4
— Abuela — Digo cuando regresamos a la sala.
— ¿Si, cariño?
— ¿Podría llamar a mi tía Hermione? Me gustaría decirle la verdad, pero que venga ella sola, por favor — Le pido.
— Por supuesto, ya mismo le escribo una carta — Me dice con una sonrisa.
Nos sentamos en el sillón de hace un rato mientras mi abuela va a escribir la carta a mi tía, Apolo se recuesta en mi brazo mientras abraza el peluche de Ares y Adhara juega con mi collar.
— ¿Y Cissy? — Escucho la voz de mi abuelo.
— Fue a escribirle una carta a mi tía Hermione, le pedí que la llamara para contarle todo — Contesto levantándome, dejando a Adhara encima de Apolo — ¿Ya terminaron?
— Oficialmente están a cargo de sus abuelos — Dice el ministro inglés — Aunque el señor Dupuy también está en el acuerdo, el puede venir a visitarlos cualquier día y pueden salir con el si así lo desean.
— Gracias — Digo con una pequeña sonrisa.
— Listo, ya le escribí a Hermione — Dice mi abuela llegando — ¿Todo bien?
— Así es, señora Malfoy — Contesta el ministro inglés — Ahora sus nietos están a su cuidado.
— Yo debo retirarme ya — Anuncia el ministro francés — Señores Malfoy, les pido que cuiden a estos niños con su vida, solo fui padrino de mi pequeña Athenea, todos son como mis sobrinos y quiero lo mejor para ellos.
— No se preocupe, ministro, nosotros cuidaremos de ellos y usted está invitado a venir a visitarlos cuando desee — Dice mi abuela.
— Muchas gracias, señora Malfoy — Agradece para luego mirarme — Alya, espero puedas superar esto, se que eres una chica muy fuerte y podrás con esto. Si algún día necesitas algo, puedes contar conmigo, y avísame el proceso de Apolo y cualquier cosa que pase con Narcissa, y tu padre.
— Muchas gracias, Tío Keu, y si, yo le mandaré cualquier avance que suceda.
El tío Keu me da un pequeño abrazo y se agacha para despedirse de mis hermanos.
— Muchas gracias por todo, ministro — Le agradezco al ministro inglés.
— No agradezcas, Alya, puedes contar conmigo también — Dice sonriendo — Yo también debo irme, espero tenga un buen día, con permiso.
Los dos ministros se retiran y solo queda mi padrino.
— Yo también debo irme — Dice soltando un suspiro.
— Vendrás a visitarnos seguido, ¿Cierto? — Digo jugando con mis manos con nerviosismo.
— Por supuesto que sí, y también nos comunicaremos por teléfono, no te preocupes — Dice abrazandome — No te esfuerzas tanto, Alya, debes cuidar de ti también.
Asiento levemente contra su pecho y me separo.
— Luego me gustaría ir a la mansión de Francia — Le digo.
— Tu solo dime cuándo quieras ir y listo — Dice con una leve sonrisa.
Se separa de mi y se acerca a mis hermanos, los cuales lo abrazan con fuerza.
— ¿Cuidaras a tus hermanas por mi? — Le pregunta a Apolo.
Apolo asiente rápidamente y levanta el dedo meñique, el cual mi padrino toma con su meñique.
— Ese es mi chico — Dice revolviendo su cabello.
Por última vez, besa la cabeza de Apolo y Adhara y se endereza, volteando a ver a mis abuelos.
— Les encargo a la luz de los ojos de Draco y Alinna, por favor, cualquier cosa que pase, escríbanme — Dice mi padrino.
— No se preocupe, señor Dupuy, nosotros los cuidaremos y lo mantendremos en contacto — Dice mi abuelo.
— Díganme Bastian, soy muy joven para que me digan señor.
— Ejem — Digo con burla.
— Graciosita — Dice rodando los ojos — Afuera está la maleta de Alya, ¿Donde la dejo?
— Vamos, yo lo llevo afuera y la entro — Dice mi abuelo.
Mi padrino asiente y se acerca a darme un último abrazo, junto a un beso en la frente.
— Cuídate — Murmura.
— Lo mismo para ti — Digo correspondiendo el abrazo.
Cuando se separa de mi, sigue a mi abuelo afuera y suelto un suspiro.
— Cuando quieras podrá venir a verte, no te preocupes — Dice mi abuela con una mano en mi hombro.
— Gracias — Le digo con una sonrisa.
— Vengan, les mostraré sus habitaciones.
Tomó a Adhara en brazos y Apolo agarra la mano de mi abuela, en el camino hacia arriba, vemos algunas fotos de mi padre, lo cual hace que Adhara lo apunté.
— Si, es papá, cariño — Digo besando su mejilla.
— Sus habitaciones están cercas a la nuestra, estarán seguidas para que puedan ir cuando gusten a la del otro — Dice mi abuela — La más grande la puede tomar Alya, que es la que esta al final del pasillo, la que le sigue puede ser de Apolo y por último la de Adhara, que es la que está al lado de la mía y Lucius, ¿Les parece bien?
Apolo y yo asentimos con la cabeza, y entramos primero a la de Apolo, la cual es una habitación común pero bien equipada.
— ¿Cual es el color favorito de Apolo? — Pregunta mi abuela.
— Azul — Contestó.
Con un movimiento de varita por parte de mi abuela, las cortinas, sábanas y algunas cosas más se vuelven de color azul, con distintas tonalidades.
Apolo suelta una risita y corre hasta su nueva cama, acostándose en ella.
— Ve a tu habitación, yo me quedo con los niños — Dice mi abuela tomando a Adhara en brazos.
Le doy una última mirada a Apolo y salgo de su habitación, yendo a la mía. Es casi igual a la de Apolo, solo que más grande y con un balcón, me tiro en la cama y suelto un suspiro de satisfacción al sentir el cómodo colchón.
Escucho un toque en la puerta y levanto la mirada, viendo cómo mi abuelo asoma la cabeza.
— ¿Puedo?
— Claro — Digo sentándome el la cama.
Lo veo entrar y deja mi maleta a un lado del armario.
— ¿Te gusta tu habitación?
— Si, es bastante grande — Digo con una sonrisa agradecida — Gracias.
— No agradezcas, eres mi nieta, esta casa también es tuya — Dice y saca su varita — Dime, cual es tu color favorito.
Suelto una risita y pienso en el verde, aunque también pienso en el azul, ya que era el favorito de Abraxas.
— Azul y verde — Digo con una sonrisa nostálgica.
— Exigente, eh — Bromea.
Con un movimiento de varita, mi habitación toma el color de los colores que elegí.
— Gracias, abuelo, me encanta.
— Descansa un rato, Alya, yo te llamaré cuando llegue Hermione.
Asiento levemente y lo veo salir de la habitación, suelto un suspiro y me vuelvo a acostar en la cama.
No fue tan malo como pensé.
──────✧✦✧──────
— Alya — Escucho una voz que no termino de reconocer.
— ¿Hmh? — Murmuró adormilada.
— Hermione ya llegó.
Abro los ojos con pesadez y veo a mi abuela, la cual está sentada en el borde de mi nueva cama.
— Oh, en un momento voy — Digo rascando mis ojos.
— No hagas eso, te puede hacer daño — Me regaña tomando mi muñeca.
Suelto una risita — Mamá decía lo mismo.
— Las mamás y las abuelas somos sabias — Dice levantándose de la cama.
— No lo dudo — Digo con una pequeña sonrisa — En un momento bajo.
— Estaremos en la sala.
— ¿Y mis hermanos?
— Están dormidos, jugamos por un rato y quedaron agotados luego de comer — Me informa.
Asiento levemente y voy al baño, allí lavo mi rostro para quitarme el sueño. Salgo de mi habitación y cuando estoy por bajar, veo una foto de papá cuando era pequeño, es como ver una foto de Abraxas.
Sacudo mi cabeza y bajo las escaleras con rapidez, allí veo a mi tía junto a mis abuelos.
— ¿Alya? — Pregunta confundida.
— Señora Parkinson — Digo acercándome a ellos.
— ¿Que está pasando? No entiendo nada — Dice mi tía confundida — ¿Estás bien? Las chicas están preocupadas porque no les contestas las cartas.
Un pequeño escalofrío me recorré ante la mención de mis amigas y suelto un suspiro, sentándome a un lado de mi tía.
— Yo estoy bien físicamente, no podría decir lo mismo mentalmente — Digo soltando un suspiro.
— ¿Que paso? — Pregunta mirándome con curiosidad.
— Antes de contarte, debo confesarte algo — Digo mirándola fijamente.
— ¿Que cosa?
— Mi madre es tu hermana, Alinna Granger, tu eres mi tía — Digo suavemente.
— ¿Que? — Dice sorprendida — ¿Donde está mi hermana?
Muerdo mi labio inferior y bajo la mirada, incapaz de decirlo.
— Hermione — Escucho la voz de mi abuela — Lo siento mucho.
— No, no, Cissy, dime qué mi hermana no está muerta — Escucho la voz desesperada de mi tía y me estremezco.
Las lágrimas nublan mi vista y trato de limpiarlas, pero no paran de salir.
Unos brazos de hombre me rodean y me aferró a mi abuelo, sollozando sin preocupaciones, aprovechando que mis hermanos no están.
— Se que es fuerte, Hermione, pero debes escuchar todo — Dice mi abuela consolando a mi tía.
— ¿Y Malfoy?
— Está en coma — Dice mi abuela soltando un suspiro.
— Lo siento, Cissy.
Me separo de mi abuelo cuando me tranquilizo y limpio mis mejillas.
— ¿Mejor? — Me pregunta.
Asiento levemente y regreso mi vista a mi tía, la cual se está secando las lágrimas.
— Siento mucho tu perdida, Alya — Dice mi tía tomando mi mano — Pero si me permites, me encantaría ser parte de tu vida de ahora en adelante.
— A mi me encantaría que así fuera, tía — Digo con una pequeña sonrisa — Pero no solo soy yo, también tengo dos hermanos más, bueno, tenía siete hermanos, ahora dos están vivos y Cissy aún sigue luchando por su vida — Digo con una mueca.
— Oh por Merlín — Murmura mi tía y me jala a sus brazos, abrazandome con fuerza — Lo siento mucho, Alya.
— Yo también lo siento — Digo correspondiendo el abrazo.
— Aceptaré a 1000 sobrino si así fuera — Dice sin dejar de abrazarme.
Duramos un rato más así, hablando del accidente y de mis hermanos.
— ¿Te parece bien que le digamos a los chicos? — Me pregunta mi tía.
— Si, pero me gustaría ver primero a James — Digo mirándolos a los tres.
— Si así lo deseas, así será — Dice mi abuela con una sonrisa.
— ¿Quieres ir hoy mismo? — Pregunta mi abuelo.
— No, mañana mejor.
— Muy bien, debo irme, Pansy debe estar preocupada — Dice mi tía levantándose — Aún no le diré a las mellizas, esperaré hasta que veas a James, ¿Te parece bien?
— Si, gracias, tia — Digo dándole un abrazo.
— Cuídate, sobrina — Dice con una sonrisa, aunque podía notar la tristeza en sus ojos — Espero conocer pronto a Adhara y Apolo.
Cuando mi tía se va por la chimenea, mi abuela me toma del brazo y me lleva hasta el comedor.
— Debes comer algo, ya luego podrás ir de nuevo a dormir — Dice acercándome un plato con pastel de carne y un vaso de jugó de calabaza.
— Gracias, abuela — Le agradezco con una sonrisa.
Empiezo a comer mientras platico con mi abuela, no se dónde se metió mi abuelo, pero aparece cuando termino de comer.
— ¿Quieres helado de postre? — Dice con una sonrisa.
— Siii — Digo con una sonrisa.
Amo el helado.
— ¿Te gusta la fresa explosiva? — Dice caminando hacia la cocina.
— Si — Contesto.
— Está haciendo el esfuerzo por caerte bien, tiene miedo de que sus nietos lo odien — Me dice mi abuela en un susurro.
— Mientras nos trate bien, no hay razón para odiarlo — Digo mirando a mi abuela.
— Es paranoico — Se encoge de hombros.
Suelto una risita y vemos cómo mi abuelo regresa con tres porciones de helado.
Comimos helado los tres mientras mías abuelos me contaban cosas de mi padre, me daba nostalgia y alegría escuchar varias cosas.
— Iré a ver a mis hermanos antes de irme a mi habitación — Digo mientras subimos las escaleras.
— Adelante, nosotros estaremos en nuestra habitación — Me dice mi abuelo.
Mientras yo entro a la habitación de Adhara, mis abuelos entran a la de ellos.
Me acerco hasta la cuna donde está mi hermana menor durmiendo, sonrió al verla tan relajada y dejo un beso en su frente.
Salgo con lentitud de la habitación y me paso a la de Apolo, el cual está dormido abrazando el peluche de Ares con fuerza, también dejo un beso en su frente y salgo de su habitación.
Entro a mi habitación y empiezo a acomodar mis cosas más importantes en su lugar, luego me cambio a mi pijama y me vuelvo a acostar en mi cama.
— Lo hice, mamá — Murmuró antes de caer dormida.
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— ¿Lista? — Pregunta mi abuelo levantándose del sofá.
Asiento levemente y beso la frente de Adhara, pasándosela a mi abuela.
Iría a ver a James, hable con mi tía y le pedí el favor de que les contara todo, yo solo quería que James me abrazara y no me hiciera preguntas.
— Hazle caso a la abuela y no te metas en problemas — Digo agachándome a la altura de Apolo.
Apolo asiente con la cabeza y besa mi mejilla, sacándome una sonrisa.
— Cuídate y cualquier cosa, le dices a Harry que nos llame y Lucius ira a buscarte — Dice mi abuela dándome un abrazo — Y no te preocupes, nosotros los cuidaremos bien
Le doy una leve sonrisa a mi abuela y me acerco a mi abuelo, el cual me esta esperando a un lado de la chimenea.
— Toma un poco de polvos y grita con claridad "Residencia Potter Greengrass", ¿Entendido? — Dice mi abuelo tomando un poco de polvos flu.
— Si — Imitó su acción y agarro el polvo.
— Yo iré primero y luego irás tú — Me avisa y se para dentro de la chimenea.
Asiento levemente y lo veo desaparecer entre las llamas, espero unos segundos y entro a la chimenea.
— Residencia Potter Greengrass — Grito con claridad.
Siento una pequeña sacudida que me hace cerrar los ojos y cuando los vuelvo a abrir, estoy frente a mi abuelo y suegros.
— Alya, cielo — Dice mi suegra acercándose a mi cuando salgo de la chimenea — Siento mucho le que haz pasado, cariño.
Me relajo en los brazos de la mamá de mi novio y correspondo el abrazo, recostando mi cabeza en su hombro.
— Hola señora Potter — Murmuró.
— Alya — Dice mi suegro con una mirada triste — Puedo asegurar que haz escuchado estás palabras un montón de veces, pero siento mucho tu perdida.
— Gracias, señor Potter — Digo con una pequeña — Digo, Harry.
Mi suegro suelta una risita y me da un apretón de en mi hombro.
— James está en su habitación, está un poco ansioso por tu llegado y lo mandamos a tranquilizarse allá — Dice mi suegra separándose de mi — Se vuelve un manojo de nervios cuando se trata de ti.
Suelto una risita con las mejillas sonrojadas y muerdo mi labio inferior con pena.
— ¿Quieres que te acompañe o prefieres ir sola? Ya sabes dónde queda.
— Quiero ir sola, Señora Potter, gracias — Le agradezco.
— Como quieras, Alya — Dice con una sonrisa — Y dime Daphne, ¿Ok? O me enojare, yo no haré berrinche como tu suegro.
— Oye — Se queja su esposo.
— Muy bien, Daphne, muchas gracias — Le digo con una sonrisa y volteo a ver a mi abuelo — ¿Ya te vas?
— Si, iré a pasar el rato con Cissy y los niños, cuando quieras volver, dile a Harry que me llame y te busco — Dice mi abuelo acariciando mi hombro.
— No te preocupes, Lucius, yo la puedo llevar — Dice mi suegro.
Me despido de mi abuelo y subo las escaleras de la casa de mi novio, paso por la habitación de Lily y la noto un poco abierta, dándome la vista de mi cuñada encima de su cama dibujando.
Sonrió levemente y me acerco a la habitación, tocando la puerta levemente. Lily levanta la mirada y sonrie cuando me ve, dejando su dibujo de lado y corriendo hasta donde estoy.
— Al — Dice abrazandome.
— Hola cuñadita — Correspondo el abrazo.
Siempre me he llevado muy bien con Lily, me parece una niña muy linda e inteligente.
— Mis padres me dijeron lo de tu familia — Dice con una pequeña mueca — ¿Como estas?
— Es difícil, pero estaré bien — Digo acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja — Solo venía a saludar, James me está esperando.
— Está vuelto loco, casi corre sin zapatos y en pijama a la casa de los abuelos Malfoy — Confiesa la pelirroja riendo, lo que provoca mi risa — El te ama mucho, algún día me gustaría tener algo como lo que ustedes tienen.
— Y yo lo amo a él — Digo con las mejillas sonrojadas — Algún día encontrarás a alguien, Lils, aún estás pequeña.
— Anda, ve a buscar a mi hermano antes de que huya por la ventana.
Suelto una risita por las ocurrencias de mi cuñada y le doy una pequeño abrazo, para luego irme a la habitación de James.
Cuando estoy frente a esta, suelto un suspiro tembloroso y tocó la puerta con nervios.
Pasan varios segundos y no escucho nada, ¿Será que ya se escapó por la ventana?. Descartó esa idea cuando se escucha como algo cae dentro y las maldiciones de James, lo que provoca una sonrisa de mi parte.
James siendo James.
La puerta se abre, revelando a James con el pelo desordenado y sobándose la pierna derecha, aunque se endereza cuando me ve.
— Rubia — Murmura con delicadeza.
Creo que eso derrumba todas las barreras que he creado todo este tiempo y hago un pequeño puchero.
— Ven, preciosa — James me envuelve en sus brazos y me adentra a su habitación, cerrando la puerta.
Me aferró a James como si mi vida dependiera de ello y sollozo contra su pecho, sin miedo de que mis hermanos me escuchen, simplemente soltado lo que llevaba guardado todo este tiempo.
— Estoy aquí, rubia, no me iré a ninguna parte.
Eso hace que llore con más fuerza, agradezco tanto al mundo poder tener a James junto a mi, es un gran apoyo en mi vida, tanto como novio como amigo es el mejor.
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