Hola mis bonitos lectores~ Como les comente, el capítulo de hoy está muy suavecito igual que el de mañana para poder aterrizar poco a poco el rumbo que tomará la historia porque hey, ya vamos a la mitad de esto, la dínamica se nos va en menos de dos semanas. Muchas gracias por tanto.

Espero que les guste~

La luz moribunda del crepúsculo se derrama en el jardín cual canela espolvoreada sobre el chocolate caliente que Eiji le prepara a Skip antes de dormir, los últimos rayos del sol danzan entre las pestañas tan blancas y largas que chocan con el marco del lente, no los usaba desde hace un tiempo, de hecho ha pasado bastante desde la última vez que le leyó a alguien pero Eiji le pidió pasar tiempo de calidad junto a Skipper, Aslan no sabe decirle que no, menos cuándo se ve así de deslumbrante en el glorioso jardín de los Lee, tocando las rosas sin temor a pincharse, trenzando las margaritas en coronas perlas y siendo el causante de que los girasoles abandonen el sol para perseguir uno nuevo.

Ash no los culpa, ha descubierto en este tiempo que también orbita alrededor de Eiji como un girasol más en su lista.

Se dijo que lo odiaba para encubrir el deseo.

Trató de evitarlo. De lastimarlo.

Se besaron, se bautizaron de "enemigos", se usaron mutuamente hasta que tuvieron que empatizar y ahora finalmente está floreciendo algo... diferente. Ash no sabe qué nombre ponerle, sin embargo, lo aterra de sobremanera ya que le provoca sensaciones dolorosamente dulces y no logra tolerarlas.

«Quédate a mi lado» quiere pedirle.

No tiene que ser para siempre.

Aunque sea solo por ahora.

Pero Ash sabe que eso es imposible y Eiji se esfumará apenas consiga su venganza, por eso se engaña a sí mismo y se permite deleitar de esos breves momentos de felicidad, así que reclina la espalda en el marco del ventanal, extiende sus piernas para estar cómodo, carraspea y les empieza a leer a esos dos tercos. Sus dos conejos en su nido de lince. Ja. Pero les lee:

—Si realmente les interesa lo que voy a contarles, probablemente lo primero que querrán saber es...

Ash para la lectura para comprobar a sus espectadores, Eiji lo está mirando con sus ojos de cervatillo, sostiene una corona de dalias a medio trenzar mientras batalla mentalmente en busca de una mueca y eso lo hace ver adorable, Skip por otro lado solo posee una sonrisa de comemierda, como si supiera lo que está tratando de hacer y le resultara infantil.

Bastardo astuto. Es un hijo digno de Lynx.

—Es dónde nací, y lo asquerosa que fue mi infancia, y qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y todas esas gilipolleces estilo David Copperfield.

—Holden es un gilipollas. —Entonces Skip suelta porque conoce de antemano al autor de semejante obra maestra.

—¡Ah! Tus horrorosas novelas le están enseñando insultos a nuestro niño.

—¡¿Horrorosas?! —Jadea exasperado—. Hijo de puta.

—¿Qué es un hijo de puta, Ei-chan?

—Ash. —Eiji lo amenaza—. Te voy a acusar con tu hermano por ser una mala influencia para el bebé.

—¿Bebé? —Aslan arroja una risa maniática que retumba por todo el jardín, sin duda Yut-Lung sufrirá de algún ataque cardíaco actuado con histrionismo al ver el cementerio que tiene de vergel pero no hará nada para impedirlo, le divierte en exceso pensar en cómo Eiji dominará a una víbora venenosa, no será tarea tan fácil como con la manada pulgosa—. Es un anciano, en vez de una guardería infantil debería estar fosilizándose en un asilo junto a Max.

—¡Ah! ¡Papá es cruel! —Skip gimotea aferrándose con sus dos manitos hacia Eiji, claro que el traidor se esconde tras las faldas de quién eligió como su mamá—. No estoy tan viejo como el abuelito Max.

—¿Acaso Max no tiene solo treinta años?

—Exacto, es toda una momia.

—Pero tú...

—Yo me quedé pegado en mi juventud, por ende, siempre tendré dieciocho años y soy un bebé aun.

—¡Eso no tiene lógica!

—¡Ei-chan tiene razón! Si tú eres un bebé yo también.

—¡No eres un bebé! ¡Yo soy un bebé!

—¡Ei-chan! —Chilla—. Papá me está molestando otra vez.

—Ya, ya. —Eiji lo acuna contra su pecho—. Ambos son unos bebés, ¿contento? —Entonces Skip mira por encima del hombro del humano para sacarle su lengua, claro que aprendió esas faltas de respeto de alguien completamente desquiciado pero él es la "mala influencia" ¿cómo eso es justo? Es injusta dicha hipocresía con el pequeño y adorable Aslan, qué asco, suena patético como Max.

—Alto. —Ash frena la indignación mental—. Me llamaste papá. —Y cae en la cuenta de eso ocurrido.

—Ah. —Skipper ríe nervioso—. Lo hice.

—Lo hiciste. —Balbucea—. Nunca me habías querido llamar de esa manera.

—Es que no te quería de papá.

Silencio.

¿Para qué lo niega? Él tampoco lo quería "adoptar" si se lo arrancó a Dino de las manos fue más que nada por pena. Porque se vio a sí mismo en los ojos aterrorizados de Skip luego de su transformación y de entender en lo que se había convertido, se vio a sí mismo en su crueldad, en cómo Dino a ambos los convirtió en herramientas, se vio a sí mismo sin Griffin y no pudo fingir indiferencia por eso ocultó al infante de Dino y le aseguró que todos sus experimentos habían muerto. Ash trató de ser un padre para Skip. El problema es que Jim nunca fue un papá y Skipper es...medio vampiro. Por eso pertenece tan bien al mundo humano y puede mantenerse con comida normal y relacionarse de forma genuina y por eso al mismo tiempo, a Aslan le costaba tanto mirarlo.

Le daba rabia por lo perdido.

Le daba pena.

Impotencia.

Siempre sintió que Skip lo resentía (y tal como ocurrió con Griff), la brecha entre ellos se hizo grande, más y más grande hasta ser irreparable. Pero desde que Eiji llegó ha tenido el coraje para ser sincero, abierto y real. Es curioso cómo la persona que menos esperas llega para exponer tus fantasmas pero al mismo tiempo, mostrarte que no son tan reales.

—Aun así... —Eiji es quién se atreve a romper la tensión entre ellos dos, están cerca en el jardín, los colores se han derramado sobre su piel bronceada proyectando su propia aurora boreal o tal vez no sea de esta manera y sea una especie de filtro, es como Griff debe mirar a Max piensa—. No deberías leer esa clase de novelas tan poco apropiadas para un niño, cuando te pedí que le leyeras pensé que traerías algo más adecuado.

—Es un cuento apropiado. —Intenta salir de los pensamientos, es difícil, los amigos no se vislumbran con semejante intensidad, de hecho, ellos ni siquiera son amigos para empezar, ¿qué diablos es esto que lo confunde tanto?—. El guardián entre el centeno es para todas las edades.

—¿Hablas en serio? —El moreno jadea—. Holden es tan irritante que me traerá pesadillas.

—¡Holden es genial! —Lo defiende.

—Si te gustan los mocosos insoportables. —Entonces como Ash es muy maduro pone un puchero y cierra la novela de golpe.

—Tú eres un entrometido insoportable.

—¡Y tú un vampiro desquiciado!

—¡Idiota terco!

—¿Terco? —Chilla ofendido—. ¡Yo no soy terco! —Ja.

—No le hagas caso Ei-chan. —Skip se niega a despegar el rostro del nombrado—. Se puso tan irritado porque él es Salinger.

—¿Eh?

—Sí, él es Salinger y está proyectando en Holden.

—¡Skipper! —Lo regaña usando el nombre completo para que entienda la seriedad—. Era un secreto de todo el resto del mundo.

—No es mi culpa que te escribas a ti mismo, es casi un Mary Sue.

—Mis libros no son fanfics para que me acuses así. —Amenaza con el ceño tenso y su cara amurrada.

—¡Ah! —Entonces el hijo de puta lo apunta acusatoriamente—. ¡Eso tiene tanto sentido! ¡Sabía que odiaba a Holden por alguna razón! Me recuerda a ti.

—¿Gracias?

—También es Hemingway y posiblemente todos los autores que odias, Ash cambia de seudónimo y de estilo para no levantar sospechas sobre su verdadera identidad, por eso tiene tanto dinero oculto de los demás, es millonario, igual que Edward. —¿Es en serio esa comparación? Suspira.

—En este momento me estoy cuestionando seriamente si quiero seguir teniendo un hijo. —Le gruñe con la voz seria y tensa, igual que una estaca de hielo.

—Oh vamos. —Pero Eiji suaviza su mirada—. No seas duro con él, mira. —Y toma un cúmulo de esas flores entre sus manos—. Te hizo una corona.

—Yo no quiero una tonta corona de...

Pero entonces Eiji está muy cerca.

Y de repente, hay una corona de flores encima de su cabeza.

Es extraña la dualidad que Eiji le ofrece ya que si bien, siempre ha declarado tenerle odio a su especie nunca ha hecho nada activamente para dañarlo, incluso se sometió a sus demandas, la confianza de Eiji hace que su corazón se caliente progresivamente, siente sus dedos acomodarle mechones rubios entre los pétalos rojizos, es gentil mientras lo hace, todo de Eiji es increíblemente gentil aun si quiere fingir lo contrario y de repente, Aslan empieza a profesarse cautivo de las emociones tan... humanas.

Primero lo niega, no necesita esto.

Definitivamente no.

—¡Ei-chan!

—Ah.

Pero entonces Skip le acomoda una corona de flores encima de la cabeza y Ash olvida cómo respirar.

—¿Cómo me veo, Ash?

El calor le quema las mejillas, crispa los dedos sobre la cubierta de la novela en el intento exasperado para no mirar, pero mira, mira y es su perdición.

Hay girasoles entretejidos a los cabellos esponjados y suaves que de pronto hacen que tenga muchas ganas de tocarlo (aunque no lo hace) su contraste es sublime, sabe que la idea es irracional y que lo más seguro es que sea esta especie de filtro de ¿amistad?, no obstante Eiji impresiona irradiar fulgor propio en su sonrisa avergonzada, sus mejillas rojas y sus ojos rebosantes de emociones sin descifrar todavía, algunas hojas se han desprendido con delicadeza para caer bajo las pestañas, también tiene flores blancas que se confunden usualmente con maleza en la corona, flores que se ven monstruosas e incluso inútiles y él las puso ahí, junto a los girasoles.

—¿Cómo se ve, Ash? —Horrible. Fofo. Molestable.

—Precioso. —Mierda, no quería decir eso—. Las flores, hablo.

—Ajá. —Skip no compra su mierda—. Tu corona también es preciosa, Ei-chan la hizo con rosas.

—Rosas. —Sonríe—. Claro que son esas flores, son peligrosas. —Igual que yo.

—Las rosas no son intrínsecamente malas, aunque yo también me equivoqué al juzgarlas sin siquiera darles la chance de conocerlas en este tiempo he aprendido que poseen sus espinas para protegerse y no para hacer daño, las rosas no van a alzar sus espinas como lancetas, solo las tienen pegadas ahí porque necesitan sobrevivir, eso las hace hermosas, creo que me he encariñado harto con mis rosas.

—Te vas a lastimar si te encariñas de esa manera.

—No me lastimaron ni te lastimarán, te hice la corona sin espinas.

—Pero...

—No todas las rosas tienen espinas y no todos los girasoles buscan el sol ¿sabes? —Y aunque supone que siguen hablando de flores, algo le dice que tiene un significado mucho más profundo y personal.

—Ustedes se aman. —Skip concluye—. No lo van a admitir nunca, así que estoy acelerando las cosas, necesito llevar a mis dos papás a la siguiente reunión escolar, sería bonito verlos en una relación por ese entonces ¿entienden?

—¿Qué? —Eiji se pone rojo, muy rojo—. ¡No, Ash literalmente intentó comerme cuando lo descubrí!

—Ah, pero bien que disfrutaste de mis besos.

—¿Qué? —Frunce el ceño aunque no lo está negando—. ¿Eso qué tiene que ver?

—Ya sabes, cuando te comí con mis besos.

—Hablaba de la otra forma de comer. —Le gruñe con la mirada tensa y un tic en su ojo—. No abuses.

—Ya me aburrí con ustedes dos. —Skip se levanta en una pataleta—. Iré a jugar con mi abuelito Max y mi tío Griffin.

El infante se levanta con su corona de flores en la cabeza. Se va. Quedan a solas. Ash mira a Eiji. Eiji mira a Ash.

Ambos se ríen.

Es extraño que un encuentro tan traumático en primera instancia sea recordado con tanta nostalgia, pero bueno, nada ha sido tradicional entre ellos dos. Y de hecho, ni siquiera le ha hablado de Izumo...

Pero no quiere romper la fantasía todavía.

Solo un poco más.

—Okey, si vamos a hacer esto en serio necesito preguntarte por los vampiros. —De alguna forma el rubio ha quedado al lado del moreno en el prado de flores y ni siquiera recuerda haberse alejado de la ventana, no obstante, existe un magnetismo inexplicable que lo arrastra constantemente al nipón como las olas se mueven por la gravedad de la luna.

—Pregúntame lo que quieras. —Está lo suficientemente cerca para que sus hombros se rocen, arde.

—¿No te vas a enojar? —Por su tonito juguetón ya sabe que se enfadará.

—No lo haré. —Pero tratará de ser benevolente, se lo debe.

—¿Los vampiros brillan con el sol? —Claro que el desgraciado toma esto como una broma partiendo con una referencia tonta de crepúsculo—. Edward brillaba en la película cuando lo hacía.

—Puedo ponerme al sol y no me pasa nada. —Gruñe—. También puedo verme en los espejos, nunca me matarás con una estaca o con ajo aunque podrías matarme con natto.

—¡Ash!

—¿Qué? Tú empezaste siendo malo. —Aunque Eiji finge aceptar la acotación infla sus mofletes para manifestar su descontento, Ash tiene hartas ganas de apretarlos, impresionan suaves como mochis.

—Tienes un punto. —Finalmente suspira—. Entonces las películas de vampiro me han engañado, ni siquiera duermes en un sarcófago.

—Pues lamento decepcionarte por no ser Drácula. —Ese vendría a quedarle mejor a Dino—. El único que puede matarme es otro vampiro o mi creador.

—Dino Golzine.

—¿Cómo sabes?

—Ash, soy terco, no estúpido.

—Ah, pero admites ser terco. —Lo molesta para aligerar la tensión, odia lo cargado que se vuelve el ambiente apenas menciona ese nombre.

—Y tú admites ser millonario como los Cullen.

—Tch. —Gruñe—. Tal vez.

—Si me quedo contigo ¿eso también me hace millonario? —Entonces le pregunta con un fulgor muy emocionado, Ash apoya su peso en los brazos, sus manos se sostienen contra la hierba, está húmeda y áspera, los pétalos se deslizan entre las hendiduras de sus dedos y sería desagradable, sin embargo hay otra palma cerca aminorando sus dolencias. Calentita. Pequeña. Viva.

—Solo si te conviertes en la mamá de Skip, necesitarías ser la señora Cullen.

—Yo sería el papá de Skip.

—Vaya ¿quién diría que tienes los roles de género tan estereotipados? Y así dices que mi mentalidad es de otra época, onii-chan.

—Ash.

—Además, una mamá es quién te ama de forma incondicional. —¿Por qué le son tan familiares esas palabras? Cierto...—. Mucho tiempo consideré a Griff la mía. —De ahí vienen.

—Eso es lindo. —Eiji le sonríe con esa sonrisa que le hace estrellas, por primera vez siente que están charlando genuinamente sin prejuicios—. ¿Crees que lo amaría de forma incondicional? ¿a pesar de cómo reaccioné al inicio? Le dije cosas crueles.

—Creo que si no fuera de esa manera ya te habrías ido.

—Sí. —El moreno agacha la mirada—. Tienes razón, pero no puedo evitarlo. —Sus manos finalmente se enlazan sobre el pasto, al principio es torpe y endeble, como si ambos se estuvieran cuestionando si es correcto hacerlo, esperando que el otro retroceda primero—. Skip me recuerda a mi hermanita.

—¿Cómo se llamaba?

—Masako. —Sonríe—. Nos pusieron nombres contrarios. —Pero ninguno retrocede y el roce es tan delicado que Ash se siente como un pétalo más de la corona de flores.

—¿Por qué lo dices?

—Porque mi nombre hace alusión al número dos, puede significar "dos protectores" o una segunda posición según el kanji que esté escrito mientras que Masako... —Eiji sonríe—. Masako significa "hija verdadera", creo que mis padres transmitieron un mensaje claro.

—Eiji.

—¿Nunca has sentido que la vida se equivocó y tomaste el lugar de alguien mejor?

—Sí. —No duda—. Me pasa con Griffin e incluso en el nombre también, Griffin se refiere a la criatura mítica que protege y resguarda mientras que mi verdadero nombre es algo que no merezco.

—¿Ash no es tu nombre real? Sabía que se escuchaba falso. —Una carcajada tímida se desliza contra sus labios, claro que alivia el ambiente con esta clase de comentarios.

—Mi verdadero nombre es otro, no ceniza lince.

—¿Puedo saber cuál es?

—Aslan. —Musita—. Aslan Jade Callenreese. —Llevaba siglos sin pronunciarlo.

—¿Qué significa?

—Es una palabra antigua para orar en hebreo, significa amanecer ya que nací al alba.

—¿Y tu segundo nombre?

—Jade, la joya.

—Tu madre debió pensar mucho para llamarte así. —Su corazón da un brinco con esas palabras, ya ha oscurecido y aun así puede verlo a la perfección, la brisa nocturna remueve sus cabellos entre las flores blancas y los pétalos de girasol, dándole una apariencia casi etérea y es gracioso considerando que él es el vampiro—. Deseando que su niño nacido al alba fuera feliz... deseó que tu vida fuera tan hermosa como un jade al amanecer, creo que te sienta de maravilla.

—¿Por qué lo dices?

—Porque eres tan hermoso como un jade al amanecer.

—Oh. —El calor que se arremolina en su pecho se apresura a subir hacia su rostro como espuma del mar y Aslan no necesita espejo para saber qué está sonrojado pese a su naturaleza—. Ya veo.

—Perdón. —Eiji baja la cabeza, no aparta la mano—. Estoy nervioso.

—¿Por qué?

—No sé. —Escamotea—. Me siento nervioso a tu lado.

Mierda.

No debería hacerlo tan feliz su confesión, que ponga nervioso a Eiji no significa nada, aun consciente de eso su corazón se siente inquieto y satisfecho como si se hallara lleno de burbujas efervescentes que explotan con cada palabra del japonés, dando origen a nuevas burbujas y es terrible sentirse de esa manera considerando sus inicios de relación, Aslan necesitaba protegerse a sí mismo y por ende, se esmeró en odiar a todos menos a Skipper y Griffin, aun así, a esas únicas dos personas que amparó las alejó con sus espinas, ciertamente era estresante ir intercalando, a veces la personalidad genuina se colaba por las grietas de su fachada, así ocurrió cuando Griff le habló sobre hacerse humano o su primera semana de convivencia con Skip, tarde o temprano regresaba a la fachada.

A ser un lince. Vampiro. Bestia.

Monstruo.

Con Eiji no es así.

Y Dios, sus ojos están brillando tanto mientras lo mira, Ash otra vez tiene esa sensación de girasol al vislumbrar ese resplandor tan intrínseco de Eiji.

—Debo ser honesto contigo. —No puede iniciar una amistad ni nada sino lo es—. Yut-Lung pretende manipularte dada tu posición con los hombres lobos y yo necesito de la víbora para regresar a Griffin un humano otra vez, debí decírtelo antes, lo siento.

—Lo sospechaba. —Pero Eiji se lo toma con ligereza—. Creo que podemos encontrar una forma para salir ganando ambos.

—Nadia murió.

—Escuché lo que Arthur dijo, no la mataste tú. —Ni siquiera duda sino que lo desafía y solo Eiji haría algo así de desquiciado como desafiarlo—. Creo que si hablas con Shorter con honestidad todo esto podría cambiar para bien, tal como Nadia siempre lo quiso.

—¿Qué hay de tu alfa? ¿Acaso no se molestará?

—¿Puedes dejar de asumir cosas extrañas? —Gimotea—. No estoy saliendo con ninguno en el clan.

—Pero tú dijiste...

—Lo hice para molestarte.

—Oh. —Tonto. Infantil. Inmaduro—. Lo entiendo.

En retrospectiva saltó a conclusiones apresuradas, Eiji apestaba a feromonas, el pulgoso del tamaño de un edificio parecía exudar desesperación cuando lo tenía cerca, le bastó una confrontación cruda para saberlo y aun así... algo de esto lo hace feliz, porque si Eiji es cercano a los Wong tal vez arreglen las cosas sin necesidad de derramar más sangre, es cercano, pero no lo suficiente para pertenecerles y eso significa que Ash...

Tal vez.

Solo tal vez.

—He estado pensando otra cosa desde que llegamos acá. —Eiji aprieta la palma con fuerza, alza una mano hacia su corona de flores y se pincha con una espina—. Quiero que te mantengas fuerte si vas a enfrentarte a tantos peligros, por eso... aliméntate de mí.

—No. —Se sorprende a sí mismo ante esa negación, antes habría dado lo que fuera por otro bocado de tan exquisita sangre—. No quiero eso, es peligroso.

—Ash. —Pero Eiji se ha pinchado el dedo y está sangrando—. Por favor.

—¿Por qué querrías arriesgarte a eso? ¿Acaso no ves que es peligroso?

—Lo veo. —Su dedo se presiona contra la boca del lince, el mero toque de la sangre contra sus labios helados hace chispas en su corazón y desata un infierno que no cree podrá volver a encerrar—. No subestimo lo que hemos estado viviendo.

—¿Entonces?

—¿Qué no es obvio? —Eiji presiona su dedo un poco más.

—No.

—Porque soy un conejo estúpido.

Su dedo se hunde más y más en la boca de Aslan.

—Y tú eres un lince morboso y masoquista.

No puede resistir más.

Bebe estando completamente cautivo por ese humano.

Siento que este capítulo anduvo un poquito a tropizones pero son cosas que pasan en la dinamica, a veces me estresa mucho que un capítulo se sienta flojo o feo o fofo, pero de verdad es imposible que los 28 queden al 100% incluso si los reescribo y menos en tan poco tiempo y juro que el de mañana lo compensa, ese lo siento más organico y bonito. Aún así, gracias por tanta compañia en esto, chiquillos, los amo.

See ya.