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𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 31: 𝚁𝚘𝚓𝚘

—Admito que saber que Ara está con un psicólogo es...raro—algunos mechones oscuros de su cabello tocaban su frente. Hoseok se limitaba a observarlo detalladamente, debajo de uno de sus ojos tenía un lunar pequeño, su espalda era ancha y él era incluso unos centímetros más alto que el mismo Hoseok, aun así, no iba a intimidarlo— ¿Cómo va mi hija, doctor Jung?

—Todavía no tengo un informe completo de eso—mintió—Ara progresa en cada encuentro.

—Entiendo—asintió repetidas veces—No es necesario que siga viéndolo, ¿No?

—Siempre es bueno que los niños tengan un control.

—Sólo los padres pueden poner control sobre esos niños—corrigió—Tengo otra pregunta.

—Claro.

— ¿También está evaluando a mi esposa? —insinuó. Hoseok recordó como había encontrado a SoHyun en aquel callejón, su ira comenzó a subir, una ira que no sentía desde hace muchos años, SoHyun y Ara estaban sufriendo por él, su relación de madre e hija no estaba progresando.

—Sabía que no había venido exactamente por el progreso de su hija.

—Así que estaba esperándome—se levantó de la silla caminando por la oficina—Los psicólogos siempre han sido de mi desagrado—chasqueó la lengua, miró el diploma de Hoseok en la pared—Son muy entrometidos para mi gusto, pero usted se ha llevado el premio, doctor Jung.

—Se está haciendo ideas erróneas, señor Kim.

—No, es usted quien está haciéndose ideas erróneas—sus ojos pasearon por los libros que había—SoHyun está casada conmigo y tenemos una hija, quisiera que se alejara de ambas.

—Sé muy bien que la señorita Kim es su esposa, pero no puedo alejarme de Ara, su profesora me pidió que la atendiera porque estaba preocu...

—No me importa lo que digan sus profesores, soy su padre y tengo más poder que ellos sobre ella—sus ojos fueron a Hoseok—Aléjese de ellas, doctor, meta sus narices en otro lado.

—Insisto, no puedo alejarme de Ara.

—Lástima, parecía ser alguien razonable, supongo que no todos los psicólogos son así.

—No todos somos iguales—se levantó de la silla—En unos minutos debo atender otro niño, le sugiero que se marche.

Dae sonrió casi con arrogancia.

—Ya se lo advertí, doctor—fue lo que dijo antes de irse.

▪︎▪︎▪︎

SungMin debía llevar algunas carpetas a la dirección, en el camino aprovechó de pasar por el salón de Ara, con una pequeña sonrisita la buscó con la mirada sin tener éxito, ¿Dónde estaba?, se acercó a una de las ventanas teniendo cuidado de no ser pillado por la profesora Song, aun así, fue pillado por otra persona.

— ¿No puedes ser menos obvio?

El niño volteó encontrando a su amiga especial.

—Hola, Ara.

—Hola—ella se había acostumbrado a la amabilidad del niño y su compañía. Aun así, se mantenía a la defensiva muchas veces— ¿Necesitas ayuda con esas carpetas?

SungMin no podía creer lo que escuchaba. ¿Kim Ara se ofrecía a ayudarlo?, ambos se dividieron el peso, caminaron por aquel pasillo vacío uno junto al otro.

— ¿Cómo estás hoy? —preguntó. Era común esa pregunta, desde que Ara le contó de su padre y los problemas que tenía no la dejaba sola, tenía miedo que desapareciera como muchas veces había dicho.

Ara llevaba su cabello recogido en una coleta.

—Cansada. Sigo sin poder dormir bien, tengo la misma pesadilla una y otra vez.

SungMin frunció los labios.

— ¿Por qué no le dices a tu madre?

—Porque ella me dirá que no debo preocuparme, que sólo es un sueño.

— ¿Y por qué no le cuentas al doctor Jung?

—Porque de repente ya no confío en él—suspiró—A veces me parece que mi omma le gusta, eso me molesta.

SungMin se detuvo y ella hizo lo mismo. Ambos se miraron, uno confuso y el otro esperando saber que ocurría.

—Espera, ¿Tu madre le gusta al doctor Jung?

—Ambos se gustan.

— ¿Ella te lo dijo?

—No, pero no soy tonta—cuando iba a colocarse en marcha se paralizó. Un hombre con rasgos similares a ella venía caminando por el pasillo, sus ojos rasgados distinguieron a Ara, la niña mantuvo la frente en alto, aunque por dentro tenía miedo y estaba cansada de eso, de demostrar miedo.

Por culpa de ese miedo nunca salvaba a su madre en el sueño.

— ¿No deberías estar en clase? —preguntó DaeHyung al llegar frente a ambos. SungMin imaginó quien era por el parecido— ¿Es tu amigo?

— ¿El tío Tae sabe que estás acá?

—No y espero que no digas nada—advirtió.

—Espero que sepas que no será así.

Aquella manera de dirigirse incomodó al niño, no parecían padre e hija.

— ¿Ya le dijiste a tu amigo que fuiste a mi casa para asesinarme? —SungMin palideció con eso. ¡¿Qué estaba pasando?!—Ara es muy peligrosa, aunque parezca inocente, niño, ten cuidado si te apuñala por la espalda.

SungMin miró a su amiga quien con una mirada le dijo todo, si quería alejarse bien y sino también.

—Debemos llevar estas carpetas a dirección—indicó él.

DaeHyung con una sonrisita burlona les dejó espacio, SungMin caminó de prisa, pero Ara en cambio volteó a verlo una última vez.

—Dile a appa que termine con esto—y añadió—No, mejor que ambos terminen con esto.

▪︎▪︎▪︎

La televisión estaba puesta en el canal de noticias, SoHyun sentada en el sofá leía el enunciado donde decía que anoche habían asesinado a uno de los empleados del bar donde DaeHyung trabajaba, el cuerpo había sido encontrado esa mañana. SoHyun sentía o presentía que Dae tenía que ver en eso.

"No, no es capaz de asesinar"

La víctima era un joven de veinte y algo, había iniciado en el bar una semana atrás, se deducía o se creía que había sido asesinado en el baño de hombres, lo habían estrangulado hasta dejarlo sin respiración, incluso su cuello estaba roto.

—No, Dae no haría eso.

—Eres una zorra, SoHyun—se agachó cubriendo su boca cuando notó que iba a gritar—Atrévete a hacer algún ruido y tu querida hija no vivirá para contarlo—SoHyun golpeó su mano ahogándose con su sangre, DaeHyung sonrió complacido disfrutando con su sufrimiento.

Le permitió respirar volviendo a golpearla en el rostro dos veces más.

Inconscientemente ella llevó sus manos a su cuello, estaba negando lo que era obvio, quisiera o no seguía ciega cuando todos los demás se habían quitado la venda de los ojos. Tomó su teléfono deteniéndose ante lo que haría, ¿Por qué pensaba en él?, ¿Por qué siempre pensaba en hablar con Hoseok?

Porque se estaba acostumbrando a la tranquilidad que éste le brindaba, se había acostumbrado a ser escuchada por él y comprendida de alguna manera.

SoHyun:¿Podemos vernos luego de tu trabajo?, por favor.

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