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—¡Asesino! —Gritó la joven bruja llenándose de odio. —Son unos malditos asesinos.

  Trató de hechizarlos, hacerlos sufrir como seguramente ellos hicieron sufrir a esa familia. Pero no, su magia como siempre falló en el momento que más la necesitaba.

—Deberías darnos las gracias en lugar de gritar como una niña llorona. —Klaus sin decir nada más se va, no antes chocar su hombro con el de una muy enojada Silver.

—¡Y tú! —Grita hacia Elijah una vez el original se había ido. —Haré hasta lo imposible para que esa boda no ocurra.

—Querida Silver, deberías haber escuchado a mi hermano. —Elijah saca de su bolsillo un pequeño pañuelo para limpiar la sangre de sus manos y labios. —Esta familia, quería sacrificarte.

—¿Qué? —Un grito ahogado salió de los labios de la pelirroja.

—Nunca te quisieron, el chico nunca te amó, solo te necesitaban para un ridículo ritual. —El más elegante de los hermanos se acercó a la confundida Silver. —Niklaus decidió impedirlo.

Y el también se fue, dejando sola a la joven bruja, con su cabeza tan confundida que incluso se llegó a cuestionar el nivel de maldad de los hermanos Mikaelson, un error que le costaría su felicidad.

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    La batalla estaba siendo más dura de lo que aparentaba a simple vista. Klaus lo observaba todo, pero se dio cuenta como el hechizo realizado por la pelirroja estaba siendo debilitado.

Las hermanas cazadoras daban guerra, la mayor en especial, y era la que luchaba contra Silver. Cosa que la hizo completarse completamente en ella.

Hope por otro lado estaba luchando más alejada con la menor, pero aún así era demasiado para la trihíbrido, y un pequeño desliz le costaría la vida.

Silver por el rabillo del ojo vio la pelea de la jóvenes y un movimiento raro de la bruja cazadora llamó su atención, una estaca y no era una estaca común, tenía que pensar rápido, solo había una forma de dejar un mensaje claro, de que sepan que con las hermanas Argent no se pueden meter.

También es la única forma de evitar la inminente muerte de Hope a manos de la menor de las brujas.

Solo hay algo en contra, significa que Silver romperá la promesa hecha a Sylene.

Silver no lo pensó más y tras lanzar a la mayor de las cazadoras por los aires fue a por su hermana. Y antes de que la daga llegara al corazón de la pequeña Mikaelson clavó sus colmillos en el cuello de la cazadora a la vez que llevo sus manos a un mortal abrazo.

No solo estaba absorbiendo la sangre de la rubia, sino que también absorbía sus poderes.

Mientras lo hacía Silver tuvo acceso a su mente y vio el parte del plan, cosas oscuras se acercan, se sintió agradecida de haber despertado a los Originales, ellos debían ayudarlas, y ellas a ellos, todo si quieren que Hope viva, ya luego Silver misma se encargaría de matarla y cerrar por fin su venganza.

La magia de la menor de las hermanas Howlett no era blanca, no era más oscura que cualquiera que Silver hubiera absorbido antes, y como tal más peligrosa. Pero aún así Silver acabó con ella, la mató la volvió nada, un simple cuerpo vacío, sin sangre, sin magia, sin vida.

  Hope miraba la escena aterrorizada, nunca había vista algo así, se dio cuenta que era una hereje, pero nunca vio una que absorbiera magia de esa manera.

Las venas de Silver resplandecían sobre su piel dando la impresión de ser grietas... Era mucho, demasiado para ella. —¿Estás bien? —Preguntó Hope, tomando la mano de su salvadora.

La pelirroja se llevó las manos a la cabeza y se ordenó relajarse, digerir la magia como siempre. Y las gustas desaparecieron, sus ojos se volvieron amarillos por unos instantes, pero luego volvieron a su color natural.

  La mayor de las Howlett miraba desde una distancia prudencial la escena, sabía que no podía intervenir, pero aún así le dio un ultimátum a Silver. —No eres una hereje normal. —La ira resplandecía en su mirada. —No liberas la magia que absorbes.

  Silver se posiciono frente a Hope, protegiéndola de algún posible ataque la la rubia.

—Tienes demasiada magia avena en tu interior. —La rubia sonrió. —Algun día reventarás o primero serás poseída por todo los espíritus de las brujas que tienes en tu interior. —La mirada de Silver se mantenía imperturbable. —Y estaré ahí para cuando revientes.... Para quedarme con todo tu poder... Pero antes... Antes la mataré a ella. —La rubia apuntó a Hope y instintivamente Silver puso su mano en medio. —Y luego a tu hermana.

Sylene la única debilidad viviente de Silver, la mención del nombre de su hermana la hizo reaccionar.

—Antes te mataré a ti.

Silver se lanzó al ataque, pero antes de que llegara la otra había desparecido. Por primera vez en años sintió miedo, Sylene era lo único que le quedaba, su luna, no la iba a perder.

—Hope. —Silver colocó las manos en los hombros de la confundida Mikaelson. —Ella no atacará más por hoy, está débil, y tiene que rendir luto.

—Estás bien.

—Si, tranquila, falta mucho para que reviente, ya encontraré una solución  —La preocupación de la trihíbrida causó ternura en el corazón oscuro de Silver y esta depositó un beso en la frente de la adolescente, mientras se decía que era por actuación. —Vete, en ru escuela estarás protegida, pronto te buscaré, no te alejes de tus compañeros.

—¿Y tú?

—Voy a preparar el plan de ataque.

Hope salió corriendo, dejando a Klaus y a Silver solos en el bosque. —El hechizo estaba débil —Fue lo que dijo Silver hacia el híbrido. —¿Por qué no fuiste con tu hija?

—Porque tienes razón, antes de que nos encontremos, hay que tener un plan de ataque.

Silver sin ganas de discutir o reír o hacer algo, simplemente dijo. —Vamos, tengo que hablar con Sylene.