
Capitulo 6
Antes de darse cuenta, el primer partido de la temporada (que había sido atrasado por motivos de la profesora Umbridge) se estaba llevando a cabo y Nela junto a su hermano Neville, estaban en las tribunas de Gryffindor, apoyando a su casa, quien competía contra Slytherin.
La competencia no estaría muy reñida si no fuera por las súbitas trampas del equipo de Slytherin, Nela casi se desmaya cuando vio como el buscador de Slytherin, Draco Malfoy, estaba por alcanzar la snitch, sin embargo, Harry consiguió remontar y atrapo la snitch. Las tribunas de Gryffindor se alzaron emocionadas y pronto Nela se vio abrazada por Hermione y Neville, quienes gritaban emocionados.
—¡Ganamos! ¡Ganamos!—gritaban ambos.
En cuanto Nela consiguió librarse de sus abrazos, se asomo desde la tribuna con una sonrisa para ver al equipo de Gryffindor, que seguramente estaría alegremente festejando en la cancha, pero lo unico que alcanzo a ver fue como un pelirrojo (quizá Fred o George Weasley) junto a Harry se lanzaban contra Draco para golpearlo.
—¡Oh, no! ¡Hermione! ¡Mira esto!—grito Nela preocupada.
—¿Qué ocurre? ¡Oh Merlín!
Justo en el momento en que Hermione se asomó por las tribunas, la profesora Umbridge había llegado a la escena y todos pudieron contemplar como se llevaba a uno de los gemelos y a Harry con ellos.
—Esto no va a terminar bien.—murmuró Hermione asustada y Nela no pudo estar más de acuerdo con ella.
Ginny les informó lo que había pasado, como Draco Malfoy se había burlado de Molly Weasley y que despues se metió con Lily Potter, desatando la furia de los chicos.
Casi dos horas despues, Harry y George (porque Nela se entero que era Fred a quien habían logrado retener) regresaron a la sala común con notable enfado y sin sus escobas, teniendo que notificar a Angelina Johnson, la capitana del equipo, de la suspensión definitiva de los gemelos y Harry en lo que respectaba al equipo de Quidditch. Al parecer, la profesora Umbridge consideraba que era necesario sancionar también a Fred, incluso si el no había tenido nada que ver, solo por el hecho de "seguramente haber tenido la intención de participar en la pelea"
—Suspendidos.—dijo Angelina con voz apagada aquella noche en la sala común.— suspendidos de por vida...Nos hemos quedado sin buscador y sin golpeadores. ¿Qué vamos a hacer ahora?
En la sala común no se tenía la sensación de haber ganado el partido. Allá donde se mirará, solo se veían caras de desconsuelo y de enfado; los miembros del equipo estaban repantigados alrededor de la chimenea; todos excepto Ron, quien había jugado fatal el partido y por ende nadie lo había visto desde que este había finalizado. En realidad, si no fuera por Harry, no habrían logrado ganar.
—Es una injusticia.—declaró Alicia Spinnet.— ¿Qué ha pasado con Crabbbe y con esa bludger que te lanzó despues de que sonará el silbato? ¿Acaso a él lo han suspendido?
—No.—respondió Ginny con tristeza. Estaba entre Hermione y Nela.— Solo tiene que copiar algo, he oído a Montague reírse de eso en la cena.
—¡Y suspender a Fred, cuando él no ha hecho nada!—añadió Alicia furiosa.
—No he hecho nada porque no me han dejado.— intervino él con una expresión muy desagradable en la cara.— Si no me hubieran sujetado, habría hecho puré a ese cerdo.
—Voy a acostarme.—anunció Angelina y se puso de pie lentamente.— A lo mejor resulta que todo esto no es más que una pesadilla...A lo mejor mañana me despierto y me doy cuenta de que todavía no hemos jugado el partido...
Angelina y todo el mundo decidió imitarla, todos menos Ginny, Hermione y Harry, quienes se quedaron junto a la chimenea. A Nela le habría gustado quedarse con ellas a consolar a Harry, pero consideró que era mejor dejarlo solo con ellas, despues de todos, ellas eran más amigas de él que ella. Por eso mismo se fue a su habitación dispuesta a descansar, despues de todo, ya no había nada que se pudiera hacer.
(...)
Se levanto abruptamente, todo estaba oscuro. Miró el reloj de su buro, marcaba las dos y media de la madrugada. Miró a sus compañeras, Lavender, Parvati y Hermione dormían profundamente. Se levantó de la cama y levantó la ventana de su lado para ver la luna, llevándose la sorpresa de ver a Harry caminando rumbo al lago negro.
—¿Qué hace despierto a esta hora? ¡Lo van a castigar!—pensó Nela.
Cerro los ojos exasperada y decidió cerrar la ventana, tomó su varita y tomando una decisión, decidió seguir al niño que vivió. Veinte minutos despues, ya había logrado salir del castillo e internarse exitosamente entre los arboles. En realidad, había sido muy facil escabullirse considerando que la gata de Filch, la señora Norris, le tenía mucho aprecio.
Caminó por las orillas del lago negro hasta que vislumbro a Harry, sentado en la falda de un frondoso árbol que lo ocultaba exitosamente, llorando. Piso una rama sin querer y este levanto su varita con el rostro lloroso.
—¿N-Nela?—dijo sorprendido y con voz congestionada por el llanto.
—Puedes seguir llorando, eso esta bien.—dijo Nela con voz suave, acercándose y sentándose a su lado.
—No, no. Solo estoy exagerando. Estoy bien.—dijo Harry rapidamente, limpiando sus lagrimas.
—El abuso de tus tíos, el homicidio del Hufflepuff, la muerte de tus padres, un tiempo en tortura con mortifagos, el regreso de Voldemort y tus constantes casi muertes en cada fin de año...Harry, tu tienes muchos motivos para llorar y quien te haga sentir que eso es una exageración, entonces son un asco.—sentenció Nela con seriedad.
Harry la miro unos segundos con los ojos enrojecidos y antes de darse cuenta ya se encontraba entre los brazos de Nela siendo consolado. Duraron abrazados algunos minutos donde Harry lloró todo lo que su corazón sentía y mientras tanto Nela acariciaba su alborotado cabello negro con ternura.
—Gracias, Nela.—agradeció Harry con la voz ronca en cuanto se hubo tranquilizado y separado de ella.
—No es nada.
—A todo esto, ¿qué estas haciendo aquí?—pregunto confundido.
—Me levante y te vi desde la ventana viniendo hacía acá así que pensé en venir a hacerte compañía.—rio levemente.—creo que Ron tiene razón, quizá si soy muy entrometida.
—Yo no creo eso.—dijo Harry de inmediato y ella sonrió.
—Me alegro. ¿Quieres hablar de esto?—ofreció. Pasaron algunos segundos hasta que Harry asintió lentamente.
—Quiero a Hermione y Ron pero...ellos no me entienden, se que intentan ponerse en mis zapatos pero nunca lo conseguirán. Todo el mundo cree que estoy loco, mi padrino es un fugitivo inocente, Voldemort esta quien sabe donde ampliando su ejercito, Dumbledore me esta ignorando y yo...simplemente me gustaría irme a donde pueda tener algo de espacio y...¡y aún debo esforzarme en la oclumancia, de la cual ya no recibo clases! ¡me estuve esforzando en el quidditch y me han suspendido de por vida! ¡Y Cedric esta muerto cuando debería estar vivo! ¡Debí haber hecho más! ¡tengo a mis amigos pero aún así me siento tan solo y...y...!
Nela colocó una mano sobre el hombro de Harry, tranquilizándolo. Ella le sonrió amablemente y acarició la mejilla del chico con suavidad.
—Has hecho cuanto has podido, Harry. Mirate, tienes quince años y has tenido que pasar por tantas cosas malas. Has recorrido un largo camino para estar donde estas y mereces valorarte por ello, no cualquiera podría haberlo hecho.—dijo Nela con voz suave.— Tú, al igual que cualquier otra persona en este mundo, te mereces amor y afecto. No hay mal que dure cien años y despues de cada tormenta siempre habrá un arcoíris. Te prometo, Harry, que todo mejorará, solo debes tener la voluntad y fe suficiente para ello.
—¿Más?—pregunto Harry con cierta amargura.
—Nunca se tiene suficiente voluntad y fe.—dijo Nela con una sonrisa.—pero sobre todo, Harry, quiero que dejes de pensar en complacer a tus amigos. Esfuérzate por no necesitar la aprobación de nadie y serás libre de ser quien realmente eres, de sentir lo que quieres y de hacer lo que quieres.
—¿Todo mejorará, Nela?—pregunto como un niño chiquito, deseoso de un poco de consuelo. Nela sonrió con ternura.
—Te aseguro que sí, Harry.—dijo ella y se acerco a darle un beso en la mejilla.
Se separo lentamente y de pronto, Harry se acercó un poco, quedando ambos muy cerca el uno del otro. Se miraron a los ojos, azul y verde, con miles de mariposas revoloteando en sus estómagos. Harry vio a Nela, quien tenía el cabello revuelto por el aire que corría en el lugar, pero se veía muy bonita incluso con ojeras. Nela vio a Harry, con su cabello revuelto y los ojos rojos, se veía tan atractivo.
Se iban acercando poco a poco y cuando parecía que se iban a dar un beso, escucharon algo que los aterro.
—¿Quién anda ahí?
Era la voz de la profesora Umbridge. Harry rapidamente le coloco la capa de invisibilidad a Nela encima y tomándola de la mano, emprendieron camino de regreso al Castillo. En su trayecto a la sala común, Harry quedó impactado al ver como Nela acariciaba a la gata de Filch y esta los dejaba irse tranquilamente, feliz de haber sido acariciada por la dulce Nela.
—No puedo creer que la señora Norris te quiera.—dijo Harry quitándose la capa en cuanto llegaron a la Sala Común.
—Es un don.—bromeó Nela.
Se miraron sonrientes. El recuerdo de lo que podría haber sucedido hace tan poco aún seguía vivo en sus memorias. Nela jugo con la punta de su cabello, sonrojada y le dirigió su más radiante sonrisa a Harry.
—Es hora de dormir, Harry. Buenas noches.
—Buenas noches, Nela...y gracias por lo de hoy.
—Es un placer.
Ambos se fueron a sus respectivas escaleras y no dejaron de verse y sonreírse hasta que hubieran subido todos los escalones, y por lo tanto tuvieron que irse a sus respectivos cuartos. Al entrar al suyo, Nela sonrió embobada y fue hasta la cama de Hermione, a quien despertó despues de unas sacudidas.
—¿Qué pasa, Nela?—pregunto Hermione adormilada.
—Hermione...—dijo Nela sonriente.—Creo que me gusta Harry.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro