CAPÍTULO 32
- ¡Zev! – grito fuertemente despertando en un lugar desconocido.
Miro el lugar aturdida, un fuerte dolor me presiona el pecho y siento las terribles ganas de llorar. Las lágrimas salen sin que pueda hacer algo para detenerlas. Algo sucedió con Zev. Un sollozo sale de lo más profundo de mi garganta sintiendo la desgarradora sensación de que perdí a mi lobo.
- Circe- llama en un murmuro junto a mí.
Me siento con dificultad sobre la tierra, miro a Amel quien tienen el rostro lleno de moretones y cortes. Las lágrimas me corren por el rostro y solo puedo tocarme el vientre intentando sentir a mi bebé que claramente es muy pequeño para lograrlo.
- Circe ... dime- pide en voz suave.
El labio me tiembla y la voz no me sale, siento como si el corazón me hubiera sido arrancado del pecho; un vacío enorme me llena. Cierro los ojos para hacer una plegaria.
"por favor Sayane... deja que el este bien... déjale volver a mi"
Me limpio el rostro con las manos temblorosas y me trago el nudo. Necesitamos salir de aquí o por lo menos hacer tiempo para que alguien de la manada viniera.
- Es... ¿es Zev? - pregunta con la voz temblándole.
Le miro a los ojos.
- Algo le sucedió... pero el vendrá, prometió que no dejaría que algo nos sucediera...él...- se me corta la voz.
- Circe...él pudo mo...-
- ¡cállate! No lo digas, él no está muerto- no puede estar muerto, porque tenía que conocer a nuestro cachorro, debía ser su padre y cumplir todo lo que prometió, lo sé muy bien- la manda vendrá, asi que debemos salir de este lugar, ¿sabes dónde estamos? - debíamos llegar a Zev.
- No sé muy bien, pero escuché a unos vampiros diciendo que este lugar seguí igual que cuando el padre de Billiert reinaba- explica
- Mwen, quieren el O'tishami- respondo poniéndome de pie.
- ¿el qué? - pregunta desconcertada.
- Un espejo que revive a gente muerta, si Zinat lo utiliza revivirá a su madre y ella nos destruirá-
- Ahhh, no estoy segura de entender, pero seguro- dice levantándose también.
Estábamos separadas por rejas, era una especie de prisión. Gracias a Rose sabia hechizos que me ayudarían a salir, pero me asustaba por mi bebé, no quería ponerlo en peligro aquí.
El sonido de la puerta abriéndose llama mi atención, entra aquel chico que no me delato, aquel humano que iba con Sua.
- Hola- saludo.
El me mira sorprendido y aleja la mirada dispuesto a salir, supongo que debe avisar que desperté.
- No les digas- él se detiene rígidamente- por favor- pido con suavidad.
Él se gira mirándome suplicante.
- No pidas nada, ya hice mucho dejándote ir aquella vez, si te ayudo me castigaran- su voz suena realmente asustada
- Si les tienes miedo ¿Qué haces con ellos? - pregunto.
- Tu no entiendes, todos les tienen miedo, ¡deberías temer! - aprieta los puños- tú no sabes de lo que son capaces de hacer, son unos monstros-
- No deberías hablar asi de tus amos- la puerta se abre dando paso a aquel vampiro que iba con Ansker durante el ataque a Aku.
El humano palidece y se queda rígido.
- Si alguien te escucha podrías morir- sonríe ladino- vete de aquí- ordena
El chico se gira y lo rodea saliendo de la habitación.
- Veo que despertaste- me dice mirándome.
Le observo un rato en silencio.
- ¿Sabes que ha sucedido en Aku? - pregunto cerca de la reja.
Me mira durante un largo minuto.
- Ansker llevo un grupo, han matado a tu lobo- dice con lastima.
Me quedo sorprendida y quieta mirándolo, la mano de Amel me alcanza entre los barrotes.
- Él no está muerto – declaro- jamás moriría dejándonos en este lugar ¿Ansker fue quien lo lastimo? -
El mueve la cabeza negativamente.
- No, Ansker fue asesinado por Zev, le arranco la garganta, luego le dispararon, fue un humano, Sebastián-
Maldito hijo de puta. Si lo veo, el morirá.
- No deberías intentar que un humano traicione a Zinat, le temen demasiado, no creo que te ayuden mucho-
Le observo analíticamente. Cuando estuvo en Aku el intento detener a Ansker cuando quería dañarme.
- ¿y tú? no luces como alguien que quisiera ayudar a Zinat- tenía que lograr que nos ayude.
- No hay un motivo por el que quiera ayudarte- responde con seriedad.
- ¿no la hay? ¿ había un motivo cuando evitaste que Ansker me hiciera daño? Lo recuerdo, tú lo detuviste. - agarro los barrotes con ambas manos acercándome más.
- Solo seguía ordenes-
Miente.
- No lo creo asi, vi la preocupación en tu rostro, él era quien los mandaba, pero seguiste insistiendo en que debían irse, no dejaste que me lastimara y estoy segura de que no era la orden que recibiste. -
Por un momento luce preocupado, pero vuelve rápidamente a su faceta seria.
- Solo no estaba de acuerdo con lo que quería hacer, pero no significa que quiera ayudarte – sé que miente.
- Entonces dime, porque estas con Zinat-
- No tengo porque decirte nada, tú eres un rehén-
Le miro no estando convencida de sus respuestas evasivas. Ciertamente sé que hacer, sabia los hechizos, pero no estaba convencida de que no podría ponernos en riesgo, debía mantener a nuestro hijo seguro. Estando aquí ya era un riesgo. La duda seria, me pongo en riesgo quedándome a esperar o me pongo en riesgo intentando escapar.
- Dime lo que puedo darte para que me ayudes- digo con la esperanza de lograr, aunque sea hacer un trato.
- No tienes nada que quiera, Zinat me está dando lo que quiero-
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunto.
- Un hogar – dice en tono añorante, se escucha el dolor en su voz
- ¿ hogar? Esto no es un hogar, Ansker te llamaba sirviente, T.K. me dijo que tú eres alguien que le sirve a otro con una jerarquía mayor, ese debe ser Zinat, pero ¿Qué clase de hogar es donde te tratan como si no tuvieras valor? -
- ¿ no es lo mismo que hacen en el clan? Tú te sientas a esperar que te den lo mejor –
- Estas equivocado, en la manda tenemos una jerarquía, pero no tratamos a las personas como inferiores y no, no espero a que me den lo mejor, todos tenemos una responsabilidad; lo más importante es que somos una familia. ¿Zinat es tu familia? -
Confusión cruza su rostro y sus cejas se fruncen.
- ¿familia? - dice como si fuera una palabra desconocida. - no estoy seguro de comprender lo que dices-
Miro a Amel quien esta confundida tanto como yo.
- T. K. dijo que no perteneces al aquelarre, ¿de dónde vienes? -
- Mi amo anterior...él...yo...yo era un sirviente, mi amo murió...Zinat me encontró y dijo que me daría un hogar, este hogar-
Criado como un sirviente. T.K. decía que había vampiros rebeldes que habían dejado el aquelarre con la intención de poder hacer lo que gustaran sin tener que obedecer a alguien, estos vampiros eran completamente incontrolables, solían convertir a otros para que les sirvieran, T.K. usaba palabras como cruel, inhumano y sádicos para describirlos. Eso explicaba porque no comprendía que era una familia.
- Yo también puedo darte un hogar, un real. - aseguro – incluso puedes tener una familia-
- Estas mintiendo, los lobos odian a los vampiros, eso dijo Zinat, Ansker deseaba matarme por ser un vampiro-
- Él está mintiendo, T.K. es un vampiro y aunque entro siendo Idiosaki de Dean logro ser parte de nosotros, sí, hay gente que no lo acepto por completo, pero él lo intento ¿Por qué no puedes intentarlo tú? Zinat está equivocado, el desea vengarse y está matando inocentes, ¿eso es lo que quieres? ¿ser como el?, un asesino que no logra tener piedad de nadie... se llevaron a esas niñas, niñas que han muerto por su intento de tener un ejército poderoso, cuando el termine no habrá nada, ni siquiera eso a lo que tu llamas hogar- agacha la mirada pensativa.
- Ayude a Zinat, nadie me perdonara en tu manada-
- Lo harán, voy a ayudarte, pero para eso debo salir de aquí. Por favor ayúdame – pido.
Mira un punto en la pared en completo silencio. Espero con paciencia a que responda escuchando gente yendo y viniendo fuera de donde estamos. El no luce preocupado, pero si pensativo.
- Tu hijo... tu hijo necesita un hogar, una familia también, si Zinat lo tienen él no lo tendrá, será un sirviente – habla en voz baja como midiendo si lo que dice está bien.
- Si, lo sé, ¿Por qué me dices eso? - le pregunto con suavidad, sin sonar a la defensiva.
- No lo recuerdo bien, pero mi amo me llevo cuando era un niño, yo era humano y el me saco de mi hogar, espero a que fuera un adulto y me convirtió. Ese tiempo fue horrible, asi que pienso que tu hijo no debería de tener un amo asi, Zinat es un demonio y tratara a tu hijo como si no fuera nada. Nadie merece eso...- su semblante cambia a uno triste – si te ayudo supongo que el podrá crecer libre y amado, yo nunca tuve eso-
- Dime tu nombre-
- ¿Porque? - pregunta sorprendido.
- Porque asi puedo decirle a Zev que me has ayudado y de esa forma puedes venir con nosotros –
Me da una sonrisa un poco torcida.
- Creo que me llamaba Agni, llámame asi- dice con emoción.
- Bien Agni ¿Cómo salimos de aquí? -
El tiempo corre y debo hacer lo mejor que pueda para lograr salir de aquí porque debo regresar con Zev y asegurarme de que este bien. Si me quedo más tiempo corremos peligro y debo evitar que Zinat obtenga lo que esta buscando.
¡Hola! creo que este capitulo me quedo un poco corto, si tengo inspiración les subo otro, en fin, espero que estén listos para la muerte y destrucción.
¡GRACIAS POR LEER!
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