esta actitud había quedado atrás cuando te casaste con ella, ¿De nuevo el cambio de personalidad está afectándote? —respiró profundo—Si quieres arruinarte hazlo solo, no arrastres a esas chicas contigo—y colgó.

Hace mucho tiempo atrás, Kim TaeHyung también había sido víctima de su hermano.

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