— Buenas tardes, señorita Park. — Pronuncia el chofer en el momento en el que entro a la parte trasera del auto. 

— Buenas tardes, Shim Jake. — Contesto al sentarme y al cerrar la puerta. — Ya te he dicho que si mis padres no se encuentran presentes, es innecesario que me llames por mi apellido y no por mi nombre. 

— Lo sé, pero prefiero no arriesgarme. — Responde mientras se encoje de hombros para luego poner el auto en marcha. 

— ¿Cuánto tiempo te dieron mis padres para regresar? 

— Cuarenta minutos, si sobrepaso ese limite descartarán dinero de mi sueldo. 

Shim Jake es mi chofer personal desde hace unos años y el que ha durado más tiempo con el empleo; casi cuatro años, para ser más exactos. Vino desde Australia luego de que mis progenitores compraran las tierras de sus abuelos aquí en Corea, quienes en su juventud emigraron junto a sus hijos de este país en busca de un mejor futuro. Según lo que Jake me ha comentado, cuando él era un niño sus abuelos regresaron a Corea encontrándose con la noticia de que sus hermanos habían vendido sus tierras para que los Park pudieran seguir con su tonta ambición de expandir su territorio.

Luego de muchos intentos, lograron hablar personalmente con mi padre llegando así a un acuerdo, en el que se afirma que ambos adultos trabajarían bajo Seoul Park Inc. hasta alcanzar la cantidad de dinero que mis padres gastaron en la compra de los terrenos.

Mi anterior Chofer fue despedido luego de conducir bajo los efectos del alcohol conmigo cómo pasajera, gracias al cielo esa información nunca llegó a los medios, ¿qué pensarían las personas si supieran los Park contratan personal poco confiable para procurar la seguridad de su hija?

Jake, al enterarse de la situación de sus abuelos, a sus dieciocho años recién cumplidos decidió venir a Corea aún sabiendo que no manejaba por completo el idioma, para su buena suerte - y mala, al mismo tiempo - justo en ese momento mis padres se encontraban en la urgente búsqueda de un nuevo chofer, Jake se ofreció a trabajar para mis padres para así poder ayudar a sus seres queridos.

En un principio no quise que mis padres aceptaran tal petición, ya que quedaban pocos meses para que alcanzara la mayoría de edad y así poder trasladarme por cuenta propia de una vez por todas, pero al conocer los motivos del chico no pude evitar aceptarlo de manera inmediata.

— ¿Cómo te sientes? — Pregunta haciéndome salir de mis pensamientos. — Lamento no venir a visitarte, sabes que es un querer que no me está permitido realizar. 

— A decir verdad, me siento algo bien. —  Respondo mientras tamborileo mis dedos sobre el respaldar de su asiento. — Es agradable escapar de mi agobiante rutina por un tiempo.  

— Pero ahora volverás y todo será cómo siempre. 

— Podría decirse, pero no es así del todo. 

Lo escucho tragar duro y desde mi lugar puedo verlo tensar su mandíbula para luego mirarme por el rabillo del ojo, él sabe a lo que me refiero y aunque sé que le incomoda el tema decido no dejarlo en el aire. 

 — Señorita Park, se está metiendo en asunto que prometimos olvidar. 

— Lo sé. — Le doy la razón. — Y respeto tu decisión en lo absoluto. 

Él fija su mirada nuevamente en la carretera mientras yo me quedo pensando en qué habría pasado si tan solo nos hubiésemos conocido en una distinta situación. 

No muy segura de lo que voy a hacer, luego de unos segundos tomo valor y decido llevar a cabo mi acción, me levanto rápidamente de mi lugar para luego pasar mis piernas por el espacio en el entremedio de los asientos delanteros, seguido de acomodarme en el asiento del copiloto y abrocharme el cinturón de la manera correcta.

El chico a mi lado me mira con asombro y desconcierto, pero aparta sus ojos de los míos cuando nuestras miradas se conectan.

— Haneul, eso es algo que no puedes hacer... Está mal. 

— ¿Por qué estaría mal? — Pregunto sin entender. — Antes de ser pareja fuimos amigos, ¿qué acaso no podemos seguir siéndolo? 

— Tus padres me matarán si se enteran de esto.  

— Vamos Jake, deja atrás ese miedo. — Dejo un ligero golpe sobre su hombro. — Hagámoslo por los viejos tiempos, para recordar los momentos en los que nos escapábamos de madrugada intentando huir de nuestros problemas. 

Sin mencionar nada más, Jake conecta su celular a la bocina del auto y coloca Summer Of Love de Shawn Mendes a todo volumen.

No puedo evitar que las comisuras de los labios se levanten y por el rabillo del ojo puedo notar que a él le ha pasado lo mismo. 

...

Cuando estamos por cruzar el portón principal de mi casa, me regreso con rapidez hacia la parte trasera al ver a mis tíos bajando de su auto, lo menos que quiero es que nos descubran y le diga mis padres que me estoy relacionando con el personal más allá de la relación jefe-empleado.

Me quedo algo extrañada al notar la gran cantidad de autos estacionados en fila por todo el estacionamiento.

— Bueno, aquí termina nuestro recorrido, señorita Park. — Dice Jake al estacionar el auto y salir de este para abrir mi puerta. 

— Supongo que así es. 

Me ofrece su mano. pero se retira con rapidez al percibir la cercanía de mi madre. 

— ¡Mi querida hija finalmente ha vuelto a casa! — Es lo primero que sale de su boca cuando esta frente a mi.

La miro con asombro e incredulidad ante sus palabras, luego se acerca a mi y rodea mi cuerpo con ambos brazos, dejándome más desconcertada de lo que estaba. Comprendo la situación al mirar por sobre su hombro y notar a algunos reporteros y camarógrafos a unos pocos metros de nosotras.

¿Desde cuándo mi vida dejó de ser solamente mía?

No me queda de otra más que sonreír y corresponder a felizmente a su falso cariño.

— Yo también te extrañé mucho, mamá. 

— Vamos adentro, todos esperábamos con ansias tu llegada. 

Sin decir nada más, les hace una seña a los camarógrafos indicándoles que corten las grabaciones y continua con su camino hacia el interior de la casa.

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Me lanzo sobre mi cama sin tener cuidado alguno, después de una tarde llena de fotos y sonrisas falsas, finalmente me es permitido regresar a mi habitación de una vez por todas, ¿por qué debo estar rodeada de personas desconocidas cuando claramente no es algo de mi agrado?

¿En qué momento mi vida personal pasó a ser una noticia de farándula? 

Ese tipo de interacciones sólo me provocan incomodidad, miedo y nauseas, me levantó de mi cama y me dirijo hacia el baño en busca de una aspirina que me ayude a terminar con el intenso dolor de cabeza que he tenido desde hace unas horas. Estoy por entrar al baño cuando una voz gruesa me hace sobresaltar y dar media vuelta. 

— Tu madre me informó que nuevamente te vio hablando con el personal. — La voz de mi padre resuena fuertemente por la habitación cómo si este fuese el único sonido existente. — ¿Qué tan imbécil tienes qué ser cómo para no entender las cosas a la primera?  

Intento responder, pero me es imposible lograr que de mi boca escape sonido alguno.

— Mira, sólo lo diré una vez más. — Habla mientras se acerca lentamente a mi para luego acariciar mi barbilla con una de sus manos. — No debes relacionarte con individuos de un estatus social diferente al tuyo, ¿entiendes? 

Nuevamente intento responder, pero mi garganta se ha secado por completo, evitando así que logre pronunciar sonido alguno. Él, al deducir que no pienso responderle, alza su mano rápidamente y la estrella con fuerza contra mi rostro. 

— Basta, yo hablaré con ella. —  mi madre desde el marco de la puerta cuando mi padre está a punto de lanzar el segundo golpe. 

Mi padre me dedica una última mirada antes de encaminarse a la salida, mi madre cierra la puerta para luego dirigirse hacia mi y tomar mis manos entre las suyas para llevarme nuevamente a la cama. 

Hace que recueste mi cabeza sobre sus piernas para luego empezar a acariciar mi cabello de una manera lenta y suave, cierro mis ojos al recordar los pocos momentos de mi infancia en los que me sentí completamente amada por ella, aún sabiendo que la realidad es totalmente lejana a esa fantasía. 

— Mi querida Haneul... — Su voz se torna más suave de lo usual. — Hemos hablado de esto miles de veces, ¿cuándo entenderás? No debemos causar que tu padre se enfade con nosotras. 

— ¿Por qué le dijiste qué me viste con Jake? — Me atrevo a preguntar al confirmar que mi padre ya no se encuentra cerca. 

Al escuchar mis palabras, suelta una ligera risa socarrona que me provoca un escalofrío por toda la superficie de mi cuerpo.

— Ay, hija mía... Ese chico no te conviene en lo absoluto. 

— Pero sólo tenemos una amistad. — Levanto mi mirada para toparme con la suya. — Me prometiste que no le comentarías nada de lo ocurrido a mi padre. 

— Te daré un consejo. — Se levanta de la cama dejando una almohada en su lugar. — A veces las promesas deben romperse para lograr que el costo de estas sobresalga. 

Se inclina hasta la altura de mi frente para dejar un pequeño beso sobre esta, seguido de encaminarse hasta la puerta para ella también abandonar el lugar, dejándome con el miedo y el sentimiento culpa por lo que podría pasarle a Jake si no corto por completo mis lazos con él.

Shim Jake es el chico al que conocí hace cuatro años atrás, cuando se presentó en mi casa para adquirir un empleo cómo mi chofer personal, a pesar de la incomodidad que al principio nos rodeaba, logramos crear un pequeño espacio especial en el que ambos nos sentíamos seguros al estar al lado del otro. 

Con el paso del tiempo, Shim Jake se convirtió en mi primer amigo para luego pasar a tomar lugar en mi vida cómo mi primer amor secreto.

Shim Jake es el chico por el cual caí enamorada y con el que mantuve un noviazgo que felizmente pudimos ocultar por más un año.

Shim Jake es el chico al cuál mi madre amenazó con quitarle su empleo y romper el contrato de sus abuelos si seguía acercándose a mi de otra manera más que un simple empleado. 

Tuve que rogarle a mi madre para que no hiciera tales cosas e intentar hacerla entrar en razón para que se diera cuenta que no era necesario llegar a tal extremo. Al final me prometió que no le diría nada a mi padre si yo seguía cada una de sus ordenes al pie de la letra.

Aunque ya han pasado casi dos años desde lo ocurrido, aún no me es permitido hablar con él a menos que sea para llevarme a algún lado, y eso algo que ambos parecemos odiar, pero al mismo tiempo respetar.

Me siento tan estúpida e inútil al pesar que esto no hubiese pasado si tan solo no hubiese hecho que Jake intercambiara palabras conmigo, no puedo evitar pensar en que si mis padres llegan a hacerles algo a él o a su familia, todo será completamente mi culpa por no haber obedecido las reglas. 

Sin duda, Park Seongjin y Park Minsuk son las peores personas que he conocido en toda mi vida. 

Sin saber qué más hacer, tomo mi celular en mano y marco a uno de los pocos números que tengo añadidos a mi lista de contactos.

— ¿Hobi? ¿Podrías hacerme un favor...?