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_ Junkyu lleva casi una década siendo tratado por ansiedad sin presentar ningún indicio de mejoría, ustedes siguen creyendo que porque el chico actúa desinteresado ahora está más" Relajado" ¿Dejaran que el chico soporte toda clase de efectos secundarios? _ Kaoru miro al resto de los especialistas encontrándolos pensativos. _ Por otra parte, no ayudo mucho la muerte de su hermana, empujándolo a una depresión que Junkyu obviamente oculta con su actitud sarcástica y arrogante. No quiero decirlo de esta manera, pero los medicamentos están siendo una basura para su organismo. Junkyu no come, tampoco duerme bien. Me temo que esto podría crearle algún otro trastorno extra, ya sea alimenticio o hasta ataques de pánico. _ Kaoru hablo ante el resto de los psicólogos de la clínica.
En busca de ayuda el japonés consultaba a personas con mayor experiencia y conocimiento en pacientes como Junkyu. Todas esas personas que Kaoru había ayudado en el pasado parecía ser nada desde que conoció a Junkyu, el chico no había mejorado con su ayuda y temía que fuese algo personal. Si las sospechas de Kaoru eran ciertas, tendría que declinar de su trabajo.
_No lo piense mucho doctor Kaoru, Junkyu es un chico conocido entre la comunidad de psicólogos de Corea del Sur. Él es un paciente difícil de tratar, su cuerpo no toma bien los medicamentos. Confiamos en que, si llega a madurar su carácter podría tener mejores resultados, también esperamos que su cuerpo tome mejor los medicamentos ahora que ya es un adulto. _ Dijo uno de los especialistas, este tenía sus teorías bien planteadas, conservaba sus esperanzas en cómo se estaba llevando el tratamiento de Junkyu.
_Si no hemos podido hacer nada es porque ni él ni su familia tiene confianza en nosotros, cambian de psicólogo como si eso no causase impacto en la salud mental de Junkyu. Al final del día Junkyu sigue siendo muy joven. _ Dijo una especialista en un tono más apacible, era una veterana que ya había hecho todo lo que su apretada agenda le permitió hacer por el muchacho.
_La vida de Junkyu no es muy simple tampoco,el divorcio de sus padres y que su hermana gemela muriese no son cosas que se tratan fácilmente. Él es un chico sensible debajo de toda esa coraza. _ El coordinador de los especialistas explico, ya era un caso de muchas vueltas y no quería seguir hablando de un chico que probablemente estaba perdido.
Kaoru se quedó en silencio, los doctores tenían algo de razón, pero también parecían estarse lavando las manos con sus explicaciones. Junkyu necesitaba ayuda, no un montón de explicaciones de cómo debía aceptar que su vida fuese miserable hasta el fin de sus días.
Kaoru llego al consultorio después de la junta con un nudo en la garganta y sintiéndose una basura de profesional ¿En qué momento su ego llego a ser tan grande? ¿Quién se creía el para poder curar los múltiples traumas de Junkyu? Era obvio, el chico no confiaba en él, pero, por otra parte, no quería lavarse los manos dejándole la carga a otra persona que probablemente, ni siquiera le interesaría la salud mental de Junkyu. No sabía qué hacer en esos momentos, así que solo dejo que Junkyu lo decidiese con sus acciones. En el caso de que Junkyu no colaborara, lo dejaría ir. Kaoru no seguiría intentando algo que no podía conseguir. Por un lado, estaba siendo deficiente al pensar en abandonarlo, pero por el otro, si el problema era él, entonces se iría, dejaría que alguien con más experiencia se encargara de lo que con su ineficacia no pudo siquiera mejorar.
_ Sé que eres el más joven de ellos, pero eso no te hace menos. _ Junkyu miraba hacia la nada como siempre.
_ ¿Perdón? _ Kaoru se asustó con la repentina presencia de Junkyu en el consultorio, esperaba poder llamarlo a pasar como de costumbre.
_Sé que me has escuchado, yo también lo he escuchado todo..._
_Escuchar las conversaciones de los demás es..._
_Está mal y me importa una mierda. _ Junkyu mordió el interior de su mejilla con fuerza hasta que sintió el sabor a sangre en su boca.
_Hare como que no escuche eso. _ Dijo Kaoru sentándose frente a Junkyu.
_Después de todos estos años, ellos se atreven a fingir que están interesados en mí, que han intentado ayudarme. Se me hizo difícil no entrar a la habitación y... hacer lo mío... destrozarlo todo. _ La última frase fue casi un susurro, una confesión de parte de Junkyu.
_ No debiste escuchar eso..._
_Entonces estas tú. Eres el único de ellos que se ha interesado en su trabajo, que se ha interesado en mí. _ Junkyu miro a la nada sonriendo sin razón alguna. _ ¿Qué debería hacer al respecto? _ Junkyu llevo su mirada hacia su terapeuta. _Talvez cuando te veo debería sentir confianza. _
_ ¿Por qué? _ Kaoru solo siguió la conversación.
Junkyu se encogió de hombros. _Luces como alguien que me da confianza. _
Kaoru dudo unos segundos, pero se atrevió a unir las piezas del rompecabezas. _ ¿Mi hijo Mashiho? _
_ ¿Soy muy obvio? _ Exhalo Junkyu.
_Si. _
Junkyu se acercó a Kaoru francamente, casi de forma amenazante siguió mirándolo.Su mirada termino en una especie de súplica al ver sus pestañas parpadear con dificultad. _Parece que solo tienes de mi, secretos que debes guardar, así que no te importara escuchar por primera vez al verdadero Junkyu. _ Junkyu hablo muy bajo, casi inaudible, pero Kaoru lo escucho lo suficiente.
_ ¿De que estas hablando? Siempre has sido tú. _ Dijo Kaoru con sus entrañas retorcidas a la expectativa de las palabras de Junkyu.
_No Kaoru... No he sido yo, siempre he sido lo que los demás quieren que sea. El problema es que cuando mi hermana murió, el teatro se me vino abajo. No pude seguir siendo perfecto por dentro y por fuera, no pude seguir fingiendo. _ Los dientes de Junkyu chirriaron de repente.
_Fue ahí cuando empezaste a ser tú. _ Kaoru intento seguir la conversación.
_Si ser yo es ser honesto entonces sí. _Dijo Junkyu en un tono desinteresado pero coloquial.
_Se honesto conmigo Junkyu, es por tu bien...Saca todo lo que sientes, todo lo que te destruye por dentro. _ Kaoru hablo despacio, justo como hablaba su hijo cuando quería calmarlo.
_Lo hare..._ Las manos de Junkyu temblaron en su propio regazo. _ Escúcheme doctor..._ Respiro con dificultad concentrándose en un punto fijo de la pared. _ Mi verdadero yo no me agrada, si no puedo seguir siendo falso... seguir viviendo no me interesa. _ Se encogió de hombros exhalando, llego a sonreír con dolor. _ Agradezco que se interese en mí, pero no quiero recordar mi lado sincero. Lo único que hecho es buscarle problemas a los demás, como se los buscare a usted si uno de sus pacientes muere. _ Junkyu se levantó tomando su bolso consigo, cerrándolo con dificultad dijo algo más antes de irse. _ Empañare con sangre su perfecta racha de vidas curadas. _
Kaoru se levantó, pero no fue capaz de tomar la mano de Junkyu. _ Junkyu..._
Junkyu se quedó estático con su mano colgada en la puerta. _ Solo...déjelo ir. _Con eso Junkyu abandono el consultorio.
Kaoru exhalo con fuerza tratando de encontrar algo que detuviese a Junkyu, el chico estaba teniendo una crisis y ni siquiera había sido capaz de calmarlo con sus palabras ¿Había hecho algo mal? Su tratamiento le había resultado con tantas personas, pero Junkyu era algo nuevo para él. Las personas eran diferentes, Junkyu refirmo eso en su memoria. Recordó las palabras de Junkyu sobre su hijo, esto que había pensado era absurdo, pero trataría de ser in-profesional por primera vez en su vida. Tomo su celular, tecleo el número de su hijo deseando que lo que tenía en mente sirviese.
Junkyu se molestó consigo mismo, estaba llorando otra vez. Incluso si sus lágrimas no eran las suficientes como para bañar su rostro, llevarse su tristeza, seguía teniendo esas lagrimas contenidas en sus grandes ojos, ni siquiera era capaz de llorar como se debía. El día, ese día en el que intentó suicidarse, llego a su mente después de tanto tiempo tratando de ignorarlo. Junkyu se había prometido desechar esa idea de matarse nuevamente.
Desdé que Hyunsuk había intentado suicidarse, ver las cosas desde otra perspectiva le había abierto los ojos lo suficiente como para pensar en no intentarlo nuevamente. Más bien, sabía que simplemente no tenía permitido hacerlo, no si tenía que encargarse de mantener a Hyunsuk vivo. Junkyu era consciente de que su muerte no solo lo afectaría un poco, Hyunsuk le encantaban esos pequeños motivos que la vida le daba para descarrillarse cortando sus muñecas. Junkyu se sentía un idiota por pensar que Hyunsuk no podía vivir sin él, probablemente, pero, en momentos así era como Junkyu se sentía. Aún quedaban restos de su enamoramiento con Hyunsuk.
Era sencillo morir siendo él, un par de pastillas de más lo habían dejado al borde. En esos momentos no pensó en nada que no fuese eliminar su incontrolable sufrimiento, ahora su mente estaba vacia. Se sentía diferente en ese entonces, pero quería lo mismo, quería morir, quería que nadie lo lamentase. Junkyu quería ser egoísta y cobarde otra vez, quería intentarlo una vez más. Si lo había hecho antes ¿Por qué no ahora?
Subió a la baranda del puente que daba vista a todo Seul, los carros pasaban sin importarle lo peligrosamente cerca que Junkyu estaba de los bordes del puente. El aire nocturno choco contra la cara del azabache cuando cruzo el borde de seguridad, acomodo sus pies entre una superficie y el inminente vacío hacia el profundo mar. Junkyu respiro profundo mirando hacia abajo, se sintió cobarde al analizar la altura en la que estaba, pero quería saltar y eso era lo único que importaba. No se sentía trágico, no estaba llorando, no sentía nada.
_ Junkyu. _ Un grito que más parecía un lamento se escuchó como un eco en sus oídos, Junkyu conocía esa voz.
No respondió nada, como buen suicida que era se limitó a ignorarlo. Junkyu podía escuchar como corría hacia donde estaba, Mashiho estaba saltando la baranda, a punto de colocarse a lado de Junkyu.
_ ¿Acaso estas completamente loco? _ Pensó Junkyu, Mashiho estaba haciéndolo, estaba subiendo la baranda de seguridad.
_Detente. _ Tembló Junkyu al decir la palabra, Mashiho se quedó quieto al borde de la baranda, casi a medio metro de Junkyu.
_No. Tu detente, detente ahora mismo Junkyu. _Grito Mashiho sin poder controlar su desesperación.
_Vete Mashiho. _ Dijo Junkyu en voz alta y temblorosa.
_Dame tu mano Junkyu, dame tu mano o hare lo mismo que estás haciendo. _
_ ¿Por qué lo harías? _
_ Junkyu tengo muchas razones, pero estoy muy asustado. No puedo, no puedo recordarlas. _Mashiho sintió una punzada en su pecho, el olor a margaritas lo estaba mareando y no podía pensar correctamente.
_Vete antes de que llegue la policía. _ Se movió Junkyu, el borde en el que estaba parado era apenas del tamaño de sus pies. Su piel sentía punzada una y otra vez el olor de su flor se perdía con el del mar.
_Me tirare justo detrás de ti si decides hacerlo. _ Mashiho extendió su mano en vano.
_No me amenaces. Sabes que no me importa, por algo estoy aquí colgando. _ Junkyu soltaba sus manos de a poco, esperando a que el viento fuese capaz de empujarlo.
_No digas que no te importo, sabes que, si te importo, incluso si no te has dado cuenta. _
_No permitiré que mueras. _ Dijo Junkyu decidido.
_Algo en mi morirá si tú lo haces. _
Junkyu apretó el agarre en el barandal ¿Era cierto lo que estaba escuchando? Deseaba que Mashiho no hablase entre líneas para él. Junkyu estaba confundiéndose, su mente estaba borrosa por el frio y la adrenalina. Junkyu sintió como una mano se entrelazo con la suya, Mashiho no había saltado la baranda de seguridad, pero se movía intentando encontrar el valor para hacerlo. Ese chico estaba loco, loco por Junkyu.
_ Junkyu solo, no me sueltes si... Deja que sea yo quien te salve de todo esto. _
Junkyu giro su rostro encontrándose con la mirada de Mashiho, el japonés apretaba su pequeña mano sobre la de Junkyu, su mirada suplicante, sus ojos tenían lágrimas. Hacía un frio terrible de invierno y ambos estaban sin abrigos. Si no morían de la caída, morirían de pulmonía en un par de horas. Junkyu sintió su ser flaquear ante Mashiho, estaba cediendo.
Mashiho jalo lentamente de la mano de Junkyu hasta que logro abrazarlo completamente. El azabache se vio a si mismo escalando a medida que Mashiho lo sacaba de ese borde tan peligroso, hasta que en un giro brusco ambos cayeron a un lado del puente, fuera del borde de la baranda de seguridad.
Junkyu no supo cómo, pero el abrazo de Mashiho lo hizo romper en un desconsolado llanto. Mashiho levanto a Junkyu tomando su cara, Junkyu no dejaba de llorar como si de un niño se tratase. Junkyu no recordaba haber llorado con tanta desesperación antes, su respiración entrecortada, no podía pensar en nada mas que no fuese llorar y tiritar del frio ¿Así se sentía estar roto?
_ Junkyu, está bien, todo está bien. _ Mashiho paso su mano en círculos sobre la espalda de Junkyu, trataba de calmarlo.
Los llantos de Junkyu no cesaban, temblaba a mas no poder, su vista perdida en la nada. Mashiho no podía lograr calmarlo, en un intento de hacerlo, suspiro con nerviosismo, decidiendo plantar sus labios en los de Junkyu. Junkyu reacciono cuando sintió algo tibio tocando sus labios, cerro los ojos instintivamente, disfrutando de la calidez y la suavidad de los labios de Mashiho.
El ambiente exploto en un inconfundiblemente fuerte aroma a margaritas, ambos sintieron ese molesto cosquilleo en sus pechos, lo que los despertó del ensueño en el que el beso los había fundido. Ambos abrieron los ojos lentamente, se separaron. Mashiho seguía sosteniendo a Junkyu del rostro, sin ninguna intención de separarse, mientras que Junkyu abrazaba a Mashiho como si esto eliminase el frio que ambos sentían. Junkyu miro a Mashiho, respiraba con la boca abierta, el vapor salía por esta haciendo que Mashiho parpadease mientras llevaba su mirada de los ojos de Junkyu a su boca, como si no creyese todo el momento, todo parecía irreal.
_Mi padre una vez dijo, que los ataques de pánico podían calmarse con un beso. _
Junkyu sonrió enviando a Mashiho a el paraíso, acaricio su cabello castaño de Mashiho, llevando su mano hasta su barbilla, para luego mirarlo a los ojos nuevamente.
_ ¿Que pasara si esto vuelve a suceder? _
_Te besare si es necesario. _ Dijo Mashiho rápidamente, cerraba sus ojos para no ver la reacción de Junkyu.
Junkyu rio audiblemente, la agradable risa del azabache hizo que Mashiho se sintiese aún más avergonzado, pero le agradaba. Mashiho quería escuchar esa risa otra vez, quería seguir abrazándolo, quería seguir sintiendo su mirada sobre el mientras lo acariciaba delicadamente, quería besarlo otra vez. Pero su cuerpo era una bomba floral en esos momentos, era tan obvio que dolía.
Mashiho y Junkyu caminaron por las frías calles de Seul. Mashiho no quería soltarle la mano a Junkyu, el agarre aún seguía temblando más que tiritando. Junkyu no podía pensar en mucho, en mucho más que no fuese Mashiho salvándole la vida hace unas horas. Se sentía culpable por disfrutar mucho lo que estaba pasando, porque al final, Mashiho había llegado a salvarlo, era la primera vez que alguien lo salvaba. Mashiho era especial, desde la manera en cómo se sentía su piel, hasta la forma en la que su voz lo calmaba totalmente. Junkyu se ahogaba con el olor a margaritas, pero eso no lo distraía del cosquilleo en sus labios después del beso.
_ ¿Quieres ir al hospital? _ Mashiho apretó la mano de Junkyu.
Junkyu negó meciendo sus manos entrelazadas. _Estaré bien._
_ ¿Estarás bien? _ Mashiho miro a Junkyu a los ojos.
_Gracias a ti. _ Junkyu miro a Mashiho por un largo tiempo y quería besarlo nuevamente.
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