Es temprano, al menos eso siento yo. Creo que tal vez no me he acostumbrado a este tipo de horario, puesto que solía trabajar de noche.

Es una mañana preciosa, llena de paz y tranquilidad en un pueblo con pocas personas, ahora bien, no siempre ha sido de esta manera. Un lugar como este no suele tener muchos problemas, tiene vecinos agradables y personas conservadoras. Esta villa sí los ha tenido, han estado ocultos a los ojos de los demás. 

Cada amanecer, a la misma hora suena la alarma que marca el comienzo de mi día. Ese molesto ruido se asimila a un grito en mis oídos. Un silencio perfecto inunda la habitación por toda la noche, hasta que ese ruido molesto comienza a sonar para no detenerse. No importa si mis deseos son de no levantarme, siempre está allí, en mi cabeza. Finalmente he decidido hacerlo y apagarla. Un anhelo de volver a la cama me ha llenado la cabeza, aunque lo quiera con todas mis fuerzas, sé que no puedo. Tengo una hora para salir de mi casa hacia el trabajo. Tomo mi toalla blanca y me dirijo al baño, salgo luego de quince minutos. Seco mi cabello y me visto.

Treinta y siete años son mucho tiempo para mí, ya no me veo como cuando tenía veintitrés y cada vez que me miro al espejo, noto que las canas sobresalen de mi cabello café. Mis ojos tienen dos grandes ojeras debajo. Años y años notando esos detalles que me hacen sentir que nunca conseguiré una esposa. Mi madre siempre me lo decía, ella quería nietos que no puedo darle. Treinta y siete años, aún no he encontrado a la mujer perfecta. Tuve una vida amorosa hace mucho tiempo, ya no.

Salgo de mis pensamientos para notar que han pasado 10 minutos. Así que me siento a desayunar solo. La verdad hace años que no lo hago con nadie, no me molesta, me agrada la soledad. Trabajo en la policía hace unos siete años, mas no es realmente mi pasión. Las investigaciones son lo mío, medio tiempo hago investigaciones privadas gratuitas, casos de desapariciones y de asesinatos. Ocupo mi tiempo. Mi sueño es trabajar como investigador profesional formalmente, aún tengo mucho que esperar.

Tengo un pequeño cubículo para mis funciones durante el día, nunca tengo mucho trabajo. Algunas veces me llaman para que revise un área, aunque en general soy un policía de oficina. Reviso papeles, imprimo escritos y traigo café en las tardes. Los miércoles tengo unos ratos libres durante la jornada laboral, a las 3:00pm siempre hay una reunión a la cual no puedo asistir. 

En esos ratos suelo leer novelas de misterio, me gusta la intriga. He leído siete libros en total este mes. Tengo una ligera adicción a las novelas de misterio, forman parte de mí. Esas páginas cuentan historias que encienden mi obsesión, asimismo mi instinto me ayuda. Considero que todas las personas deberían leer libros, de lo que sea, sin embargo, que lo hagan, porque ayuda a muchas cosas. Un libro me cae en la cabeza, siento que alguien me lo arrojó. Volteo y miro a Anne, ella tiene una cara maliciosa y una sonrisa enorme.

— ¿Crees que eso es gracioso? —pregunto mientras me río.

—La verdad es que sí lo creo, debiste ver tu cara —dice mientras sus ojos adquieren un brillo.

Anne ha sido mi compañera desde hace cuatro años. Nos hemos besado un par de veces, no obstante, nada fuera de eso. No siento nada por ella, no puedo, esas dos veces fueron un completo error. Le encanta molestarme, así que lo hace todo el tiempo, en cambio a mí me gusta molestarla de la misma manera. Es solo un juego, luego se enoja mucho conmigo puesto que a veces hago bromas muy pesadas.

— ¿No tienes trabajo que hacer? —pregunto y me levanto de mi silla.

—Sí tengo. Lo que pasa es que molestarte siempre es una buena opción.

Siento la mirada del jefe sobre nosotros a través de la oficina, sé que la desaprobación está allí.  No pretendo besarla, solo me gusta estar cerca de ella. Es atenta y muy hermosa, sin embargo, no creo que sea mi mujer perfecta. No sé el porqué, solamente no me imagino estando con ella. 

Retrocedo un par de pasos, ella me sujeta el brazo.

—Ven conmigo después del trabajo, hay algo que te encantará ver. —Su sonrisa se amplia cada vez más.

—No puedo Anne, yo no...

—Solo ven. Te veo en el Straight a las 6:00pm —Me suelta y vuelve a su lugar.

Soy cinco años mayor que ella, para mí eso no es preferible. Su propuesta me suena un poco extraña, no sé qué querrá enseñarme. La última vez que salimos juntos, Anne tuvo un accidente de tránsito y estuvo en el hospital dos meses. Un muy mal augurio. 

Llego al restaurante y me siento en una mesa para cuatro personas, tengo esa extraña costumbre de sentarme con tres asientos demás. No miré antes de sentarme, por tanto ahora me doy cuenta de que existe un bolso en una de las sillas del frente. Pretendía levantarme del asiento en este momento, no obstante, una chica llegó con una bandeja en sus manos.

—Puedes quedarte, de todos modos, solo necesito uno de ellos.

—A decir verdad, yo también ocupo solo un asiento. Lo siento por no haber mirado —Digo mientras me he vuelto a sentar.

Ella parece una mujer agradable, es un poco pequeña. Tiene unos grandes ojos color miel y un largo cabello negro.

— ¿Cuál es tu nombre? —pregunta, mientras come una de sus papas. Al parecer compró el combo dos.

—Soy Daniel Andrews, un gusto. Si te molesta mi compañía, puedes decírmelo y no dudaré en irme.

—No te preocupes. Yo soy Lea McTombs —ha acercado un poco sus papas fritas hacia mí, como en señal de ofrecimiento.

— ¿Naciste aquí Lea?, ¿eres originaria de Blue Pines?

—No, nací en Washington. ¿Tú sí lo eres? —ha tomado un largo sorbo de su refresco que parecía ser jugo de mora.

— ¡No, no! Yo nací en Ottawa —comí un par de papas con salsa—. ¿Hace cuánto vives aquí?

Como le dije a Lea, nací en Ottawa, a pesar de eso, crecí en Brooklyn y luego vine acá, a Blue Pines. Estuve viviendo un tiempo en Black Roses, es un pueblo lindo, aterrador y siniestro.

—Apróximadamente unos cinco años, tenía 25 en ese entonces. Bueno, la verdad viví aquí la mayor parte de mi adolescencia, luego me fui de nuevo a Washington y acabé aquí de nuevo. Comencé a trabajar para Rupert Su y luego para James Harrison, es mi jefe actualmente —se ha levantado por unas servilletas.

—Espera, ¿tienes 30 años? —he preguntado sin ningún descuido.

—Sí —ha afirmado.

—Juraría que tienes 24 o 26.

— ¿Cuántos tienes tú? —ha dicho sonando tímida.

—Cumpliré 38 el 5 de agosto.

Me sentí más viejo de lo que me sentía siempre, tenía a una linda mujer sentada enfrente de mí y yo le estaba contando que tenía 8 años más que ella. 

—No te ves viejo.

—Gracias, pero ya me tengo que ir. Tengo que volver al trabajo. Fue un gusto conocerte Lea, espero volver a verte.

Camino hacia mi trabajo muy rápido. Llego y me siento en mi cubículo. Estuve apunto de haber llegado tarde. La charla con Lea fue entretenida. No fue mucho, pero es más de lo que he hablado con un desconocido hace mucho. Anne me mira y camina hacia mí.

— ¿Qué te sucedió? Tú siempre llegas antes que todos y hoy, estuviste apunto de llegar retrasado —ha dicho en tono preocupante y ha colocado su mano en mis mejillas que al parecer tomaron un color rojizo, por la prisa de llegar, claro.

¿Debo decirle o no? Puede ser que se lo tome a mal, aunque no he de mentirle, es mi mejor amiga. Sus reacciones ante las mujeres nuevas en mi vida, siempre son negativas.

—Nada, solo es que estuve distraído por un rato —he dicho—, no ocurrirá de nuevo. No te preocupes Annie.

—Está bien, recuerda que hoy nos veremos a la salida —una extraña sonrisa de emoción se formó en su rostro, a la cual no supe cómo responder.

— ¿Qué haremos en Straight a las 6:00pm?

—Pues, lo que hacen dos personas en un bar —ha dicho—. No intentaré nada fuera de lo común, no te preocupes. Ya te superé Daniel. Solo quiero presentarte un par de amigos y que la pasemos bien, no te alarmes —ha dicho, se ha dirigido a su escritorio y tomado un café.

Tal vez tenga razón y sea una buena idea. Y quizá pueda encontrarme a Lea. Ella me agrada, hay algo en su persona que me resulta misterioso.

Notas

1- Luego arreglaré lo de los guiones cortos. ✔️

2-Cada capítulo contiene un narrador, si el personaje muere, no habrá más capítulos narrados por él/ella.

3-Presten mucha atención a los detalles.

4-El diseño de los banners, corresponde a que las muertes suceden cuando las luces se apagan y por eso el diseño de los banners es una noche con estrellas.

5-Voten y comenten su personaje favorito o el que más odian.

6-Yo llamo a esta parte de la historia: Introducción a los personajes. 

7-Esta historia se basa en un pueblo retrógrado, para que no se alarmen si ven cosas fuera de época.