Hace veinte años atrás

JungKook miraba a la chica que tenía recostada en su abdomen, su cabeza descansaba allí porque estaban tumbados en el césped de aquel parque, el sol estaba escondiéndose, pero algunos rayos todavía tocaban parte de la ciudad, los ojos de Sook miraban las nubes blancas en el cielo, parecía muy metida en sus pensamientos, su bolso estaba a un lado de sus piernas, una de las manos del chico tomaba la de ella mientras la otra acariciaba su cabello.

— ¿Debería preocuparme siempre que te quedas pensativa? —susurró.

— ¿Mmm? —Sook lo miró sonriendo algo avergonzada—No es nada malo.

— ¿Pasó algo con tus padres?

— No y....eso es lo extraño, ellos siquiera me han dicho algo—frunció su ceño—Quizás papá está muy ocupado con el trabajo y mamá con sus amigas.

— ¿Tu madre tiene amigas?

— JungKook—reprochó divertida. El pelinegro sonrió igual encogiéndose de hombros.

— Admítelo, es muy bruja para tener amigas.

— Es mi madre.

— Y te ha golpeado tanto como tu padre—le recordó, sabía que a Sook le molestaba tocar ese tema, pero no podía ocultar la verdad, es más, si los moretones de la chica no fueran visibles probablemente nunca le hubiera contado a JungKook lo que sus padres le hacían—Ellos ni siquiera pueden llamarse a sí mismos padres.

— Tienes suerte de haber nacido en una familia que realmente te quiere y te trata como debe—acarició el dorso de su mano con su pulgar sonriéndole dulcemente—En ocasiones cuando era niña me preguntaba porque me había tocado tener padres tan...exigentes.

JungKook apartó un débil mechón de su frente mirándola atentamente.

— He tenido problemas con mis padres también, de niño era muy travieso y problemático además de egoísta.

— Hubiera querido ver a ese mini Kookie—se echó a reír cuando apretó su mejilla y éste rodeó los ojos.

— No soy una galleta, no me digas así.

— ¿Por qué? Eres una rica galleta—se acercó a sus labios o eso creía él, Sook mordió su mejilla y éste la dejó bajo su cuerpo haciéndole cosquillas, cualquiera que los vería envidiaría ese lindo romance entre jóvenes—Sí, muy rica—confirmó.

— Tienes suerte de que te amé, señorita Im.

— ¿O prefieres oppa? —JungKook arrugó su nariz y Sook sonrió victoriosa—Eso creí—dio un corto beso a sus labios— ¿Puedo hacerte una pregunta?

— No, no me llamarás Kookie.

— No es eso—abrazó su cuello—Yo...quería preguntarte si te gustaría tener una familia en el futuro.

— Si es contigo no lo dudaría ni un segundo.

Sook sonrió.

— ¿Enserio?

— ¿Vas a decirme que estás embarazada? —frunció el ceño—Porque si es así recuerdo perfectamente que ambos nos hemos cuidado en cada...

— No estoy embarazada, tranquilo—dio pequeños besos a su cuello—Pero si sentía curiosidad—lo miró—Tuve un sueño, JungKook, aparecías cargando una bebé.

— ¿Una bebé? —ladeó su cabeza quitándose de encima de ella quedando sentado, Sook lo imitó asintiendo.

— Ella era muy tierna, tenía tus ojos definitivamente—acarició su mejilla—Su cabello apenas crecía, se veía diminuta en tus brazos.

— ¿Cuándo soñaste eso? —quiso saber.

— Hace unos días, me pareció que no tenía sentido en ese entonces—suspiró forzando una sonrisa.

— ¿Sólo estaba yo con ella?

— Sí, estaban ambos en medio de la oscuridad—sus ojos veían a un punto ciego, de nuevo estaba metida en sus pensamientos—La abrazaste con cuidado y le dijiste que morías por conocerla.

— Vaya—JungKook sonrió de lado, era realmente extraño— ¿Tenía un nombre?

Presente

— Ella ya te conocía desde antes—susurró acariciando su cabello, JungSook dormía profundamente a su lado, JungKook la veía dormir sin tener cansancio o sueño, los vampiros no dormían—Pero ella dijo no estar embarazada en ese entonces—susurró—JungSook—sonrió de lado al decir ese nombre—Tu madre fue realmente creativa.

Escuchó algunos pasos de la otra habitación, al parecer uno de los hermanos se había levantado dirigiéndose a las escaleras, JungKook miró la hora, en unos minutos amanecería. Cubrió a JungSook con sus sábanas depositando un beso en su frente, en la mesa de noche dejó una caja pequeña y negra, no había podido entregársela porque se la pasaron hablando de trivialidades mientras los parches para el dolor hacían lo suyo, escribió una pequeña nota y se acercó a la ventana. Dio un salto sin problema cayendo sin dificultad al suelo de pie.

Acomodó su ropa y su bufanda notando ese dulce olor, el olor de JungSook había quedado en su bufanda y....le agradaba.

Cuando amanecía, JungKook llegó a la casa, entró esperando encontrar un desastre, pero no fue así, al menos no como lo esperaba, NamJoon y TaeHyung estaban en la sala, el peliazul al verlo se levantó del sofá excusándose al decir que le dejaría el desayuno listo a Hoseok quien se levantaría en unas horas para las clases.

NamJoon respiró profundo encontrándose con la mirada de JungKook.

— ¿Le dijiste dónde estaba? —fue lo primero que preguntó a su mayor.

— ¿Me crees capaz de eso, JungKook?

— ¿Por qué no me dijiste que ese tipo te conocía? —quiso saber.

— ¿Si lo hacía...ibas a creerme?

JungKook se acercó al sofá sentándose lentamente.

— ¿Creer qué?

— Sook no era hija única, ella era mi hermana—ante el silencio supuso que debía seguir, Nam jugaba nervioso con sus manos—Me fui de casa cuando tenía cinco años, sufría el mismo infierno que sufría Sook y que ahora padece JungSook.

— Es mentira, Sook no tenía hermanos, ella me lo dijo muchas veces.

— Ellos me negaron como hijo en el momento que me fui—explicó—Sook no podía tener recuerdos de eso porque ella sólo tenía meses de nacida cuando pasó—eso respondió su pregunta—Ellos realmente se olvidaron de mí, quemaron mi ropa, desocuparon mi cuarto, todo, todo lo echaron a la basura—sonó frustrado—Pero yo nunca me olvidé de mi hermana, nunca me olvidé de Sook.

JungKook no podía creer lo que escuchaba...pero algo tomó sentido para él.

— ¿Por eso me salvaste en el accidente?

— No te salvé—miró sus ojos—Fui yo quien hizo que perdieras el control de la moto, ibas a chocar con otro auto, yo era esa otra persona.

— ¿Tú causaste el accidente?

— Escúchame...

— No, dime, ¿Ya sabías que estaba saliendo con tu hermana y que teníamos planes para nuestro futuro? —exigió saber—NamJoon.

— Sí, lo sabía, pero escúchame primero—pidió—Cuando me fui de casa era sólo un niño, lo único que tenía conmigo era un bolso con ropa, tenía sólo cinco años, estuve muchos meses solo valiéndome por mi cuenta, pero por suerte o cosa del destino, el padre de SeokJin me encontró, me dio cobijo y me llevó a su casa. En ese entonces, era un reconocido doctor que estaba en medio de un divorcio.

— ¿Por eso conociste a Jin?

— Así es, crecimos juntos, cuando cumplí los veintitrés fui a una fiesta y en esa fiesta recuerdo haber bebido de más, cuando desperté, moría por beber aún—NamJoon odiaba esta parte—Pero no alcohol precisamente, era sangre.

— ¿Cuántos años tenía SeokJin cuando lo conociste?

— Seis años.

— ¿Y su padre supo en lo que te convertiste?

— No, él falleció en el momento que Jin comenzó su carrera en medicina, su hijo es mejor que él—sonrió de lado y JungKook sabía de la relación amorosa de esos dos, pero no esperaba esa historia. Regresó a lo importante.

— ¿Por qué intentaste matarme en el accidente de hace veinte años?

— Sabía que su padre te iba lastimar en cualquier momento...

— ¿Y preferiste matarme para luego convertirme en vampiro?

— Preferí darte la vida eterna para que fueras más fuerte que él y cuidaras a mi hermana.

— Hyung, ¿Por qué simplemente no apareció invitándome una taza de café o algo así? ¿Por qué asesinarme?

— Porque al principio si quería asesinarte, luego me arrepentí.

♠♠♠

— Ya sabes, mantén la boca cerrada a menos que te pregunten algo, escucha con atención las instrucciones que Jimin te dará y...

— ¿Así se llama el chico de la tienda? —JungSook caminaba junto a YoonGi ansiosa de su primera entrevista de trabajo, el pelinegro había logrado conseguirle algo en la tienda donde se encontraron y la tienda donde anoche se encontró a JungKook, se sintió un poco decepcionada de no despertar a su lado, pero agradecida por su ayuda— ¿Crees que será bueno conmigo? Estoy nerviosa, nunca he...—se detuvo en el acto cuando YoonGi lo hizo.

— JungSook, ¿Sueles hablar mucho cuando estás nerviosa?

— No, no lo creo, bueno no lo sé...—el chico levantó su mano haciéndole un ademán de que se callara, pero ella había creído que la golpearía por lo cual se cubrió el rostro para protegerse agachándose un poco. Min YoonGi la miró ante eso sintiéndose como un monstruo—Lo siento, lo siento, prometo callarme, pero no me golpee ahjussi.

— ¿Crees que...? —YoonGi quedó sin habla. ¿Tan acostumbrada estaba esa chica a los golpes? —Oye—usó un tono más dulce quitando sus manos de su rostro—No voy a golpearte, mocosa, no me caes bien pero tampoco sería capaz de golpearte.

JungSook lo miró en silencio, pero asintiendo apenas. Le recordó a NamJoon porque él tampoco la golpeó.

— Lo siento.

— ¿Por qué?

— Por no quedarme callada.

— Ya, no importa, me agrada que me lleves la contraria y me preguntes cosas, eso te hace más especial que el resto—dio palmaditas a su cabeza—Vamos, Jimin debe esperarnos...

— Ahjussi—lo detuvo tomando su muñeca.

— ¿Qué?

— ¿Acaba de decir que le agrado?

— No, dije que me...—YoonGi notó su sonrisita inocente y gruñó maldiciendo para sus adentros, rodeó los ojos metiendo sus manos en sus bolsillos—Camina mocosa.

JungSook sonrió siguiéndole sus pasos, pero para YoonGi aquella escena de ella cubriendo su rostro creyendo que la golpearía...sería difícil de olvidar.

•••

Este YoonGi 😂