Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 2

El primer día en Hogwarts para Nela no fue precisamente agradable, pero tampoco nada del otro mundo. Para empezar, la noche anterior había conocido a sus compañeras de cuarto: Parvati Patil, Lavender Brown y Hermione Granger. Las primeras dos le habían dirigido sus mejores miradas burlonas y no le hablaron, Hermione, muy por el contrario, le sonrió amablemente y quedo encantada al ver que Nela sacaba de su baúl una enorme fila de libros por leer.

—¿Quieres desayunar conmigo, Nela?—ofreció Hermione con una sonrisa a la mañana siguiente.

—Me encantaría—acepto Nela emocionada.

Ambas chicas tomaron sus bolsos y bajaron las escaleras encontraron con que Harry y Ron esperaban a Hermione y Neville a Nela. Harry se notaba molesto y Ron algo preocupado, Hermione al notar eso también se preocupo.

—Si quieres ve con ellos.—le dijo Nela.—tenemos aún mucho tiempo para conocernos y discutir sobre las hermanas Bronte.

—Me encanta la idea.—dijo Hermione emocionada.

—Buenos días, Nev.—saludó Nela cuando terminaron de bajar las escaleras.

—Buenos días, Nelly. ¿Desayuno?—pregunto Neville con una sonrisa cuando su hermana se acerco a el.

—Desayuno.—asintió Nela.

Los hermanos Longbottom salieron de la sala común unos metros por delante del trio de oro. Neville le contó durante todo el trayecto lo sucedido anoche en su habitación. Parecía ser que un compañero de ellos, llamado Seamus Finnigan, se había peleado fuertemente con Harry por creerlo un mentiroso respecto a la muerte del chico Hufflepuff, Cedric Diggory, y sobre el regreso de Lord Voldemort.

—Pues...—dijo Nela una vez que se sentaron en el Gran Comedor con Hermione a su lado.—Para ser alguien que dice no creer en que Voldemort ha vuelto, actúa muy asustado.

Neville ahogo una risa al igual Hermione y Ron, quienes estaban sentados a su derecha. Harry, por el contrario, la miro con sorpresa, pues jamás había conocido a nadie aparte de el y Dumbledore que se refiriera a Voldemort por su nombre. Nela se sirvió un plato con fruta y otro más a Neville, comenzando ambos a desayunar.

—Estoy emocionado por la clase de Herbología.—comentó Neville.—quiero mostrarle mi Mimbulus Mimbletonia.

—Oh, no.—Nela lo miro preocupada.—¿Estamos inscritos en Herbología? Soy pésima en esa materia, Neville.

—Yo cuido tus flores.—ofreció Neville.

—De acuerdo.

—Para ser mellizos, no se parecen mucho.—comento Hermione.

—¿Tu crees?—Nela ladeo la cabeza y Harry, a lado de Ron, la miro absorto.

—¿Cómo creen que sea la nueva maestra de Defensa Contra las Artes Oscuras?—pregunto Ron.

—Dado su discurso, su forma de expresarse, su lenguaje corporal y el hecho de que era subsecretaria del Ministro, yo diría que esta aquí para asegurarse de que no aprendamos más que una teoría bastante superficial del tema. Ni siquiera dejara que asomemos las varitas.—opinó Nela.

Tomó un sorbo de su zumo de naranja y de pronto se dio cuenta que el trio de oro la miraba con intriga. Neville pareció comprender la pregunta interna, por lo que explico:

—Nela sabe mucho sobre la psicología y su relación con las expresiones faciales y corporales. De hecho, se graduó en el mundo muggle de eso.

—¡¿En serio?!—pregunto Hermione impactada.—¡Eres demasiado joven!

—Sip.—afirmó Nela sonriente.—Me gradué como psiquiatra en una universidad muggle francesa, soy lo que los muggles llaman superdotada, aunque la verdad es que tengo ventaja por sobre la mayoría.

—¿Por qué lo dices?—pregunto Hermione.

—Tengo memoria fotográfica.

—¿Foto que?—preguntó Ron confundido.

—Memoria Fotográfica, Ron.—lo corrigió Hermione.—Significa que todo lo que ve y lee lo puede recordar en cualquier momento, siempre.

—Eso no es posible.—replico Ron con incredulidad.

—Pruébame.—lo retó Nela.

—¿Cómo?—preguntó Ron.

—Saca cualquier libro que quieras, no tiene que ser de este curso y colócate en la pagina que desees.—dijo Nela.—pero antes muéstrame la portada para ver si lo he leído.

—¿Sirve este?—Ron saco "Animales Fantasticos y Donde Encontrarlos"

—Si, lo leí en primero.—asintió Nela.—Colócate en la pagina que quieras y dime cual es para que la recite.

—Listo.—dijo Ron.— es la 17.

—Bien, presta atención a la lectura.—dijo Nela—" Animales fantásticos y donde encontrarlos representa el fruto de muchos años de viajes e investigaciones. Al echar la vista atrás, recuerdo al mago de siete años que pasaba horas en su dormitorio despedazando horklumps y envidio los viajes que habría de realizar: desde la jungla más oscura hasta el desierto mas deslumbrante, desde el pico de las montañas hasta las ciénagas. Al crecer, ese chico mugriento recubierto con restos de horklump perseguiría a las bestias que se describen en las páginas siguientes. He visto madrigueras, guaridas y nidos en cientos de regiones, he sido testigo de poderes, me he ganado su confianza y, en ocasiones, he rechazado sus ataques con mi tetera de viaje. La primera edición de..."

—¡¿Cómo haces eso?!—interrumpió Ron, asombrado, mirando al libro y a Nela.

—Ya te lo dijo, Ron.—dijo Hermione.—Memoria fotográfica.

—¡Asombroso! ¡¿Cómo puedo tenerla?!—cuestiono emocionado.

—Eh...nací con ella. No se puede aprender, lo siento.—sonrió sonrojada y Ron soltó un gemido lastimero.

—¿Y si te sientas a lado mío en los exámenes?—pregunto Ron esperanzado.

—¡Ronald!—lo riño Hermione.

Terminaron de desayunar y los hermanos Longbottom partieron a iniciar su primer día de clases. Nela había estado emocionada por el hecho de al fin estar en Hogwarts, el colegio donde toda su familia había estudiado y la emocionaba aún más el hecho de que Neville estuviera con ella, pero no todo estaba resultando tan placentero como ella esperaba.

En primer lugar, descubrió que cuando su hermano le dijo que la molestarían por el simple hecho de estar con el, no estaba bromeando. Casi todo el mundo la veía con burla y durante las clases la empujaban, ignoraban o le escondían instrumental necesario para la clase.

En segundo lugar, tuvo dos tortuosas horas de Herbología con Neville y Nela ya estaba a punto de colgarse del Sauce Boxeador. No era que detestara las flores, claro que no, a ella le gustaban mucho...verlas, no cuidarlas. La profesora Sprout quedó enormemente sorprendida cuando en al inicio de la primer hora le hubo entregado una planta que se hubo secado al cabo de la mitad de la segunda hora. Neville se había reído un poco al igual que Nela. Ella no era alguien que se molestara cuando las cosas le salían mal, era más alguien que prefería reírse a amargarse...aunque eso le irritaba aún un poco internamente.

Pensó que las cosas mejorarían con el paso del día, pero cuando hubo entrado a las dos horas de Defensa Contra las Artes Oscuras, Nela se hubo dado cuenta que las cosas solo iban a empeorar cuando la nueva profesora Dolores Umbridge hubo informado, justo como ella había predicho, que nadie usaría la magia y que, en palabras más coloquiales, Harry Potter era un chiflado.

—Esta es la vida real, señor Potter.—dijo la profesora Umbridge con su falsa sonrisa.—¿Quién querría atacar a unos chicos como ustedes? 

—No lo se, quizá Voldemort.—dijo Harry Potter con decisión.

Nela estaba de acuerdo con el, pero aunque sonaba un poco cobarde, lo más sensato era que se mantuviera callado para no meterse en problemas.

Lastima que Harry Potter no era usualmente sensato cuando estaba molesto.

Durante unos segundos, Nela dejo de prestar atención a la discusión, pues estaba prestando atención a las expresiones de todos los demás, dándose cuenta que en realidad muchos desconfiaban del chico Potter, pero unos cuanto si que creían en el.

Salió de su ensoñación cuando sintió la mano de Neville apretar la suya, giro el rostro y contemplo como la profesora Umbridge le daba un pergamino a Harry Potter y este salía furioso del salón.

—Continuemos con la clase, por favor.—sonrió la profesora Umbridge.

Nela miró de reojo a Neville y ambos comenzaron a trabajar. Las dos horas de clase pasaron dolorosamente lento, únicamente leyendo y haciendo resúmenes. En ese preciso instante, Nela hubiera preferido quedarse en Beauxbatons, pero considerando lo delicado de la situación, prefería estar ahí con su hermano.

La mayoría de las personas consideraban que Neville era un debilucho cobarde, incluso su abuela lo pensaba, pero Nela sabía que eso no era así. Neville era muy valiente, solo que aún no se daba cuenta y mientras no lo notara, Nela se encargaría de que no hicieran daño a su hermano.

Cuando la clase termino, todos suspiraron de alivio. Durante la cena, lo unico que entre los alumnos de todas las casas se comentaba era sobre la discusión entre la profesora Umbridge y Harry Potter, diciendo en murmullos no tan bajos lo mentiroso y arrogante que este era.  

Desde su asiento, Nela contempló como este se levantaba indignado de la mesa sin apenas haber comido, tomaba su mochila y salía del Gran Comedor. Nela intuyo que iría a su castigo con la profesora Umbridge. Recargo su cabeza en su mano mientras jugaba con su comida.

—¿Pasa algo?—le pregunto Neville en un susurro.

—No te preocupes.—le sonrió.

Aquella noche, Hermione y ella se sentaron en una mesa de la sala común a hacer absolutamente todos los enormes encargos de tarea. Ron Weasley, quien también quiso adelantar, solo había podido adelantar un poco del ensayo de pociones a comparación de ellas dos, quienes ya tenían todo terminado.

Al final, Hermione y Ron se habían ido a dormir, pero Nela se quedo en la sala común, sentada en uno de los sofá leyendo un libro junto a la chimenea. Una hora despues, a las doce y media, la puerta de la sala común se abrió y Harry Potter apareció pálido por esta.

Harry miro sorprendido a Nela, no esperaba encontrar a nadie despierto a esa hora. Nela, por el contrario, sonrió y le hizo una seña con el dedo para que se acercara.

—Buenas noches, Harry.—saludó Nela suavemente.—¿puedo llamarte así?

—No, no,—balbuceo Harry—quiero decir, sí. Sí puedes decirme Harry.

Nela sonrió y extendió su mano, el la miró confundido.

—Pese a lo que puedas pensar, la profesora Umbridge estaba contenta de que te revelaras, probablemente porque así podía castigarte, lo que me hace intuir que ya tenía listo un método excesivo para intentar controlarte. Tienes rastro de dolor en el rostro y la abuela me advirtió que Umbridge era alguien de gustos excesivos. No puede dejarte marcar en lugares muy poco visibles porque sería acoso infantil, pero tampoco puede dejarlos a la vista. Mi mejor teoría es que esta en tus manos o brazos. ¿Es así?—Nela ladeo la cabeza y Harry la miro nervioso.

—Solo tuve que escribir.—Mintió.

—Cuando mientes dejas tus expresiones bastante lisas.—comentó Nela.—Anda, muéstramela, tengo algo que te puede ayudar con el dolor.

Con cierta pena, Harry le mostró el dorso de su mano y Nela frunció el ceño al ver la herida. "No debo decir mentiras" recitaba en carne viva. Saco un frasco de su mochila junto a una venda y comenzó a aplicar una crema sobre la herida. Harry no pudo evitar soltar un suspiro de satisfacción. 

—Es esencia de Murtlap. Animales poco apreciados pero muy útiles.—comentó tratando con delicadeza la herida— te daré el frasco, puedes usarla cada que te duela y cuando necesites más, me dices. Intuyendo tu caracter, más de una vez estarás castigado.

—Gracias, Nela.—dijo Harry con un sonrojo.

Nela alzo el rostro y le sonrió.

—De nada, Harry. Ahora, ve a dormir. Mañana tenemos un largo día.

—Sí...hasta mañana, Nela.

Desde las escaleras de los chicos, Harry contemplo como la figura de Nela desaparecía tras la puerta de su habitación. Suspiro temblorosamente y cuando el también se hubo acostado en su cama, se sorprendió al encontrarse agradeciendo estar castigado.

Así había conseguido cruzar palabras con Nela Longbottom.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

¿Qué les pareció el capitulo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro