Capítulo 11
❝No creo en el dios de la confianza
Palabras como "color" me hacen temblar
Una amplia zona gris es mucho más cómoda
Cientos de millones de expresiones faciales grises aquí
Cuando llueve, es mi mundo
Bailo en la cima de esta ciudad
Hay niebla en un día despejado
En los días lluviosos estaremos siempre juntos
Hago un brindis por todo el polvo aquí❞
— JiMin bebé, pásame la bolsa de pasas que está en la alacena.
— Claro abubu. — fue hacia el mueble y buscó por todos lados pero no encontró nada. — Abubu, no hay nada. — hizo un pequeño pero notorio puchero.
— Bueno, entonces, ve al cuarto de lavandería, ahí tengo una caja con bolsas de pasas. —
— Okay.
Salió de la cocina y se dirigió donde le indicaron. Al bajar, encendió la luz para poder ver mejor.
— Bingo.
Visualizo rápidamente la caja que le había dicho su abuela, tomó un banquito que se encontraba debajo de una mesa y lo llevó con él para poder alcanzar la caja.
Al intentar alcanzarlo, sintió una pequeña opresión en su pecho pero no le tomó importancia y siguió intentando alcanzar la dichosa caja.
Al ya tenerla en sus manos, sintió como su vista se nublaba y cayó junto a la caja de pasas al piso.
En ese momento, la señora Park iba entrando al cuarto de lavandería ya apresurada en terminar los roles y JiMin que no llegaba con el último ingrediente falta.
Bajo las escaleras y se encontró con su nieto en el suelo con las bolsas de pasas tiradas. Inmediatamente subió y llamó a una ambulancia.
Oh no...
— JiMin ¿quieres ser mi novio?
El rubio llevó sus manos a su boca, cubriendo su sorpresa y solo abrazó al pálido, dejando muchos besos en su rostro.
— Sí, sí quiero, Yoonie. — saltó a sus brazos, el peli negro le sujeto de los muslos, evitando que cayera mientras Park dejaba besos sobre su rostro, muchos de ellos yendo a para a sus labios.
Ambos se sentían felices, en su pequeña burbuja indestructible.
Al menos, por poco tiempo.
Por poco tiempo, ellos eran felices ese once de noviembre, bajo el cerezo donde comenzaría su nueva relación.
— Yoon. — le llamó una vez y el castaño ni se inmuto. — Yoonie. — de nuevo, su llamado no fue escuchado. — ¡Min YoonGi! — le dio un suave golpe en el estómago desnudo del pálido.
— ¿Q-qué pasó, Minnie? — dijo con voz ronca y adormitada.
— Te estaba despertando para que hiciéramos el desayuno juntos pero no te levantas. — puchero.
— Perdón amor. — besa el puchero del rubio. — Te parece si vamos a desayunar fuera del hogar.
— Síp, vamos.
Ambos salieron de la cómoda cama para ir a la ducha, quizás a darse un baño o quizás a continuar una segunda ronda. Nunca lo sabremos.
— JiMin, hijo, al fin despiertas. — la señora acariciaba el sedoso cabello de Park menor.
— Abue, ¿dónde estoy? — observó a su alrededor notando que se encontraba en un hospital. — ¿Qué hago en un hospital?
— Verás JiMin... — el doctor llega interrumpiendo la conversación.
— Es realmente bueno saber que ya ha despertado joven Park.
jaksj q corto.
me huele a que el final está cerca.
#miedo #karolg #kunnotuvarón
—mishi.
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