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Epílogo

Llevaban mas de dos años viviendo en Estados Unidos. Dejaron sus antiguas vidas en Asia, para poder empezar de nuevo en el occidente. Se mudaron a San Francisco, vivían en un departamento sencillo, que les permitía llegar a todos lados tomando el metro o un autobús. Asistían a la misma universidad, así que iban juntos la mayoría del tiempo. Mashiho tenía un empleo de medio tiempo en una galería de arte y Junkyu se dedicaba a trabajar en una de las empresas de su padre.   

La relación de Junkyu con su padre había mejorado desde el momento en que acepto su ayuda, pero aún faltaban muchas cosas por curar. El padre de Junkyu ponía de su parte, aceptando la relación de su hijo. Simplemente porque nunca, lo había visto ser tan feliz. La madre de Junkyu adoraba a Mashiho, el resto de la historia se contaba sola.

Las terapias finalmente funcionaban, Junkyu era mucho más colaborador. La cantidad de medicinas que tomaba y las crisis que tenía disminuyeron con el tiempo. Mashiho siempre estaba ahí para Junkyu, las cosas siempre son más soportables cuando alguien está a tu lado. Tenía de su lado sus flores, las cuales permanecían intactas, un brillo especial las caracterizaba.

Las delicadas manos de Mashiho acariciaban la flor de Junkyu hasta que este se tranquilizase, la simple imagen mental le traía calma. Era algo realmente intimo compartir la misma flor, que esa persona especial la tocase. Junkyu en cambio, no podía evitar repartir pequeños besos sobre la flor de Mashiho. Los ojos del japonés brillaban cuando Junkyu regresaba su mirada hacia él, era especial, podía sentir ese característico cosquilleo. Su imagen favorita, era la sonrisa de Mashiho al verlo.




Junkyu subió las escaleras del local en el que trabajaba Mashiho. Una galería de arte, en la que se habían quedado encantados con el dibujo realista de ambos. Junkyu aún no sabía por qué Mashiho se había negado a venderlo, habían ofrecido una buena cantidad de dólares por la pieza. Los dueños de la galería decidieron darle trabajo como ayudante en los cursos de arte que ofrecían. Mashiho era muy bueno con los niños, Junkyu llegaba temprano a buscarlo, solo para verlo interactuar con los más pequeños.

Junkyu se colocó frente a los ventanales del salón de arte, encontró a Mashiho de inmediato. El japonés estaba sentado en el suelo, un montón de niños a su alrededor. Los niños tenían pinceles en sus manos, pintaban a su gusto la cara del japonés. El salón estaba lleno de adorables risas infantiles, pintura regada por todos lados. Los ojos de Mashiho brillaban a ver a sus estudiantes, una sonrisa enorme en su rostro, su carcajada se escuchó por toda la habitación. Los niños se abalanzaron contra él, para poder pintar lo que faltaba de su cara.

Junkyu puso sus manos en el bolsillo de su abrigo, Mashiho se había dado cuenta de su presencia. El japonés se levantó de entre los niños, miro a Junkyu desde lejos con una sonrisa en su rostro.

Mashiho regreso su vista a los niños, se agacho a su altura. _ ¿Cómo me veo niños? _ Mashiho ocupo su rostro con sus propias manos, cerró los ojos mientras sonreía.

_Lindo. _ Gritaron todos los niños del salón.

Junkyu sonrió desde lejos con la imagen, miro su reloj, faltaban unos minutos para la salida. Esperaría pacientemente, le encantaba ver a Mashiho en su trabajo, parecía ser uno de sus elementos. Su pasión por el arte, la naturaleza y educación. El japonés era la persona más humana que conocía.

Junkyu miro a Mashiho desde lejos, despedía a los niños sin preocuparse por la pintura de su cara. Algunos niños se despedían abrazándolo hasta hacerlo tambalear, simplemente una imagen agradable. A medida que los niños iban saliendo, observaban a Junkyu quien seguía cerca de la ventana. Junkyu siguió observando a Mashiho, hasta que este salió a acompañar a la última niña que estaba por salir.

La niña venia de la mano de Mashiho, casi corriendo se acercó a Junkyu frenando abruptamente. Miro al chico de abajo hacia arriba, colocando sus ojos lo más alto que pudo dijo. _Perdóname, pero ¿Tienes novia? _La niña castaña, batió las pestañas que adornaban sus pequeños ojos verdes

_Dalila..._ Mashiho vio como la niña se soltaba de su mano, se acercaba a Junkyu.

Junkyu se bajó a la altura de la niña, le regalo una sonrisa amable. Una sonrisa que derritió a Mashiho, la imagen de Junkyu hablando con la niña era para que su corazón se cayese de la ternura.

_Tengo alguien especial, alguien que me gusta. _Miro a Mashiho mientras lo decía, para luego llevar su vista a la niña.

La niña suspiro con tristeza. _Debí haberlo sabido...Eres muy guapo. _La niña se encogió de hombros. Se despidió de ambos con su mano, rodo su bolsa de camino a la salida, en la que se encontraba su madre esperándola con los brazos abiertos.

Junkyu se levantó después de unos segundos, encontrándose con el rostro de Mashiho. A pesar de que estaba completamente lleno de pintura, se notaba de antemano lo avergonzado que se había colocado. Junkyu no pudo evitar sonreír, mientras miraba el rostro de Mashiho.

_ ¿Por qué estás tan rojo? _ Junkyu ocupo su mano en el rostro de Mashiho, con su pulgar acaricio desde la nariz, pasando por los labios hasta el mentón.

Los labios de Mashiho temblaron al contacto con el pulgar de Junkyu. _Es la pintura. _Apretó sus labios percibiendo el aroma de su flor, había sido encantado por las caricias de Junkyu.

_Ven aquí, déjame quitarla por ti. _ Junkyu se alejó de Mashiho, pero sus manos entrelazadas los mantuvieron unidos hasta que llegaron al salón.

Junkyu conocía el lugar de memoria, sabía dónde estaban los implementos de aseo personal. Tomo la cajita, abriéndola para tomar un par de paños húmedos.

_Esos son para niños, yo podría lavar mi cara con jabón. _ Mashiho le quito las toallas húmedas a Junkyu, las termino colocando en la caja donde pertenecían.

_ ¿Cómo un niño grande? _Junkyu miro a Mashiho con ternura.

Mashiho paso su mano por el rostro de Junkyu. _Junkyu... Deja de mirarme así. _

_ ¿Deja de hacer esa cara? _Junkyu pincho una de las mejillas de Mashiho.

Mashiho negó con el rostro, mientras cerraba sus ojos. _No estoy haciendo nada especial Junkyu, déjame ir a lavarme la cara. _ Mashiho pidió mientras arrugaba su nariz y cerraba sus ojos.

_No quiero. _ Junkyu se acercó a Mashiho, este aparto su rostro mirando hacia un lado mientras sonreía.

_ ¿Entonces qué quieres? _Mashiho puso su mano en el cabello de Junkyu.

Junkyu se acercó al oído de Mashiho. _Quiero que me dejes limpiar tu linda carita. _

Mashiho se apartó, cerraba los ojos, una sonrisa en su rostro. _ Yo..._

_ Por favor, por favor, por favor..._ Junkyu busco la mirada de Mashiho, el cual siempre miraba hacia otro lado.

_Si no te apuras a hacerlo nos perderemos la puesta de sol. Hazlo antes de que me arrepienta. _ Mashiho se resignó a complacer a Junkyu ¿Quien no lo haría con esa sonrisa tan encantadora?

_Mashiho..._Junkyu tomo los pañitos empezando a limpiar las flores que habían dibujado en el rostro de Mashiho. Junkyu acariciaba el rostro más de lo que lo limpiaba, solo para demorarse más y poder apreciar la cara roja de vergüenza que tenía Mashiho.

_ ¿Qué quieres? _ Mashiho unió sus cejas cuando llevo sus ojos a Junkyu. Las caricias del coreano lo hacían ahogarse en perfume de margaritas, era agobiantemente bueno.

_Te quiero. _Junkyu se acercó a Mashiho para besar su frente múltiples veces.

Mashiho se encogió mientras cerraba los ojos, si Junkyu lo seguía besando se iba a derretir o a ahogar en perfume de margaritas y cosquilleos en su marca. _ ¡Ya Junkyu! _




Después de que Junkyu terminase de cumplir su sueño de limpiar el rostro de Mashiho, ambos viajaron al Jardín japonés Hagiwara de San Francisco. Asistían a todos los jardines que podían, este era el último en su lista. Apenas habían llegado a caminar unos metros de distancia, pero valía completamente la pena la visita del lugar. Todo era perfectamente ordenado, limpio y relajante.

Mashiho tomo la mano de Junkyu llenándolo de sorpresa, Junkyu reforzó el agarre apretando la mano del japonés. Junkyu uso su mano libre para tomar el rostro de Mashiho, se fue acercando a el castaño hasta plantarle un pequeño beso en los labios, luego en sus mejillas, seguidamente la frente. Junkyu se alejó al terminar, encontrándose con la cara seria de Mashiho, quien por dentro se estaba muriendo de amor.

_ ¿Que? _ Junkyu se sintió atontado por el fuerte aroma de su flor.

_Nada, nunca pensé que llegases a ser más dulce de lo que ya eras cuando nos conocimos. _ Mashiho acero su nariz a la de Junkyu, logrando que se tocasen levemente.

_Pensé que estabas enojado conmigo por darte muchos besitos en público. _Junkyu se acercó asustando a Mashiho, quería besarlo un par de veces más, quería que sus flores rebozasen en color.

_Eso también. _ Refunfuño Mashiho, se estaba sonrojando, pero le agradaba.

_Mashiho... perdón. _Junkyu acaricio el rostro de Mashiho.

_No quiero. _ Mashiho fingió indignación. Era gracioso ver la expresión de sorpresa en la cara de Junkyu.

_Me quieres. _ Junkyu abrazo a Mashiho con fuerza, las personas los veían desde lejos con ternura.

_Yo no dije eso. _ Canturrio Mashiho, negaba con el rostro, mientras impedía que Junkyu le hiciese más cosquillas.

_Pero lo sientes. _Junkyu hablo en el oído de Mashiho.

Mashiho sonrió plenamente, negó después de unos segundos. _Yo no te quiero, yo te amo. _

_Yo más. _ Canturrio Junkyu volviendo a besar las mejillas de Mashiho.

_Tu rostro lo dice a menudo. _Mashiho se aferró a los brazos de Junkyu.

Junkyu amaba a Mashiho con todo su ser, no era difícil de darse cuenta que, Mashiho había sido gran parte de su salud mental con el paso de los años. El sufrimiento había quedado en el pasado, soportar el dolor era cosa del pasado. Mashiho demostraba su amor atraves de sus ojos, sus acciones. No podía evitar tratar a Junkyu con dulzura y paciencia. Junkyu demostraba sentimientos a flor de piel, no conocía a alguien más sincero.




Hyunsuk caminaba con Jihoon por las calles de Hongdae, le debía un helado a Jihoon por haber perdido una apuesta. La madurez de Jihoon había exigido cuanto helado pudiese comer. Hyunsuk sabía que su bolsillo perecería por culpa de Jihoon. Hyunsuk se giró a ver a Jihoon, el chico estaba distraído por las hojas de otoño, pisando todas las que podía mientras caminaba, solo para escuchar su crujir.

_No puedo creer que tenemos la misma edad. _ Hyunsuk juzgo a Jihoon con la mirada, en realidad, lo adoraba. Adoraba su boba personalidad.

Jihoon se giró siguió caminando de espaldas, incluso cuando podía caerse. _Tenemos la misma edad, pero yo disfruto más mis días. _ Hizo una expresión en la que cerro sus ojos y meneo sus hombros. Solo lo había hecho para ver la cara de tonto que ponía Hyunsuk.

_ ¡Que inspirador! _Hyunsuk fue sarcástico.

_Ve a comprarme mi helado sirviente. _ Jihoon hablo con superioridad.

_ ¿Sabes que si lo dices más alto te matare? _Hyunsuk siseo.

_¿Sabes que soy musculoso? _Jihoon puso voz grave, trataba de verse intimidante.

_Seguro. _ Hyunsuk lo aparto de su camino.

Jihoon vio como Hyunsuk le compro un tazón de helado para él solito, mientras que para sí mismo solo había comprado un simple cono. Jihoon se quedó mirando el cono cuando Hyunsuk llego a la mesa para desplazar su orden. Hyunsuk unió sus cejas en duda, mientras veía como Jihoon no apartaba los ojos de su simple cono de helado.

_ ¿Qué miras? _ Hyunsuk coloco su cara seria.

Jihoon sonrió de manera cínica. _No te miro a ti. _

_ ¿A no? _ Hyunsuk enarco una ceja.

_N-o. _Jihoon deletreó.

Hyunsuk exhalo, Jihoon era la máxima prueba para su corta paciencia. _ ¿Entonces porque me sigues mirando? _

_Quiero probar de tu helado. _Jihoon susurro sin dejar de mirar el cono, se relamió los labios a la expectativa.

Hyunsuk se quedó mirando las expresiones de Jihoon con la boca abierta, reacciono exhalando nuevamente. _Pero Jihoon, te compre uno para ti solito. _

_No te preocupes, solo será una probadita. _Jihoon hablo como un bebe, sabía que eso le serviría.

_No te creo una mierda Jihoon, siempre exageras todo. _ Hyunsuk coloco una mano en el rostro de Jihoon y lo empujo de vuelta a su respectivo asiento.

Jihoon se paró y sonó sus manos sobre la mesa llamando la atención de los clientes. Miro a Hyunsuk a los ojos, se acercó hacia si oído. _Si no me dejas morder tu helado, te morderé a ti, ahora mismo, en este lugar. _Intento morder la oreja de Hyunsuk.

_No te atrevas. _ Hyunsuk se alejo.

_Si me atrevo. _ Jihoon se acercó nuevamente.

_ ¡Ok! Morderás el jodido helado y me dejaras comer el resto. _Hyunsuk señalo a Jihoon mientras este intentaba morder su mano.

Jihoon sonrió victorioso. _Sí que sí. _

_ ¡Okay! _

Hyunsuk acerco el cono hacia Jihoon, quien ya tenía medio cuerpo sobre la mesa para poder alcanzar el helado. Hyunsuk acerco el cono hacia Jihoon, este abrió la boca para probarlo, pero Hyunsuk lo quito a centímetros de la boca de Jihoon, para luego darle una lamida.

_ ¡Hey! _Jihoon se quedó con la boca abierta.

_ ¿Que? Tu siempre haces lo mismo, se me están pegando tus juegos pesados. _

_Aquí el pesado eres tú. _

_Claro que no. Ven, esta vez va en serio. _Hyunsuk acerco el cono por segunda vez.

Jihoon puso ojitos de cachorro, fingió enjuagarse la nariz. _Te perdono. _

Hyunsuk volvió a acercar el helado hacia Jihoon, poco a poco mientras veía como el pelirrojo no se movía en lo absoluto. Hyunsuk se detuvo cuando el helado estuvo a centímetros de los labios de Jihoon. Jihoon miro el helado, para luego llevar los ojos hacia Hyunsuk, esbozó una sonrisa hipócrita. Hyunsuk solo se quedó quieto, en un parpadeo vio como Jihoon le dio una mordida entre el cono y su mano. Se quedó mordiéndolo por segundos, segundos que Hyunsuk disimulo, pero el dolor lo hizo soltar el cono estrepitosamente y termino en el cabello de una señora.

Jihoon se giró a ver a la señora, luego a Hyunsuk. _ ¡Ups! _

_Eres increíble. _ Hyunsuk susurro.

La señora se tocó la cabellera recién permada, mientras miraba a Jihoon y a Hyunsuk. Los señalo desde lejos para levantarse a reclamarles. A medida que la señora se acercaba, a Hyunsuk no le quedó otro remedio que tomar la mano de Jihoon y jalarlo fuera del lugar. Corrieron por las concurridas calles de Hongdae mientras reían. Hyunsuk reía todos los días gracias a Jihoon, era feliz todos los días gracias a su ahora novio.

Jihoon se había quedado sin aire por correr, pero, aun así, no pudo evitar reír. _¿Viste la cara de la señora? ¿ Viste tu cara? _

Hyunsuk se quedó mirando a Jihoon. _Por supuesto que no la vi, estaba muy ocupado tratando de que no te llevara la policía por irrumpir la paz pública. _

_Pero si yo no tire el helado. _ Jihoon se señaló a sí mismo.

_Pero si yo no tire el helado. _Hyunsuk imito a Jihoon.

_No me imites. _ Jihoon chillo.

_No me imites. _Hyunsuk siguió imitándolo.

Jihoon rompió en risas seguido de Hyunsuk, porque podría no tener su alma gemela consigo, pero Hyunsuk, genuinamente se sentía como una. Hyunsuk era paciente con él, los dos compartían la misma neurona, aunque lo negara todo el tiempo.




Estos dos estaban acostados sobre un par de cobijas, viendo las estrellas en la azotea. Altos y bajos, así se podía describir lo que tenían, que aún no tenía nombre. Les tomo mucho tiempo saber que no podían estar separados, como si el destino se liara con sus flores y los terminaba uniendo una y otra vez. Sus flores no lograron colocarse grises, sus egos no los pudieron mantener separados. Ahora estaban teniendo su "algo", a pesar de que nunca habían siquiera intentado. El destino estaba de su parte, eran almas gemelas.

_Hemos estado unos treinta minutos sin pelear, debe ser un record. _Byoung dejo de mirar su reloj para luego sonreír con sus ojos hacia Seunghun.

_Es porque estamos callados...idiota. _ Seunghun miro a lo largo del rostro de Byoung, porque con esos ojos formando una sonrisa. En lo único que podía pensar, era en besarlo hasta que se le acabase el aire de los pulmones.

_Listo...El conteo empieza nuevamente...engreído. _ Byoung ladeo el rostro, dándole a Seunghun esa mirada lasciva. Seunghun era un engreído de los grandes, pero Byoung sabía, que debajo de todos esos humos, se encontraba el verdadero Seunghun. El que era capaz de hacer a un fuckboy como él, cambiar para siempre.

_Pero a pesar de que eres un completo idiota, eres el idiota que me toca en esta vida. _ Seunghun le regalo una sonrisa de cachorro a Byoung, una capaz de persuadir a cualquiera, pero Byoung solía saber si esa sonrisa era real o no.

_ ¿Eso me hace menos idiota? _Byoung se acercó a Seunghun.

_Si permanecemos en silencio o nos besamos. _ Seunghun paso sus pulgares por los labios rojos de Byoung, simplemente perfectos. _ Si. _

_ ¿Por qué? _ Byoung aún les tenía miedo a las sensaciones que Seunghun generaba en su cuerpo, en su flor. Era demasiado, mucho, era muy fuerte.

_Porque es el único momento en el que nos podemos comprender. En la pasión... en el silencio. Son maneras de definir lo que tenemos, lo que debemos aceptar. _ Seunghun miro a las estrellas intentando ignorar ese aroma a clavel, estaba empezando a aceptarlo sin dolor, sin angustia.

_No creo que esto sea a la fuerza, nunca lo ha sido en realidad. _Byoung repitió las acciones de Seunghun.

_No, no lo es. Solo es a nuestra manera y ya. _

_Es genial. _Byoung sonrió

_Es nuestro secreto. _ Seunghun susurro.

Si bien ellos talvez, nunca iban a ser una pareja responsable, eso no significaba que se fuesen a separar. Con el destino de su lado, la juventud en sus cuerpos, faltaba mucho camino que recorrer. Ambos les quedaba mucho por reparar, cada uno construyendo cosas buenas en el otro.




Yedam fumaba en las gradas del cuadro de lacrosse en el que solía practicar. Nadie lo estaba observando, podía fumar lo que quisiese. Hasta que se esfumasen sus pesares o hasta que la cantidad de cajas de cigarrillo que consumía, hiciesen su trabajo en sus pulmones.

Tomo una bocanada de humo, lo exhalo entre sus dientes, sonreía en silencio. Había terminado aquel cigarro, se dispuso a tomar otro. Lo coloco entre sus labios, saco un pequeño encendedor de su uniforme escolar, estaba a punto de acercar aquella llama al filtro. Un grito desgarrador se escuchó de manera aguda, pero pareció perderse entre el aire de manera abrupta.

Yedam puso mala cara, sabiendo que en ese lugar matones solían arrastrar sus víctimas a ser golpeadas. Yedam quería ignorarlo, pero sus ojos fueron curiosos y terminaron ocupándose en una chica. Yedam unió sus cejas tratando de escuchar la conversación, trataba de identificar si los que estaban golpeándola eran hombres o mujeres. Si eran mujeres, entonces no sería su problema, él no se metía con mujeres.

Bajo las gradas en silencio, se escondió detrás de uno de los pilares. Observo como dos chicas golpeaban a una en específico. La tenían tomada de su largo cabello negro, mientras repartían patadas en sus piernas, ya llenas de moretones. El rostro de la chica estaba cubierto por su abundante cabello, pero Yedam podía casi sentir, el dolor que ella experimentaba. Él no se metía en la mierda de otros, pero esa chica era, era la representación del dolor en su mente, debía hacer algo, para acabar con esa sensación de angustia. Como un cosquilleo, seguido de punzadas, nunca había sentido algo así. Salió de donde estaba, un par de pasos, pudo ver como las chicas no notaban su presencia.

_ ¿Quieres ser mejor que nosotras? ¡Que lastima me das! _ Una chica de cabello rojo siseo, ella era muy conocida en la universidad. Tan bella, pero tan maldita.

_ ¿No dirás nada? ¿No te defenderás? _La otra chica ocupaba cabello corto, llegando a hasta el final de su cuello. Ella no era más que la chica más hipócrita de la universidad. Era buena diciendo lo que las personas querían escuchar.

_Ella no será capaz de hablar si la sigues ahorcando con su propio cabello, mientras la pateas claro está. _ Yedam interrumpió la disputa, hablando de manera regalada. Las conocía a ambas, ahora pertenecía a su mundo de porquería.

_ No eres diferente a nosotras. _ Dijo la pelirroja, mantenía sus uñas clavadas en el cabello de la chica que abusaba.

Yedam miro a la chica de cabello largo, dudo unos segundos, pero se atrevió a hablar. _No creo que ella se lo merezca. _

_Si vieses su cara no lo dirías. _Menciono la chica de cabello corto, ella miro a Yedam con sorna.

Yedam miro alrededor unos segundos, luego se acercó a las matonas con una expresión indescifrable. _Lárguense. _

Una de las chicas soltó el cabello de la chica de pelo largo, mientras que la otra empujo a la chica al suelo. Ambas miraron a Yedam con mala cara, parecían querer matarlo, pero terminaron por abandonar el lugar. Yedam solo se quedó ahí, viendo a la chica en completo silencio, sin saber qué hacer. No sabía la razón de haberla defendido, solo sentía que, debía hacerlo.

La chica seguía en el piso, el cabello le cubría la mitad del cuerpo. La única señal de vida que dio fueron unos quejidos y sollozos débiles, que empezaron a salir de su boca. Se removió tratando de pararse, pero el dolor la hizo caer nuevamente.

_No puedo creer lo que estoy haciendo. _ Yedam se agacho a la altura de la chica tomándola de un hombro la levanto. Ella seguía tambaleando como gelatina.

Yedam exhalo por todo el asunto. Sin más remedio, acerco su mano al largo cabello de la chica, entrelazo las hebras en sus dedos, el barrio del rostro de la chica, descubriéndola lentamente. Yedam agacho su rostro para verla mejor, ella seguía cabizbaja. _ ¿Por qué te hicieron esto? _ Yedam alejo su mano del cabello de la chica, no quería ser ofensivo.

La chica tembló, Yedam lo pudo notar es sus labios. Ella fue levantando su rostro lentamente, hasta que sus ojos se encontraron con los de Yedam. La chica se quedó mirando a Yedam, fue entonces cuando ella sintió ese toque especial. Ella no podía pensar claramente, pero pudo percibir el lugar y la sensación. Recordó aquella flor faltante de líneas. Se ubicaba justo en el centro de su espalda, representada por un junco florido.

_No soy bonita. _ Susurro la chica, una lagrima cristalizo sus ojos, abandonándolos de inmediato, cubriendo sus mejillas rosas.

_No te lo tomes a pecho, ellas le tiran mierda a todo el mundo. _Yedam escucho a la chica, pero le tomo la curiosidad y miro el rostro de la chica con atención. Ignoró el hecho de que su espalda sentía punzadas, olvidándose de su junco florido.

Su cara era larga, ojos rasgados, nariz perfilada, labios delgados, piel tan pálida. Sus orejas eran prominentes, acomodaban su cabello hacia atrás, ya que eran visibles a pesar de su larga y abundante cabellera. Yedam denominó el rostro como uno de facciones fuertes, refinado, como un cisne. Ella era un cisne, un cisne negro.

_Tengo que irme. _ La chica se intentó levantarse, pero no fue sino Yedam el que tuvo que sostenerla cuando no pudo siquiera mantenerse en pie, debido al dolor de las patadas propinadas en sus piernas.

_A la enfermería. _ Yedam recalco.

_Solo déjame aquí. Soy capaz de llamar a mi hermana, ella vendrá a buscarme. _ La chica grito, ella estaba mareada. Entre un olor parecido al de flores que se esparcía por su cuerpo.

Yedam se bajó a su altura, la miro fijamente. Algo dentro de él se sentía diferente, como una avalancha de emociones. _Solo sube, esto no pasa todos los días. _

_Ni siquiera se tu nombre. _ La chica susurro.

Yedam la analizo. _Yo tampoco el tuyo, así que sube. _

La chica apenas y pudo mantenerse en pie para subir a la espalda de Yedam. Una vez estando sobre su espalda, la chica termino por desmayarse debido a una combinación entre los golpes y el olor de su flor. Yedam sintió como el cuerpo de la chica se aflojo, el rodo los ojos, su día estaba siendo extraño. Esa chica haría sus días extraños, pero por alguna razón no sentía que sería capaz de soportarlo.




La analogía sobre las flores siempre fue una representación de lo que en la realidad no se puede ver. Las almas gemelas existen, pero no contienen una flor que nos indique donde están. Las almas gemelas son difíciles de encontrar, si llegas a encontrarla recuerda mantenerla cerca. Como humanos estamos acostumbrados a el sufrimiento, porque eso es lo que los humanos hacemos. La felicidad no es efímera, ni depende de nada que no seas tú. La búsqueda puede durar toda la vida, aferrarse a personas temporales nunca será una buena salida, hay que ser pacientes en el camino en búsqueda de la felicidad.




He aquí el final de la novela, espero que les haya gustado, la escribí con mucho amor.Espero que les haya gustado el concepto de fantasía de la novela, es la primera vez que hago algo parecido.

Si tienen alguna idea o ship del de quieren que escriba pueden comentarlo, aunque ya me pidieron considerar a dodam para la siguiente novela. 

Curiosidades: 

En la parte de Jihoon y Hyunsuk me inspire en cuando fueron a comer helado juntos.

La parte de Yedam fue inspirada en su cancion blackswan, incluyendo las flores que comparten.(Porfavor alguien haga mas novelas de Yedam con rayita) 


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