♠ Capítulo 3 ♠
JungSook dejó salir algo de vapor de su boca, estaba muriendo de frío esperando a que la tormenta pasara, estaba agachada en el porche de la casa abrazándose fuertemente, se había colocado la capucha de su chaqueta en su cabeza hasta que...
La puerta se abrió y ella se levantó de inmediato haciendo una reverencia.
Una mujer de cabello negro aparecía algo preocupada.
— ¡Aquí estás! ¿Qué haces aquí afuera, jovencita? —reclamó con una dulce sonrisa—Vamos entra.
— Lo siento, lamento haber causado molestias, por favor ignóreme, esperaré a que pase la tormenta y me...
— ¿Qué? No puedes esperar aquí afuera, morirás de frío, cielo—insistió—Vamos, entra a la casa.
JungSook notó una marca en su cuello, algo parecido a un morado, recordó los gemidos de aquella habitación haciéndose una idea en su cabeza, pero rápidamente la apartó entrando de nuevo a esa casa, aquella mujer vestía con un camisón y un suéter negro.
— Gracias—volvió a hacer una reverencia.
— No hay de que—se cubrió con su suéter— ¿Cuál es tu nombre, querida?
— Im JungSook.
— Lindo nombre, JungSook—sonrió un poco—Ven, te prepararé algo caliente en la cocina.
— Pero yo...
— Pero nada, insisto, no te dejaré ir con esta tormenta, es muy peligroso—tomó su brazo guiándola, desde las escaleras Min YoonGi las veía rodando sus ojos, su hermana realmente era terca.
Sook se sentó en una de las sillas del comedor metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta mientras la mujer se movía de un lado a otro en la cocina.
— Mi nombre es Min Wheein, suelo vivir con mi hermano menor Min YoonGi—comentó sacando dos tazas de los estantes y dos pequeños platos para éstas. La chica de nuevo pensaba en lo que había escuchado en aquella habitación, aquel camisón que Wheein tenía parecía ser alguna camisa de un hombre.
— ¿Su hermano se encuentra aquí?
— Oh, sí, está arriba en la habitación, le dije que te diera la suya mientras curaba tus golpes—indicó y JungSook se preguntaba si esos dos hermanos tenían alguna extraña relación de incesto. Imaginó a su padre diciendo que esas personas eran personas enfermas y sucias que merecían no vivir en este mundo— ¿Puedo preguntarte cómo los conseguiste?
La joven volvió a la realidad inventando alguna tonta excusa.
— Me caí.
— ¿Sobre el ojo? —levantó una de sus cejas calentando algo de agua en la tetera.
— Sí, yo...tropecé y....supongo que tengo tan mala suerte que...eso pasó.
Wheein supo claramente que mentía, eso sólo le preocupó más, revisó en los estantes de abajo consiguiendo varias cajas de sobres de té.
— ¿Cuál es tu fruta favorita, JungSook?
— Naranja—respondió sin dudar.
La pelinegra tomó un sobre de la caja correspondiente sirviendo todo, cuando el agua estuvo lista y caliente fue que lo sirvió en la taza, al acercarse a Sook tenía el té listo, la chica captó al instante ese olor a naranja sonriendo de lado, colocó sus manos alrededor de su taza para que les brindara calor a sus dedos.
— ¿Tienes casa?
— Sí.
— ¿Y andabas sola con este clima en el Río Han?
— Soy algo extraña—se excusó. Llevó aquella taza a sus labios probando el líquido, sabía exquisito su té de naranja.
— ¿Está bien de azúcar?
— Está perfecto, gracias—asintió.
Wheein sonrió un poco queriendo saber más sobre esa chica sin saber que su hermano escuchaba a un costado del umbral de la cocina. Sabía que YoonGi siempre se quedaba dormido cuando terminaban de hacerlo.
— ¿Cuántos años tienes?
— Diecinueve.
— A tu edad me gané la paliza de mi vida y de no haber sido por mi hermano...probablemente no estuviera viva—Sook la miró con ojos atentos—Quizás también me juzgues, pero bueno, todos pensamos diferente.
— Le prometo que no lo haré.
— A los veinte años mis padres me encontraron en la cama de mi hermano teniendo sexo—reveló. Entonces JungSook si estaba en lo cierto—Creímos que se habían ido a trabajar, pero al parecer mi padre olvidó las llaves del auto y regresó a casa consiguiéndose con la imagen de su vida—sonrió amargamente.
"¿Debería escuchar esto? ¿Por qué me lo está diciendo?"
— ¿Su hermano la defendió?
— Sí, lo hizo, mi padre lo golpeó brutalmente y sé que cuando intervine, quedé inconsciente por sus golpes—bebió algo de té. Min YoonGi estaba serio recordando todo eso—Podrás imaginarte todo lo que me dijo.
JungSook recordó lo que su padre le decía tantas veces al golpearla.
"Las chicas que son como tú terminan siendo las mejores putas de la ciudad, no me sorprende de ti, JungSook"
— Lo siento mucho.
— ¿Crees que merecía esa golpiza, JungSook? —preguntó. La joven estaba sorprendida de que pidiera su opinión—Sé que mi relación con mi hermano está mal, todos la rechazan, el incesto es...prohibido, pero... ¿Crees que merecía una golpiza tan fuerte como para dejarme inconsciente?
— Nadie merece ser tratado así—contestó con la vista baja—Ni siquiera si esa persona ha cometido un grave error-aferró sus manos a la taza—Nadie es mejor que nadie y nadie está libre de pecado.
Wheein asintió dándole la razón.
— ¿Crees que la persona que te golpeó...hizo bien al hacerlo? —entonces Sook la miró y ella sonrió un poco—Puedes confiar en mí, créeme, sé que no te caíste.
— Yo...—la joven contuvo sus lágrimas. No quería llorar, pero acabó haciéndolo viéndose tan vulnerable y sola—Mis padres me odian, Wheein, ellos nunca me han querido, sólo me odian—apartó las lágrimas de sus mejillas sollozando más—Desde que tengo memoria me han golpeado y humillado, yo...—su voz flaqueó—Sólo quiero sentir cariño, quiero un simple abrazo y que me digan que estaré bien.
Wheein no dijo nada, sólo se levantó y la abrazó al agacharse frente a ella, JungSook la apretó fuertemente siendo la primera vez que alguien la abrazaba en sí, sollozó en el hombro de la mujer y ésta acarició su espalda dando pequeñas palmaditas.
— Todo estará bien, JungSook, tranquila, cielo.
♠♠♠
Hace veinte años
La joven estaba sentada en aquella cafetería bebiendo su chocolate caliente y comiendo aquellos cupcakes, joder, todo lucía exquisito, el chico veía a su novia devorar todo con ansias, Sook tenía días con antojos, su apetito había aumentado el doble.
La chica era de cabello castaño claro y ojos color miel, era de estatura baja con un rostro dulce, Im Sook estudiaba para ser una excelente abogada.
— No me veas así, me haces sentir culpable—se quejó al percatarse de la mirada de su novio. Éste se echó a reír negando con la cabeza dejando que ella masticara lo que tenía en la boca, a los minutos se puso algo serio por lo que iba a decir.
— Sook, debemos decirles a tus padres.
— ¿Sobre qué? —la joven siguió comiendo.
— Sobre nuestros planes, sé que ellos no me aceptarán y no aceptarán lo nuestro, por eso es mejor que alquilemos nuestro departamento—la miró limpiando la comisura de sus labios con la servilleta—Quiero vivir contigo, quiero formar una familia contigo.
— Lo sé. Yo también deseo lo mismo—dio un corto beso a sus labios, pero él decidió alargarlo besándola de manera lenta y dulce, Sook se alejó sólo un poco minutos después mirando el lindo rostro de su novio— ¿Y si algún día decides dejarme?
— No lo haría, me conozco a la perfección y si de algo estoy seguro, es que te amo, Im Sook—y volvió a besarla sellando esas palabras.
•••
Sé que yo soy la autora y toda la cosa pero...me da pena por JungSook 😢
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