T.K y Dean me contaron lo que sucedió en Aku, inclusive la pelea de Zev. Cuando mi lobo le arranco la garganta a Ansker, Sebastián a lo lejos le disparo, inmediatamente todos corrieron a proteger a Zev., mi padre había sido el primero. Dean dijo que todo el camino de regreso a Aku mi padre no dejaba de pedirle que viviera por mi hijo y por mí, era impensable, pero asi era mi padre. La razón por la que no podía sentir el vínculo era porque Zev lo había bloqueado nuevamente con la intención de no alterarme, pero supongo que no lo bloqueo a tiempo porque sentí cuando fue herido.

Les pregunte porque todos creían que él estaba muerto, Dean me explico que había sido una especie de estrategia, si creían que habían ganado esto, bajarían la guardia lo sufriente para encontrarme. Habían logrado capturar a unos de los lobos rebeldes quien había sucumbido ante la autoridad del Alfa y había contado todo lo que sabía. Ahora estaban atacando Mwen en un intento de terminar esto, pero quien se encargaba de las defensas era Will y con todas las armas de Suns estaba haciendo bastante difícil el lograr entrar.

Me preocupaba un poco que no encontrábamos a Amel, ninguno se la habían encontrado en el camino, solo se habían acercado al escucharlos gruñidos y sentir mi olor. Mi prima estaba herida asi que, si algo le pasaba, jamás me lo perdonaría.

Caminamos hacia el centro del bosque para reunirnos con la manada, lo cual era bastante complicado porque había varios de los aliados de Zinat rondando, ya nos habíamos topado con algunos. También me preocupaba mi padre y el resto de la manada, aunque estaban con los otros clanes corrían peligro al enfrentarse a nuestro enemigo.

Un grito agudo detiene mis pasos. Es Amel. Comienzo a correr seguida por ambos, llantos se escuchan y siento una angustia horrible. Continuo hasta llegar a un árbol enorme rodeado de maleza, me detengo en seco porque allí veo una escena que me congela. Hay dos vampiros que tienen a Amel sobre la tierra, uno de ellos a enterrado una daga en su garganta rasgándole hasta el vientre; el segundo está bebiéndose su sangre. Sus tristes ojos me miran perdiendo su brillo, esta tan pálida y silenciosa que por un momento dudo de que es mi prima. Siento a T.K. chocar conmigo cuando se dirige a ellos, Amel solo intenta estirar la mano hacia mí con lágrimas corriéndole por el rostro. Dean y T.K. pelean con los vampiros alejándolos de mi prima, ella comienza a atragantarse con su sangre.

Dean me grita algo, pero no logro entenderlo, el tiempo pasa tan lento frente a mí de una forma tan irreal. Siento cuando me toma del brazo y me sacude, giro el rostro desconcertada.

- ¿que? – pregunto en un murmuro entrecortado, con lágrimas interfiriendo en mi vista.

- ella te necesita- responde en un tono cálido.

Asiento con la cabeza parpadeando rápidamente en un intento de eliminar las lágrimas, pero me veo obligada a limpiármelas con la mano.

T.K. esta arrodillado a su lado tomándole la mano. Me acerco lento y con dificultad; le rodeo y me arrodillo junto a ella. Me mira aletargada. Tomo su mano y la llevo a mi pecho.

- Amel, lo siento tanto. Debí estar contigo. - no puedo detener mi llanto.

Me aprieta con fuerza la mano. Le miro.

- No es tu culpa- responde en un murmuro rasposo.

Entonces lo recuerdo. En el libro de Rose, hablan de un hechizo de curación.

- Voy a curarte- le digo con firmeza.

- ¿sabes hacerlo? - pregunta T.K.- si nunca lo has hecho sería peligroso-

- ¡Mi prima se muere T. K.! - me altero

- No lo hagas- pide Amel, le miro sorprendida- no valdría la pena, solo... solo... dile gracias a tu padre y dile a Jackson que lo amo- me da una sonrisa temblorosa- desearía haber conocido a Zev y a tu hijo...me v...vo...voy sabiendo que estas siendo amada- mira al cielo- me reuniré con mis padres al f...- se detiene dando su ultimo respiro.

Me pongo a llorar con su mano entre las mías. T.K pone su mano sobre mi hombro en un gesto de apoyo.

- Lo siento tanto Circe- dice.

- Era mi primita- beso sus nudillos, le coloco la mano sobre la tierra. Me acerco a su rostro y le cierro los ojos, luego beso su frente- Que nuestro dios te reciba y te de paz. Le pediré a los dioses de los brujos que te protejan siempre. Le rezare a Sayane para que te acompañe con su luz y que te dé la oportunidad de regresar alguna vez. - le acaricio la mejilla- fuiste mi hermana y siempre lo serás. - presiono mis labios para no soltarme a llorar.

- Circe, lo siento, pero es tiempo- miro a Dean y veo que ha llorado.

Me limpio las lágrimas y tomo una respiración para tomar fuerzas. T.K. me ofrece su mano para levantarme.

- ¿crees que podamos volver por su cuerpo? - le pregunto.

De reojo veo a alguien tras de Dean, pero es muy tarde para avisarle, grito. Una mano le atraviesa el pecho justo en el corazón, T.K se mueve con rapidez y mata al vampiro antes de que retire por completo la mano, lo sujeta con fuerza, pero Dean cae contra él. Camino rápido a ellos. Lo tendemos sobre la tierra, hay mucha sangre y aunque es lobo no se cura.

- ¿Por qué no está sanando? - me pregunta Theodorus.

Miro a Dean quien aprieta los dientes del dolor.

- Es veneno para lobos, lo crearon en Suns evita que se cure y lo mata rápidamente- explico.

- ¡Maldita sea! ¿sabes cómo curarlo? - le miro boquiabierta- ¡Circe! - grita.

- Hay un antídoto, pero no creo que lleguemos a tiempo y yo... no puedo abrir portales...tal vez... el hechizo- lo miro esperando que me diga que hacer.

- Hazlo- me ordena.

- No – interrumpe adolorido, T. K. le mira como si hubiera perdido la cabeza- mi trabajo es proteger a Circe y al hijo de mi Alfa, asi que me dejaran morir-

- ¡estás loco! - grita su pareja- dijiste que viviríamos juntos de por vida, que me harías querer vivir ¡y ahora dices que te deje morir! - Dean le toma de la nuca acercándolo a él.

- Te amo, pero debes dejarme ir- dice mirándole a los ojos.

- ¡cállate Dean! No es tiempo para que seas el héroe , yo soy tu Alfa y te ordeno que dejes que haga lo que deba hacer para que vivas- comienzo a subirme las mangas de la camisa. – ¿puedes hacerme un corte en la palma? - le pregunto a T.K., el asiente.

- Esto no le gustara a Zev- murmura.

Le miro reprochante.

- Mi prima acaba de morir, hemos perdido a muchos, no puedo perderte también, entiéndelo. - siento el corte en mi palma.

- Seremos padrinos- suelta el vampiro- tu y yo, Zev me lo dijo, yo le prometí que lo haríamos, pero tienes que vivir para eso. Aunque me gustaría más que quisieras vivir por mí- pronuncia con dolor.

- Theodorus Klaustros Mortiel tu amor me hace querer vivir, pero mi deber no- cierra los ojos- seré egoísta hoy- mira a su Idiosaki- dejare mi deber de lado para permanecer junto a ti- le toca la mejilla con cariño, luego me mira- hazlo, solo perdóname por no hacer mi trabajo-

Ruedo los ojos.

- Ya cállate Dean y deja que te salve la vida- le sonrió.

Coloco la mano sobre su herida y la cierro en un puño con fuerza, las gotas de mi sangre caen.

- Procuter sarenatei spirtas loviasto- extiendo la mano cubriendo la herida un rato, hasta que siento que el hechizo se ha hecho.

Aparto la mano y el agujero se ha cerrado completamente.

- Esta hecho – digo.

Dean se toca el pecho en silencio.

- ¿Te sientes mal? Tal vez Circe se equivocó- le miro mal- mi amor...- espera recibir respuesta.

Dean lo mira aun en silencio.

- Pensé que algo cambiaria- murmura- pero mi corazón aun late... late por ti- le sonríe de manera dulce.

Me rio inevitablemente.

- Eres un idiota – le dice acercándose a él besándole.

Retomamos nuestro camino lo más rápido que podemos, aun se escuchan los ruidos de las armas y a los miembros que pelean, al parecer estábamos fuera del área de batalla. Siento un pequeño dolor en el vientre, pongo mi mano sobre él sintiendo a mi pequeño bebé. Sé que he abusado de mi magia porque me siento agotada y el dolorcito es un indicio de ello, pero él debe aguantar hasta volver a nuestra casa para ser revisados. Sabía que estaba poniendo en riesgo a mi hijo siendo un poco inconsciente, aun asi, si no utilizaba mi magia estaríamos en más peligro en este instante, por lo menos estaba con personas a las que conocía y en las que confiaba.

T. K. dijo que buscaríamos a Zev para que alguien me llevara de regreso a Aku o me revisaran los médicos que venían con la manada. Dean aun lucía un poco pálido, pero era totalmente normal luego de haber perdido tanta sangre.

Caminamos un largo tramo hasta que logro ver unas carpas indicando que es el campamento de emergencia que han colocado. Hay miembros de los clanes corriendo por todos lados en el calor de la batalla, veo llegar a algunos heridos que son rápidamente atendidos por los médicos. Siento emoción y tranquilidad de lograr encontrarme con Zev para asegurarme de que se encuentra bien. Me detengo cuando veo a lo lejos mi padre dando órdenes, él está de espaldas por lo que no me nota, siento los ojos llenárseme de lágrimas estorbándome para verlo. La angustia me llega cuando pienso que debo decirle que deje morir a mi prima. Dean se detienen a mi lado y me aprieta la mano.

- Todo estará bien Circe – me dice con una sonrisa tranquilizadora.

Cierro los ojos inhalando profundamente para calmarme. Cuando los abro Bettier quien está junto a mi padre me mira con sorpresa. Le toca el brazo a mi padre y le murmura algo, él se gira con rapidez mirándome como si fuera una alucinación. Ambos comenzamos a caminar rápidamente hasta llegar frente al otro, mi padre me rodea con sus brazos tan fuerte y cálido que me siento a salvo. Comienzo a sollozar con fuerza, el me acaricia el cabello diciéndome que todo estará bien. Pero el rostro lloroso de Amel vienen a mí. Me separo de él sin poder verle a la cara aun sujetando su chaqueta. El me mira tan sorprendido que comienza a limpiarme las lágrimas.

- Circe...- murmura.

Me trago el nudo que se me forma en la garganta.

- Lo lamento tanto papá- presiono los labios conteniendo mi llanto- fue mi culpa- las lágrimas no se detienen.

El enarca una ceja sin comprender mis palabras.

- ¿de qué hablas hija? - pregunta con duda.

Me limpio la cara.

- Amel murió- sus ojos se abren de incredulidad, abre la boca en un intento de decirme algo pero no habla- yo... yo la perdí, nos separamos y fue atacada... cuando la encontré...ella...ya no, ella, murió- papá palidece.

En mis 22 años solo lo había visto llorar una vez, pero allí en medio de una guerra mi padre se desmorono frente a mí. Lo abrace intentando ser su apoyo emocional, el lloro sobre mi hombro. Podía sentir como su cuerpo se sacudía con el llanto. Pasa el tiempo y mi padre comienza a calmarse.

- No fue tu culpa- murmura aun en mi hombro- ella te amaba como una hermana y yo siempre le vi como a mi hija- me aparta de los hombros tomándome del rostro. - no cargues con esto, en las guerras siempre se pierde gente a la que amamos- sus pulgares me limpian el rostro- solo podemos ser fuertes, cuando esto termine le haremos un funeral y pediremos por ella- asiento, se limpia las lágrimas – tienes que buscar a Zev, te necesita-

- Pero papá, yo- intento replicar.

- Shhh, esta manada te necesita. Tu deber es estar con Zev, el volvió de la muerte por ti y el hijo que llevas, asi que debes ir con él. Estaré bien, te lo prometo- me acaricia la cabeza como si volviera a tener diez y estuviera asustada.

Sonrió inevitablemente.

- Bien, ¿alguien sabe dónde está? - pregunto alejándome de papá.

Bettier me indica que está en una carpa más adelante intentando ponerse de acuerdo con Billiert para atacar. Camino hasta donde esta y le veo. Esta recargado sobre una mesa llena de mapas con los ojos cerrados, debe estar tan frustrado y agotado porque aún no nota que estoy aquí. Billiert me mira dispuesto a hablar, pero le digo que no con un gesto. Me sonríe en complicidad.

Me acerco lento hasta quedar a su lado, el frunce el entrecejo y abre los ojos, se gira con brusquedad mirándome incrédulamente.

- Llama al doctor, creo que estoy alucinando- le dice a Bill, este se ríe.

- Nop, soy real, estoy aquí- digo tocándole la mano.

Él la aparta de golpe. Pero sin darme tiempo de replicar me acerca por el cuello estampando nuestros labios, me besa con desesperación, sus brazos me rodean acercándome fuertemente a él. Me aferro a su ropa como si nos fueran a separar. Detiene el beso lentamente separándose de mi apenas unos milímetros, siento su respiración mezclándose con la mía.

- Estas aquí- susurra causándome cosquillas en los labios de lo cerca que esta.

- Sí, estoy aquí- le doy un pequeño beso.

Billiert carraspea frente a nosotros con una sonrisa divertida. Ambos le vemos de mala gana.

- Lamento interrumpir, pero hay una guerra en la que debemos participar- dice con diversión.

- Deberías dejarnos solos mejor- le responde Zev.

Miro a Billiert, pero se queda estático, como si se hubiera quedado congelado.

- ¿Qué le pasa? - pregunto.

- Tranquilos, solo lo hechice – nos giramos a la entrada de la carpa y veo a Lis.

- ¿Qué hiciste Lis? - Zev me jala del brazo para ponerme más cerca.

Ella no responde, pero nos mira con disgusto y da una sonrisa extraña.

- Creo que deberías preocuparte por lo que voy a hacer, Zinat está muy molesto por lo que hiciste y se vengara-

Chasquea los dedos y una vez más caigo en la inconciencia, con el ultimo pensamiento de que una de mis tías nos ha traicionado.

¡ Hola ! ¿Están tristes por la muerte de Amel? yo si u.u , y también enojada por Lis, espero que disfrutaran este capitulo, quiero decirles que esto esta llegando a su final, triste pero asi tienen que ser.

¡ GRACIAS POR LEER!

P.d. espero que no haya tantos errores, si los hay porfis perdónenme la vida.