Estoy caminando a lo largo de la calle 14. Voy rumbo a mi trabajo. Soy doctor en la morgue de la ciudad. Mi turno es de 2:00pm a 12.30am. Lunes, Miércoles y Viernes. Es una linda profesión, aunque no la parezca. Me encanta realmente la medicina. A mi madre solía gustarle también. Claro que por ella fue que estudié para ser lo que soy ahora. Honrar su muerte fue lo más importante para mí. Sueño con algún día ser cirujano. En mi tiempo libre estudió para serlo. No es nada fácil. Pero nada es fácil en esta vida, de eso se trata. Para llegar a la cima, se usan las escaleras, no el ascensor. 

Bajo las escaleras y llego al laboratorio, así me gusta llamarlo. Aunque es la sala de embalsamado. Liam debería traerme el cadáver de un hombre que vivía a las afueras de la ciudad. Creo que estaré solo un rato. Camino a la cocina y me encuentro una foto de Vicky en el suelo. ¡Ay Vicky! Como extraño tus hermosos ojos y besar esa boca tuya. Al mirar esta foto me trae nostalgia. No sé cómo terminamos. Estoy tan enamorado de tu sonrisa, de cada parte de tu perfecto ser. Tenías que enamorarte de mí ¡no de él!, tenías que casarte conmigo ¡no con él!, te esperé por años. Esperaba que un día tocaras mi puerta, llorando y diciendo que te cansaste de él, que me amas. Soñé contigo vestida de novia, caminando hacia el altar. Imaginé cómo sería verte cada mañana y sentirme el hombre más afortunado. ¡Diablos! Llevo tanto tiempo amándote. Eddie te tuvo, me rechazaste por él. Sin embargo, luego me buscaste para acostarte conmigo, solo me quieres o querías por placer. Lo que aún no creo es que te hayas enamorado de Howard. Te enamoraste del hombre más mujeriego de la ciudad. 

A lo lejos se escuchan unos pasos y voy a ver. Dejo la foto en la mesa. Cuando voy a ver quién es, me doy cuenta de que tu rostro sigue en mi cabeza. A través de tu imagen observo a Howard. ¿Qué hace aquí?

—Hola Miller —dice Howard con su voz grave, esa corbata color negro y ese intachable aspecto. 

— ¿Qué quieres Howard? —respondo un poco insolente. La verdad no me importan mis modales con él.

—Quería pedirte algo. Escucha bien, solo lo diré una vez. La segunda vez que lo diga, tendrás un tiro en la cabeza. Aléjate de Amelie. Puede que ya no sea mi esposa, aun así me preocupo por ella. 

—No es tu esposa, no obstante te sigues acostando con ella.  

— ¡Ay por favor! Como si tú no hubieras hecho algo similar. ¿Quieres que hablemos de infidelidades?  Bueno, creo que Vicky tendrá mucho que decir. ¿Ya no te quiere cierto? Apuesto a que no sabes que es por que está enamorada de mí —comenta Howard y yo no puedo evitar bajar mi cabeza. 

  — ¡Vete! ¡Si no te vas ahora serás tú el siguiente en esta camilla! Créeme que yo mismo te sacaré el corazón y lo empujaré por la garganta de tu amada Aremis, te desprenderé esos pulmones y los dejaré a la mesa de Amelie. Por último, tu cabeza amanecerá en la puerta de tu madre. ¿Eso quieres?

  —Cuídate Miller —se despide Howard. Sosteniendo su corbata.

Tengo tanta furia. Golpeo la mesa con mi puño. Howard siempre tiene todas las mujeres que desea. Es como un hechizo. ¡Se robó a mi Vicky! Tiene a cada mujer. ¿Por qué a ella también? Ojalá te maten Howard y de la peor manera. 

Hola, si se preguntan por qué estos capítulos son tan cortos. Esto se debe a que es el final de la primera parte y que son capítulos de personajes secundarios que tornarán la historia mucho más interesante. Excepto el capítulo de Daniel Andrews, el cual fue como un paréntesis para dar información importante.