6. Secrets revealed.
Hi~ Como les dije, hoy sí hubo capítulo doble pero como fueron capítulos bien relax, más que nada para entender el universo creo que estuvo bien, perdón si el ritmo va lentito, pero son 28 días que tenemos y no quiero apresurar demasiado las cosas, ya me conocen, voy a paso tortuga siempre. Muchas gracias por tanto, hoy volvemos con Ash.
Espero que les guste.
Catedral de Saint Canice (condado de Kilkenny), Irlanda.
1895.
Hay fuego prendiendo la parroquia.
Violento. Salvaje. Despechado.
El fuego se dilata, prolifera a lo largo de la edificación como venas que convergen dentro del ambón, los látigos rojizos con centros azulinos se alzan como serpientes furiosas que prenden cada banquillo perfectamente barnizado y decorado con coronas de flores junto a la cortina de terciopelo en dónde los creyentes depositan las oraciones con la ilusión de que Dios los escuche, pero Aslan ha aprendido que Dios no existe y si existe no le importa, así que no prevalece el más mínimo atisbo de compasión, al contrario, hay una mordida de satisfacción en ver a tan gloriosa edificación arder, todo lo consume el fuego indomable: desde los cofres con hostias y ropas sagradas hasta los tres vitrales cerúleos por los que se extiende el altar.
Todo arde. Ash arde.
Con cada paso silencioso que da hacia el corazón de la bestia la catedral se asegura de musitarle una advertencia.
«No eres bienvenido» le susurra.
Esto pasa cuándo intentas ser algo que no eres.
Monstruo.
Sin embargo, eso no es suficiente para acobardarlo, es un vampiro y por ende no le teme a la muerte, incluso de vez en cuando la desea.
Así que se adentra a las entrañas de la parroquia, las vigas del techo lloran soltando motitas de hollín en una advertencia silenciosa, pronto el lugar va a colapsar y deben salir rápido, su palidez se profesa envuelta por las lenguas de fuego sangrantes que arden en los volantes de su camisa pero no percibe más que un simple cosquilleo, no porque no pueda sentir dolor (puede) y no obstante a estas alturas su pan de cada día es el vacío y la insatisfacción.
Sus zapatos rechinan al aplastar un ramo de flores, se agacha para cogerlo, lo sopla, le pide un deseo.
¿Qué deseará?
—Son rosas blancas.
Hay otro vampiro parado al medio del incendio, su cabello es de un trigo tostado similar a las espigas que crecían en Cape Cod, viste un traje blanco de dos piezas con ornamentos de oro, hilos prensados de diamantes y otra clase de joyas adornando sus dedos y muñecas. Su rostro es bonachón y maduro a causa de su tardía transformación, tiene los ojos rojos, su boca está embarrada de sangre. Ay Griff.
De verdad lo mató.
Mierda.
—Él decía que significaban un amor puro y eterno.
Rosas blancas para el día de su boda.
Pureza. Inocencia. Humanidad.
—Tenías razón. —Griff se protege a sí mismo mientras las llamas rugen para los puntales del altar y lo consumen—. Me advertiste que nada bueno saldría al relacionarme con un humano.
—No fue tu culpa. —Ash da zancadas sobre el flameo para arribar al mayor, están debajo de los tres vitrales azules (o los restos de estos), el reflejo iridiscente de los grabados derritiéndose genera toda una atmósfera de melancolía.
—Qué frágil es el amor de los humanos.
—Todo sobre ellos es frágil.
—Y efímero.
—Sí. —Ash aprieta el hombro del mayor y lo alivia de sobremanera tocarlo, está mucho más escueto que de costumbre no obstante antes de tocarlo temía que se pudiera esfumar en un vaho ceniciento a causa del agotamiento, es bueno que no sea polvo—. ¿Qué pasó?
—Me intentó matar cuando le conté la verdad, tuve que hacerlo. —Griff lo mira con los ojos repletos de lágrimas y culpa contenida—. Iba a matarme.
—Lo sé. —Aslan pretende hallar las palabras de consuelo adecuadas aun si vislumbra que no existen.
—Trató de quemarme con la catedral pero no pudo huir... y estaba sufriendo. —Sus puños se marcan contra la tela ensangrentada, las mancuernillas con el emblema de los Callenreese destilan hacia los pétalos que alguna vez fueron blancos y ahora están quemados. Plic. Plic. Plic—. Dijo que me amaba.
—Griff, los humanos son así. —Superficiales. Débiles. Traicioneros.
—Probablemente no exista humano que pueda amar a un monstruo ¿verdad?
—Probablemente. —Se lamentan en voz baja.
—No comprendo qué diablos pasaba por la mente de papá al hacer un trato con Golzine y acabarnos convirtiendo a todos en esto, es una condena, es un suplicio que ya no puedo cargar más, estoy muy agotado de fingir todo el tiempo, Aslan.
—No es tan malo. —Ash lo intenta reconfortar—. Solo mantén la distancia de los humanos, prometo que eso te ahorrará dolor.
—Pero...
—Solo velos como alimento y no saldrás lastimado.
—Aslan.
—¿Ansías salir lastimado? —Hay fuego empapando las lágrimas de su hermano, hollín oscureciendo su rubor nupcial y cenizas cayendo como copos infernales de la punta de sus cabellos hacia sus flores muertas.
—No. —Se promete—. Ya nunca saldré herido.
—Ningún humano podría amar a un vampiro.
—Lo sé.
—Y los vampiros que son lo suficientemente estúpidos como para amar a un humano terminan igual que Jim.
╬╬════════════════════════════════════════════════════╬╬
Nueva York (Downtown), Estados Unidos.
La actualidad.
Griffin mira a Aslan con una actitud desafiante.
Ash le devuelve la mirada.
—¿Qué dijiste? —Su voz se quiebra en miles de pedazos, se duplica y se expande por el apartamento de su hermano mayor igual que niebla en una noche invernal.
—Quiero convertirme en un humano.
Los dedos de Ash se detienen abruptamente sobre las teclas del ordenador, no levanta la mirada de la pantalla fosforescente, al contrario, permite que el eco se balancee como espuma a los bordes de la playa, las palabras acarician sus tímpanos en oleadas salvajes, lo inundan, lo sumergen y empapan por completo, metaboliza la idea lentamente mientras se ahoga en dicho remolino de irracionalidad.
—¿Qué dijiste? —Prefiere mantenerse en negación—. No te escuché.
—Me escuchaste. —Hay un anillo de oro brillando en su dedo—. Quiero convertirme en un humano.
—No.
—No te estoy preguntando.
—La respuesta sigue siendo no.
—¡Aslan!
—Griff. —Ash suspira cerrando el ordenador, estaba trabajando en una nueva novela puesto que la presencia de Eiji le impide concentrarse y por ende, trabajar—. Esto es por tu esposo, ¿no? Ya déjalo.
—No dejaré a Max.
—Conoces el trato, te has permitido disfrutar de una vida lo suficientemente decente a su lado, pero ya no debe tardar en sospechar sobre tu naturaleza. —No solo porque Max sea un cazador, sino que resulta evidente que los Callenreese se han quedado congelados en el tiempo—. Si anhelas proteger tu lugar entre los humanos debes huir antes de levantar sospecha.
—Max es mi esposo.
—Puedes conseguirte un nuevo esposo. —Pero ambos saben que eso es mentira—. Uno más guapo.
—Aslan. —Griff no teme ser sincero con el tema—. No tengo intenciones de dejarlo, estoy dispuesto a sacrificarlo todo por él.
—No podré cubrir tu cuota de sangre para siempre.
—No te estoy pidiendo que la cubras.
—Sino la cubro Dino te matará. —El único que puede matar a un vampiro es su creador, conveniente para Golzine ¿cierto?—. No puedo perderte.
—Ni siquiera estoy vivo, no puedes perderme. —Griff suspira, sus dedos se enredan sobre su cabello color trigo desgastado mientras sus ojos de tono tristeza se clavan en la ventana—. Desde que tengo memoria sé que hemos estado corriendo y me cansé de eso, me gusta esta vida, finalmente soy feliz y amado, no renunciaré con facilidad a la falsa humanidad que he creado, lo entiendo en mi corazón.
—Tu corazón se encuentra detenido.
—Pues encontraré una manera de hacerlo funcionar otra vez. —No es una pregunta lo que dice sino una amenaza.
—¿Tanto amas a Max? —Ash ríe, levantándose con brusquedad de su silla, raspando el suelo repleto de baldosas a causa de ese descuidado movimiento—. ¿Lo amas lo suficiente para dejarme a mí y a Skip a nuestra suerte?
—Skipper no tiene nada que ver.
—¿Por qué? ¿Te duele que mencione al niño que abandonaste por jugar con tus patéticos humanos?
—¡Aslan!
—¿Qué?
—Estás siendo injusto. —¿Injusto? Ja, hipócrita.
—Tú empezaste.
Pero es más complicado de lo que parece. Si bien, para Ash fue incómoda la transformación obligada de vampiro para Griff fue... terrible. Eso lo mató, de hecho, intentó matarse al no soportar el infierno que implicaba la inmortalidad, la locura que refería la ironía de tener todo el tiempo del mundo pero no poder hacer nada duradero con ese, el sinsentido lo arrastró al suicidio pero el suicidio lo devolvió sano y salvo a la puerta de la casa. Entonces intentó coexistir con las personas, entonces se enamoró, entonces vio el asco en los ojos de su amado, entonces entendió que nunca más podría entrar en el mundo que tanto adoró. Y le dolió. Eso lo terminó de matar. Por ende, debería estar feliz al verlo en una relación tan sana con Max, si alguien merece ser feliz es Griff.
Pero... el recuerdo de Griffin ensangrentado mientras la catedral ardía y su corazón se quebraba es...
Demasiado.
No.
Y debería sincerarse en relación a esto, manifestarle su preocupación, verbalizarla para aclarar todos los posibles malos entendidos, no obstante hay algo frío enroscándose en su estómago al mencionar a los humanos, al recordar cómo una parte irreparable de Griff murió ese día, cómo Yut-Lung pereció por culpa de su lado humano, al memorar los ojos brillantes de Skip llenos de lágrimas en el arrebato de Eiji. Las personas son los verdaderos monstruos. No ellos.
—Lo siento por meter a Skip, fue un golpe bajo. —Al menos tiene la decencia para aceptarlo, aunque lleva habitando más siglos de los que consigue referir pedir disculpas aun le es un reto—. Lo lamento mucho.
—Está bien. —Griff es comprensivo y suaviza su mirada, le gusta que sea del color de las estrellas al son del día o de las olas que danzaban en el lago de Cape Cod—. Debió ser chocante escucharme en esa clase de posición, ¿verdad?
—Y más si se trata de Max.
—Aslan.
—Sé que nosotros somos los chupasangres, pero el anciano se ve acabado, ¿cuántos años tiene para que se vea así?, ¿ochenta?, ¿noventa?
—¡Ni siquiera tiene cuarenta! —Gimotea.
—Si que lo ha tratado mal la vida, mírame a mí, yo todavía tengo cara de bebé.
—Y carácter de bebé. —Griff bufa amurrado, cruzando ambos brazos por encima del pecho mientras finge estar molesto con un puchero fugaz—. Eres todo un tsundere con Max.
—Soy adorable.
—No eres para nada adorable. —Miente, Ash sabe que sin importar el paso del tiempo siempre será su hermanito bebé—. Un poco.
—Lo sabía. —Ríe, relajándose a su lado, tomando asiento en el sillón junto a Griff—. Soy encantador.
—¿Me dirás por qué has venido a trabajar a mi hogar? —Ambos hermanos son escritores, el primero de poesía y el segundo de literatura clásica aunque claro, han tenido que cambiar de los seudónimos para no levantar sospechas, aún así, es un trabajo que han sostenido—. Eres como un gato arisco al tratarse de tus espacios para concentrarte.
—Porque hay un invasor en mi casa.
—¿Un invasor?
—Un imbécil.
—¡Aslan!
—¿Realmente no me dejarás maldecir después de todo esto?
—No. —Advierte—. ¿Por qué dices que es un imbécil?
—¡Me saca de quicio! —Comienza—. Es un humano patético que no tiene ni una maldita pizca sobre autocuidado en el cuerpo, es grosero, le gusta la comida apestosa, es chillón, patea si algo le molesta ¿acaso es un conejo para andar pateando las cosas? Y no logra leer libros, posee un acento tan dulce que me saca caries por escucharlo, adora usar ropa horrorosamente fea, se roba la atención de Skip, la mitad del tiempo apesta a hombre lobo y la otra mitad huele jodidamente bien, sus labios resultan suaves y tienen un toque embriagador que es extraño y su sangre huele a maravillas, lo odio, mierda.
—Ajá.
—¿Qué? —Griff levanta una ceja, incrédulo—. ¿Qué estás insinuando?
—Sé cuando odias a alguien y eso no parece odio.
—¡Claro que sí! —Se defiende—. Es un odio visceral.
—¿Siempre besas a las personas que odias? —Y de pronto, hay calor subiendo hacia sus mofletes lo que no puede ser verdad, no existe ni una molécula de candidez entre sus venas, por ende debe ser el efecto de la vergüenza.
—Necesitaba callarlo y mi boca era lo más a la mano.
—Claro.
—Cómo sea. —Ash se vuelve a elevar—. Te ayudaré a revelar los secretos de Dino, odio la idea sobre convertirte en humano ni prometo estar de acuerdo al final, pero sí te prestaré una palma, necesitas saber en lo que te estás metiendo.
—Gracias. —Su hermano le sonríe—. Te amo, Aslan.
—Sí.
También te amo, Griff.
Su relación con Griff sin duda es un punto que se ha mantenido débil de manera transversal y supone que por eso Dino aún disfruta de poder encima, Aslan no le teme a la muerte, de hecho, la anhela a pesar de ser a manos de Golzine, ¿pero dejar a solas a sus seres amados? ¿a merced de un proxeneta de almas? No. No puede perecer hasta haberlo arrastrado al infierno. Pero prefiere no pensarlo aún.
Cuando llega a casa hay demasiado... silencio. Desde que Skip llegó a su vida Ash se ha acostumbrado a diferentes clases de ruidos (ruidos que se han intensificado con la llegada del japonés) risas encima de juegos imaginarios, sonidos de utensilios meciéndose en la cocina, agua del baño salpicando ante el intento desesperado de Eiji para que Skip se bañe, peluches tirados por doquier, comida casera y una suave voz leyendo cuentos para niños. Pero al llegar no hay nada más que una suave respiración, Ash la sigue y su corazón da un brinco al hallar a Eiji dormitando sobre el sofá.
Pacífico. Calmo. Lindo.
¿Lindo?
No, tranquilo quiso decir.
Se adosa para observarlo de más cerca puesto que nunca está tranquilo y siempre parece indignado, repara en sus pestañas brumas proyectando sombras infinitas sobre sus mejillas regordetas, en todo ese cabello revuelto y crispado hacia sus oídos, sus cejas tupidas de carboncillo, su boca entreabierta dando tenues respiros. De pronto, ha quedado agachado ante el nipón, ansía tocarlo por un segundo para corroborar su calidez, extiende su mano, es lento y sutil, posa sus dedos cerca de los bordes de su cara sin tocarlo todavía, se inclina y...
Eso hacen los vampiros, asesinan lo que encuentran a su paso sin importar el dolor que generan.
Monstruos.
Se aleja de golpe.
Va a su pieza.
No es que le importe lo que Eiji pueda o no pensar de él, de hecho, debería profesarse cómodo entre la idea de ser odiado y repelido, es lo que ha buscado toda su vida y sin embargo su pecho se concibe extraño. Solo puede revolcarse entre las sábanas esperando que la punzada pase, pero no pasa, sino que empeora mientras más y más piensa. Cruda. Hiriente.
—¿Hola? —Lo coge con la guardia baja que el intruso se adentre a sus aposentos—. ¿Ash?
Ash-u, no Ash.
Lindo.
—¿Qué ocurre? ¿Acaso no ves que estaba ocupado? —Lo ve rodar los ojos en una mueca exagerada que sin duda le roba una risa.
—Skip quería ordenar comida y me pidió que te invitara.
—Yo no como nada que no sea sangre.
—Bueno, cumplí con mi trabajo.
—¡Espera! —No tiene idea de porqué se ha levantado de la cama para tomarlo de la muñeca, carece de importancia que se vaya, de hecho, anhela que lo deje solo—. Eiji...
Quédate a mi lado.
Mi soledad me está matando.
Pero Eiji no debe querer nada de eso ¿verdad? Ha dejado más que claro su aborrecimiento para esta especie y Ash realmente no ansía su compañía, solo está famélico por contacto y curioso por bondad ajena, así que lo deja ir, no pueden empatizar o entenderse si son de mundos tan diferentes.
—Vamos. —Pero ahora es el nipón quién lo sostiene de la palma y puede escuchar el corazón de Eiji desembocando contra su pecho a raíz del miedo y aún así lo toca con firmeza, ¿por qué?
—Pensé que me odiabas.
—Los odio a todos ustedes. —Esas palabras son una daga de hielo incrustada en un corazón polvoso detenido—. Pero estar solo es duro, incluso para alguien como tú ¿verdad?
—No es verdad. —Y aunque Ash niega—. Vamos.
Le da la mano.
Puntos importantes a spoilear: ambas parejas secundarias se desarrollaran más de lleno en la segunda mitad del fic. Eiji no recuerda bien el incidente de Izumo y más adelante lo verbaliza. Las relaciones de Ash son un poco inestables porque no deja entrar a la gente y incluso se nota con Griff o Skip hasta cierto punto en donde debe confrontarlas, pero eso es importante para entender dónde y porqué nos dirigimos a estos lares, Dios, espero que esto avance más o menos con fluides, sigo ansiosita. Pero espero que al menos esté medio interesante.
Nos vemos mañanita con otro personaje dentro~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro