𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 45: 𝙰́𝚗𝚐𝚎𝚕𝚎𝚜
La puerta de la habitación fue abierta de manera lenta, todo estaba en silencio, no había aparatos que intentaran reanimar a la paciente, SoHyun parecía estar dormida, como si nunca hubiera recibido dos disparos, sus labios ya se estaban tornando morados, su oreja derecha estaba deformada debido al disparo recibido en ella, el otro disparo había llegado a su espalda perforando uno de los pulmones provocando así que éste perdiera oxígeno dificultándole el poder respirar.
TaeHyung acompañaba a Ara, hubiera preferido que la niña no viera a su madre así, pero al mismo tiempo debía dejarla despedirse. Tae tomaba su mano, se detuvo cuando ella hizo lo mismo.
— ¿Ara?
La niña dejó caer sus lágrimas silenciosas acercándose de nuevo, miró la mano de su madre decidiendo tomarla. Estaba fría, ya no había calidez en ella como era costumbre, dibujó las líneas de la palma de su mano deseando que ella moviera uno de sus dedos incluso al saber que era imposible. Sollozó sin ser capaz de decir algo, Tae soltó algunas lágrimas también situándose a su lado.
Esa situación no debió terminar así.
Tae colocó su mano en el hombro de Ara indicándole que no estaba sola. Guardó silencio durante el llanto de la niña, no sabía como ayudar a la pequeña con lo sucedido, pero recordaba claramente el temor que ella tenía por esa pesadilla donde su madre moría.
—No debías irte, omma—la escuchó decir en voz baja y temblorosa—Me dijiste que no me preocupara por mi sueño, que estarías conmigo sin importar qué—hizo un puchero recordando la escena—Debí ser yo.
—Oye—Tae se agachó haciendo que lo mirara.
—Debí ser yo, tío Tae—sollozó—Omma no debía morir, ella...ella...
El chico la abrazó apretándola entre sus brazos. Acarició su cabello oscuro respirando profundo intentando ser fuerte por ella, tomó su pequeño rostro entre sus manos limpiando sus mejillas, aquellos ojos rasgados estaban hinchados y rojos por tanto llorar.
—Incluso si tú hubieras sido la afectada...tu madre estaría sufriendo tanto como tú, querida—sonrió tristemente—Perdóname, Ara, perdóname por no haber sido más ágil que DaeHyung.
La niña se dejó abrazar de nuevo, recostó su cabeza en el hombro de su tío sintiéndose de la peor manera, ¿Cómo iba a recuperarse de una pérdida así?
▪︎▪︎▪︎
Hoseok había querido entrar con JiEun, pero ésta lo dejó entrar solo para despedirse de su hermana. El chico acarició su mano fría permaneciendo en silencio, sus ojos llorosos y rojos veían aquel rostro sereno, los labios de SoHyun perdían más color con los segundos.
— ¿Qué crees que pase si muero?—Hoseok la miró preocupado y aterrado ante esa pregunta—TaeHyung o JiEun podrían cuidarla, ¿No?
— ¿Estás escuchándote?, ¿Crees que Ara sería feliz si algo más grave te llega a pasar?—tomó su mano apretándola—Nunca pienses en eso, Ara necesita crecer con su madre y necesita sólo eso, el amor de su madre porque el de su padre es malvado—SoHyun vio sus ojos. Él hablaba muy enserio—Basta de tener miedo, SoHyun. ¿No sientes curiosidad?
— ¿De qué?
— ¿De sentir que realmente estás viviendo?
—Al final...terminaste sacrificándote por tu hija—susurró. Las lágrimas amenazaron con salir—Y no sabes lo mucho que ella te extrañará—su voz flaqueó dando paso a dichas lágrimas—Sé lo que es crecer sin una madre y es lo peor de este mundo—sollozó. Intentó controlarse sin lograrlo—Realmente te quiero, SoHyun.
— ¿Alguna vez te enamoraste a profundidad de alguien?
—Tengo treinta años y jamás me había fijado en alguien—negó con suavidad—Por eso creo que me asusta todo esto, aunque...al mismo tiempo se siente bien—miró sus manos juntas—Supongo que mi madre tenía razón después de todo.
— ¿A qué te refieres?
—Una vez que te enamores harás cosas que jamás pensaste hacer por esa persona—sonrió un tanto nostálgico—El amor es irracional, algunos psicólogos creen tener la respuesta a ello pero otros todavía siguen buscándola.
SoHyun admiró su perfil.
— ¿Qué crees tú?
—Apenas descubro este lado de las emociones—volteó a verla.
Las manos de Hoseok temblaron, el llanto salió aún más, ¿Por qué debió perderla cuando sus sentimientos estaban siendo claros?, ¿Por qué no fue más rápido y se interpuso en aquel disparo?, Hoseok terminó de cubrirla con la sábana finalizando su despedida.
"Realmente te amaba, SoHyun"
Salió de la habitación deslizándose por la pared abrazando sus piernas. Apoyó su frente en sus rodillas sollozando, su pecho dolía, era como revivir cuando perdió a su madre pero éste sentimiento traía más dolor que ese. ¿Por qué no podía ser feliz en la vida?, ¿Por qué todo debía ser tan complicado y deprimente?, una pequeña mano se posó en su hombro, Hoseok levantó la mirada encontrando a Ara.
Las lágrimas salieron por parte de ambos, él la atrajo a su cuerpo abrazándola fuertemente compartiendo el dolor de haber perdido a la misma persona.
Nadie entendería ese dolor.
▪︎▪︎▪︎
JiEun junto a TaeHyung serían los encargados del funeral de SoHyun, todos se sentían culpables de alguna manera al sentir que pudieron hacer más de lo que hicieron. Moon SoHyun sabía el peligro que corría permaneciendo con DaeHyung, lamentablemente se había convertido en una víctima más dejando sin madre a una pequeña niña de siete años. Ese día se encontraba nublado y lluvioso, Ara estaba acostada en la cama donde muchas veces su madre la acurrucó, por lo general TaeHyung o JiEun dormían con ella dependiendo donde se quedara la niña (en su mayoría era en el departamento de TaeHyung), la puerta se abrió dejando ver un niño de cabello oscuro.
Ara con ojos cansados y tristes lo miró, ni siquiera se movió en la cama.
—Hola—saludó. Él y su padre se habían enterado de la pérdida de la niña, SungMin podía entender parte de dicha pérdida, la diferencia era la siguiente, cuando él perdió a su madre tenía días de nacido, no tenía recuerdos de ella lo cual hizo menos dolorosa la muerte—Traje las tareas de la escuela que...la profesora Song me dijo que te entregara...
—No iré a la escuela, SungMin.
Su voz fue apagada.
— ¿Qué?—el niño dejó su mochila a un lado de la cama. Subió a dicha cama y Ara se incorporó quedando sentada frente a él.
—Le dije a mis tíos que no quería ir más a la escuela.
—Pero...necesitas estudiar.
—No tengo cabeza para eso—suspiró mirando sus manos—Ellos aceptaron, escuché que el doctor Jung hablaría por mí en la escuela, lamento haberte hecho venir aquí.
—No, no importa—tomó su pequeña mano acariciándola. Ara apartó la lágrima silenciosa de su mejilla, SungMin la abrazó dando pequeñas palmaditas a su espalda—Llora todo lo que quieras, appa dice que muchas veces llorar es agotador o alivia un poco el dolor.
—Me duele el corazón, SungMin—escucharla decirlo fue doloroso—La extraño mucho, mañana será el funeral y...no sé si deba ir.
—No tienes la obligación de ir.
—Fui su única hija...
—Y ella siempre será tu omma—la estrechó más entre sus brazos. Ara se aferró a él encontrando un apoyo en aquel niño que le parecía odioso al principio.
— ¿No extrañas a tu omma?
—Muchas veces—se separó mirándola—Es un sentimiento extraño, no tengo recuerdos de ella pero saber que fue mi omma me hace extrañarla aún sin recordarla—sonrió un poco—Espero que sea una amiga para la tuya.
—Ella dio su vida por mí—las lágrimas salieron incluso sin un sollozo—Ella se arriesgó sin pensarlo, estoy viva por ella—recordó el sonido del disparo— ¿Fui una mala hija por no ayudarla?
—Tu madre dio su vida para salvarte, la mía dio su vida para tenerme, dicen que las madres son ángeles para sus hijos—recordó todas esas veces que su padre y él tocaban el tema—Hacen cualquier cosa por nosotros.
—Pero no quería que muriera, SungMin, ella...no debía irse...
—Lo sé, el amor de las madres es algo confuso a veces.
▪︎▪︎▪︎
Moon JiEun tomó asiento en la cama acariciando el cabello de su sobrina, Ara estaba profundamente dormida, un nuevo día había comenzado, el funeral se llevaría a cabo por la mañana, Ara pasaba mucho tiempo en esa habitación, dormía más de lo normal y comía lento o en silencio, todo estaba siendo un fuerte shock para ella.
Ara era una niña después de todo y su salud mental iba en deterioro.
Sus ojos pequeños se abrieron poco a poco, al principio creyó que era su madre, pero al fijarse bien sólo era su tía.
—Tía JiEun—susurró.
—Buenos días, hermosa—besó su frente. JiEun vestía completamente de negro—SungMin y su padre cuidarán de ti mientras estamos en el funeral, ¿De acuerdo?—acarició su mejilla. Sus ojos estaban hinchados— ¿Segura que no quieres venir?
—No puedo ir, tía JiEun.
—Está bien, no te obligaremos, ¿Necesitas algo?
"A mamá"
—No.
—Volveremos pronto.
Ara asintió viéndola salir. Al quedar sola se levantó restregando sus ojos, bostezó un poco sintiéndose más cansada que ayer, debajo de su almohada tenía un pequeño cuaderno, una vez Hoseok le había dicho que anotara sus emociones en un diario. Ara no lo había intentado hasta ayer cuando SungMin se fue.
Omma:
Una vez el doctor Jung me dijo que pusiera mis emociones y pensamientos en un diario, lo intentaré porque hay cosas que no puedo explicar o decir. Nunca pude entender tu temor de alejarte de appa, decías que querías que viviéramos felices y sin preocupaciones pero no te arriesgabas del todo.
Lamento haber discutido contigo y no poder entenderte, omma. Lamento haber sido una mala hija, los demás dicen que no lo fui, pero yo lo siento así.
Te extraño mucho, omma.
Perdóname.
SungMin dijo que las madres son ángeles, las personas sueñan a veces con ellos, ¿Puedes aparecer en mis sueños también?, por favor.
Te ama, Ara.
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