𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 48: 𝙻𝚎𝚓𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚂𝚎𝚞́𝚕
Antepenúltimo capítulo
Omma:
El doctor Jung estuvo conmigo gran parte del día, me llevó a crear mi propia bola de cristal, quedó muy linda, me recuerda a nosotras. Sé que también te hubiera gustado, estuvimos hablando mucho, el doctor Jung sigue pensando en ti, es quien mejor entiende lo que siento.
Sigo esperando que aparezcas en mis sueños, ¿Podrías hacerlo?, ¿Podrías abrazarme una vez más en ellos y decirme cuanto me quieres?, ¿Podrías decirme que todo estará bien?, por favor.
Es lo que más deseo.
Te ama, Ara.
▪︎▪︎▪︎
TaeHyung asomó su cabeza por la puerta entreabierta de la habitación, Ara estaba profundamente dormida con su cabeza apoyada del escritorio, estaba sentada en la silla. Con una pequeña sonrisa el chico la cargó con cuidado, la niña se acurrucó en sus brazos cual bebé, la recostó cuidadosamente en la cama cubriéndola con las sábanas, acarició su cabello depositando un beso en su frente. Recogió algunas cosas fuera de lugar y cuando fue al escritorio notó el cuaderno abierto con algo escrito.
Frunció el ceño pasando las hojas notando que eran cartas, Ara había estado escribiendo notas para SoHyun. Un suspiro cansado salió del mayor, cerró el cuaderno, apagó las luces y cerró en silencio. Caminó a la cocina donde JiEun esperaba con una taza de café.
— ¿Ara tiene hambre?
—Se quedó dormida—apoyó su mano sobre el mesón—Hoseok y ella estuvieron haciendo diversas cosas durante el día.
— ¿Estás bien?
—No, pero debo estarlo si pienso adoptar a Ara.
—Más que adoptar, su custodia pasará a ti—ladeó su cabeza— ¿Seguro que quieres hacerlo?, puedo encargarme de ella, tengo un buen trabajo, no me molesta ocuparme de Ara.
—Lo sé, pero quiero hacer esto.
JiEun notó otra cosa.
—TaeHyung, ¿Sucede algo que no has contado? —dejó la taza a un lado. TaeHyung la miró tomando una bocanada de aire antes de decir lo siguiente.
—Quiero llevarme a Ara de Seúl.
— ¿Qué? —no esperaba eso— ¿Por qué?
—Porque cada maldita cosa trae recuerdos, no sólo para mí.
—Ara extraña a su madre...
—Mañana iremos con un psicólogo.
— ¿Con Hoseok?
—No, Ara tiene una cita con un psicólogo infantil, son procesos que llevan el juicio de su custodia—explicó—Estará en constante evaluación para saber si está cómoda conmigo y si hago bien mi trabajo como su tutor legal. Hablé con ese psicólogo, dijo que luego de conocer a Ara hablaríamos, pero dijo que un cambio en este momento podría ser tanto bueno como malo.
—Entonces no es seguro que debas hacer ese cambio.
—Después de mañana lo decidiré.
— ¿A dónde piensas llevarla?
—Volveré a Daegu.
—Vas a llevarla al lugar donde su padre nació.
—Voy a llevarla al lugar donde crecí y nací, tengo más conocidos allá, sé que dije que no volvería e incluso renuncié a mi trabajo allí, pero quisiera llevar a Ara conmigo—la miró fijamente—No me opondré si quieres verla o llamarla, es tu sobrina también, sólo quisiera que me apoyaras en esto, JiEun.
—Te apoyo en todo, sólo...no esperaba esto y saber que Ara estará lejos...
—No estará tan lejos, en tren sólo son minutos a Daegu.
—Sabes a lo que me refiero—tomó su taza dando un sorbo—Ella no debería estar pasando por todo esto.
—Lo sé.
— ¿Has hablado con Hoseok de este cambio?
▪︎▪︎▪︎
— ¿A Daegu?, ¿No dijiste que renunciaste a todo allá? —Hoseok hizo un esfuerzo por controlar su tono de voz. Tae había ido a verlo a su oficina contándole los planes—Tampoco me contaste que otro psicólogo la vería.
—Hoy en la tarde—afirmó— ¿Estás molesto conmigo?
—No estoy molesto, pero no me gustaría que te la llevaras.
A Tae le sorprendió.
— ¿Disculpa?
—Nada.
—No, si es algo, ¿Te molesta que me lleve a esa niña después de todo lo que ha sufrido en esta porquería? —señaló con cierta indignación.
—No quiero que te la lleves porque en el poco tiempo que la conozco me he encariñado de esa niña—apuntó—Quiero a Ara, le tengo aprecio y cariño, es una niña maravillosa que sí, ha tenido que pasar por cosas muy duras, pero al mismo tiempo sé que podrá salir de ellas—tuvo que hacer una pausa al hablar tan rápido.
— ¿Sabes que puedes visitarla en Daegu?
—Pero no la visitaré tan seguido como hago aquí.
—Sabes que esto podría ser bueno para ella.
Hoseok jugó con el lapicero de su escritorio. Realmente no quería que se llevaran a Ara, se había encariñado terriblemente de ella, pero no podía interferir en las decisiones de un abogado y un psicólogo del caso.
—Cuídala bien, ¿Sí?, no la dejes sola—miró a Tae— ¿Ella ya lo sabe?
—No, estoy buscando la manera de hacerlo.
▪︎▪︎▪︎
Ara se encontraba sentada en una de las sillas fuera del consultorio de aquel psicólogo infantil, se había sentido rara visitando uno nuevo, se había acostumbrado mucho a Hoseok. Sentada allí veía algunos niños en compañía (mayormente) de sus madres, suspiró balanceando sus piernas paseando su vista por aquella habitación, la secretaria estaba ocupada moviendo algunos papeles o respondiendo llamadas, había juguetes o juegos de mesa para que los niños se distrajeran.
La puerta se abrió y su tío TaeHyung en compañía de su tía JiEun salieron de la oficina del doctor, Ara se colocó de pie tomando la mano de su tía. Le extrañó que ambos adultos estuvieran tan callados.
¿Había malas noticias?
▪︎▪︎▪︎
El pastel de chocolate estaba por la mitad, Ara frunció el ceño analizando las palabras de sus tíos, sabía que su tío Tae iba a tener su custodia total, no tenía problemas con esa decisión, incluso si hubiera sido para su tía JiEun tampoco se hubiera enojado. Pero aquello no lo había considerado, entendía que su tío Tae quisiera darle un nuevo aire a su vida, entendía que se preocupara por ella, pero no podía aceptar.
—Quiero quedarme en Seúl.
—Sé que tienes a SungMin y que Hoseok ya no será tu psicólogo...
—Eso no me preocupa—interrumpió a Tae—No puedo irme.
—Escucha, sé que esto puede ser difícil al inicio, lo entiendo y...
—Tampoco es eso, tía JiEun. No puedo dejar a omma.
Ambos intercambiaron una mirada.
— ¿Qué estás diciendo?
—Omma está en el cementerio, la enterraron aquí en Seúl, si me voy a Daegu sería como abandonarla—sus pequeños ojos contuvieron las lágrimas repentinas—No puedo irme, tío Tae, lo siento.
JiEun sintió un nudo en la garganta. Ella también extrañaba a su hermana, aclaró su voz tomando la pequeña mano de la niña, recordando cuando SoHyun se la presentó por primera vez. TaeHyung parecía en shock y un tanto pensativo.
—Ara, sé que no quieres alejarte de tu madre, lo entendemos, pero si algo sabemos es que ella hubiera querido tu bienestar—acarició el dorso de esa pequeña mano—No estás abandonándola, ¿Sabes por qué?, físicamente ya no puede estar contigo, pero su alma o espíritu te acompaña a cualquier lugar que vayas—Ara miró sus ojos tristes.
— ¿Y si me va peor en Daegu?, ¿Y si no me siento cómoda?
—Entonces volveremos a Seúl—TaeHyung acarició su cabello—Eres la primera que debe alejarse de esta ciudad por un tiempo, princesa, al menos hasta que el corazón no duela tanto—sonrió un poco.
Con sólo mirarlo a los ojos, Ara supo que su tío también quería estar lejos de esa ciudad por un tiempo. Todos necesitaban sanar a su propio ritmo.
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