Conforme pasan más tiempo juntas, ambas chicas se enamoran más y más de la otra.

Tienen citas a menudo y cada una de ellas es única y especial a su manera.

Sin importar lo que hagan siempre terminan sonriendo como niñas pequeñas puesto que sus corazones jamás habían experimentado tal felicidad en sus vidas.

En el proceso terminan descubriendo varias cosas de la contraria.

Resulta curioso pensar que a pesar de conocerse por años pueden seguir aprendiendo mucho de cada una.

Sin duda alguna no había mayor fortuna que la compañía ajena.