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☕Capítulo 1☕

Narradora.

   En el Pizzaplex, los Glamrocks se encontraban dando un concierto espectacular. ¿Qué se podría esperar de una banda tan talentosa?

   Monty estaba concentrado en su bajo y dando saltitos de vez en cuando en el escenario; Freddy cantaba con avidez, utilizando la potente voz que todos ya sabían que tenía; Chica y Bonnie, ambos con sus guitarras eléctricas, hacían un dueto fantástico, aunque el de ojos rojos en alguna que otra ocasión se aproximaba hacia el pelirrojo y dejaba de tocar su instrumento;

  Flower se encargaba de la pandereta, bailando de forma envidiable; Roxy tocando su keytar aprovechaba para ser la líder del ritmo, que nadie le podía seguir; Mangle tocaba la batería, haciéndole competencia directa a Foxy, quien estaba con su triángulo, parado sin hacer nada más; y por último, pero no menos importante, GBK, el vocalista de apoyo, o sea, estaba cantando con Freddy.

   Monty, de forma un tanto disimulada, intentaba hacer que Freddy se tropezara, pero no lo consiguió.

   El ojirojo, cada que tenía la oportunidad, se le acercaba al pelirrojo, quería besarlo, pero Monty lo esquivaba sin querer, concentrado en tocar su bajo y en tratar de arrojar a Freddy al suelo. El concierto estaba cada vez más cerca de acabar y Bonnie lo sabía; se le estaban acabando las oportunidades para besar al de cabello rojo.

   Cuando ya estaba a segundos de terminar la canción, se avalanzó hacia él y le plantó un beso en los labios, olvidando al público que los miraban atónitos.

   Los Glamrocks también estaban confundidos, incluído Monty, pero este último cedió y correspondió el beso, no le importaba que todos (incluídos ustedes, queridos lectores :3) los estuviesen observando.

   El bajo del pelirrojo y la guitarra eléctrica del de ojos rojos terminaron en el suelo, mientras sus dueños se besaban frente al público que sólo les sacaban fotos, hasta los niños. E incluso a algunos se les olvidó quitar el flash.

Pero antes... ¿Cómo llegamos a esta situación?

   En la ciudad la vida era algo monótona, los ciudadanos casi siempre hacían la misma rutina de todos los días, se podría decir que a ojos de todos era un día completamente normal.

   En una cafetería ni tan grande, ni tan pequeña, de por ahí estaba Monty, sentado en la misma mesa de siempre. En su casa no tenía tiempo de desayunar, así que iba a esa cafetería a tomar un café para despertarse; tenía los horarios muy ajustados.

   Monty pensaba en lo duras y exigentes que habían sido estas últimas semanas de trabajo y también leía un catálogo de perfumes que el viento le arrojó en la cara mientras iba de camino a la cafetería.

   Monty era algo especial, ya que tenía rasgos de caimán, tanto en apariencia como en la personalidad. Su ropa era un tanto abrigada y para colmo no combinaba. Agarró el primer sueter que encontró, salió algo apurado por alguna razón.

   Se veía parecido a Santa Claus, sólo que sin el exceso de color rojo y sin la pelusa en los abrigos.

   Las botas tenían una hebilla como las de un vaquero, pero que contaban con algunas agujetas atravezadas. Estaban en épocas de finales de otoño y principios de invierno. Por esa razón, hacía frío y las personas debían ir abrigadas.

   De reojo veía con sus ojos rojos a quienes, para él, eran sospechosos y más si es que tenían hijos. Por suerte, no veía a nadie tan irresponsable como para perder de vista a sus hijos y eso lo hizo volver a mirar el catálogo de perfumes, dándole un sorbo al café amargo que siempre tomaba.

   El recuerdo de sus padres y lo que pasaría con su hermana lo mantenía en un constante tormento y preocupación. El incontrolable pensamiento de que su hermanita estaba en el hospital no lo dejaba tranquilo, aunque agradecía que ella aún siguiera bajo el cuidado de sus padres.

   Además, como Molly, su hermana, era pequeña cuando él se fue y perdió contacto con ellos hacía más probable el hecho de que ella ni siquiera recordara su existencia. Él sonrió al pensar en esa posibilidad, sería más fácil así, ya que crecería pensando que es hija única.

   Ese último pensamiento no le molestaba, al contrario, le agradaba, el hecho de que su hermana no lo recordara la liberaba de cualquier angustia y eso era lo que él quería.

   Montgomery se puso sus guantes, ya que comenzaba hacer más frío y se preparaba para salir de ese lugar e ir a su trabajo. Se terminó su café, pagó la cuenta y comenzó el rumbo hacia su trabajo, observando el suelo con cada paso.

   Algunos de los flashbacks de cuando era niño comenzaron a aparecer cuando pasó por el invernadero de la madre de uno de sus compañeros, el mágico lugar de las rosas azules.

   Un recuerdo importante se hizo presente en su mente mientras observaba el invernadero, el de la rosa azul que tenía en su casa. Salió tan apurado que olvidó regarla en la mañana, o eso creía.

   Abrió sus ojos como platos al darse cuenta de eso y también tenía un grave problema: si iba, llegaría unos minutos tarde al trabajo y se ganaría un regaño de Vanessa, la guardia, o quizás de Roxy, su mejor amiga; y si, en cambio, iba al trabajo, su rosa se podría marchitar.

   Él solía ser demasiado ansioso en ese ámbito, siempre viendo el lado negativo a todo, como si no tuviese algo mejor que hacer.

   El sonido de su teléfono lo sacó de sus dramáticos pensamientos, lo sacó de su bolsillo y revisó quién había osado interrumpir su momento de "drama king". Para sorpresa de nadie, era el rubio más odioso jamás fabricado por una pareja, GBK.

   Aunque el mensaje fue un alivio, ya que le decía al caimán que sí había regado su rosa azul, servía de algo que fuesen vecinos y que sus ventanas se interpusieran.

   En lo que el pelirrojo caminaba, tuvo un pequeño problema que le impediría llegar al trabajo a tiempo; chocar con alguien. Para mala suerte de Monty chocó con dos chicos, que parecían ser una pareja.

   Uno era un chico de ojos rojos, cómo él, y el otro era uno de cabello castaño y ojos azules. El de ojos rojos, antes de chocar con Monty, estaba siendo guiado por el de ojos azules hacia algún lugar, pero en su trayecto chocaron con el pelirrojo.

   No se notaba mucho la cara del de ojitos rojos, ya que tenía un pañuelo tapando su boca y su nariz, por el frío invernal que hacía. Tenía unos guantes azules, que contrastaban con su pañuelo celeste. Además, el gorrito con pompón que traía era rojo.

   A diferencia de Monty, su ropa sí combinaba, sus ojos rojos parecían formar parte del outfit de invierno. Traía una campera sin cierre (estaba roto porque LATAM), de color rojo y debajo un jersey amarillo intenso. También unos jeans azul oscuro y unos tenis rojos bermellón.

   El castaño sólo tenía ropa negra, sin variedad de color. Tan así, que ni siquiera se distinguía cuándo terminaba una prenda y comenzaba otra. Él sostenía al ojirojo del brazo y de la mano, antes de chocar con Monty, claro. Llevaba puesto un abrigo largo, guantes algo finitos, unas botas simples y unos pantalones sin marca.

   \- ¡Ups! Lo siento -exclamó el de ojos rojos, quien se había quitado la venda de los ojos casi al instante de chocar con Monty.

   El pelirrojo se sentía irritado, y algo frustrado, ¡si el destino lo volvía a joder así llegaría tarde al trabajo por 5ta vez en la semana!

   Monty, tratando de guardar la calma, pues aún tenía tiempo, inhaló y exhaló varias veces, haciendo que el castaño y el de ojos rojos dudaran un poco. Puso los ojos en blanco por una fracción de segundos y luego cerró sus ojos para poder tranquilizarse más rápido.

   \- ¿Acaso no ven por dónde van? -preguntó Monty, haciendo todo lo posible por mantener la calma.

   El castaño y el de ojos rojos se miraron entre sí, un poco preocupados, pero, a diferencia del pelirrojo, pudieron tomarlo con calma. El de ojos azules miró a Monty por un rato, pensando en qué debía responderle.

   No iba a mentirle y tampoco iba a ser tan sincero como para decirle que él fue el que no veía por dónde iba en vez de ellos. Decidió guardarse sus comentarios desubicados hacia alguien que no conocía y al final el que respondió fue el de ojitos rojos.

   \- Sí veíamos, y de nuevo lo lamento, ¿se encuentra bien? -preguntó el ojirrojo, de la forma más educada y respetuosa que pudo, mezclada con nervios.

   Monty cedió un poco, no tenía ganas de ser intimidante en ese momento, sólo quería irse de ahí lo más antes posible.

   \- Sí, sí, sí. Ya no importa -dijo Monty, sarcásticamente, moviendo su mano de arriba a abajo-. Adiós, supongo, tengo prisa ¡y fíjense por donde van! -añadió, comenzando a caminar, los sorteó y se fue sin siquiera escuchar si le iban a responder.

[...]

   Luego de ese desafortunado encuentro, Monty ya había llegado al Pizzaplex, pero aún no ingresaba, caminaba de un lado a otro sin saber qué regaño le iban a poner las chicas por llegar media hora tarde.

   Resulta que él era un idiota y olvidó poner su reloj en hora cuando se levantó, pensó que iba bien al trabajo, cuando en realidad iba tarde desde un inicio. Luego de meditarlo, entró. Como esperaba, fue recibido por una lluvia de regaños por parte de las chicas, mientras los chicos sólo estaban ahí, mirando.

   \- ¡¿Por qué llegas tan tarde?! -gritó Roxanne, posando sus manos en los hombros de Monty y sacudiéndolo un poco fuerte.

   Roxanne era una chica con un temperamento y narcisismo enormes, con unas rayas horizontales en sus mejillas, sus ojos dorados resaltaban un poco. Su cabello era gris plateado, pero tenía un mechón de pelo de color verde claro, que estaba amarrado en una media colita de caballo.

   Su maquillaje contaba con un labial y sombra de ojos púrpura. Tenía unos largos guantes que iban desde su codo hasta sus dedos, de color morado con rayas negras.

   En sus pies traía unas botas también moradas con rayas negras, que le llegaban a las rodillas.

   Una remera térmica roja, con hombreras y lo que parecía una estrella en el pecho, que le llegaba a la cadera (es invierno, no le iba a dejar la ropa que tiene en el canon, sino le daría hipotermia o algo así) y también tenía puesta una calza ajustada, también roja, y con una estrella en el principio de la calza, justo en el final de la remera térmica.

   Sus uñas eran verdes y tenía mucho rímel en sus pestañas. Contaba con el brazalete que todos los Glamrocks tenían en el antebrazo, negro y con círculos plateados.

   Monty alejó las manos de Roxy de sus hombros y trató de recuperarse del zarandeo que le había hecho la de ojos ámbar. Luego de unos minutos, lo logró, aunque aún tenía algo de mareo. Sacudió su cabeza, para responderle a su mejor amiga.

   \- Soy tan estúpido que en la mañana olvidé poner en hora mi reloj -contestó Monty, todavía estaba un poco mareado, y con un leve dolor de cabeza.

   Roxy entendió y se calmó, respirando profundo. Puso las manos en sus caderas, mirando al suelo y pensando. El Pizzaplex no abriría hoy día, ya que estaba en remodelación, pero aun así los Glamrocks debían ir para organizar sus camerinos y sus atracciones a su gusto.

   Las cosas se aliviaron, la razón por la que las chicas le habían gritado a Monty era porque no solía llegar tarde y pensaron, más bien Roxy lo pensó, que le había pasado algo, además de que esta vez llegó más tarde que las otras cuatro veces.

   Se alivió al escuchar la razón detrás de la demora del pelirrojo y ya estaba mejor, tenía muy en claro que si él tuviera que elegir entre ir al trabajo o quedarse en su casa tomando café y cuidando de su rosa azul, elegiría la segunda opción. Eso no le molestaba a nadie, por eso no le reprochó nada más.

   Tras unos minutos conversando llegó la guardia de seguridad con unos documentos en sus manos. Fue directamente hacia los Glamrocks, quienes la miraban con confusión y curiosidad, pues sólo había una razón para que la rubia tuviera tales documentos en las manos: nuevos compañeros de trabajo.

   No era sorpresa para ellos, ya que corría en la ciudad el rumor de que se "fusionaría" el Pizzaplex con Freddy's Fazbear Pizza, una pizzería que se convirtió en centro comercial hace unos 2 años.

   Vanessa tenía su cabello rubio recogido en una cola de caballo, era necesario para que se pudiera poner su gorra de guardia nocturna.

   Su camisa blanca, pantalón y tennis negros la hacían lucir como toda una guardia, sumándole la palabra "security" en su visera. Sus ojos verdes se centraban, más que nada, en los documentos que traía consigo.

   \- Chicos, el CEO de Fazbear Entertaiment me pidió que les informara que expandirían el Pizzaplex para mezclarlo con su otro centro comercial más popular -explicó Vanessa, dejando de ver los documentos por unos minutos.

   Los Glamrocks se miraron entre sí, confundidos e intrigados. A pesar de que eso era de esperarse, no les quedaba claro por qué motivo el dueño decidió hacer eso, era un tanto extraño. No iban a quejarse, no estaban con el derecho de hacerlo, sólo guardaron silencio, esperando más detalles al respecto.

   Vanessa les hizo una seña para que la siguieran hasta su oficina de guardia de seguridad, por lo que empezó a caminar y a guiar a los mencionados.

   Ya en la oficina, la rubia dejó los documentos que traía en sus manos sobre la mesa donde estaban las pantallas de las cámaras y separó un expediente de uno de los nuevos compañeros que los chicos tendrían.

   Lo abrió y se lo mostró a los susodichos, dejando ver que se trataba de nada más, ni nada menos, que Freddy Fazbear, el líder de la banda de Freddy's Fazbear Pizza.

   El que más se sorprendió fue nuestro pelirrojo enojón protagonista, ya que era el mismo castaño con el que se había topado hace un rato.

   \- Chicos, él será uno de sus nuevos cuatro compañeros, se los presentaré formalmente cuando lleguen al centro -dijo Vanessa, enseñándoles la fotografía que estaba en el expediente del mencionado.

   La única que parecía estar emocionada era Mangle, quien había sido integrada a la banda Glamrock hace unos meses, ya que la única pizzería que quedaba, que es donde ella trabajaba, había sido derrumbada.

   Ella era una joven albina con algunos mechones del cabello rosa, al igual que su sombra de ojos. Tenía una estrella dibujada en su ojo derecho de color fucsia. Un labial rojo, igual que el rubor de sus mejillas.

   Su ropa era muy similar a la de Roxy, pero de color amarillo en vez de rojo y tenía detalles de flores, estrellas y rayos rojos y negros. Ella tambíen contaba con el mismo brazalete.

   \- ¡¿Foxy vendrá con él?! -preguntó la albina rosada, eufórica y muy emocionada, tenía un brillo en sus ojos e incluso tenía una gran sonrisa.

   Tanto Vanessa, como los Glamrocks, estaban sorprendidos por cómo actuó la susodicha, incluso se le quedaron viendo por un rato sin decirle nada. Flower se deprimió, pues ese era un nombre parecido al del hermano que la abandonó, pero se tranquilizó, diciéndose a sí misma que había muchos chicos con ese nombre.

   La guardia, aún confundida, dejó el expediente de Freddy donde estaba y buscó entre los demás. No tardó en encontrar el de un chico, pelirrojo al igual que Monty, pero con el cabello mucho más largo, con pintas de capitán pirata.

   Flower era muy parecida a Mangle, pero no tenía el cabello blanco, sino lila. En su outfit predominaban los colores brillantes y los detalles espaciales, en especial el patrón del planeta Saturno que tenía en sus guantes y botas, que eran negras para que se notase.

   Su ropa era diferente a la de Mangle y Roxy, ya que consistía en una camiseta (sí, también térmica, no sé qué fanatismo tengo con eso) azul y turquesa. Además de unas botas con hebillas en forma del mismo. Traía un moño en su cabello, obviamente con accesorios del susodicho planeta. Una calza turquesa brillante, y dos pulseras en sus muñecas.

   \- Si es él, entonces sí -respondió Vanessa, con una nerviosa sonrisita.

   Mangle sonrió aún más, tomó el expediente del pirata y lo abrazó, saltando de felicidad. Luego se lo regresó a Vanessa y abrazó a todos sus amigos Glamrocks, dejándolos sin respirar. Era claro que estaba muy alegre ante la noticia. Comenzó a saltar y a gritar de forma muy eufórica, pues no lo podía evitar.

   \- ¡Volveré a ver a mi Foxy! -exclamó Mangle, soltando a sus amigos y corriendo de un lado a otro.

   Flower la observaba con cierta curiosidad, pues nunca la había visto tan feliz. Era la primera vez en mucho tiempo que Mangle se emocionaba tanto por algo, y se hacía muy evidente que aquel pirata era alguien especial para ella.

   Se le acercó y la sostuvo para que dejara de saltar por unos minutos, sentía la necesidad de saber el motivo que estaba detrás de la emoción de su mejor amiga, así que, quería preguntarle.

   \- ¿Y quién es él? ¿Tu novio? -cuestionó Flower, con una sonrisa pícara hacia la albina, aún sosteniéndola.

   La nombrada, en lugar de responder, asintió varias veces con la cabeza, súper emocionada. Mientras ellas hablaban del pirata, los demás seguían confundidos.

   Hasta que, llegaron los tres asistentes del Playcare: Sun, saltando de forma infantil como siempre; Moon, agachado y columpiándose en las sogas colgadas al techo de vez en cuando; y Eclipse, caminando de forma normal mientras trataba de ignorar cómo avanzaban sus hermanos mellizos. Los tres ingresaron a la oficina de la guardia.

   Sun traía su traje amarillo con detalles blancos, como si fuese un duende, y además tenía su máscara de sol con una medialuna, que resalta más el sol, pero no puesta, sino que corrida hacia arriba a la izquierda.

   Sus zapatos tenían una curva en la punta y dos pompones blancos. Sus pantalones de rayas en vertical de dos tonos de amarillo.

   Por último, una pulsera en cada muñeca, de cintas rojas y dos cascabeles en cada una, eso ayudaba a que los niños ciegos supieran dónde estaba. Además de sus ojos azules intensos, ¡y que no se nos olvide su casi imborrable sonrisa!

   Moon tenía un traje igual al de Sun, sólo que era azul oscuro y claro en vez de amarillo, también con detalles blancos.

   Llevaba la misma máscara de su hermano rubio, pero resaltando más la luna que el sol. Además, su traje tenía pequeños detalles de medialunas y estrellas, y un gorro para dormir. Al igual que Sun, tenía pulseras de cintas rojas y cascabeles dorados, con la misma función que los del susodicho.

   El de cabello azul-negro siempre tenía una cara seria, que se transformaba en una sonrisa cuando los niños no respetaban su hora de dormir y así leerles un cuento o hacer algo para que concilien el sueño. Sus zapatos también tenían la punta curveada y los pompones de color azul y blanco. Sus ojos rojos lo hacían ver un poco intimidante.

   Y Eclipse, lo mismo que sus dos hermanos, pero con colores azules y amarillos (hincha de Boca el Eclipse 😎🤘), esta vez, tenía una máscara algo diferente, ya que la de él era una luna llena con rayos de sol, de la misma forma que la tenían colocada los otros dos.

   Sus pantalones, en vez de rayas o medialunas y estrellas, tenía soles y lunas llenas, en un patrón diagonal. Los cascabeles y cintas estaban presentes, de los mismos colores.

   Su cabello rojo-naranja estaba esponjado, al igual que el de sus mellizos, siendo el más normal y maduro de los tres. Siempre traía su expresión neutral, excepto con los niños, los niños tienen prioridad para él, para los tres de hecho. Y, además, sus ojos eran amarillos con un leve destello oscuro.

   \- Hello! -exclamó Sun, en inglés de forma muy pintoresca diciendo "hola". Había agarrado a Vanessa y a Monty con un abrazo.

   El de lentes con forma de estrella le dio palmaditas en la espalda al asistente de la guardería, ya estaba acostumbrado a eso y sólo aprendió a tolerarlo. Vanessa, en cambio, se espantó de la repentina aparición del rubio y le dio un puñetazo por puro reflejo.

   Al notar a quién había golpeado, se cubrió la boca con sus manos y fue al lugar del suelo donde quedó tendido Sun. Moon y Eclipse también fueron a socorrer a su hermano, quien había quedado con uno de sus ojos de color morado.

   \- ¡Sun, lo siento! Me asustaste -se disculpó la guardia, segundos después de haberlo golpeado-. ¿Estás bien? -preguntó, agachándose a su lado, y ayudándolo a pararse.

   El susodicho se acomodó el cabello y se levantó con la ayuda de Vanessa. Se puso la máscara donde la tenía, ya que se le había caído. Se sobó la nariz que le sangraba. Le colocaron un algodón y se lo sostuvo.

   \- ¡No hay problema! No es la primera vez que te asusto... Discúlpame -dijo Sun, con una mano en su pecho y la otra sostenía el algodón que tenía en la nariz-. Por cierto, ¿qué está sucediendo aquí? -cuestionó al cabo de un rato, con la respiración un poco agitada.

   \- Nuevos -le respondió el caimán, con simpleza y desagrado en su voz. Puso un gesto de asco al decir eso.

   Los ojos de Sun se iluminaron, al igual que los de Mangle hace un momento, le emocionaba la idea de nuevos amigos y más cuando eran amigos con los que podría convivir más tiempo que con los niños, ya que los niños que iban al Pizzaplex.

   Cuando estaba abierto al público se quedaban por muy poco tiempo, y luego, se iban. Pero, esta vez, la única forma en la que estos nuevos amigos se irían era que los despidieran.

   Sun sonrió sin poder evitarlo, estaba imaginando cómo podrían ser los nuevos, ¡todo tenía que ser perfecto! No quería dar una mala primera impresión. Se quitó el algodón de su nariz, pues ya no le sangraba tanto.

   \- ¡¿Dijiste nuevos?! -preguntó emocionado y, sin esperar a que le respondieran, comenzó a desesperarse y ponerse muy ansioso-. ¿Cuándo llegan? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué dibujos les gustarían? ¿Y si no les gusta la brillantina? ¿Y si les caigo mal? -Sun inundó a todos con sus preguntas, con cada una alternada entre los presentes, mientras se hiperventilaba.

   Todos miraron a Sun un rato, sólo se pudieron reír un poco, ya que el rubio de ojos azul índigo estaba siendo muy dramático. Monty se le acercó y le puso una mano en el hombro, le dio unas palmaditas para intentar calmarlo.

   \- No seas dramático, al que no le caigas bien es porque son envidiosos como cierta persona -dijo Monty, indiferente como siempre, y refiriéndose a GBK.

   Moon y Eclipse se miraron entre sí, sin creer lo que acaba de pasar. ¿Tan fácil sería calmar a Sun? Claro que no, así que, quedaron expectantes de lo sucedería a continuación.

   Sun, mientras tanto, comenzó a pensar en lo que dijo Monty era cierto, él le caía bien a todos, y si no le caiga bien a alguien era porque le tenían envidia, pero aun así estaba preocupado.

   Soltó un suspiro pesado, para tranquilizarse.

   Después de todo, si algo sucedía, su ejército de pequeños soles (los niños) lo irían a defender y sus amigos Glamrocks también lo harían.

   \- Es verdad... -dijo Sun, ya más calmado-. Pero... ¿y si sí les caigo mal? -cuestionó de nuevo, alternando la vista hacia los demás.

   Los presentes miraban al rubio, y supieron qué era lo que había que hacer para calmarlo de una vez por todas... Brillantina. Así que, le dieron una botellita, Sun terminó de calmarse y se fue sonriendo con sus hermanos (se los llevó a rastras) a hacer dibujos para sus nuevos amigos.

[...]

   GBK, el chico rubio, era el vocalista líder, aunque a veces se reducía su propio puesto en la banda y se convertía en vocalista de apoyo cuando cantaba Roxy, como era en este caso.

   Colocó su visera de rapero hacia atrás, de color negro. Se puso el collar que le regaló su madre antes de fallecer. Sus pantalones holgados, su camiseta de mangas cortas favorita y también unas zapatillas normales, alternado entre los colores blanco y naranja, y el brazalete.

   Agarró el micrófono y su guitarra y se dirigió a la sala de ensayos, donde lo esperaban sus amigos para ensayar para el show que darían en la reapertura del Pizzaplex.

   Monty se había cambiado, ahora tenía un pantalón que parecía ser de piel de cocodrilo y un cinturón. También una camisa con hombreras (como todos los demás Glamrocks) y unos guantes sin dedos y zapatos morados, con los mismos brazaletes que el resto.

   Estaba tocando su bajo sentado en el escenario, junto a los demás que esperaban al vocalista para ensayar un poco. Tras un rato entró el susodicho con la guitarra y todos dejaron de hacer lo que hacían para recibirlo, se había tardado. Eso era normal, pero aun así les gustaba hacerle la vida cuadrada al rubio.

   \- Al fin llegas, menso, ¿acaso fuiste a fabricar la guitarra o qué? -preguntó Monty de forma retórica, mirando seriamente al contrario.

   El rubio de ojos naranjas brillantes se rascó la nuca por los nervios que sintió en ese momento, pues lo que el pelirrojo decía lo hizo darse cuenta de que tardó más de lo previsto. Soltó una risa nerviosa antes de responder.

   \- No, eh. Disculpa, Monty, me distraje -explicó GBK, apenado por haber demorado.

   Monty rodó los ojos, en realidad no le importaba si algún día el vocalista de la banda desaparecía, lo que le importaba era el interrogatorio que les harían los niños si eso llegara a pasar. Puso su bajo detrás de su espalda, o sea, por algo tenía ese cinto que lo sujetaba, ¿no?

   \- Tch... Da igual, vamos al escenario -dijo Monty, muy desganado.

   Dicho y hecho, la banda se posicionó en el escenario de ensayos y comenzó la pista. Sonaba como una especie de música electrónica, a manos de una araña DJ gigante, era un animatrónico encargado de eso.

   Sus dientes se veían como teclas de piano, y contaba con unos audífonos de bincha, típicos de los DJs. Él se había encargado de conectar y afinar los instrumentos antes de que fueran usados.

   Volviendo al tema de la canción, su instrumental no tuvo mucho tiempo de brillar por su cuenta, ya que justo después empezó el primer verso, cantado por Roxy.

[...]

   De repente, la práctica fue interrumpida por Vanessa, quien había abierto la puerta de golpe, cosa que sobresaltó a la banda. La guardia se veía agitada, al parecer los había buscado durante un rato largo.

   Cada uno de los integrantes de la banda la observó, cortaron todo y fueron a su encuentro, algo ocurrió y tenían que saberlo.

   ¿Acaso llegaron más cajas de Fazerblasters que Monty tenía que trasladar? ¿O acaso era el anuncio de sus nuevos compañeros? La curiosidad no les permitía pensar con claridad.

   Para su fortuna, la rubia no tardó en decir qué pasaba, pues ella sabía lo ansiosos que se ponían los chicos cuando tardaba más de cinco minutos en decirles algo.

   \- Chicos, me acaban de informar cuando llegarán sus nuevos compañeros -dijo Vanessa, después de recuperar el aliento.

   Monty era el más escéptico, poco le importaba quiénes vinieran, y cuándo, pero aun así fingió interés, ya que sino lo pondrían a remodelar todo el centro comercial él solo.

   Era obvio que quería evitar eso, el lugar era enorme y, si lo hacía él solo, le tomaría una eternidad.

   Por otro lado, los demás sí que estaban intrigados, ya que se lo debían comentar a Sun porque él quería recibirlos. Así que, ellos esperaban con paciencia, hasta que Mangle hizo la pregunta del millón a la guardia de seguridad.

   \- ¿Cuándo? -preguntó la albina, con un brillo de emoción en sus ojos ámbar. Ella realmente estaba ansiosa porque llegara su novio.

   \- En unas horas, ya nos pusimos de acuerdo -confirmó Vanessa, dando un último suspiro para recuperar el aliento-, háganme el favor de dejar las demás atracciones presentables, por favor -pidió, entrelazando sus propios dedos y mirando a los chicos con una cara amable.

   Mangle se emocionó aún más y jaló a cada uno de sus amigos hacia el escenario principal para ir a preparar las atracciones. Vanessa, en cambio, se fue al museo del Pizzaplex para esperar a los nuevos.

[...]

   Tras tres horas y media, las atracciones ya estaban impecables y listas para ser usadas u ocupadas por los nuevos integrantes, quienes estaban próximos a llegar. La guardia los esperaba en el museo y, luego de un rato y por las cámaras, vio que habían llegado. Fue directo a su encuentro.

   Los cuatro nuevos integrantes entraron, eran nada más, ni nada menos, que el antes mencionado Gabriel 'Freddy' Fazbear, el de ojos rojos con el que Montgomery también había chocado, una chica rubia y el pirata novio de Mangle, Foxy.

   Cada uno de ellos tenía un estilo renovado e increíble: Freddy se había teñido el pelo de un color marrón más clarito que el que tenía y traía su sombrero de copa negro. En sus pies tenía unas botas rojas y en sus brazos, el brazalete.

   Su camisa (térmica y con hombreras) era celeste, con detalles rojos y alguna que otra variación. Tenía la cara maquillada de azul y rojo, en forma de lo que parecía ser un corazón. Junto a un logotipo de rayo en su traje de estrella. Aparte, el castaño agarró su micrófono negro que lo acompañaba desde sus inicios, junto a un arito rojo en su oreja izquierda;

   Jeremy 'Bonnie' Fitzgerald, el chico de ojitos color rubí, tenía una cinta azul en su cabeza, como de las que se usan para ejercitarse, sólo que dicha cinta era más fina.

   En su cara tenía dos rayas con forma de rayo en cada lado de la nariz, como si fuesen bigotes de conejo. Sus guantes azules oscuros sin dedos y la tradición de las brazaletes con círculos plateados, salvo que estos eras del mismo color que sus guantes.

   Unas botas igual azules y un conjunto carmesí que se amoldaba perfectamente al cuerpo del conejo, siendo lo único al descubierto su cuello y parte de su pecho, además de los brazos. Las hombreras que él tenía eran un tanto diferentes, puesto que, parecían ser normales, pero se unían detrás del cuello de Bonnie.

   En el centro de su conjunto había una estrella dorada, que al de ojos rojos le gustaba presumir a veces. También tenía un arito, pero el suyo se encontraba en su oreja derecha;

   Susie 'Chica' Hendrix, la rubia, tenía unos brillantes ojos azules. En el ojo derecho, había un círculo rosa, claramente hecho con maquillaje.

   Del mismo modo, en sus mejillas habían maquilladas unas líneas o triángulos rosados. Unos aretes colgando de sus orejas con forma de triángulo verde.

   Su maquillaje era rosa, ese era el color más predominante en su outfit. Su cabello estaba deslizado hacia la derecha. Y su conjunto térmico rosa, rosa oscuro y blanco le lucía espléndido.

   Llevaba unas botas que no eran iguales: una era verde con manchas de jaguar y la otra era morada con rayas negras, similar a las cebras.

   Por último, pero no menos importante, la punta de las botas eran naranjas brillantes al igual que unos guantes sin dedos de color verde y los mismos brazaletes que sus queridísimos amigos;

   Y Fritz 'Foxy' Hutson, es el único pirata de la banda del susodicho castaño. En su cabeza tiene una bincha de tela con el logotipo de Fazbear Entertaiment de color blanco, mientras que la bincha en sí era de color negro.

   El cabello de Foxy es significativamente mucho más largo que el de Monty, ya que el de este último le llega como a los hombros, y el del pirata le llega a la cintura (Rapunzel. xd).

   El pirata era el único que era pelirrojo natural, ya que el lagarto se teñía. Su vestimenta era, por así decirlo, algo más extravagante que la de los demás. Consistía en un chaleco algo pequeño con hombreras, negro y algunos detalles amarillos y/o dorados.

   También unos pantalones que fueron convertidos en shorts a la fuerza, también negro y con estrellas doradas. En su ojo derecho había un parche en forma de estrella de color oro y unas largas botas doradas, que le llegan a las rodillas.

   Y sus ojos ámbar quedaban acorde con su estilo. Además, tenía un garfio en su mano derecha y el mítico brazalete.

   Los cuatro habían hecho una entrada triunfal, como las que hacen los superhéroes después de una explosión, aunque al cabo de un rato el ambiente se arruinó, ya que unas risitas descontroladas rompieron la poca tensión que se había generado, que pertenecían a los cuatro amigos.

   El pirata, gracias a su risa, se echó boca arriba en el piso, para continuar riendo. Vanessa no comprendía qué era tan gracioso para los recién llegados, ya que ella no había dicho absolutamente nada aún.

   Ese hecho le hacía recordar cuando los otros Glamrocks eran más pequeños y se reían cada que se miraban fijamente por varios segundos.

   Al cabo de unos minutos mirando, decidió aproximarse hacia donde estaba el pirata tirado y lo ayudó a levantarse tomándole la mano izquierda con una sonrisa.

   El contrario aceptó la ayuda y se levantó tomando la mano de la rubia de ojos verdes, y después la soltó, le agradeció con una pequeña reverencia, ya más calmado de su ataque de risa momentáneo.

   El resto de la banda se había recompuesto y le dieron unas palmaditas en la espalda a Foxy.

   \- Bienvenidos al Mega Pizzaplex, es un honor tenerlos aquí -dijo Vanessa, inclinándose hacia adelante en señal de respeto, con una cálida sonrisa.

   Los chicos le regresaron la reverencia y también le sonreían, parecían ser más unidos y calmados que los que estaban desde antes en el centro comercial, eso a la chica le daba esperanzas de que, quizás, ellos pudieran influir en los otros Glamrocks para que se llevaran mejor entre ellos.

   Pero, ¿eso será posible? El castaño se acercó un poco a la rubia y contestó al saludo cordialmente.

   \- Muchas gracias, señorita -agradeció Freddy, el líder, extendiéndole la mano.

   Vanessa y Freddy estrecharon la mano, para que acto seguido la susodicha los condujera con los demás y así presentarlos como es debido.

   Lo único que deseaba ella es que se llevaran bien, sobre todo con Monty, ya que él era un tanto más complicado con su actitud.

   A pesar de ser difícil, Vanessa tenía la esperanza de que las personalidades de los nuevos compatriotas con la del pelirrojo enojón no se interpusieran, ya que sólo sería un problema mayor para Fazbear Entertaiment.

   Era obvio que todos buscarían evitar las deudas lo más que pudieran, y si Monty se llegaba a enojar, significaría una pérdida de presupuesto enorme para el Pizzaplex, y esa claramente no era la idea.

[...]

   Montgomery miraba a sus nuevos compañeros con desprecio y frialdad, no tenía mucho entusiasmo de socializar, sólo los observaba de pie y brazos cruzados, como si ni siquiera se esforzara por ocultar su notable disgusto.

   En quien más se fijaba era en aquel chico de ojos rojos con el que había chocado, Bonnie. Ni siquiera él sabía por qué le tenía tanto desprecio a aquel individuo, sólo lo había visto dos veces, pero ya sentía que no se llevarían para nada bien.

   El susodicho no lograba comprender por qué uno de los que deberían ser sus nuevos amigos lo miraba con tanto odio y desprecio, pues que él sepa, no le había ocasionado ningún mal a Monty para que ni siquiera se molestara en saludarlo.

   Pero el de cabello negro y ojos rojos no se daría por vencido tan fácil, así que, se aproximó a paso algo apresurado hacia el pelirrojo para saludarlo.

   \- ¡Hola! ¿Qué tal? Soy Jeremy, pero todos me llaman Bonnie. ¿Usted cómo se llama? -saludó, con una amplia y alegre sonrisa, extendiéndole su mano al pelirrojo.

   El contrario estuvo unos minutos sin responderle, hasta que miró al chico de nombre Jeremy con cierto desconcierto, alzando una ceja. No entendía por qué aquella persona había irrumpido en su momento más depresivo y ocioso.

   \- Montgomery Gator -respondió el pelirrojo, con una notable molestia.

   Bonnie sonrió, se había puesto algo nervioso ante la respuesta, comenzaba a generarle temor. Intentó no demostrarlo y suspiró para estar más tranquilo.

   Una idea cruzó por su cabeza, que tal vez explicaría el enojo del contrario: el choque de recién. Se notaba que ambos se acordaban de ese desafortunado encuentro y Bonnie comenzó a sospechar de que se molestó por eso.

   Estaba listo para ofrecer una disculpa más decente que la de antes. A pesar del nerviosismo que sentía, sabía que lo mejor era disculparse, y en caso de que no fuera por ello la molestia del pelirrojo, era mejor prevenir que lamentar.

   \- Lo siento... De verdad, no fue mi intención chocar con usted si eso es lo que lo hizo enfadar tanto -se disculpó, al cabo de meditarlo por unos segundos.

   Monty puso una cara que evidenciaba lo confundido que estaba en ese momento, parecía que el de ojos rojos no había captado la indirecta tan directa que había lanzado con la mirada, cada vez se irritaba más, estando al borde de mandarlo a volar, pero si lo hacía lo tacharían de racista, xenófobo, homofóbico, etc.

   \- ¿Qué? Agh, no estoy molesto, sólo quiero estar solo -afirmó el pelirrojo entre dientes, mirando una pared, evitando el contacto visual con el contrario.

   Esa explicación fue suficiente para Jeremy, ya que ya no supo cómo reaccionar. Permaneció en silencio durante un par de segundos, segundos en los que el silencio incómodo se hacía cada vez más presente.

   Monty seguía firme en su posición indiferente, sin tener ganas de seguir conversando con ese chico pesado, sólo estaba ahí, en silencio. Así estuvieron por otro largo rato, hasta que Bonnie cedió y decidió dejarlo en paz, por ahora. Pero no se iba a rendir con tanta facilidad, ese no era su estilo.

   Monty sólo miró en la dirección por donde el de ojos rojos se había marchado, con su expresión que aún era indiferente.

   Suspiró pesadamente cuando ya estuvo solo, y se encaminó hacia su campo de golf.

   Aprovechó el hecho de que nadie quería entrar ahí para al fin estar tranquilo. Su única distracción era jugar golf, aunque no tuviera con quién jugar, estas semanas serían el doble de exigentes para todos los Glamrocks.

   Así que, por parte del pelirrojo, se venían mucha destrucción gracias a sus futuros arranques de ira y nadie lo podía detener porque era el más fuerte, o al menos, no por ahora.

































Continuará...

¡Hellouder, Wolves! ¿Cómo están? Espero que bien, el día de hoy, y después de mucho tiempo, les traje el capítulo 1 de esta historia, en serio espero que esto tenga muchísimo apoyo, porque no me tardé más de un mes en escribirlo para que ni lo voten. >:^

Ah, re violenta la mina, fuera de joda espero que este capítulo haya sido de tu agrado, y si lo fue te invito a votar, compartir, comentar, seguirme si quieres ver más fanfics de este estilo y esperar la siguiente actualización que también tardará.

Antes de irme quiero mandarle un saludo a glamrockbonifazio, que ha esperado este capítulo desde hace mucho tiempo, así que, espero que te haya gustado, amiguis. Bueno, ahora sí, sin más que decir, ¡adiós!

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