Escucho a alguien tocar  y me dirijo a la puerta. Es Amelie. Me hago a un lado para que pueda pasar. Tiene cara de felicidad. 

 —Siéntate —digo a Amelie. Lleva puesto un vestido celeste ajustado en la cintura. ¡Vaya que tiene una! Se aleja y se sienta en el sofá.

— ¿Cómo te sientes con lo de Harrison?  —me pregunta. Mi cabeza no procesa una buena respuesta y mi boca se confunde.

Han pasado unas pocas desde su muerte, el alcohol ni siquiera ha salido de mi sistema. Sigo aquí pensando en cómo debo sentirme al respecto. El alcalde ha muerto. Harrison ha muerto. ¿Qué debo decir o pensar? Era un buen hombre, solo que había hecho cosas que no debió. La muerte me pone raro. Me hace reflexionar o tal vez sea el alcohol. 

—Pues, no lo sé. No tengo idea de si debo recordarlo como un mal hombre o uno bueno. 

—Creo que lo recuerdas como uno bueno, porque quieres encontrar a su asesino  —afirma Amelie. Se levanta y con la libertad—que yo no le he otorgado—y toma un vaso de café.

—Bueno, eso es por justicia. Sin embargo, no te dije que vinieras para eso,  sino para que me ayudes con el caso. No tenemos mucho, solo que yo vi una silueta corriendo. Tenemos que ir a la escena del crimen, de seguro que ahí hay algo, ya deben haber policías, basta con que me ponga mi traje y vaya a la oficina para que nos dejen entrar. 

En lo que me cambio en el cuarto, escucho a Amelie desde la cocina. Apuesto que está sentada en uno de los bancos alrededor de la isla. Mi cocina es monocromática, solo hay cosas blanco y negro. Le añade un toque de elegancia. 

— ¿Quién crees que lo mató?  —suena intrigada. Y también suena a que está girando en los bancos.

—No lo sé, pudo ser cualquiera. Excepto yo, obviamente. 

— ¿Sabes si alguien quería matar a Harrison? 

— ¿Aparte de ti? Pues no, pero él sí quería matarme. Pensándolo bien. Eres sospechosa —respondo, mientras salgo de la habitación. Me colocó frente a Amelie. 

—Mira. Si lo hubiera querido matar, estaría muerto hace mucho —contesta un poco nerviosa—ponte a pensar en el pueblo entero.

Sin decir nada más. Partimos a la estación de policía. Al entrar a la estación veo a Anne. Así que me acerco a ella.

—Hola, Daniel. ¿Irás con nosotros a celebrar el cumpleaños de Pollock? —pregunta con una mano en su cintura. Su cabello se ve igual que siempre, sus ojos tienen el mismo brillo, ¡Ay Anne!

—No puedo, tengo un caso. Anoche mataron a James Harrison, el alcalde —contesto.

— ¿En serio? No lo sabía ¿cómo lo sabes tú?

—Pues, estuve allí.  Supongo que Richard y Liam están en la escena del crimen, iré a echar un vistazo —digo a Anne, voy caminando hacia la salida y me detiene.

— ¿Con ella? —lanza una mirada a Amelie. Esa mirada la reconozco. Son celos. 

—Sí ¿Hay algún problema? —pregunto con intriga. 

— ¡Qué rápido cambiaste a Lea! —exclama con voz baja.

Sus ojos me miran como si la estuviera traicionando. Es increíble esto de Anne. ¿Cuándo entenderá que no siento nada por ella? 

—Mira, yo no he cambiado a nadie. No te equivoques. Aun así, te pido que por favor no te entrometas en mi vida privada —asevero un poco furioso. Realmente siento las casillas salir de mi cabeza. 

— ¿Qué te pasa Daniel? —me empuja y se aleja.

Salgo de la oficina y entro al auto. Conduzco durante 15 minutos y llego a lo que es la escena del crimen. Amelie baja de auto y miramos como esos policías examinan la zona. Hay detectives y personal por doquier, investigando la escena fresca. Traspaso las cintas amarillas y hablo con Liam. Amelie no parece llevarse muy bien con él. Le lanza miradas de odio y desdén. 

  — ¿Qué sucede con la escena, Liam? —consulto para determinar si hay algo que los forenses vieron y yo no.

—Notamos que hay algo escrito con sangre de la víctima. En la pared estaba escrito: 1996. También encontramos en el sótano una cámara de tortura y como si fuera de secuestro. Lo extraño, es que el ADN de la escena es de Mary Louise.

— ¿La esposa de James? —cuestiona Amelie—eso es imposible. Mary murió hace unos años. James no la quería, pero dudo que la torturara e hiciera todo eso.

—Es Blue Pines. En este pueblo cada persona tiene muchos secretos. No se puede confiar en nadie —comento. 

Esto es algo verídico. Cada persona aquí tiene sus secretos oscuros. De esta forma tengo muchos sospechosos. Cada personaje de este pueblo es un sospechoso y quiero que Amelie me ayude. No he pensado quién puede ser. En este momento mi cabeza está en shock. 

—Miren. Si Mary está viva, hay que encontrarla  —dice Liam.

Liam es un buen muy buen policía, pero no tanto. Es obstinado y machista. 

  —Tú no lo hagas, no es tu trabajo —ordena Amelie a Liam de muy mala manera. 

Salimos de allí y dejo a Amelie en su casa.