A la mañana siguiente, Dolores Umbridge publico un nuevo decreto, informando que no debían existir grupos extra escolares de los cuales no se tuviera autorización previa, otorgada por ella misma. A pesar del revuelo que causo en todos ese decreto, los que se reunieron en Cabeza de Puerco estaban asustado de la situación, pensando que los había descubierto, sin embargo, despues de que Hermione afirmara que no era así, la mayoría se tranquilizo.

Pero Nela no. Ella sabía que no era una coincidencia que justamente Umbridge decidiera hacer ese decreto y lo más seguro es que alguien, fuera de los que habían firmado, le contará lo que paso en aquel pub.

Cuando iban camino a la clase de Pociones, Nela iba unos cuantos metros por detrás de su hermano, ya que había olvidado algo en el anterior salón y le dijo que se adelantara, por lo que al llegar al salón de Pociones, escucho el final del pavoneo de a aquel rubio llamado Draco Malfoy que tanto molestaba a su hermano y a cualquier persona en general:

—...mi madre dice que cualquier día el Ministerio lo factura para el Hospital San Mungo...Por lo visto, tienen una planta reservada para gente a la que la magia ha trastornado.

—¡No, Neville!—grito Harry.

Ron y Harry sostuvieron a Neville, quien, furioso, intentaba lanzarse contra un asustado e incrédulo Malfoy.

—No tiene...gracia...San  Mungo...ya vera...

—Déjalo, Nev.—dijo Nela colocándose junto a su hermano y mirando con fingida pena a Draco.—Debe ser horrible buscar la aprobación de tu padre y no conseguirla y por eso intentar fastidiar a aquellos que envidias. Pobre cosita. 

Harry, Ron y prácticamente todos los Gryffindor rompieron en carcajadas mientras que Malfoy se mostraba furioso pero a la vez herido. A Nela no le gustaba tratar así a la gente, pero tampoco iba a permitir ese tipo de comportamientos. En ese momento la puerta del salón se abrió y el profesor Snape apareció. Pese a lo que la gente esperaba, el profesor Snape no podía tratar a Nela como solía tratar a Neville, porque ella si que era muy buena en la materia.

Esa noche, en la sala común, Nela bajo pasada la media noche, justo a tiempo para ver un rostro en el fuego de la chimenea y como este le decía a Harry con desdén:

—No te pareces tanto a tu padre como yo creía. Para James, el riesgo habría sido divertido.

—Eso es porque el no es James.—sentenció Nela, apareciendo desde atrás y los cuatro jadearon de sorpresa.

—¡Nela!—exclamaron sorprendidos.

—Tranquilos, no dire nada.—les sonrió y miro a la chimenea.—Um...¿ese no es el fugitivo Sirius Black?

—Si...

—¿El que busca el Ministerio?

—Si...

—¿El padrino de Harry?

—Si...

—Oh. ¡Hola!—saludó alegremente.—Claramente usted debe ser inocente, dudo que Harry hablara con el causante de la muerte de sus padres. Por lo tanto, señor Black, le recomiendo que por favor no haga sentir mal a Harry, él no es su padre, es Harry Potter, no manifieste su deseo de volver a tener a su amigo intentando que Harry sea James Potter.

Sirius Black guardo silencio unos segundos y luego desapareció. Harry miro ceñudo a Nela y antes de poder decirle algo, ella alzo en alto la mano:

—Ni te enojes, ni me hagas berrinches. No eres tú padre, Harry y eso no es malo y el no debería ponerte ese tipo de presiones.

—Nela tiene razón.—dijo Hermione con firmeza.

—A todo esto...¿qué haces aquí?—pregunto Ron.

—Ah, sí. Hermione, Parvati se robo tus apuntes de Transformaciones.

—¡No!

Hermione corrió hacia el dormitorio y Ron se despidió, susurrando que ya tenía que irse. Harry se levanto y de pronto se sonrojo furiosamente, confundida, Nela bajo la mirada y vio que seguía en su bata rosa de dormir de tirantes delgados y que se ceñía a su cuerpo. Se abrazo a su cuerpo, sonrojada.

—Eh...bueno, yo...me voy a...mi cuarto...—balbuceó Nela.

—Si..eh...yo igual, buenas noches, Nela.

—Buenas noches, Harry.

A pesar de la vergüenza que paso Nela esa noche, la semana paso en completa tranquilidad y así fue hasta que se llevo a cabo la primer reunión reunión que se llevo a cabo en la Sala de los Menesteres, una sala que se hallaba en el séptimo piso justo en frente de un tapiz de Bárnabas El Chiflado, y para hacerla aparecer se debía pasar tres veces frente al pedazo de pared despejada con una necesidad clara y concreta en la mente, despues aparecerá una puerta que al abrirla, revelaba la sala donde practicarían esa tarde.

Nela había escuchado de esa sala por rumores de su tío Augie, era conocida como la Sala de los Menesteres, Sala que Viene y Va, Sala Multipropósitos o bien, Sala de Requerimientos, una sala que atiende las necesidades del usuario de la misma, transformándose y abasteciéndose según sus necesidad. Aunque, según Nela, probablemente esto no incluyera las cinco excepciones de la Ley de Transformación Elemental de Gamp.

Despues de que Harry les explicara que esa sería la sala donde practicarían los hechizos, les explico que lo primero que quería que aprendieran fuera el Expelliarmus. Durante las practicas, todos se colocaron en parejas para realizar el hechizo y mientras tanto, Harry se paseaba por entre las parejas para supervisar que lo hicieran bien. Nela lo había conseguido a la primera.

—¡Expelliarmus!—dijo Nela arrebatándole la varita a su hermano.

—¡Excelente, Nela!—dijo Harry con una sonrisa.—Sigue así.—miró a Neville.—Tu puedes Neville, confía en ti mismo y no olvides el movimiento de muñeca.

—¡Sí!—dijo Neville.

Mientras ambos hermanos continuaban practicando, despues de unos diez minutos, Nela escucho como alguien pronunciaba completamente mal el hechizo.

—¡Expelliarmonos! ¡Ay, no! ¡Expelliemillus! ¡Oh, Marietta, lo siento!—exclamó Cho Chang y miro con un puchero a Harry.—¡Me has puesto nerviosa, hasta ahora lo estaba haciendo bien!

—No, no. Lo estas haciendo muy bien.—mintió Harry con una sonrisa tonta.

—¡Expelliarmus! ¡SÍ! ¡LO HE CONSEGUIDO!—exclamo Neville emocionado, atrapando la varita de su hermana. 

Nela no quiso corregir a su hermano y decirle que en un encuentro real, su enemigo no estaría distraído viendo a Harry Potter coquetear con Cho Chang, así como ella lo estaba haciendo. Simplemente sonrió a su hermano y asintió, Hermione se acerco a ella.

—No me agrada Cho.—comentó en voz baja.

—¿No es la novia de el Hufflepuff que falleció?—pregunto Nela en el mismo tono.

—Exacto.—asintió Hermione y se acercó más a ella mientras Ron y Neville conversaban.—Probablemente no lo sepas, pero desde el año pasado Harry ha gustado de Cho, incluso la invito al baile de navidad pero ella ya había aceptado ir con Cedric, sin embargo, ella nunca ha demostrado ningún tipo de interés por Harry hasta ahora. Cedric no tiene ni un año de muerto y ya esta coqueteando con otro, y justamente Harry.—explicó molesta.

—No podemos juzgar o criticar los sentimientos de Cho—dijo Nela con suavidad.— tampoco somos quien para decidir cuanto luto le da a su fallecido novio, eso es algo que solo ella decide y cada quien afronta sus luchas internas como puede.

—Pues yo creo que Harry debería estar con alguien que lo comprenda y lo trate bien.—dijo Hermione dándole una mirada significativa.

—¿Insinúas algo, querida Hermione?—pregunto con una sonrisa.

—Tú y Harry harían una bonita pareja.

—No estoy interesada en el de esa forma, ni siquiera nos conocemos bien.—replicó Nela.— y aparte, el esta con Cho Chang.

—Pero...

—Relájate, Hermione.—le sonrió con tranquilidad.—Sí Cho Chang solo coquetea con Harry para intentar escapar de la realidad de haber perdido a su novio, yo seré la primera en darme cuenta y tu la primera a la que se lo diga.

—Hecho.

Por la noche, en la sala común, Nela y Hermione se sentaron en una mesa tomando café y riendo entre sí mientras hacían la tarea. Si Nela hubiera mirado un poco hacía la chimenea, quizá habría notado la fija mirada de Harry Potter en su persona.

¿Qué les pareció el capitulo?

La Hermione ya shippea a Harry y Nela...y a todo esto, ¿ustedes como llamarían al shipp?

Les comento que esta novela no será muy larga ya que tengo pensadas que mis siguientes dos novelas si que serán bastante extensas. La primera de estas novelas ya esta publicada y se llama Dark Lady, es con Tom Ryddle, espero la disfruten:)