Una semana después

—SoHyun, saldré con un amigo—avisó al pasar por la cocina. La castaña se acercó a su hermana un tanto sorprendida, ¿JiEun iba a salir con un chico?

— ¿Es una cita?

—No.

— ¿Entonces no saldrán solos?

—Estaremos solos, YiHyun es electricista, se encarga de las instalaciones de luces o cables en los eventos, es muy bueno en lo que hace—subió la cremallera de su suéter. Esa noche era fresca—Discutiremos sobre algunos ajustes para el evento de este fin de semana, por cierto, ¿Pasarás el fin de semana en el departamento de TaeHyung?

—Es lo que tengo en mente—asintió. Su labio roto ya no era tan notorio, los hematomas en su cuerpo si lo eran (al menos algunos), SoHyun debía cubrirlos bien—Tae insiste que vivamos con él, pero no lo sé.

—No tengo problema alguno si dices quedarte allá, con lo que tengo problema es saber qué harás con DaeHyung—indicó. Se acercó a su hermana menor tomando sus manos—Sólo tú tienes la última palabra, tienes que dejarlo, SoHyun, te lo he dicho.

Sí, sabía que no podía ocultarse para siempre de DaeHyung, de hecho, ella no debía ocultarse porque nunca hizo nada malo, el problema era que SoHyun seguía teniendo falsas esperanzas en su esposo.

—Debo pensarlo.

—SoHyun, no lo pienses tanto cuando la respuesta obvia es Ara—la soltó—Me iré, no me esperes despierta.

—Es una cita.

— ¡Ya!

SoHyun sonrió divertida regresando a la cocina para terminar de prepararse la cena. El timbre se escuchó unos breves minutos después, suponía que a JiEun se le había olvidado algo.

— ¿Qué sería de ti sin...? —la pregunta quedó inconclusa. La castaña palideció en segundos, el chico de cabello negro la abrazó fuertemente, SoHyun se tensó por completo respirando un tanto agitada.

DaeHyung la había encontrado.

—Sabía que estarías aquí, había olvidado que también visitabas a tu hermana—suspiró—Te extrañé, SoHyun—tomó el rostro de su esposa acariciando sus mejillas— ¿Estás bien?

"¿Qué es esto?"

SoHyun no supo que decir, esa reacción la había dejado sin palabras pues había asumido que si DaeHyung la encontraba acabaría golpeándola de nuevo y esta vez sería más agresivo, más...mortal. La castaña intentó mantenerse serena.

Estaba siendo difícil cuando le tenía miedo.

—Estoy...bien.

—Estaba tan preocupado por ustedes—la abrazó. SoHyun no lo creyó por lo que dijo Tae la última vez que lo vio hace una semana. Por su culpa, Ara había tenido un ataque de ansiedad en su escuela— ¿Ara está contigo?

—No—retrocedió.

—Sé que me tienes miedo, lo que hice obviamente no estuvo bien, no pasará de nuevo.

En la mente de la chica se repitió la última paliza que recibió y como él la obligó a tener relaciones sexuales. Tragó con dificultad negando con la cabeza.

—Tienes que irte.

—SoHyun, las cosas mejorarán.

—Contigo no lo harán.

—Escúchame—tomó sus brazos lastimándola por los moretones en ellos—No arruines esta familia.

—Tú lo estás arruinando, lastimaste a nuestra hija, no me importa lo que hagas conmigo, pero Ara no debe vernos así—retrocedió más. Sus piernas tropezaron con los escalones, cayó hacia atrás mirando a DaeHyung desde el suelo.

— ¿Estás bien? —la ayudó a levantarse confundiéndola—SoHyun, quiero que tú y Ara regresen—acarició sus manos—Quiero a mi esposa y mi hija de vuelta—aquellos ojos rasgados parecían estar diciendo la verdad—Quiero a mi familia, ustedes son esa familia.

—Yo también quiero a nuestra familia—dijo con ojos llorosos—Pero cambiaste y nos lastimaste.

—Perdóname, por favor.

—No puedo volver ahora.

—Te amo.

Muchas veces esa palabra era su favorita de los labios de su esposo, ¿Por qué se estaba volviendo tan doloroso verlo? SoHyun entonces lo abrazó dejando salir algunas lágrimas. DaeHyung acarició su espalda con una sonrisita maliciosa que ella no pudo notar.

—También te amo—dijo con voz temblorosa—Pero necesito...tiempo, ¿Sí?

DaeHyung volvió a su papel limpiando sus lágrimas, besó su frente y luego depositó un corto beso a sus labios. Acariciando sus mejillas asintió.

—Prométeme que no me dejarías.

SoHyun pensó en Ara. ¿Su hija no merecía estar cerca de su padre?, tal vez Dae si había cambiado.

—Lo prometo.

▪︎▪︎▪︎

Ara terminaba sus deberes cuando su tío la llamó para cenar, salió de su habitación con su pijama puesta, fue hasta la mesa tomando asiento en la silla junto a su tío, TaeHyung le sirvió un poco de jugo teniendo de fondo el sonido de la televisión.

— ¿Qué tal tu cita con Hoseok?

—Hoy no lo vi.

— ¿Qué?

—No me tocaba con él, la profesora Song dijo que lo vería cuatro días a la semana—tomó los palillos. Su cabello estaba recogido en una coleta baja—Tío Tae, ¿El doctor Jung te habla de mí?

—Si te preguntas sí sé lo que ocurre en sus encuentros...pues no, Hoseok no dice nada de sus pacientes—comenzó a comer— ¿Realmente te has sentido un poco más cómoda con él?

—Sí, es muy amable.

TaeHyung quería preguntarle por cierta persona.

—Ara.

— ¿Sí?

— ¿Qué piensas a veces...de tu padre?—evaluó su reacción notando la seriedad venir a su rostro. Ayer recién Hoseok le había tocado ese tema.

—No quisiera hablar de eso.

—Lo sé, pero...algunas a veces hablar de los problemas ayuda mucho...

— ¿Quién dijo que appa es un problema? —sus pequeños ojos se posaron en el psicólogo. Hoseok no sabía si ella estaba defendiéndolo o burlándose.

— ¿Lo quieres como a tu madre?

Ara guardó silencio viendo el crayón en su mano. Hoseok le permitía dibujar y en ocasiones le colocaba diferentes actividades. La niña soltó el crayón escondiendo sus pequeñas manos.

—No.

— ¿Lo odias?

—No lo sé.

—Si pudieras describirlo con un color... ¿Cuál sería?

—Amarillo—dijo Ara en voz alta, TaeHyung frunció el ceño sin entender y ella le explicó—El doctor Jung dijo que los colores tienen diferentes significados para las personas, dijo que en la psicología el amarillo a veces significa alegría y riquezas, pero para mí es un color...irritante—llenó su boca de comida.

— ¿Dirías que tu padre es irritante?

—El amarillo es un color que me da náuseas y me enferma—su forma de decirlo fue muy seca, como si estuviera escupiendo las palabras—Appa es una persona que me enferma.

A Tae le dolió escuchar eso, no esperaba escuchar que lo amaba con lo que había pasado, pero tampoco esperaba esa respuesta. Ara se dio cuenta pues no era tonta.

—Tú eres verde, tío Tae—el chico regresó su atención a su sobrina—Eres estable. Eres sereno y eres tranquilo.

— ¿Eso crees?

—Ujum.

"Por un tiempo yo también odié el amarillo"

— ¿Y tu madre?, ¿Qué color le colocas?

—Blanco.

—El blanco es un color muy hermoso.

—Ella es lo único que está bien para mí—sonrió con inocencia—Cuando tuve mi ataque de ansiedad en la oficina del doctor Jung pensé en ella y todo mejoró—sonrió más—Incluso en la primera vez de ansiedad ella logró calmarme.

— ¿Estás ansiosa de verla este fin de semana?

—Lo estoy. Dijo que pasaríamos todo un día de paseo.

—Me alegro por ustedes, yo seguiré buscando empleo.

—Sería bueno que pudieras trabajar en mi escuela. Así tendría mejor calificación en arte.

—Ya, yo pensaba que ibas a decir otra cosa, pero piensas usarme—dramatizó causando su risita infantil—Eres cruel, Kim Ara.