Sook despertó justo a tiempo para arreglarse para el trabajo, pero había tenido un sueño en donde una casa muy bonita y rústica aparecía, en su sueño, YoonGi estaba allí. Una posible idea pasó por su cabeza, cuando estuvo vestida para irse decidió pasar primero por la habitación de NamJoon tocando la puerta, su tío abrió extrañándose de verla ahí.

Por lo general JungSook no lo buscaba tanto como a JungKook.

— Buenos días, NamJoon—sonrió un poco—Quería comentarte algo antes de irme al trabajo, ¿Puedo entrar?

— Claro, pasa—abrió más la puerta dejándole avanzar. Cerró detrás de ella y la miró— ¿Qué sucede?

— Tuve un sueño extraño anoche.

— ¿Otro de tus sueños? JungKook me dijo que has estado teniendo pesadillas...

— Este era diferente, había una casa en el bosque, estaba algo alejada de la ciudad y YoonGi estaba en ella—explicó mirándolo— ¿Crees que si te describo como es...podrías reconocerla?

— ¿Dices que estaba en el bosque? —frunció el ceño intentando recordar—No recuerdo que hayan tenido una casa...bueno...

— ¿Bueno?

A la mente de NamJoon vino la imagen de su madre caminando con una bebé en brazos hacia la puerta, su padre le bajó del auto de un empujón reprochándole como siempre, el niño de cuatro años levantó la cabeza mirando aquella casa rústica parecida a una cabaña frente a ellos.

— ¿Podría ser?

— ¿A qué te refieres? —JungSook necesitaba saber, pero Nam no le contaría, ya tenía un plan hecho en mente.

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— ¿Enserio se fueron sin ti? —Jimin la miraba incrédulo, pero JungSook lucía tan molesta que por un momento le pareció graciosa su actitud.

— Deduzco que NamJoon sabía a qué lugar me refería, pero no quiso decirme—la chica dejó caer su cabeza en el mostrador, ese día le tocaba estar en caja—Yo soy la primera que debería verlo.

Jimin acarició su cabello sonriendo de lado.

— No se arriesgarán llevándote allí, eso es lo que tus abuelos quieren—Sook volvió a mirarle—Deja de hacer berrinches, si es así como dices antes de que se acabe el día tendrás a tu YoonGi de regreso.

— No es mío—frunció el ceño.

— Claro que sí, todos saben que son novios—a Sook casi le da algo—Ya, no me digas que no es cierto, incluso tu padre sabe que hyung te gusta.

— Eso es más vergonzoso, no somos novios aún, YoonGi...

— Aún, lo dijiste—sonrió pícaramente.

— Ve a trabajar, Park.

— Sí, señora Jeon—se detuvo para corregirse—Señora Min.

— ¡Oppa! —chilló histérica causando risas en el rubio. Cuando JungSook fue calmándose pensó en los chicos, tomó su celular buscando el número de JungKook, llamó a él sin obtener respuesta y lo mismo pasó con el resto, suspiró intentando calmarse, Jimin tenía razón, si no la habían llevado era porque no querían arriesgarse.

HaRa estaba acomodando algunas cajas en el almacén cuando escuchó un ruido venir de la puerta trasera, volteó creyendo que era Jimin o la misma JungSook, intentó seguir con su trabajo, pero escuchó pasos y al voltear por segunda vez dio un respingo al ver un hombre de pie allí sonriéndole inocentemente.

Jimin limpiaba algunas mesas que habían sido usadas por un grupo de chicos algo escandalosos, JungSook aprovechando que no había clientes se dirigió al baño y dio un brinco por el susto que HaRa le dio al tocar su brazo.

— ¡Dios mío! —llevó su mano al pecho.

— Lo siento, unnie—se disculpó—Necesito que me digas donde van estas cajas en el almacén—indicó.

JungSook al saber que Jimin estaba ocupado no dudó en acompañarle, recogió su cabello en una coleta baja dirigiéndose a las cajas, pero le pareció extraño que HaRa permaneciera en la puerta.

Y en un segundo todo se volvió oscuro.

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— Hyung, ¿Estás seguro de esto? —preguntó TaeHyung.

— En otra situación diría que es una locura confiar en un sueño que tuvo JungSook, pero...—JungKook suspiró—No perdemos nada con intentar, aunque tienes que estar seguro en esto, hace muchos años que no vas allí, ¿Cuándo fue la última vez?

— Cuando tenía cuatro años.

— ¡Oh! —Hoseok se dejó caer al sofá ante la respuesta de NamJoon, llevó su mano a su frente para luego pasarla por su cabello—No quiero quedarme aquí.

— Tienes que hacerlo, puedes salir herido—ordenó TaeHyung mientras Nam y JungKook se preparaban para irse.

— ¡Kim TaeHyung! —se levantó molesto—Voy a ir, también soy parte de esto, puedo defenderme.

— Quédate aquí, te mantendré al tant...—TaeHyung fue callado por las palabras de Hobi, hablaba tan rápido que no le entendía absolutamente nada, Tae rodeó los ojos y tomó su camisa estampando sus labios con los suyos dejándolo completamente callado, cuando lo soltó separándose miró sus ojos—Te quedarás aquí y si sigues insistiendo volveré a besarte—amenazó.

Hoseok quedó completamente en shock, mientras, arriba JungKook tomaba su suéter intentando llamar a JungSook, pero ésta no respondía. Bajó a la sala donde le esperaban y cuando estaba por salir por la puerta recibió una llamada.

— ¿Jimin?

— ¿Dónde estás ahora mismo?

— En casa, bueno, estoy saliendo de ella—frunció el ceño— ¿Por qué?

— JungKook...—Jimin tomó una bocanada de aire antes de soltar lo siguiente—Ellos se la llevaron.

— ¿Qué? ¿Quién?

— JungSook, se llevaron a JungSook.

TaeHyung y NamJoon voltearon a verle ante eso mientras que Hoseok miraba sin entender que pasaba, JungKook se quedó como piedra y a los minutos explotó.

— ¿Estás seguro de eso? —tomó el puente de su nariz— ¡Maldita sea, Jimin! ¡Te dije que no la perdieras de vista! ¡¿Cómo demonios entró a la tienda?!

— No lo sé, él...o ellos hipnotizaron a la chica nueva que trabaja aquí y...

— Mierda—salió casi corriendo de la casa subiendo al auto de Nam—Hazme un favor y mantente al tanto del celular, creo que sabemos dónde está YoonGi y creo que sé dónde la tienen.

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JungSook despertó en una habitación desconocida, la chica fue recuperando sus sentidos en minutos, se levantó quedando sentada tocando su cabeza algo aturdida, los últimos minutos en la tienda llegaron a su cabeza incorporándose en el acto, pero no esperó ver a...

— ¿YoonGi? —sus ojos brillaron, el chico estaba con su espalda pegada a la pared— ¡YoonGi! —y Sook intentó abrazarlo, pero éste levantó sus manos impidiéndolo.

— No te acerques.

— YoonGi soy yo—JungSook se acercó despacio— ¿Dónde estamos? ¿Ellos te trajeron aquí?

— Lamento mucho que estés aquí, lo siento—tragó con dificultad. La chica ignoró su pedido y lo abrazó fuertemente, Min YoonGi la abrazó también escondiendo su rostro en su cuello, suspiró sintiendo que una parte estaba más tranquila de sentirla en sus brazos, pero la otra estaba inquieta.

— Te hemos buscado por todos lados—susurró ella—Tranquilo, los chicos nos sacarán de aquí, nada de esto es tu culpa—acarició su espalda.

YoonGi no la soltó, no tenía en mente hacerlo.

— JungSook...

— ¿Sí?

— Hueles diferente—murmuró en su cuello.

— ¿Diferente?

— Pero es un olor muy dulce—suspiró sintiendo que algo molestaba en su labio inferior, YoonGi perdió la razón en el momento que se dejó llevar por ese olor. JungSook lo empujó retrocediendo en el acto, el recuerdo de JungKook mordiendo su cuello en aquella tienda la puso alerta. Retrocedió negando con la cabeza hasta quedar con la espalda en la pared.

— Lo siento, YoonGi.

"Ahora entiendo porque lo tuvieron aquí durante una semana"

— Shh, tranquila—se acercó a lo que JungSook intentó esquivarlo sin tener escapatoria, la jaló del brazo tumbándola en la cama quedando sobre ella.

— No, no lo hagas, por favor, YoonGi—sus muñecas fueron sostenidas por él a ambos lados de su cabeza—Por favor, no....—comenzó a temblar.

— No voy a lastimarte, tranquila—sus ojos oscuros la veían de una manera extraña—Sólo necesito que me ayudes a calmar la sed, ¿Sí? Tengo hambre y necesito comer.

— No, ¡No! ¡Suéltame! —JungSook se removió cuando éste se acercó a su cuello y gritó intentando que la escucharan cuando sintió algo atravesar su piel—Por favor, YoonGi—sollozó removiéndose debajo de él, al no quedarse quieta el chico la tomó del cuello mirándola.

JungSook guardó silencio ante esa imagen, YoonGi estaba con sus labios manchados en rojo y esa mirada de locura, la chica no podía creer que sus abuelos lo hubieran convertido.

El primer y único chico que le gustaba ahora estaba metido en eso.

— Cierra la boca o seré rudo contigo—amenazó volviendo a morderla del lado contrario deleitándose con su sangre.