Tres días habían pasado desde los acontecimientos de la batalla. Augusta Longbottom había tenido que sufrir la perdida de su nieto y junto a Nela y el tío Algie, enterraron a Neville junto a su abuelo. Lamentablemente, Nela no tenía mucho tiempo para llorar a su hermano, al menos no ese día.

No el día del juicio de Blaise Zabini.

Enfundada en un vestido negro, debido al luto y tapada con un sombrero negro, Nela Longbottom ingresó al Ministerio, bajando la cabeza para no ser reconocida por nadie. Ingresó sus datos como testificadora e ingreso a la sala donde se llevaría a cabo el juicio. Desde su lugar diviso a Harry, Ron y Hermione, aunque no le sorprendió, pues esos tres estaban casi obligados a asistir a todos los juicios.

Kingsley Shacklebolt, el nuevo ministro de magia, ingresó al lugar junto a los miembros del Wizengamot y golpeo dos veces con el martillo.

—Doy por iniciado este juicio contra el señor Blaise Zabini, que pase el acusado.

Las puertas volvieron a abrirse y Blaise ingreso al lugar, enfundado en un traje negro, con rostro imperturbable y esposado de pies y manos. Nela tuvo que admitir que incluso en esa difícil situación, Blaise se mantenía impecable.

—Joven Blaise Zabini.—dijo Kingsley en cuanto lo hubieron sentado.— Esta acusado por muchos delitos graves, entre los cuales destaca la tortura a alumnos de Hogwarts y el portar la marca tenebrosa. ¿Cómo se declara usted?

—Parcialmente inocente.—respondió con voz ronca y los sonidos de inconformidad de la sala no se hicieron esperar.

—¿Eso que significa, joven Zabini?—pregunto Kingsley.

—Significa que si porto la marca, pero que jamás torture a nadie.—respondió fríamente.

—¿Hay alguien que pueda testificar en su favor?—pregunto Kinsgley y justo cuando Blaise iba a responder que no, Nela se levanto de su asiento.

—Yo, señor ministro.—dijo en voz alta y todas las miradas se dirigieron a ella. 

Blaise la miro con sorpresa y despues sonrió de lado, con ternura. 

—Ah, es verdad. Señorita Nela Longbottom, pasé al estrado, por favor.—pidió Kingsley.

Nela suspiro y camino hasta el estrado, pasando al lado del trío de oro, quienes la taladraban con la mirada. Una vez estuvo sentada, Kingsley volvió a retomar la palabra:

—¿Puede decirnos, señorita Longbottom, como fue el comportamiento del joven Zabini en el Colegio Hogwarts durante el último año, siendo este un mortífago declarado abiertamente?

—Zabini fue algo parecido a Snape, un doble espía.—dijo Nela y el asombro se apodero de la sala, pero Nela solo veía a Blaise a los ojos.— Si no fuera por su ayuda, muchos habrían muerto o habrían sido torturados gravemente. Me ofreció su ayuda despues de salvarme muchas veces y con su apoyo pudimos, mi hermano Neville y yo, establecer la conexión con Aberforth Dumbledore, el dueño del pub Cabeza de Puerco. Blaise Zabini nos proporciono esa ruta, también nos ayudaba cuando queríamos trasladar alumnos a la Sala de los Menesteres para protegerlos de los Carrow y cada que dejaban alumnos a su cargo para ser torturados, los alimento y curo. 

—¿Hay alguien más que pueda corroborar eso?—pregunto Kingsley, incredulo.

—Yo.—dijo Aberforth Dumbledore levantandose de su asiento.

—Yo también.—dijo Dennis Creevey.

—Y yo.—añadió Michael Corner.

Uno a uno, al menos unos cuarenta estudiantes que habían ido ese día al juicio de Blaise, se levantaron para declarar en su favor.

—Si no son suficientes esas declaraciones, me encantaría darle mis recuerdos, señor ministro.— dijo Nela.

—Por favor.—accedió Kingsley extendiéndole una botellita.

Nela procedió a retirar varios recuerdos y colocarlos en el frasco, el cual lo tomó Kingsley y se lo paso a otro miembro del Wizengamot.

—Señorita Longbottom, vuelva a su asiento por favor. Tendremos un receso de media hora para revisar esto con tranquilidad.

La joven Longbottom volvió a su lugar, ignorando la mirada de Harry sobre su persona. ¿Por qué debería estar pendiente de el cuando la dejó sola en la cama despues de prácticamente haberla forzado a tener relaciones?

Media hora despues, el ministro y los miembros del Wizengamot regresaron a la sala y en cuanto hubieron estado en sus lugares, Kingsley hablo:

—Hemos verificado la información y no se hacen falta más testimonios. Blaise Zabini deberá cumplir únicamente una multa de cincuenta galeones por ser portador de la marca tenebrosa pero fuera de eso será exonerado de toda acusación. Este caso, queda cerrado. Blaise Zabini, puede quedar en libertad total. Gracias a todos por su tiempo, habrá diez minutos de descanso hasta el siguiente caso.

Todos se levantaron y Nela supo perderse entre el tumulto de gente para no encontrarse con nadie. Se dirigió hasta el área donde soltaban a los reclusos y cuando Blaise hubo salido, se sonrieron y dieron un abrazo.

—Gracias, querida.—dijo Blaise besando sus mejillas.

—No hay nada que agradecer, solo dije la verdad.—afirmó Nela y se separo de el, cruzándose de brazos.

—Lamento lo de tu hermano.—dijo Blaise con seriedad.

—Gracias.—asintió Nela.—pero...en realidad vine hasta aquí no solo para asegurarme de que no se cometiera una injusticia contigo, sino porque...quería despedirme.

—Así que al final Potter gana la guerra y también a la chica, ¿no?—Blaise dio una sonrisa amarga y Nela negó.

—No, en realidad, me despido de todos, incluso de Londres. Me iré.—explicó Nela y Blaise la miro con seriedad.

—¿A donde?—pregunto.

—Lejos. A donde los recuerdos no me persigan y donde pueda iniciar de nuevo, lejos del fantasma de mi hermano, de los recuerdos de la guerra y de mi toxico amor con Harry Potter.—respondió Nela con una sonrisa triste.

—¿Volveré a verte?—pregunto con voz ronca, mirándola a los ojos.

—Sí la vida así lo quiere.—dijo Nela con suavidad.

Blaise camino hacia ella y con suavidad tomo su rostro y unió sus labios en un tierno y sencillo beso. Al separarse, ambos se sonrieron con tristeza.

—Mi corazón es tuyo, Nela Longbottom. Por siempre.

—Gracias por todo, Blaise.

Al salir del Ministerio, Nela sintió una profunda tristeza. No concebía una vida sin su hermano y sin Blaise. Al ver a Harry abrazado a Ginny junto al resto del clan Weasley a los pies de las escaleras, Nela consideró que quizá si podía concebir una vida sin Harry Potter. 

Llegó hasta el final de las escaleras y Harry grito su nombre, separándose de Ginny. Ella lo ignoró y continuó su camino hasta que él se planto frente a ella.

—¡Nela! ¡Por Dios, espérame!—dijo Harry tomándola del brazo y viéndola con el ceño fruncido.—Tenemos que hablar de nosotros.

—No hay ningún nosotros, Harry.—dijo Nela y este la miro confundido.

—P-Pero...

—Te amo, idiota.—admitió Nela con una sonrisa triste.— pero tu a mi no. No me amas. Amas el hecho de que soy tu terapeuta personal, amas tener a alguien que te espere, ame y apoye incondicionalmente. Pero nunca podrás darme mi lugar, porque incluso si me amarás, jamás podrás ponerme por encima de los Weasley...ni de Ginny Weasley.

—Podemos arreglarlo, Nela. Dejame...

—Ya no estoy dispuesta a esto, Harry. Yo no debo arreglar nada, tu sí.—Nela sonrió con tristeza y acaricio la mejilla de Harry.—Te deseó una feliz vida, Harry. En serio que sí.

Dicho esto, se va y esta vez, Harry no la detiene. Interiormente, Harry consideró que mañana que estuviera más tranquila podría hablar con ella, lastima que no sabía que esa sería la última vez que vería a Nela Longbottom, al menos en un largo tiempo.

(...)

Un mes había pasado. Nela se encontraba enviando una carta a su abuela y a su tío Algie desde su nuevo apartamento en Nueva York cuando de pronto, la puerta de su casa sonó. Se levanto con la varita en alto y fue hasta la puerta, abriéndola de golpe. Asombrada ante la persona que había frente a ella, bajo la varita y dijo:

—¿Tú?

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Segunda temporada será publicada pronto. Les recomiendo seguirme para que wattpad les notifique pero igual les avisare por esta novela cuando este publicado. Los amo!