B. OO9
一¿Ya te comiste todo? 一Preguntó mi tía, con cierto tono de preocupación. Últimamente andaba más sobreprotectora, pero puedo entenderlo. No todos los días tu sobrino está en un hilo de muerte.
一Sí, voy a esperar a Sydney en mi cuarto. 一Limpié mi boca con una servilleta que tomé, y me levanté de aquella mesa, donde se encontraba mi tía comiendo conmigo一. Estuvo delicioso todo, gracias por la comida.
Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación. Puse música, coloque los audífonos en el interior de mis orejas y cerré mis ojos. Me dormiré un rato, después de todo Sydney llegará en un rato, como su mensaje decía.
'¿Puedo ir a tu casa en un rato, Sunghoon?'
Pero, antes de que siquiera pudiera comenzar a suspirar lentamente y relajar mi cuerpo para dormir, la puerta de mi habitación se abrió con brusquedad, revelando a Sydney. Su mirada estaba perdida, y no había esa expresión juguetona y alegre en su cara. Solo se tiró boca abajo junto a mi, rodeando mi cintura con uno de sus brazos.
一Pero que te pasó... 一Traté de alejarla de mi, pero gruñó como un perro. Okay...
一Déjame. 一Abultó sus labios y apretó mi cintura con un poco de más fuerza. Esto se sentía de alguna manera íntimo, y me estaba poniendo nervioso. Contrario a Sydney, que estaba lamentándose de quien-sabe-que.
一Jungwon se mudará a Inglaterra. Y yo me porté mal con él. 一Su voz sonaba un poco estrangulada, pero no sabía si era porque quería llorar o porque tenía su rostro enterrado en el hueco que estaba entre mi cintura y su brazo.
一¿Que tengo que ver yo con eso? 一Levantó su cara de mi cintura, y me miró mal. Conozco esa mirada, al menos lo suficiente como para tratar con ella一. Es decir, ¿vienes a desquitarte conmigo? 一Golpeé con uno de mis dedos su frente.
一Me estoy desquitando de una forma dulce, Sunghoon. 一Apretó mis costillas, hice lo que pude para reprimir una risa一. Tú te desquitas conmigo, yo contigo. Todos para uno, uno para todos. 一Levantó su brazo, alzando una espada imaginaria, como en los tres mosqueteros.
一Está bien, cuéntame. 一Puse mi rostro relajado, preparado para escuchar las mil y un palabras que Sydney me soltará en 0.01 segundos, como lo hace todo el tiempo. Tiene la costumbre de dejarme atolondrado.
Ella se quedó callada, como analizando hasta que grado debe hablar. 一En realidad, solo es eso. Él se irá a Inglaterra. Así que yo necesitaba un poco de compañía, y eres la persona ideal para aguantar mi parloteo. Además eres agradable, cuando alguien es agradable cae bien. Me caes bien, así que quiero estar contigo.
一Eres una tonta, Sydney. 一Encendí mi teléfono, ya que había pasado unos segundos de silencio y tal vez Sydney tenía la intención de dormirse sobre mi cintura. No me parecía mal, pero debía distraerme del hecho de que tengo a una chica tan cerca. Bah, es Sydney.
Me sumergí en Instagram, y me dediqué solo a pasar por las publicaciones interesantes. Al minuto, mi curiosa acompañante se alejó de mi cintura y se acostó a mi lado, viendo todo lo que yo veía. Podía notar su rostro de repulsión por el rabillo de mi orbe.
一¿Cómo puedes seguir a una cuenta que muestra animales comiéndose a otros? Iugh. 一Sydney hizo una expresión graciosa cuando el cocodrilo se llevó al conejo dentro del agua entre sus dientes一. Dios, eres sádico. ¿Sabes que ese conejo tiene toda la intención de vivir?
No respondí. Dejarla en visto en persona es divertido. Pero después de unos minutos de estar viendo extrañas publicaciones, Syd comenzó a jugar con una de mis manos.
一Sunghoon, estoy aburrida. 一Se restregó contra mi brazo, mirándome con aburrimiento一. Hay que salir, debemos sonreír y divertirnos. ¡Somos libres! Vamos a algún lugar.
一Cuando llegue Felix, aguanta hasta ese momento. Eres vaga. 一Ni siquiera la miré. Sabía que estaría arrugando su cara como una ancianita molesta. Y me he dado cuenta que cada vez que lo hace termino haciendo lo que quiere. No esta vez.
一No, 一Golpeó su cabeza contra mi hombro一, hay que salir tú y yo. 一Me sacudió cuando negué con mi cabeza一. No te voy a hacer nada, no sin tu consentimiento. Promesa de oso. 一Levantó su mano a la altura de su cuello. La golpeé, a lo que el solo respondió con un guiño.
Se está comportando extraño.
一Por favor... 一Puso sus manos juntas, como si estuviera realizando una plegaria一. Necesito distraerme porque luego me pondré de mal humor y no quiero dejarte solo, necesitas un poco de Sydney en tu día, algodón dulce, colores pasteles y muchos abrazos, además de que podemos jugar con Felix, ¿sabías que si eres optimista muchas cosas pueden mejorar? Es por eso que yo soy todo el tiem-
一Bien, bien. Está bien. 一Puse mi mano en su boca, haciendo que dejara de hablar. El aegyo sal se dejó ver debajo de sus ojos, indicio de que estaba sonriendo一. Tengo una idea, pero vendrá mi familia.
一¡Claro! Después podremos salir tú y yo. Tu familia es increíble, ¿qué habrás hecho en tu vida pasada para merecerla? Seguro que fuiste un padre Tereso de Calcuta, bah, seguro fuiste Jesús. 一Sus dedos se hundieron en mi cabello, mientras seguía con sus discursos.
Hay que admitirlo. Disfruto de su atención.
Después de que Jay y Yongbok llegaran, le comentamos a la tía de Sunghoon sobre venir a la playa. Ella tiene trabajo, sin embargo, Jay y Yongbok no dudaron ni diez segundos en aceptar. Por suerte, la mamá de Jay nos dejó venir en su Madza MX-5. El problema es que solo era para dos personas.
¿Adivinen quién tuvo que cargar a Sunghoon y a Yongbok durante todo el viaje? Así es, yo. Saqué el papelito más corto, y aquí no hacemos doble moral. No solo por ser mujer deben hacer excepciones, ¡soy fuerte!.
No eran pesados, sin embargo estar casi una hora con ellos sobre mi, sí era algo cansado. Me encargué de ponerme un traje de baño manga larga, para que mi marca no sea visible. Cubrí mi boca con mis manos, sonriendo al ver el gran mar.
一¡Llegamos! 一Jay gritoneó, como se hacía costumbre cada vez que lo veía. Mis piernas estaban entumecidas, y la gloria vino a mi cuando esos dos seres humanos se bajaron de ellas. Por fin.
一Sydney-noona, ¿sobrevivió? 一Yongbok se bajó del auto y me sonrió tiernamente. Ese pequeño niño era una debilidad, con esas pequitas todas lindas como las de su hermano mayor. Ay, ya caí en sus tiernos encantos. ¡Es tan adorable!
一Lo hice, sobreviví. No había problema por ti ya que eres bastante liviano y delgado, pero antes de venir Sunghoon había comido una hamburguesa. ¿Tienes idea lo pachoncito que se puso? Era muy pesado. 一Asentí energética con mi cabeza.
Sunghoon me empujó en mi espalda, a lo cual caí de cara en la arena. Por suerte, nada había caído en mis ojos ni en mi boca. Las risas de Yongbok no tardaron en aparecer, eso había hecho que valiera la pena caer de cara en la arena.
一Perdón, mi culpa... 一Repuse como pude, antes de levantarme de la sucia arena.
Quedé fascinada con la vista. El mar azotaba contra las rocas rompe olas, los niños corrían y las mujeres se bronceaban. El sol era fuerte, lo cual hacia ver la playa como un lugar digno de ver solo por los dioses. ¿Cómo es que éramos tan afortunados de ver esto?
Pusimos la sombrilla en la arena, la cuál fue penetrada con facilidad.
Sunghoon levantó la camisa de Yongbok y puso protector solar en su espalda, después en su cuello, y a lo último en su pequeño rostro. La escena se grabó a fuego en mi mente, y estaba desesperada por tatuarme eso en la frente.
Era tan tierno. Sunghoon, el hermano mayor, en la playa, encargándose de que su hermanito menor no se vaya a quemar su carita. Yongbok corrió hacia la playa abierta, pero yo aún me quedé un poco embobada mirando a Sunghoon.
Últimamente no he podido sacarte de mi cabeza, pero estás prohibido. ¿Qué debería hacer? Tonto, haces que mi corazón de vueltas como un torbellino. Sunghoon tonto.
一¿Qué me ves, tonta? 一Sunghoon se acercó a mi, con el protector solar entre sus manos一. ¿Te ayudo? 一Apuntó el recipiente de crema que tenía en sus manos. ¿Ayudarme? Ni siquiera pienso estar en bikini.
一No, estoy bien. 一Sonreí一. No me quedaré solo en bikini, me gusta mucho poder estar con linda ropa. Aunque hay ocasiones en las que mostrar piel es lo ideal. ¿No crees?
Sonrió con diversión. 一Bueno, en ese caso, ¿puedes ayudarme tú? No quiero quemarme mi espalda. 一Ay, dios. Asentí con mi cabeza, tratando de no ponerme nerviosa. Nunca me había puesto nerviosa delante de él, pero vamos. ¡Estoy por tocar la espalda de un chico lindo!
Eché un poco de la crema viscosa en mi mano y la desparramé con mis dedos para que ambas manos estuvieran llenas. Me sorprendí un poco al ver como Sunghoon desprendía su camisa de su cuerpo.
Ay, mamá. Sin miedo, pegué ambas manos sobre su piel tersa y comencé a pasarlas por toda su espalda. Era relativamente pequeña, en forma de un triángulo invertido. Una cintura pequeña, sin duda.
一Ugh, está fría. 一Le dio un escalofrío一. No te pases de la raya, solo en la espalda. 一Volteó su cabeza para darme una mirada de advertencia, aunque estaba claro que estaba bromeando.
一¡Yah, en que piensas Sunghoon! 一Piqué con mi uña su espalda, haciendo que otro escalofrío recorriera esa área. Pasé mis manos por toda su espalda, esparcí el protector solar, hasta que no quedó nada de el 一Listo. 一Apreté mis labios cuando Hoon volteó.
一Yo me encargo de lo demás. Gracias. 一Virtió la crema en sus manos y la pasó por sus brazos y piernas. La imagen de Sunghoon pasando el protector solar por su pecho y abdomen, era algo adorable.
No lo veía de otra forma, pero me causaba una extraña sensación. Sé de que se trata, no soy una estúpida como en los libros, que se tardan mil años en saber que están enamorándose de alguien diciendo: ¿Quí istiy sintiindi? Es obvio que les gusta. Protagonistas tontas.
一¿Vamos? 一Comenté cuando por fin terminó de proteger su piel con la cremita olor vainilla. Metió su celular en una funda contra agua. No sabía que tomaría fotos, supongo que será más divertido tener recuerdos一. ¡Mira! 一Apunté detrás de él.
Cuando volteó hacia atrás, yo aproveché que estaba descuidado para montarme de un brinco en su espalda. Se tambaleó un poco y cayó sobre su rodilla, pero pudo levantarse con facilidad. Yo no era pesada, eso Syd.
一Tramposa. 一Sujetó mis muslos con firmeza, tratando de mantener el equilibrio teniendo a una persona más sobre su cuerpo.
一Como sea. ¡Corre! 一Apreté su cuello. Sus piernas se movían sobre la ligera arena, llevándonos a la orilla de la playa. Atraíamos algunas miradas de unos cuantos niños, era bastante adorable y divertido.
Llegamos al agua, la cual estaba relativamente fría pero agradable para bañarse. 一Está fría. 一Sunghoon retrocedió un poco, el agua le llegaba a los talones.
Sunghoon siguió avanzando, pero una bola de algas marinas se acercó por el agua hacia nosotros. Sunghoon, asqueado, comenzó a gritar y correr, haciendo que ambos nos cayéramos dentro del agua. Bien, si estaba fría. A este punto el agua nos llegaba al pecho.
Sunghoon puso su mano sobre mi cabeza e intentó hundirme, sus risas resonaban en mis oídos y era agradable escucharlo así. Enrollé inconscientemente mis piernas en su cintura, para evitar que me hundiera.
一¡Yah! ¿Qué haces? 一Sonrió con nerviosismo, viendo mis piernas.
一¡Nada!, tu lo mal piensas todo, solo no quiero que me hundas. ¡Esta no es una pelea que tu ganarás, Park Sunghoon!
一¿En serio? Eres demasiado delgada y débil, dudo que puedas contra mi. No te querías hundir, ¿le tienes miedo al agua, gallina? 一Me hundí en el agua, y sin importarme lo que me diga o lo que piense, me pegué a su pecho abrazando su torso, y lo mantuve firme.
一Vamos a lo hondo. 一Propuse一. Si eres tan valiente. Vamos a donde nuestros pies ya no tocan, tal vez salga una alga malévola y te mate, ridículo.
一Pero-
一No seas gallina, llévame. Me dijiste gallina, ahora yo te lo digo a ti. Prueba que no lo eres. 一Rodó sus ojos, y aún conmigo sobre su torso, me llevó hasta donde donde el agua me llegaba a la barbilla. Pataleé un poco, por suerte él podía con el peso de los dos. Además de que en el agua no pesaba casi nada.
Me quedé mirando a Sunghoon, mientras él tomaba fotos con su celular bajo el agua. Aprovechó que estábamos más a lo profundo para explorar, pero yo creo que es para asegurarse de que ninguna planta marina lo toque.
一¿Haces ejercicio? 一Comenté, sin pensar.
一Un poco. 一Me miró por un segundo, antes de volver a grabar lo que había bajo nuestros pies: nada.
Los cuadros ligeramente visibles en su abdomen no decían lo mismo. El siguió mirando a su celular. Es como si estuviéramos en su cuarto. La única diferencia, es que había agua a nuestro alrededor, el no tenía camisa, y esta vez él había puesto sus piernas alrededor de mi cintura.
Yo era una puta silla.
Me tomó una foto con su teléfono, y yo me quedé mirando su rostro. Tenía esperanzas de que él me mirara y fuera todo como en los libros, pero nada es como en los libros. Sin embargo, pude disfrutar de su cercanía.
Pero todo fue interrumpido cuando escuchamos un grito, y vimos a Yongbok caer de una roca al fondo de la playa.
No tengo mucho que decir, no tengo anécdotas interesantes de mi vida esta vez. Solo que mi hámster murió y estuve en hiatus como por cuatro días por eso jsjsjs.
一Mae.
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