♠ Capítulo 24 ♠
JungSook llegó a casa por la noche, frotó sus manos al cerrar la puerta teniendo éstas congeladas por el frío de afuera. Caminó hacia las escaleras, pero una mano tomó su brazo deteniéndola.
— ¿Fuiste a verlo?
— ¿A quién? —frunció el ceño.
— Sabes a quien—la soltó.
— No, no fui a verlo—se limitó a responder—Supongo que debes estar muy contento ahora, ¿Cierto? —fue cortante por primera vez en su vida— ¿Cuándo decidieron ser vampiros? ¿Por qué?
— Ser humano y morir no era algo que nos apetecía hacer—se encogió de hombros—No se aleja mucho de la realidad de tu padre.
— ¡Él no es mi padre!
El señor Im sonrió satisfecho, JungSook era simple de alterar.
— Pobre JungSook, se enamoró tontamente de su padre...
— Esto es inútil—subió las escaleras dirigiéndose a su habitación y encerrándose en ella. Era extraño que por primera vez ellos no la golpearan, ¿Qué les pasaba ahora?
Cuatro meses después
— Regrese pronto—forzó una sonrisa para el cliente cuando le devolvió el cambio. Jimin al ver que JungSook se desocupaba decidió acercarse al mostrador donde la chica permanecía en la caja— ¿Necesita algo, oppa?
— Creo que puedes volver a casa temprano.
— No voy a dejarte solo, Jiminie.
— Te la pasas el día entero aquí, siempre cumples con tu horario y con lo que te digo, tómalo como un descanso—intentó animarla. Las noches de abril eran frescas, pero a veces algo calurosas al mismo tiempo, la amistad entre esos dos chicos había crecido mucho en esos cuatro meses, Jimin la cuidaba como a su hermanita y JungSook disfrutaba de la compañía del chico, eran muy buenos amigos, pero Sook sabía muy poco sobre la vida personal del chico rubio.
Jimin entró a la zona de la caja y JungSook lo abrazó tomándolo desprevenido.
— Gracias—susurró.
— ¿Por qué? —quiso saber.
— Por ser bueno conmigo y tenerme paciencia—suspiró—Eres una buena persona, Jimin.
— Oye, no lo digas de ese modo, lo haces lucir como una despedida—la alejó tomando sus manos—JungSook, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, siempre te ayudaré, ¿De acuerdo?
Sook sonrió un poco asintiendo, la chica fue a deshacerse de su delantal recogiendo su bolso colgándolo en su espalda, se despidió de Jimin prometiendo verlo mañana, JungSook ahora trabajaba su jornada completa por lo cual la persona con la que más pasaba rato era con ese chico de mejillas regordetas, sabía que Jimin venía de Busan, había venido a Seúl cuando adolescente con su madre, se había ganado una beca en una academia de baile contemporáneo, pero Jimin lo dejó y no le dijo la razón.
Caminando entre las personas veía al cielo oscuro, se podían apreciar muy pocas estrellas, a pesar de no hacer frío, la chica iba vestida con unos Jeans, blusa blanca, unas zapatillas negras y un suéter delgado del mismo color. Avanzando se detuvo al percatarse de la tienda frente a sus ojos, no tenía prisa en llegar a casa porque bueno, ya sabía que le esperaba.
Los golpes habían cesado, eso era bueno pero sus abuelos se habían empeñado en recordarle una y otra vez lo de su madre, JungSook se estaba acostumbrado a ello, poco a poco iba reuniendo dinero, con el pago de ese mes tendría suficiente para mudarse, no quería contarle a la pareja hasta que fuera seguro, ella ya no perdía el tiempo discutiendo con ellos, ahora sólo dejaba que dijeran lo que quisieran.
Bastante mal se sentía por las noches o cuando estaba sola.
Entró a la tienda saliendo de ella a los minutos con una bolsa en su mano, sabía a donde iría, tomó un taxi que la llevó a ese puente donde había pensado saltar hace cuatro meses, ese donde los hermanos Min fueron quienes la encontraron, la relación amistosa con ellos seguía en pie por mensajes o llamadas, a veces YoonGi iba a invitarla a comer, la universidad del chico no quedaba muy lejos de la tienda, a pesar de que JungSook prometió visitarlos ella sólo iba de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.
Estaba tan metida en su rutina que estaba dejando que el tiempo pasara sin más.
Los chicos no le escribieron más, bueno, Hoseok si lo hacía, pero no le decía nada sobre JungKook o el resto y ella tampoco se lo preguntaba incluso cuando moría por saber. Al llegar al Río Hann pagó al hombre del taxi, se acercó a la orilla de aquel Río apreciando el puente, sacó de la bolsa de la tienda una botella de Soju, lo había probado una vez hace dos meses por YoonGi, éste le había hecho probar cuando ella sintió curiosidad por el alcohol. Por eso al beberlo no le supo tan mal, sólo debía acostumbrarse, miró algunas personas que estaban paseando por allí confirmando para sus adentros que esa gente tenía una mejor vida que la suya.
Jung Hoseok estaba recibiendo ayuda psicológica, su profesor se había suicidado misteriosamente, pero algo le decía a JungSook que TaeHyung se había encargado de aquel pervertido y violador, el punto es que, aunque sonara mal...Hoseok se sentía más tranquilo con esa muerte, todavía no estudiaba ya que decía no sentirse listo para salir de casa, pero estaba mejorando poco a poco.
Al poco rato, JungSook iba por la quinta y última botella, su cuerpo se sentía lleno de adrenalina, el ligero frío de la noche no le molestaba, el alcohol le hacía sentir que podía con todo y todos. Sí, ¡Nadie la detendría! Revisó su celular recordando las palabras de YoonGi cuando bebieron juntos.
"Lo más vergonzoso que una persona ebria puede hacer es llamar a su ex, nunca hagas eso, mocosa"
— Yo puedo hacer lo que quiera—murmuró buscando el número y presionándolo. Acercó el móvil a su oreja dando un último trago a su botella, se dejó caer hacia atrás quedando acostada en el suelo con la vista del cielo oscuro, del otro lado de la línea respondieron y ella habló— ¡Hobi! Solecito, ¿Dónde estás?
— En casa, TaeHyung acaba de ayudarme con la cena...
— ¡No comas eso! De seguro lo envenenó, recuerda que es uno de esos mentirosos—hablaba rápidamente y con un acento casi diferente, diría que aniñado o exageradamente dulce— ¡Hobi oppa! Quiero que venga aquí, estoy sola.
— ¿Dónde estás? A esta hora se supone que sigues en la tienda...
— Jimin-ah me dejó salir antes—sonrió—Así que bebí sólo un poco...
— ¿Estás ebria? Eso lo explica—JungSook iba hablar, pero fue callada—Dime dónde estás.
Dos horas después...
JungSook tenía un buen rato hablando consigo misma en voz alta, las personas la veían juzgándola sin temor, a ella poco le importaba, seguía en aquel río jugando con las botellas vacías, una joven pareja se comía a besos no muy lejos de ella, se levantó tambaleándose y fue a ellos tocando el hombro de la chica interrumpiendo el momento.
— ¿Se te ofrece algo? —fue el chico quien preguntó.
— Sí, oye, no seas ridícula, al final terminará engañándote y se largará con otra o saldrá diciéndote que sólo le recordabas a su ex—JungSook tenía hipo por lo cual en parte se veía graciosa, la pareja se levantó alejándose sin más— ¡Te estoy ayudando, tonta! —alzó la voz—Idiotas—y al girar sobre sus talones su cuerpo chocó con otro—Ya, oye, tú...—se calló al ver quien era, éste arrugó la nariz tomando su muñeca.
— Apestas a alcohol—fue a recoger su bolso mirando las cinco botellas vacías.
— ¿Dónde está Hobi? Dijo que vendría...
— Vine yo, vamos, irás a casa.
— ¡No! —se soltó—No iré a ningún lugar contigo, ¡No eres mi padre! —entonces comenzó a reír como loca recordando eso—Oh, cierto, si lo eres.
JungKook rodeó los ojos dándole su mano.
— Vamos.
— Oblígame—retó entre risas y entre hipos— ¡Nadie puede decirme que hacer!
— Sook—reprochó teniendo su bolso en su mano. JungKook se veía muy serio, la chica castaña se acercó a él sólo para apretar sus mejillas.
— ¿Por qué eres jodidamente sexy, oppa? —retrocedió antes de que el chico la agarrara—Ese es tu problema, JungKookie, mi nombre es JungSook, no Sook, pero tranquilo, ya aprenderás bebé.
El pelinegro cansado de escuchar esa escenita y de soportar miradas del resto, no pensó dos veces en cargar a JungSook sobre su hombro como un saco de papas, ésta chilló golpeando su espalda, pero entonces las manos de Sook deleitaron aquello.
— Ya te escucharé arrepintiéndote de esto mañana—JungKook caminó a donde había dejado el auto de NamJoon.
— Oppa, usted tiene un cuerpo muy...tentador—rio—Mi madre tuvo buen gusto al escogerlo.
— JungSook, cierra la boca.
— ¿Me morderá si no lo hago o va a golpearme? Si va a golpearme hágalo, hace mucho que no lo hacen—a pesar de que ella lo decía entre risas aquello le causó un sabor amargo a JungKook, que JungSook pidiera eso le enfermaba. Se detuvo al llegar al auto y abrió la puerta de los asientos de atrás arrojando el bolso bajando a la chica de su hombro—Oppa, hagamos este trato—ofreció—Usted bebe mi sangre hasta la última gota y yo dejo de joder la vida de todos, ¿Está bien?
— Sube.
— ¡Oppa! No me está poniendo atención—hizo un berrinche—Le estoy diciendo que puede...
— Sube ahora mismo.
— ¡Escúchame! ¡Jeon JungKook no estás siendo sexy!
— Que bueno porque no pretendo serlo ahora sube al jodido auto—la empujó con suavidad y cerró la puerta subiendo luego al volante. Respiró profundo porque esa sería una noche larga.
Una noche muy larga.
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