Lo único que Louis podía hacer esos días era tratar de olvidar lo que había pasado en casa trabajando incansablemente. Eso es lo que estaba haciendo ahora también. Sentado frente a su computadora portátil en su oficina, escribió toda la información que necesitaba para la reunión con la empresa alemana sobre los nuevos camiones de transporte que iban a contratar. Los planes y los números eran todas las cosas que ocupaban su mente y Louis no podía estar más feliz.

Habían pasado solo 4 días desde el beso, y Harry había sido el mismo de siempre, no afectado en lo más mínimo por él.

Louis terminó de escribir cuando llegó al final de la última página, luego lo revisó y corrigió en busca de errores en los números. Los alemanes eran conocidos por su puntualidad y carácter estricto; la ausencia de errores era imprescindible.

Después de estar contento con su trabajo, el chico de ojos azules suspiró aliviado, cerró la página después de guardar los cambios y se frotó los ojos. Lo único que quedaba por hacer era esperar que el exceso de trabajo de los últimos días tuviera sus frutos.

El zumbido de su teléfono fue lo que desvió la atención de Louis, y comprobó quién era.

Número desconocido: hola :)

Louis frunció el ceño, luego miró alrededor de la habitación como si fuera a encontrar la respuesta a quién era. Tal vez, alguien había enviado ese mensaje confundiendo el número de Louis con otro, así que Louis decidió que lo mejor que podía hacer era ignorarlo y continuar con su día.

El chico de ojos azules se levantó de su escritorio y se dirigió a la máquina de café, colocada en una mesa de café colocada cerca de la ventana. Después de llenar su taza, sopló el líquido caliente y luego tomó un pequeño sorbo. Tan pronto como el café pasó por su garganta, tarareó de satisfacción. Louis miró el reloj y vio que le quedaba media hora para irse a casa, por lo que decidió disfrutar de su tiempo libre mirando la vista de la ventana-pared.

El teléfono volvió a sonar y Louis le dio la espalda a la ventana y volvió a comprobar quién era.

Número desconocido: Soy Chuck. Perdón por no presentarme a ese primer texto. Espero que no te importe que tenga tu número :P.

Louis sonrió ante el mensaje de texto, colocó la taza en su mano izquierda sobre su escritorio y luego decidió guardar el número de Chuck. También escribió una respuesta.

Louis: Oye, perdón por no responder, pero como dijiste, no sabía quién eras. ¿Dónde conseguiste mi número? Si no te importa que pregunte.

Louis volvió a tomar la taza y el teléfono y volvió a girarse hacia la ventana para disfrutar de la vista. No pasó más de un minuto cuando llegó un mensaje de texto nuevamente.

Chuck: Niall me lo dio. Espero que no te enfades con él.

Louis puso los ojos en blanco con cariño. Por supuesto, Niall le daría su número a Chuck. Zayn también debe haberlo hecho.

Louis: No, no te preocupes, es bueno :).

Chuck: Me preguntaba si te gustaría salir esta noche a ver la nueva película de John Wick. Escuché que tiene críticas fantásticas.

Louis se tensó ante el texto. No le gustaba a dónde iba esto. Trató de formular el texto más cortés y divertido para declinarlo, para no darle mucha importancia.

Louis: ¿Sabes que no puedo tener citas, verdad? Estoy un poco casado :P.

Chuck: Lo sé, lo sé, tengo buenas intenciones ;). Entonces, ¿qué pasa con esa película? Solo como amigos.

Louis frunció los labios pensando. Chuck dijo que era solo de una manera amistosa, y Louis, en la situación en la que se encontraba, necesitaba salir y conocer gente nueva, solo para refrescar su vida.

Louis: claro entonces Podríamos invitar a Ni también.

Chuck: Niall tiene una cita esta noche. Solo somos tú y yo. ¿Entonces?

Louis: ¿has mirado cuando empieza la película?

Chuck: hay dos opciones. 7:45 y 9:00. ¿Cuándo quieres ir?

Louis: 7:45 es genial. Te veo ahí :].

Chuck: genial! Adiós :).

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Louis se subió a un taxi, tan pronto como salió de la casa. Se sintió bien de haber llegado a tiempo ya que no quería dejar a Chuck esperándolo. No sería justo para él ya que él también fue quien invitó a Louis. La campera de jean que vestía lo ayudó a combatir el frío de la tarde.

Se bajó del taxi y le entregó al conductor 20£, dejando el cambio. Se metió las manos en los bolsillos y caminó frente al cine. Tan pronto como se acercó a la puerta principal, vio que Chuck ya le sonreía.

El chico mayor parecía haber tenido el mismo pensamiento vistiendo una chaqueta de mezclilla, una camisa blanca debajo con jeans negros y tenis blancos. Chuck se veía bien.

Cuando Louis fue a darle la mano, Chuck negó con la cabeza en tono de broma y le dio un medio abrazo con el brazo derecho.

"Buenas noches. ¿Cómo estuvo tu día?" El dueño del bar le preguntó saliendo del abrazo.

"Bien, gracias. Estoy un poco cansado porque tenemos una reunión importante después de mañana, así que estoy haciendo todo lo posible para dejar una buena impresión". Louis sonrió presionando sus labios.

"¿Reunion importante?" Chuck preguntó levantando una ceja y haciendo un gesto con la mano para que entrara.

"Mucho. Espero que todo vaya bien." El chico de ojos azules suspiró caminando frente a Chuck.

El muchacho más alto le dio una palmadita en el hombro. "Estoy seguro de que lo hará. Despeja tu mente. Ayuda, cuanto más pienses en la reunión, más te estresarás al respecto".

"Voy a intentarlo", respondió Louis y comenzó a caminar hacia la fila de personas por los boletos cuando la mano de Chuck en su hombro lo detuvo.

"Ya los tengo", le sonrió el dueño del pub, sacando los boletos de su bolsillo y mostrándoselos a Louis. "Vamos por algo de comer."

Louis sonrió. "Ya que pagaste las entradas, voy a comprar la comida". El chico más joven le guiñó un ojo y comenzó a caminar de nuevo.

"Pero te invité, déjame conseguirlo", dijo Chuck, pero Louis sacudió la cabeza con desaprobación. "Olvidas que esta no es una cita Chucky. Además, dos palomitas de maíz y dos coca-colas no dañarán mucho mi billetera".

El dueño del pub se rió entre dientes. "Oh, ¿tan arrogante?"

Louis se volvió hacia él sonriendo y luego acercó su dedo índice con el pulgar, "Un poco".

Después de conseguir su comida, Chuck y Louis fueron a la sala de espera, esperando la hora en que comenzaría la película.

"Uf, espero que no haya muchos comerciales. A ellos les suele gustar comenzar la película media hora tarde". Louis frunció los labios cuando empezaron a entrar en su salón designado.

Chuck tarareó en señal de aprobación. "Sin embargo, el cine está repleto. No pensé que habría tanta gente". Dijo el muchacho de ojos marrones mirando alrededor del salón para sus asientos. Louis asintió y luego Chuck señaló los asientos después de encontrarlos. Por suerte no estaban en las primeras filas.

La pareja conversó y comió la mitad de sus palomitas de maíz hasta que comenzó la película. Louis no había visto el primero, pero Chuck le había estado explicando pacientemente la trama general.

Bromearon sobre las escenas con disparos, sobre cómo en las películas las balas nunca parecían terminar y la forma en que peleaban sin sentirse cansados.

"Me siento como si hubiera corrido un camino de 4 millas después de dos golpes. Cómo se las arreglan para seguir y seguir, está más allá de mí". Louis dijo y Chuck se rió.

"Cierto. ¿Alguna vez has estado en una pelea?" El dueño del pub susurró sin mover los ojos de la película.

"No", Louis negó con la cabeza, "pero cuando era un adolescente, mi padre insistió en que fuera a kickboxing, después de dos sesiones le dije que no era para mí. Todo ese sudor y lucha no es mi tipo de deporte". ."

"¿Cuál es tu tipo de deporte entonces?" Chuck arqueó una ceja anticipando la respuesta de Louis.

Louis puso su dedo índice debajo de su barbilla pensando, luego dijo: "Respirando. Puedo producir dióxido de carbono muy bien".

Chuck rió más fuerte esta vez, ganándose una mirada severa del anciano sentado frente a él y Louis lo hizo callar, tratando de reírse en silencio.

Después de eso, vieron la película en silencio. Louis lo disfrutó mucho y entendió por qué recibió tantas buenas críticas.

Al salir del cine, decidieron comer un perrito caliente a pesar de que Louis insistió en que estaba lleno por las palomitas de maíz y la soda. Chuck pensó que sería un gran final para su salida, por lo que Louis no quería ser un aguafiestas.

"Ha pasado mucho tiempo desde que disfruté comiendo comida rápida mientras paseaba por el parque", dijo Louis dándole un pequeño mordisco a su perrito caliente, solo para hacer creer a Chuck que estaba comiendo.

"¿Por qué? ¿Tú y Harry no salen mucho?" Preguntó el dueño del bar.

Louis se tensó. Había disfrutado toda la noche y una vez más Harry estaba ahí para estropearlo, aunque no físicamente. "Quiero decir, ambos somos personas ocupadas con nuestra empresa, pero sí, salimos cuando podemos, aunque en restaurantes más elegantes", dijo Louis, recordando la única cita que tuvo en su matrimonio, Zayn y Liam también estaban allí.

Chuck frunció los labios. "Es un hombre afortunado, debería sacarte más a menudo".

El chico de ojos azules entrecerró los ojos y trató de bromear: "¿Por qué debería ser Harry el que me saque? ¿Por qué no debería ser al revés?"

El hombre de ojos marrones levantó las manos en su defensa, riendo, "Por favor, no me asesines por lo que voy a decir, porque no conozco su relación en absoluto, pero Harry es el dominante".

Louis frunció el ceño, tratando de averiguar cómo lo había averiguado Chuck, con solo presenciar su matrimonio una vez y por solo dos minutos. "¿Qué te hace pensar que?" Louis preguntó genuinamente.

"Quiero decir, él es muy protector contigo. Pensé que me iba a cortar la garganta cuando se presentó como tu esposo". El dueño del pub se rió entre dientes.

Louis luchó contra la necesidad de poner los ojos en blanco y resoplar ante el comentario de Chuck. "Podría decirse." El chico de ojos azules decidió decir.

"¿Cómo se conocieron?" Chuck preguntó y arrojó la servilleta a un contenedor después de terminar su perrito caliente.

"¿Harry y yo?" 

El dueño del pub tarareó de acuerdo, y tan pronto como dio dos pasos frente a Louis, el niño más pequeño lo usó como una oportunidad para arrojar su perrito caliente a medio comer también.

"Nuestros padres organizaron una reunión para nosotros. Eran los mejores amigos desde niños. Por supuesto, no nos presionaron para que nos casáramos, pero me enamoré de él, así que lo hicimos". Louis puso sus manos en los bolsillos de sus jeans, mirando el pavimento.

"¿Qué hay de él?" Chuck preguntó levantando una ceja.

"¿Qué pasa con él qué?" El niño más pequeño preguntó confundido.

Chuck dejó de caminar y se dio la vuelta para mirar a Louis, haciendo que el chico de ojos azules también se detuviera. "Tú dijiste 'Me enamoré de él', no nosotros".

Louis se tensó y evitó mirar al muchacho de ojos marrones, dándose la vuelta y mirando al lago en su lugar. "Oh, él también. En realidad, él era el que quería casarse lo antes posible". Louis suspiró, omitiendo la parte 'por su propio interés, no por amarme'.

¿Cuánto tiempo lograron conocerse antes de casarse?"

"Durante unos tres meses", dijo Louis con indiferencia la verdad.

"¡¿Tres meses?! ¿Estás bromeando?" Chuck lo miró desconcertado. El chico más pequeño asintió.

"No te lo tomes a mal, pero enamorarte de alguien en tres meses es demasiado rápido. Mi ex y yo nos lo dijimos después de un año de estar juntos. Aunque puedo ver por qué te quería para si mismo y se apresuró a buscarte". Chuck dijo agarrando un puñado de guijarros y tirándolos uno por uno sin cuidado al lago.

El ojiazul se sonrojó ante la última frase de Chuck y se miró los pies. "Es lo que funcionó para nosotros". Louis se encogió de hombros, siguiendo los movimientos del chico de ojos marrones.

"¿Cambió después de que ustedes dos se casaron?" Chuck continuó con su trabajo de tirar guijarros, sin apartar la mirada del lago.

Louis se tensó y se maldijo por continuar con esta conversación. "¿Por qué me haces todas estas preguntas?"

Chuck se encogió de hombros y arrojó el último puñado de piedritas al lago al mismo tiempo. "Sólo soy curioso."

Louis entrecerró los ojos juguetonamente, "¿Estás interesado en mi esposo?"

Chuck soltó una carcajada sin humor, "Créeme, esa es mi última intención".

Louis se rió y les indicó que salieran del parque. Decidieron regresar a casa. Louis decidió tomar un taxi y Chuck insistió en acompañarlo a su casa, pero Louis se negó cortésmente. "Es mejor si no lo haces".

Chuck le dio una sonrisa presionando sus labios. "No quieres problemas con tu gran esposo malo, ¿verdad?"

Louis luchó contra la necesidad de poner los ojos en blanco por mil veces esa noche, y decidió simplemente encogerse de hombros. "Pongámoslo de esa manera".

"Me quedo contigo, hasta que llegue el taxi". Chuck le dio unas palmaditas en el hombro y dejó que su brazo colgara alrededor de él. Louis se movió sobre sus pies y trató de no verse tenso por el toque.

Hicieron una pequeña charla y decidieron mantenerse en contacto y pasar el rato pronto.

El taxi no tardó mucho en llegar, y Louis le dio un medio abrazo al dueño del pub antes de subirse al vehículo. El joven de veintiún años suspiró satisfecho cuando el taxista siguió el camino de la dirección contada. Había disfrutado tanto esta noche, Chuck había recuperado su personalidad burbujeante y le había dado el momento más increíble que había tenido en mucho tiempo.

No es que no la pasara muy bien con sus mejores amigos, pero estos le recordaban constantemente el infierno en el que vivía, y lo único que quería era escapar de él solo por un par de horas.

Antes de que se diera cuenta, estaba frente a su casa, pagó el taxi y luego caminó hacia la puerta principal. Louis contuvo la respiración cuando vio el auto de Harry en el patio. Negó con la cabeza y entró en su casa, se quitó los zapatos y colocó las llaves en el llavero.

"¿Saliste a algún lado?" preguntó Harry desde lo alto de las escaleras, apoyando ambas manos en el pasamanos. El chico más pequeño asintió y comenzó a trepar por ellos, tratando de terminar con la conversación recién iniciada lo antes posible.

"¿Tienes alguna idea de qué hora es?" El muchacho más alto cruzó los brazos sobre el pecho y no se movió para apartarse cuando Louis llegó al último escalón.

"Harry, sal del camino. Es tarde. No tengo tiempo para tus tonterías". Louis puso los ojos en blanco y trató de caminar de nuevo, pero el chico más alto no se movió.

Harry levantó una ceja en respuesta. "¿Y si no me muevo? ¿Entonces qué?"

"Entonces, dormiré en el sofá. No importa, solo para que me dejes en paz". Louis se encogió de hombros.

"Estás enojado porque te rechacé, ¿no?" Harry resopló, aún sin moverse.

Louis inhaló profundamente y no dejó que las palabras de Harry lo molestaran. "No puedes rechazarme por algo que no te pedí que hicieras". Louis lo empujó en el hombro y caminó lentamente hacia su habitación, aunque lo único que pasaba por su mente era correr a su refugio seguro.

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El día de la reunión llegó demasiado rápido para el gusto de Louis, y aunque no quería admitirlo ni siquiera ante sí mismo, se sentía muy nervioso. Era la primera reunión a la que iba a asistir desde que comenzó a trabajar allí, y Louis quería demostrarse a sí mismo que merecía estar allí no solo por su papá, sino porque podía hacerlo y tenía la disciplina de trabajo necesaria para el posición que obtuvo.

Le dijo a Margaret que le trajera el archivo de los números y nombres de otras empresas, interesadas en trabajar con ellos, y luego de conseguirlo salió de su oficina.

Una cálida mano en su hombro lo detuvo, y el chico más joven se dio la vuelta y recibió una sonrisa reconfortante de parte de Liam.

"¿Nervioso?" preguntó el abogado.

"No tienes idea." Louis suspiró mirando al suelo, y su amigo le palmeó el hombro.

"Trata de calmarte tanto como puedas. No estás obligado a hablar si no sientes la necesidad de hacerlo". Liam le sonrió. "También Zayn me trajo este mensaje de voz para desearte buena suerte". Dijo el abogado sacando su teléfono buscando algo y luego poniéndolo cerca de la oreja de Louis.

'Hola, Tommo. Quiero desearte buena suerte en tu primer encuentro. Espero que patees traseros, e incluso si no lo haces, sigues siendo mi mejor amigo. Ahora sé que me vas a preguntar por qué no te envié esto personalmente, bueno, quería asegurarme de que Liam estuviera allí para consolarte, así que estaba obligado a darte esto. Te amo hombre.'

El audio terminó y una sonrisa apareció en el rostro de Louis mirando el teléfono como si mágicamente hiciera que Zayn apareciera allí. Liam puso su mano en su hombro mirando el teléfono también. "Te dije que esto te haría sentir un poco mejor".

El chico de ojos azules sonrió agradecido y le devolvió el teléfono a su dueño, este último manteniendo la sonrisa en su rostro.

"Liam, si terminaste de hacer lo que sea, por favor hónranos con tu presencia, la reunión está por comenzar", dijo Harry, de pie frente a la puerta de la sala de reuniones.

Louis luchó contra la necesidad de dispararle a su esposo con el objeto afilado más cercano que pudo encontrar, luego se enderezó la chaqueta y caminó detrás de Liam hacia el gran salón.

La empresa alemana parecía participar a través de Skype, para tratar y acordar la renovación del contrato que estaban a punto de volver a firmar o no. Louis esperaba que lo hicieran.

Se sentó en la mesa en forma de almendra, Liam a su izquierda, Harry en la cabecera de la mesa, mientras que Helen estaba frente a él. Intentó mirarla lo menos que pudo. Una gran pantalla estaba frente a ellos, y en cualquier momento el CEO de la empresa alemana estaba a punto de llamar.

No pasaron más de dos minutos cuando llegó la llamada y Harry presionó aceptar. Se intercambiaron saludos y la parte alemana comenzó a discutir su parte del trato, por los nuevos camiones que iban a entregar a la empresa "Styles & Tomlinson".

Louis se sentó allí en silencio, escuchando todas las demandas que tenían, y para la mayoría de ellos, ambas partes parecían estar de acuerdo. Las otras demandas parecían lo suficientemente poco importantes como para aceptarlas y tratar con ellas. El problema empezó con la cantidad de camiones que iban a entregar.

"Lamento mencionar esto, señor Schölz, con todo el respeto, pero acordamos una cantidad de vehículos completamente diferente por el precio que exige. El contrato ya está escrito y corregido". Harry expresó después de escuchar al hombre mencionar la cantidad de camiones que tenía la intención de entregar.

El hombre de cabello blanco y anteojos grandes y redondos hablaba inglés con su fuerte acento alemán. "Lamento decírtelo. Sabes que hemos trabajado con tu empresa durante casi 10 años y, en todo ese tiempo, nunca he tenido problemas para firmar con tu padre. Desearía no haber empezado a tener un problema ahora". El señor Schölz suspiró y se subió las gafas por la nariz.

Harry odiaba cuando su contratista lo comparaba con su padre. Lo hizo sentir incompetente como si no mereciera estar donde estaba. Empujó esos sentimientos desagradables que intentaron aparecer en su rostro y forzó una sonrisa: "Lo sé, es por eso que estoy tratando de decirte esto sin sonar como si tuviera la intención de manipular y obtener algo que mi empresa no se merece". o no ha trabajado. Le aconsejo que piense en esto durante los próximos dos días, para que podamos tener otra reunión a esta misma hora, y ver si podemos ponernos de acuerdo". Dijo el muchacho de ojos verdes apoyando sus manos sobre la mesa, juntándolas.

"No creo que sea necesario, pero gracias por el consejo de todos modos". El hombre en la pantalla dijo listo para terminar la conversación y cerrar la llamada sin aceptar firmar el contrato.

Louis sintió que esta era su oportunidad de hablar y tal vez arreglar esto. Sabía que tenía que alejar su nerviosismo y tratar de ser lo más sereno posible cuando hablaba con hombres poderosos como el Sr. Schölz. "¿Puedo agregar algo, sin ser descortés?" Louis levantó su dedo índice y sintió todos los ojos en la habitación sobre él.

"¿Quién eres tú precisamente?" Dijo el hombre en la pantalla.

"Louis William Styles, señor. Soy el esposo de Harry. Mi padre es Mark Tomlinson". Dijo el chico de ojos azules levantándose de su silla. Sintió los ojos de Harry en él como si estuvieran tratando de hacer un agujero en la parte posterior de su cráneo.

El hombre de la pantalla asintió. "¿Entonces qué sugieres?"

Lo único que le estamos pidiendo al señor Schölz son diez camiones más por el mismo precio que acordamos. Diez camiones más por el mismo precio, porque si los camiones no logran sacar todo el material que va a ser transportados en ellos, se verán obligados a hacer un segundo viaje y tendrá un costo mayor, para los dos, porque cuantos más kilómetros tengan los vehículos, más fácil será que se arruinen o se hagan pedazos. Estoy seguro de que lo sabe como un maestro en este campo. Y si estos camiones de los que estamos hablando se destruyen antes de que venza el nuevo contrato, me temo que tendremos todo el derecho como empresa de solicitar un reembolso ".

El salón permaneció en silencio, y Louis trató de no moverse debido a que su corazón latía contra su pecho. Se sintió orgulloso de sí mismo por haber logrado decir todo eso sin tartamudear y manteniendo el contacto visual. Era ampliamente conocido que en el campo de los negocios si permanecías demasiado humilde, la otra parte lo tomaría como una forma de debilidad.

El hombre de mediana edad que aparecía en la pantalla le dedicó una sonrisa de suficiencia antes de hablar: "Eres un joven muy brillante, puedo decir. Un buen hombre de negocios. Me gusta que hayas sido preciso y estés bien preparado para la reunión, y también pensando más allá de las líneas. Me temo que no tengo nada más que hacer que firmar el contrato. Felicitaciones a los dos y buen día".

Louis exhaló el aliento que no sabía que estaba conteniendo y abrió mucho los ojos. La llamada terminó antes de que pudiera despedirse del Sr. Schölz. Golpeó su cuerpo contra su silla, parpadeando rápidamente, tratando de recordar lo que sucedió hace solo unos segundos.

¡Realmente lo hizo!

Liam le dio un abrazo de felicitación y le agradeció por estar ahí para Louis y darle al chico más pequeño la motivación que necesitaba. Por primera vez en su vida, Louis se sintió digno de algo.

Mientras reunía sus archivos, todos los colegas le dieron palmaditas y le agradecieron por terminar el trato. Sin embargo, Helen pasó junto a él y murmuró por lo bajo. "La esposa hogareña sabe cómo hacer negocios".

Louis frunció el ceño y se dio la vuelta para mirarla. Toda su fuerza de voluntad para no tratar con ella en absoluto fue arrojada por la ventana. Afortunadamente estaban solos. "Espera un minuto", comenzó, levantando su dedo índice, impidiendo que la mujer saliera del salón de reuniones, "¿Te importaría repetirme lo que acabas de decirme?"

La mujer rubia resopló y colocó su expediente sobre la mesa. "Creo que me escuchaste muy bien".

"Ahora voy a hablarte solo una vez y me vas a escuchar señora Bitch"

"Es Fitch". Dijo ella con los dientes apretados.

"Lo mismo", Louis se encogió de hombros con indiferencia, "Creo que la mayoría de las veces olvidas con quién estás hablando. Yo también soy el director ejecutivo de esta empresa, como mi esposo, si no te informaron bien. hablarme de esa manera es inaceptable, tengo el poder de despedirte en cualquier momento".

Helen puso los ojos en blanco. "El Sr. Styles es el único que puede despedirme. Él es mi jefe, yo soy su asistente". Ella cruzó los brazos frente a su pecho.

Louis apretó los labios en una sonrisa sarcástica. "Hola, yo también soy el Sr. Styles, su esposo, ¿recuerdas?" Louis mostró su mano izquierda y el anillo en su dedo anular, "No tienes que ser mi asistente para que te despida, Helen, tengo otra prueba para deshacerme de ti. Conozco a los de tu clase, eres así". tipo de mujer con quien acostarse para que pueda obtener fácilmente lo que quiere. Así es como también llegaste aquí. Además, no recomendaría rogar por sexo en tu lugar de trabajo en tus horas de trabajo, las paredes también tienen oídos aquí, ¿sabes? cuando tu jefe ya está aburrido de ti y ya ni siquiera se pone duro al pensar en ti".

La mujer se puso roja por la ira y abrió y cerró la boca para decir algo, pero Louis la detuvo con la mano.

"No he terminado. Como dije, las pruebas que tengo en tu contra son más que suficientes para despedirte. Entonces, o me tratas con el respeto que merezco, o la salida es por ahí". Louis hizo un gesto hacia la puerta.

Helen tragó saliva, puso los ojos en blanco y sonrió anticipándose a lo que iba a decir: "Estás enojado conmigo porque Harry me quiere a mí y no a ti".

Louis metió las manos en los bolsillos de sus pantalones y se rió sin humor: "Cariño, si crees que eres especial porque Harry se acostó contigo una o dos veces, estás muy equivocada. Harry tiene muchas amantes. No eres especial". Lamento decírtelo. Incluso si crees que lo eres, no olvides que siempre serás la segunda, la amante. Un agujero para que él alivie su estrés. Siempre seré su esposo. el que se queda a su lado y es respetado por todos. Nunca vas a deshacerte de esa mancha. Siempre vas a ser solo el sexo de Harry".

Louis reunió una vez más sus documentos y pasó junto a ella, las mejillas de Helen llenas de lágrimas de ira, los puños apretados a los costados.

Después de unos pocos pasos, volvió a hablar. "Ah, y una última cosa, solo un consejo amistoso, la próxima vez que te pongas lápiz labial rojo, asegúrate de que no termine en tus dientes también". El chico de ojos azules guiñó un ojo y salió de la habitación, sin mirar atrás.