EPÍLOGO
19 años después.
La oscuridad cubría el bosque, el frio clima calaba hasta los huesos, un silencio llenaba cada rincón, hasta que las pisadas de unas botas rompiendo las ramas y hojas interrumpieron la calma. De entre las sombras la figura de un joven aparece sigiloso en cada paso en un intento de no ser descubierto.
- Junior te estas portando mal- dice una voz a sus espaldas.
El chico se gira con fastidio rodando los ojos. La luz de la luna que ha salido los muestra a ambos. Uno es pelirrojo y tiene los ojos más grises que jamás se hayan visto, su tez pálida le hace parecer que brillara, aun asi es tan parecido a su padre. Él otro, rubio y con sonrisa juguetona le mira burlón.
- Padrino, por favor no me llames más junior- suplica e incluso hace una mueca de disgusto.
T.K sonríe sin tan siquiera poder contenerse, porque ver a este adolescente al que ama como a su propio hijo tan fastidiado de quedarse en casa le provoca ternura.
- bebé, no es propio de un Alfa salir a hurtadillas de su casa- se cruza de brazos para intentar parecer como un adulto de verdad. - no pongas puchero-
- ¡soy un adulto! Deja de llamarme bebé- reprocha.
- tu mamá nunca dejara de llamarte nene- rueda los ojos- 19 años no es ser un adulto, además salirte de Aku sin alguien que te cuide es lo más inmaduro que podrías hacer- dice con obviedad.
- yo solo quería ser un chico normal, en la manda todos cuidan su comportamiento conmigo y han dejado de intentar ser mis amigos ¿sabes? - agita sus manos con dramatismo.
- Elián, serás Alfa, por supuesto que la gente te trata diferente, pero ve a tu padre el siempre renegó de ser Alfa y nuca ha existido uno mejor, ¿no quieres ser como Zev? ¿Mejor que él? - su ahijado aparta la mirada.
- no es eso, ni siquiera es el ser alfa o mis padres, es solo que... odio que todos me vean como si me debieran la vida, mamá fue la que termino la guerra, mi padre los guio y yo solo era un bebé, no entiendo porque me tratan asi, solo quiero ser normal por un instante- se sincera.
- eres tonto, ¿no es asi? Te tratan de forma especial porque tu nacimiento marco un antes y un después, cariño eres un nuevo comienzo. La gente está agradecida con tus padres por ello, tratarte mal no cabe en la ecuación. - se acerca a Elián y le toma de los hombros- los chicos de tu edad no te evaden porque te rechacen o teman, lo hacen porque piensan que eres superior, para ser sincero lo eres, pero...-
- ¡T.K.! - reclama.
- Ya, ya, está bien no eres superior, pero debes mostrarles quien eres, de esa manera no solo serás el primogénito de Zev y Circe Leukhtam, si no el adorable lobito medio brujo que incendia la biblioteca con hechizos defensivos con el cabello tan rojo y ondulado que dan ganas de tocar- una sonrisa se le dibuja al chico- no estoy en contra de que vivas tu vida, ni tus padres pero debes entender que perderte no es la opción, no porque no confiamos en tu dulce pequeña revoltosa hermana o en alguno de tus raros primos pero te amamos y ponerte en riesgo no es lo algo que nos agrade. –
- Lo sé, lo entiendo... yo, solo quería divertirme y tener una aventura, además sin Aron en Aku no hay nadie que esté dispuesto a venir conmigo-
- Tienes otros tres primos, pudiste decirle a alguno ¿sabes?- agita la cabeza en negación.
- Ellos todo el tiempo se quieren meter en problemas, quiero divertirme no que nos quieran asesinar, pero- lo mira suplicante- podrías venir conmigo. - le sonríe de la mejor manera que puede- por favor-
- ¡No! Soy muy viejo para eso, todos me verán y pensara que soy un padre o algo-
- Padrino, no envejeces, aun parece que tienes mi edad y dudo que eso pase pronto- toma sus manos en las suyas. - solo esta vez y te prometo que tomare mis lecciones de piano sin rechistar- coloca un puchero y ojos lastimeros.
T.K. suspira cerrando los ojos.
- ¿Cómo se supone que te diga que no? Bien, pero será la última vez que te lleve a un lugar horrible lleno de adolescente malolientes que tienen cambios de humos terribles. - es abrazado repentinamente por Elián.
- gracias padrino- dice con una sonrisa.
Un momento después ambos se dirigen a una fiesta clandestina que tendrían los jóvenes dentro del bosque. Después de la guerra los clanes habían encontrado la manera de mantenerse en paz y un tanto unidos, aquellos acuerdos que mantenían apenas una leve convivencia ahora ya no existían, cada líder había dado lo mejor para trabajar en una cooperación constante, pero no todo había sido tan fácil, Rose no se había recuperado del todo después de las perdidas y la traición, los brujos ahora vivían con los humanos bajo el liderazgo de Michael quien se había vuelto a casar esta vez con Soliel, ella había dado a luz a un niño precioso, amable y valiente de nombre Ren quien en un futuro tomaría el puesto de su padre. Mientras tanto Nia y Nabil había tenido a tres hijos, el mayor Aron quien se había vuelto el fiel cómplice de Elián, asi como el mejor cuidador, por último, a los mellizos más rebeldes de la manada, Joan y Marcus, cuyo temperamento sacaba de quicio a más de uno; June tenía una pequeña niña traviesa, Mika, quien disfrutaba de jugarles bromas a todos, por ello era temida por sus primos. Todos a pesar de las diferencias de edades y orígenes eran unidos. ¡Ah como podríamos olvidarla! La segunda hija se Zev y Circe, Agnes, quien había heredado el temperamento lobuno de su padre junto a la insensatez de su madre, volviéndola a sus 15 años un imán para las peleas, ella y Elián eran como agua y aceite, pero a pesar de eso la hermandad entre ellos era inquebrantable.
T.K y Elián caminan por el bosque hasta una cabaña donde los adolescentes de los clanes se reunían para beber y juguetear entre ellos, para el joven Leukhtam este era un lugar desconocido pues su personalidad tranquila lo mantenía aprendiendo dentro de los muros de Aku. La sorpresa se le dibuja en el rostro, haciendo que su padrino sonría por su acción. T.K. le palmea el hombro y lo incita a entrar. El lugar está a reventar con jóvenes riendo en cada rincón, la música resuena tan fuerte que es difícil creer que no serán escuchados.
- hace mucho que no venía a un lugar como estos - dice el vampiro- ¿estás seguro de que deseas entrar allí? - el chico asiente con vigor- ve, esperare justo aquí, solo no te metas en problemas y no dejes que nadie te trate por debajo del hombro, eres prácticamente de la realeza-
- T.K. – reprocha – no lo digas- suplica.
El vampiro se ríe con fuerza.
- Bien, no lo diré, ahora ve antes de que me arrepienta, esperare justo aquí-
Elián camina con curiosidad entre toda la gente que ocupa esa especie de fiesta clandestina, cuando se adentra nota un mundo que nunca creyó conocer, hay tantos jóvenes de su edad que por muy raro que suene no son de su familia, por suerte. Hay chicas y chicos bailando por todos lados, el humo del cigarro junto a el olor a alcohol llenan el lugar, el olor característico de brujas, vampiros, lobos y humanos legan a el en una mescla; sus sentidos lobunos distinguen más olores asi como sonidos que prefiere no nombrar porque sus padres lo han educado como un caballero y hablan de eso, le haría sonrojar.
Siente la magia por cada rincón, alguien ha usado un hechizo para transformar todo en un ambiente que se ajuste a lo que necesitaban y agradece a su madre mostrarle como saber eso porque ya no se siente tan perdido ni tan ajeno.
Frente a él, hay una barra con un chico que sirve las bebidas que los demás les piden, no está seguro del contenido, pero se acerca dudando también de lo que debe hacer, porque, aunque ha estado en fiestas, siempre ha sido con su primo Aron acompañándole o con miembros de la manada, asi que con timidez se sienta junto a una chica a la que no le puede ver el rostro. El chico encargado de las bebidas se acerca y le pregunta que desea tomar. Se queda en blanco porque su consumo de alcohol a sido muy bajo, además de que nunca ha tenido que pedir sus propias bebidas en un lugar igual.
- Supongo que... yo no lo sé. - responde avergonzado.
- Tráele lo que sea que un lobo beba- dice la chica junto a él.
Elián le mira apenado no solo por sus palabras sino por no haber notado lo bonita que es. Se queda boquiabierto sin saber cómo actuar, una sensación agradable le llena el pecho. Ella le mira con una ceja enarcada y extrañada con su comportamiento. Él siente el sonrojo subiendo por su rostro con un montón de emociones llegándole de gol, es allí cuando su lobo que normalmente es muy tranquilo se levanta inquieto como queriendo que descubra algo maravilloso que pasa por alto. Su corazón golpea en su pecho y se siente bien, con familiaridad, completo. Es allí cuando cae en cuenta de todo un tanto asustado porque este momento a sido demasiado rápido en su vida.
- Gracias- dice en tono suave, orgullosos de que su voz no se quiebre.
La chica le sonríe de lado, pero no responde, se concentra en beber su bebida lentamente. El barman le entrega al lobo un vaso y este lo toma de golpe cerrando los ojos al final sin saber cómo actuar.
- ¿Es la primera vez que vienes a un lugar asi? - pregunta la chica con curiosidad, él asiente- se nota, estas demasiado bien vestido, digo, de calidad, eres alguien importante ¿no es asi lobito? - le mira directamente con una sonrisa burlona.
Elián traga el nudo que se le forma en la garganta, admirando sus ojos azules, le mira con más detenimiento, diciéndose mentalmente que ama su cabello negro ondulado. Su corazón se acelera más obligándolo a lanzar una plegaria para que esta chica no piense que es raro o un idiota.
Se aclara la garganta.
- ¿De verdad es tan obvio? - pregunta en un intento de que esta platica sin objetivo dure.
- Sip, muy obvio, no debería venir a lugares asi solo, no luces como la clase de chico que busca una aventura de una noche-
- ¿y tú? - pregunta sin pensar, arrepintiéndose de inmediato- no, no, no me refería a eso, yo...solo... yo, yo quería preguntar si frecuentabas mucho este lugar, no si buscabas una aventura, por favor no me malentiendas, no me refería a eso, yo...- es interrumpido por la risa de la chica.
La risa más melodiosa debía decir.
- Eres divertido y bastante dulce debo decir- le sonríe con dulzura- si, estoy mucho aquí, mi hermano ayuda en la organización y no, no busco una aventura, pero bueno, ¿Qué te trajo aquí? - le ofrece un cigarrillo, pero si su madre lo huele en él lo mataría, asi que lo rechaza con cortesía.
- Supongo que... quería libertad, tengo algunas responsabilidades que atender que no me dan tiempo para esto, soy Elián, por cierto- le ofrece la mano en automático notándolo hasta que ella se la estrecha dejándole una sensación tan increíble que siente se desmayara, pero tan horrible y vacía cuando le suelta.
- Mi nombre es Raina, por cierto, soy medio vampira, por eso te reconocí, espero que no pienses que es muy raro- aclara en un tono dudoso.
- Ohh no te preocupes mi madre es bruja y humana, mientras mi padre es lobo, asi que puedo decir que soy más raro-
- ¿puedes hacer hechizos? – pregunta curiosa. El asiente acercando la mano hasta su vaso, el color del líquido que bebe cambia de color- wow, la parte mágica de los vampiros nunca estuvo conmigo, estoy un poco celosa. -
- Bueno, tener magia no es siempre tan divertido cuando era niño incendie la biblioteca de mi casa sin querer totalmente-ambos ríen de la anécdota.
Un chico llega de repente y toma con brusquedad a Raina del hombro girándola hacia él, ella lo empuja poniéndose de pie molesta, Elián hace lo mismo dispuesto a intervenir en su defensa.
- ¡Que carajos te pasa estúpido! - grita furiosa llamando la atención de varias personas.
- Cuida tu maldito lenguaje Rai o tendré que enseñarte una lección- amenaza pegándose a ella.
- Deja tus estúpidas amenazas para alguna de tus putas en turno, dejamos de ser novios hace un tiempo, asi que sal de mi vida imbécil- él gruñe y le rodea el cuello con la mano.
- Me pediste tiempo y te lo di, ¿ahora te estás buscando con quien revolcarte? - dice entre dientes.
- Es mejor que la suelte- interrumpe Elián, parándose detrás de ella., el chico lo mira y suelta a Raina.
- Vaya, jamás creí ver al principito aquí, no estás muy lejos de tu caja de cristal, donde está tu correa- responde con tono de burla y veneno.
- ¿se conocen? - pregunta mirando a el pelirrojo, pero él niega.
- Por favor Raina, quien no lo conocería, es el siguiente en la linea de Alfas de Aku, Elián Leukhtam, ¿mami y papi no vinieron contigo? - se acerca dejando a Raina entre ellos, Elián gruñe.
- Cuida como estas dirigiéndote hacia mí- su voz baja una octava y se endurece- te sugiero que te vayas-
- ¿O qué? ¿llamaras a tus guardias? – pregunta retadoramente.
- No, solo basta con ordenártelo, asi que, como tu Alfa, te ordeno que te largues o te atengas a las consecuencias- responde de manera dura e imponente.
El otro lobo traga nervioso y da un paso hacia tras alejándose de ambos, rechina los dientes con fuerza, pero no puede evitar bajar la cabeza acatando la orden. Asi que humillado y molesto, retrocede.
- Como ordenes Alfa- pronuncia entre dientes.
Le da una mirada fulminante a Raina antes de darse media vuelta y largarse temblando de la ira mientras golpea con su cuerpo a cualquiera que se atraviesa en su camino. La gente murmura sobre lo que ha pasado y sobre Elián porque muy pocas veces es visto fuera de Aku, siempre con la presencia de alguien cuidándole. Él se siente un poco avergonzado por su actuar, pero recuerda las palabras de su madre diciéndole que no puede permitir que alguien lo mire como menos, cuando guiara a una manada entera, además su actuar ha sido por el bien de su Idiosaki.
Raina se gira mirándole un poco sorprendida, mira a su alrededor un tanto molesta por ser el centro de atención. Toma a Elián de la muñeca guiándole fuera de ese lugar, pasan entre la gente ignorando las miradas y susurros innecesarios. Ambos salen fuera por la parte trasera del lugar.
Ella se detiene y le suelta dando unos pasos lejos de él. Se gira mirándole.
- Lamento tanto lo que paso, él es bastante idiota y debo decir que estúpido, asi que... lo siento, dios- se ríe- te miro y no sé cómo hablar contigo ahora, ¿Alfa? Es bastante... sorprendente, nunca creí que fueras Alfa... no me refiero a que no parezcas, es solo que, no sé, pensé que serias súper agresivo y frio o cruel, pero tú eres- sus ojos se conectan- me agradas.
Elián la contempla un largo momento, con las emociones a flor de piel picando por surgir diciéndole que ahora su camino era uno, pero a la vez los miedos de perderla en cuanto las palabras salgan también llega. Cierra los ojos un momento meditando rápidamente si debería decirlo o no, son desconocidos y aunque en sus padres había funcionado muy bien, no era ley que funcionara igual, su corazón se parte solo de pensar que ella estaría lejos de él, pero su amor le dice que es mejor déjala elegir el camino que desee, sabiendo todas las opciones.
- ¿Qué te sucede? – pregunta ella en voz baja sintiéndose de repente preocupada.
Él abre los ojos y le mira con una sonrisa nostálgica, que causa estrago dentro de Raina, como si este fuera un adiós, lo cual es estúpido porque se conocieron a lo mucho hace treinta minutos, aun asi siente la garganta apretada.
- Voy a decirte algo que tal vez te asuste mucho, por favor no huyas o me mires con desagrado, tú tienes la elección en esto y juro que cual sea la respetare. Para nosotros los lobos nuestra alma jamás estará completa hasta encontrar a nuestra Idiosaki, la otra mitad de nuestra alma con quien caminaremos el resto de nuestros días, sé que suena estúpido, pero eso eres, tu alma y la mía están ligadas... solo...- mira su rostro lleno de sorpresa e incredulidad- solo olvídalo- da un paso a ella, pero retrocede haciendo que él se detenga de golpe- supongo que debo irme- le da una sonrisa temblorosa- lamento haberte perturbado, por favor cuídate- susurra antes de entrar nuevamente para llegar a T. K. a cada paso su corazón se desmorona y puede sentir a su lobo aullar de dolor.
Raina se queda estática sin saber que ha sucedido o si todo ha sido real, porque, ¿Quién no sabía sobre el vínculo de Idiosakis? Era lo que todos deseaban por lo honesto de los sentimientos de la unión, era lo que ella deseaba de su exnovio, ¿pero entonces porque había dejado ir a ese chico tan dulce? El pecho se le aprieta causándole un dolor que sabe solo es emocional, aun asi se toca el pecho tomando en un puño su ropa, se siente tan destrozada como si hubiera dejado ir lo único bueno y puro del mundo, como si fuera la villana de la historia. Mira por donde Elián se va queriendo ir tras él, pero un montón de dudas le impiden moverse.
Se pregunta porque ella, cuando todos le han dicho que su nacimiento ha sido una maldición para su familia. Siendo medio vampiro en una familia humana siempre había recibido el rechazo de todos, recordaba las palabras de su abuela diciéndole que por su culpa su madre inestable se quitó la vida, las palabras de su padre biológico rechazándola por no ser vampira en su totalidad, a la mitad de dos clanes en los cuales no se sentía pertenecer. Pero también estaban las palabras de su exnovio dichas en su relacion, todas aquellas expresándole lo insuficiente, dañina y estúpida que era. ¿pero entonces que debía hacer? ¿ir tras él? ¿liberarlo de ella? ¿qué?
Un chico alto y delgado con una chaqueta de cuero sale dirigiéndose a ella, su cabello negro se agita un poco con el viento, se le queda mirando con preocupación evidente, agitando la cabeza con incredulidad.
- Parece que algo te ha causado una crisis hermanita- se lleva un cigarrillo a los labios y lo enciende. - dicen que estabas con junior Leukhtam- dice con una sonrisa, la cual se le borra cuando su hermana le mira con los ojos llenos de lágrimas. - ¿Qué ha sucedido? – pregunta preocupado.
- Me ha dicho algo hermoso- murmura con la voz temblando.
- ¿ y eso es malo? Podría ser tu nuevo novio, bueno hasta que encontrara a su pareja ideal, ya sabes- espera una respuesta juguetona de su hermanita, pero ella solo le mira con los ojos tan abiertos que jura se saldrán de su cara- ¿es eso? ¿tiene eso que dicen? -
- Eso soy yo- las lágrimas salen a mares y ella solloza cubriéndose el rostro.
Su hermano la mira incrédulo porque su hermanita es tan dura que normalmente nada le afecta, pero al verla llorar de esa manera que solo la ha visto hacer cuando era pequeña, le preocupa realmente. Se acerca y la rodea con los brazos dejándola llorar en su pecho, le acaricia la cabeza en un intento de tranquilizarla.
- ¿No te gusta? ¿es eso? - ella agita la cabeza de manera negativa- explícame porque no entiendo- pide.
Se separa de su hermano limpiándose el rostro.
- Es que ¿Por qué yo? ¿Qué tengo de especial que a él le gustara? Además, debe odiarme, el me confeso todo y me quede como estúpida mirándolo como si fuera de otro planeta- explica lo mejor que el llanto le permite.
- Eres bastante tonta, como puedes preguntar eso, eres una persona maravillosa, tienes el corazón de oro y siempre estas dispuesta a ayudar, además, ¿no dice su leyenda que la luna elige a quien pueda complementar su alma? Asi que deja de juzgarte duramente, si te ha dicho que te quiere, acéptalo. ¿Sabes? Si esto es por nuestra tonta familia olvídalos, tú no eres una maldición. - suspira- va a perdonarte tu estupidez, lo aseguro.
- ¿seguro? - le mira dudosa. - no soportaría hacerlo sufrir-
- Pues ya lo hiciste, asi que mañana iremos a Aku y te disculparas, niña tonta, límpiate las lágrimas, porque luces horribles. - ambos ríen abrazándose con cariño.
A la mañana siguiente en Aku, Elián se sienta en el invernadero en busca de un poco de consuelo, aun no le dice a nadie lo que ha sucedido la noche anterior y aun con las insistencias de T.K. se guarda su dolor. Decide que se mantendría lo sucedido para él un tiempo hasta que pueda decir la verdad sin sentir que el corazón se le destruye de pensar en ella, por eso evita a todos desde que el sol salió. El sonido de la puerta interrumpe su momento de autocompasión cuando su madre entra con un libro y se le queda mirando como si pudiera leer su mente, asi que ruega porque no logre averiguar que sucede, porque su madre es más intuitiva de lo que le gustaría.
- No te vi en el desayuno y tu padre está un poco preocupado ¿pasa algo? - le mira sin saber que responder.
Se dice mentalmente que le responda que todo está bien pero su madre no rompe el contacto visual dispuesta a averiguar que está sucediendo, presiona los labios intentando controlar lo que saldrá. Pero pierde la batalla contra los ojos de su mamá. Circe sonríe porque sabe que siempre obtienen lo que desea. Ella se acerca y se sienta junto al mayor de sus hijos, él le cuenta todo lo que ha sucedido, al principio se siente molesta con T.K. por no decirle que su hijo huyo solo, pero cuando los ojos de su cachorro se llenan de lágrimas y lo ve tan abatido su corazón se encoge, cada palabra le hace sentirse mal, como si no pudiera proteger a su bebé de ese mundo tan cruel. Lo abraza acercándolo a ella acariciándole la espalda como cuando era un niño en un intento de consolar y calmar sus penas.
- Ella no va a amarme nunca ¿verdad? - murmura su hijo.
Lo separa del abrazo y toma su rostro.
- Se dará cuenta que eres lo mejor que tendrá y entonces volverá a ti, el vínculo es innegable, allí entonces deberás hacer todo para que ella quiera elegirte, el destino no se borra, el camino a él es el que puede modificarse, pero sucederá- asegura mientras comienza a idear como encontrar a esa niña tonta.
Los pasos apresurados de alguien se escuchan acercándose, entonces entra por la puerta Agnes, su hermana menor.
- Hermano, una chica que no estoy segura que es, vino, dice que necesita verte urgentemente, es bastante bonita debe decir-
Elián separa de golpe y mira a su madre como si no pudiera entender al cien por ciento si es verdad, ella le sonríe con dulzura.
- Ve, anda- su hijo se acerca y le besa en la mejilla, luego hace lo mismo con su hermana, la cual hace una mueca de asco fingido.
Él joven lobo corre a su casa logrando percibir el dulce aroma que caracteriza a Raina, sintiendo que su corazón está a punto de salirse de su pecho y que la tonta sonrisa de enamorado que porta se quedara gravada en su rostro para siempre. Atraviesa la entrada con una emoción desorbitante que inmediatamente se vienen abajo cuando ve el rostro preocupado de su Idiosaki, que bien se siente llamarla asi. Le mira abrazándose a ella misma insegura de cómo actuar, a él realmente no le importa, asi que camina hacia ella y le abraza con delicadeza aun dudando si será rechazado o no, pero por lo menos puede calmar su intranquilo deseo de tenerla cerca y la inquietud que siente en ella.
- Por tu rostro, algo bueno no está pasando- murmura cerca de su oído en un tono tan suave que conmueve a Raina, ella le rodea con los brazos inmediatamente y se acorruca en su pecho sintiéndose un poco más tranquilas.
- Anoche, te he lastimado, lo sé, yo... lo lamento tanto, no supe cómo reaccionar y me asuste, pero no por ti, por mí, porque nunca soy buena para nadie que esté relacionado conmigo...- termina en un susurro arrepintiéndose de las palabras que ha dicho, porque ahora Elián no iba a quererla jamás.
Espero que la apartara de golpe o que la insultara por ser tan mezquina la noche anterior, pero en lugar de eso, siente como le acaricia el cabello y en un arrullo le tranquiliza, sabe que está llorando sintiéndose tan patética de mostrarle este lado tan lamentable, aun asi disfruta cada instante en sus brazos.
- Está bien – dice responde el lobo- tranquilízate y hablemos, no estoy molesto solo estaba preocupado de haberte asustado lo suficiente para que huyeras de mí, pero, podemos contra todo, lo solucionaremos, asi que por favor no llores más- pide con dulzura.
Ella se separa para lograr verlo a los ojos, frunce el entrecejo confundida, porque justo eso es lo que menos esperaba.
- ¿Por qué estas siendo tan bueno? Deberías odiarme o rechazarme, no entiendo- la confusión se plasma en su rostro.
Él le sonríe acariciándole el rostro limpiándole las lágrimas, aun con un brazo rodeándole de la cintura y manteniéndola cerca.
- Tal vez no es muy obvio, pero te amo desde que te vi en la barra, sentí la conexión y es innegable, nunca podría odiarte o rechazarte, te lo dije anoche, eres quien tiene la elección en esto- le mira y no puede creer que alguien como él exista, perfecto, justo como soñaba que fuera el amor de su vida.
Sin pensarlo lo besa, sorprendiéndolo por lo repentino que es el contacto, él no duda, le corresponde acercando sus cuerpos, ese momento deja de lado la realidad que los rodea, mientras sus labios se mueven en sincronía ambos sienten que ese beso es todo lo que han necesitado para estar completos, la compatibilidad es real y se siente tan bien, tan correcto. En ese momento donde ambos aceptan el destino que los ha unido, la historia de dos almas incompletas que al encontrarse se fortalecen volviéndose solo una, vuelve a repetirse, asi el ciclo del destino y la elección de la diosa de la luna una vez más aciertan encontrando a aquellos que han estado juntos desde antes de haber pisado esta tierra, asegurando que caminen juntos mucho más allá de la vida o la muerte, por la eternidad.
Esta vez si es el final jejeje, espero que disfrutaran la historia y amaran a cada uno de los personajes, les agradezco por leer y llegar hasta aquí , Ahhh gracias a todas mis amigas que han leído también aunque no les guste leer, las amo, los amo a todos en general.
¡ GRACIAS POR LEER!
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