CAPÍTULO 12
El día se pasa rápido en un montón de revisiones, Aku tenía muchas personas heridas, a las que tuvimos que atender en lo que quedaba del hospital. Mi padre se había comprometido a ayudar a Zev en la investigación, retirándose a los lugares donde las explosiones habían ocurrido, los escombros habían sido removidos por los miembros que estaban ilesos e intentaban mantener a Aku en pie.
Meses atrás Dean me había dicho que existía una jerarquía en la manada y esta se dividía en cinco grupos principales; los Alfas, quienes a pesar de ocupar un una denominación parecida a la se Zev y el abuelo no eran lo mismo, estos se encargaban de la protección de la manada puesto que eran más fuertes, más agresivos y protectores; los Betas eran se encargaban de una variación de trabajos dentro de la manda, algunos fungían como miembros de la protección como rastreadores y otros como médicos, los deltas se encargaban de vigilar a la manada y mantenerlos seguros, los gamas eran quienes alimentaban a la manda junto con algunos omegas, estos últimos, normalmente se encargaban de los niños de la manda y de ayudar a los médicos en el hospital. Dirina me explico que Zev y el abuelo vienen de un linaje de los primeros lobos por eso tienen el derecho de ser los lideres, habían existido miembros alfas que intentaron quitarle el derecho a todo el linaje Leukhtam pero nunca fueron vencidos; cuando un lobo sube al puesto de Líder Alfa debe escoger a una segundo, un Beta que aun perteneciendo a cualquier grupo seria llamado así, él se encargaba de mantener en equilibrio al Alfa, lo normal era que a Zev se uniera una Omega pues estos miembros mantenían en calma a los lobos, aunque el destino me había unido a él. Siendo sincera no lograba comprender la estructura social de Aku, pero supongo que había mucho tiempo para ello. Observándolos podía ver que tenían mucha organización y preocupación entre ellos, eran una familia enorme a la que por un momento envidie. Suns no era un paraíso, menos gobernado por nuestro alcalde; el odio, la envidia y la discordia eran sentimientos que predominaban de donde venía, la gente era educada por obligación más que por respeto.
Al anochecer volvimos a casa, sin poder despedirme de nadie, con un sentimiento de preocupación y culpa, sabía que una de mis responsabilidades con Aku al estar con Zev era cuidar a la manada, pero la situación no me permitía acompañarlos; resignada y preocupada volví a Suns. Papá me había mandado a casa con Amel, él y Kegy tenían que entregarle un reporte a Will Jean y a Bettier.
Amel me lleno de un sinfín de preguntas y abrazos, a pesar de los problemas que habíamos tenido, volvió a ser mi chillona prima menor con su tonto hurón que se robaba las llaves. Poco a poco comenzó a contarme sobre su relación con Jackson, jurándome que era amor verdadero y no sé qué otros cuentos, obviamente nunca la contradije, quería disfrutar mis momentos con ella y hubiera hecho lo mismo con papá, pero estaba muy ocupado.
Esa noche pase mucho tiempo jugando con Amel, contándole cosas sobre Zev y yo, escuchándola contarme un sin fin de cosas de adolescentes, hasta que se quedó dormida, me quede un rato observándola, podía recordar cuando ella había llegado a casa de la mano de mi padre, ella lloraba y sostenía un osito de peluche, papá se había arrodillado a su altura limpiándole las lágrimas de los ojos, le prometió que cuidaríamos de ella y seriamos una familia. Por aquel entonces me preguntaba mucho porque la vida me había quitado a mi madre, pero cuando la vi allí pensé que la vida de cualquiera era así de injusta, era tan pequeña y ya no tenía padres, habían pasado 13 años de aquella vez que permanecía presente en mi memoria, ojalá esa noche nunca le hubiera pasado.
Un rato después baje por un poco de agua. Mi padre estaba en el sofá frete a la chimenea con un montón de documentos en la mesa de centro, estaba fumando un cigarrillo.
- Pensé que dijiste que lo dejarías ya- comente con burla.
El bufo.
- Creí que dijiste que te dormirías temprano- contraataco
Suelto una carcajada caminando hasta el sofá, me siento a su lado.
- Mentí, ¿Qué estás haciendo? - pregunto mirando algunos de los documentos, todos son informes sobre lo que ha estado pasando.
- Kegy quiere que revise estos archivos-.
Asiento.
Me recargo en su costado rodeándole la cintura con los brazos.
- ¿Puedes abrazarme?...Por favor- pido en un murmuro bajo.
Mi padre se detiene y me mira, con una ceja enarcada.
- ¿Algo anda mal? No me has pedido que te abrase desde que dijiste que te dejara entrenar con Kegy- pregunto divertido, aun así, me abrazo fuertemente- ¿Qué sucede, conejito? - coloca su mejilla sobre mi cabeza.
- Es solo que... hice algo muy malo- se tensó- pero no puedo decírtelo, aun no... solo... no quiero que me odies- sentí las lágrimas acumularse en mis ojos.
- Jamás podría odiarte Circe... es... ¿es tan malo? - asentí.
- No quiero que te decepciones de mí, papá- murmure.
Comenzó a sobarme la espalda en un gesto para tranquilizarme.
- Sé que puedo ser muy duro contigo y que no suelo mostrarte mucho afecto, pero tú sabes que mi padre era muy estricto, así que no tuve el mejor ejemplo, si en algún momento te di a entender que podía odiarte por tonterías, lo lamento, te amo porque eres mi hija y tu madre donde este te ama igual, no hay nada que pueda hacerme sentir decepcionado de ti, así que bórralo de tu cabeza- las lágrimas bajaron por mi rostro- oh bebé, no llores, estoy aquí.- me estrecho contra él, meciéndome, cantándome la canción que mi madre me cantaba para dormir.
Cuando era pequeña, le temía a la oscuridad, así que mamá, por las noches cuando me despertaba y comenzaba a llorar entraba y me acurrucaba en su regazo, mientras me cantaba; cuando ella murió papá tomo su lugar, arrullándome hasta quedarme dormida.
- Te amo papá, lo lamento mucho- solloce fuertemente.
- Olvídalo, cuéntame cuando estés lista ¿sí?, ven vayamos arriba, te arropare como cuando eras una niña ¿sí? - asentí, dejando que me pusiera de pie.
No dejo de abrazarme en todo el camino a mi habitación. Amaba mucho a mi padre y lamentaba que tuviera que cargar con mis egoístas decisiones.
Otro sueño vino a mi esa noche, esta vez no estaba el falso Zev ni las niñas muertas, estaba en un bosque distinto rodeada de árboles, era de noche apenas y lograba distinguir algo, una luz se encendió unos metros frente a mí, voces llenaron el lugar, un grito se escuchó; me dirigí a la luz, estando más cerca pude notar que era una hoguera, me mantuve a la distancia puesto que era rodeada por personas con túnicas rojas, llevaban unas máscaras extrañas y discutían; de entre los árboles llegaron dos más arrastrando a una mujer atada con cuerdas, su vestido estaba sucio del lodo y rasgado por las ramas, gritaba suplicando; los otros se acercaron a ella y le decía cosas que no entendía, entonces los aullidos de los lobos los interrumpió. Me quedé quieta sin saber qué hacer
- ¡Corre! - gritó la mujer- ¡corre Circe, corre! - sus ojos se clavaron en mi- ¡corre! -. Una sensación helada me recorrió.
Como pude comencé a correr, escuchando las garras detrás de mí, corrí y corrí con aquellos lobos siguiéndome, sintiendo las ramas rasguñarme a mi paso, mi corazón latiendo fuertemente, las ramas me rasguñaban los brazos causándome ardor, el aire que entraba me quemaba en los pulmones haciéndome dudar si realmente estaba soñando o era real. Llegue hasta un risco, sin tener a donde correr, los aullidos se acercaban.
- Vas a tener que tirarte- dijo una voz a un costado de mí.
Me giré sorprendida, viendo a una mujer con esa túnica roja como la de las hogueras.
- No me mires así Kell, si quieres vivir, vas a tener que saltar- se acercó tan deprisa que no siento el momento en que me empuja por el risco.
Caigo por el acantilado con rapidez sintiendo el viento helado y mi corazón latiendo fuertemente.
¡Circe!
Escucho que me llaman, pero sigo cayendo; antes de tocar el fondo me despierto de golpe con Amel frente a mí.
- ¿Qué carajos te pasa? ¡Haz estado gritando desde hace una hora!, maldita sea, intente despertarte y no lograbas escucharme, ¡me asustaste de muerte.! -
Me tocó el corazón que me late como si hubiera corrido por horas, la garganta aún me arde y cuando veo mis brazos un montón de rasguños están allí
- Circe ¡por Dios! ¡Tus brazos! - corre fuera de la habitación.
Me miro los rasguños, ¿Cómo es posible que esto esté pasando?, estaba teniendo uno de esos sueños raros, esas mujeres sabían mi nombre y se había sentido tan...real.
Amel vuelve con el botiquín aún pálida como el papel.
- ¿Qué está pasando? - me mira sacando el desinfectante. Le tiemblan las manos.
- ¿Dónde está papá? - le tomó el brazo obligando a que se detenga, ella me mira.
- se fue temprano, ¡dime que está pasando! – grita alterada
- ¡No lo sé!, nunca había pasado, pero no puedes decirle a papá, Amel júralo- asiente dudando- tengo que ver a Zev- aparto las sabanas de un tirón.
- ¿Qué? No puedes, Circe como irás hasta allí, te llevará horas caminando- dice preocupada.
- he ido una vez ya, puedo hacerlo, él sabrá que hacer, aquí nadie va a ayudarnos, tengo que ir- me levanto de la cama.
- entonces iré también- declara poniéndose de pie e impidiéndome el paso.
- no, no, tú no puedes ir, si vamos las dos, papá entrara en pánico, debes quedarte y decirle que fui a...- mis palabras son interrumpidas por unos toques en la puerta de la entrada.
- voy a abrir, espera y hablamos sobre esto- dice mi prima saliendo directo hacia la puerta.
no pierdo el tiempo y me visto con rapidez, me coloco los zapatos, con las manos temblorosas
- ¡Circe! - grita Kegy desde la sala, deteniendo mis acciones.
Preguntándome qué hacía Kegy en mi casa y por qué estaba buscándome, bajó rápidamente por las escaleras. Ella estaba hablando con Amel, está pálida y respira con dificultad.
- Tienes que irte- dijo al momento que me vio- tienes que escapar, esta mañana alguien le entrego a Will un sobre con fotos tuyas y de Zev, les han traicionado, el Alcalde está furioso, te acuso de conspirar contra Suns, tu padre está con él, está intentando que se tranquilice, pero todo es una locura, el círculo ha dicho que todo lo de las desapariciones solo fue algo tuyo con los lobos para entrar a nuestra ciudad, debemos sacarte de aquí, han pedido tu captura- la preocupación en ambas es notable y hace que mi corazón se estruje.
- Necesito mandar a Hazriel con un mensaje, lo más probable es que Zev haya sentido mi cambio de ánimo, así que vendrá, recogeré mis cosas...-
- no hay tiempo Circe, yo guardare las cosas importantes, vete con Kegy, le explicare todo a tu padre- Amel me mira y me toma de los hombros- si te atrapan te condenaran a muerte, tienes que irte- me acerca a ella abrazándome- te quiero mucho, ve con él, mi tío va a perdonarte-
- Amel...- murmuró.
- No te preocupes, vete, ten mucho cuidado- me separa de ella- serás feliz y todo estará bien- asentí
- Cuídate y cuida a mi padre, buscare como comunicarme contigo-.prometo.
- Vamos Circe, tenemos que correr. – dice Kegy.
Tomo mi chaqueta y salgo de la casa corriendo junto a Kegy. Mando a Hazriel, con un mensaje atado para Zev, diciéndole que me acusaron de conspiración. El plan de Kegy es sacarme por el lado Este de Suns puesto que es la zona menos vigilada, el problema es que de ese lado me costaría más trabajo llegar a Aku, eran cerca de las 10 de la mañana, me tardaría unas cinco horas en llegar caminando, pero no había otra forma, debía salir de Suns.
Caminamos por detrás de las casas intentando rodear la ciudad, era temprano así que las personas no estarían muy atentas, aún. El corazón me latía horriblemente, pero no estaba tan segura de sí la pesadilla que tuve o el miedo de ser atrapada me lo causaba; solo esperaba que Zev recibiera mi mensaje y que papá pudiera perdonarme por salir huyendo y mentirle. Nos dirigimos a paso apresurado hasta la salida Este; nos escondimos detrás de la cerca de uno de los patios traseros, en cada salida había hombres vigilando sobre los muros, esta salida siempre estaba poco vigilada, este día no era la excepción; había dos hombres arriba y una más abajo, observando si alguien buscaba salir.
- Voy a distraerlos por ti, me acercare y les diré que es una emergencia, van a creerme por ser yo, tendrás que correr rápidamente, sube al muro...- la interrumpo
- Estas loca, si haces eso te acusaran de traición también, necesito que aun confíen en ti, así ayudaras a papá-
- ¿Entonces? - pregunta con una ceja enarcada.
- Vuelve unas calles, luego corre de regreso aquí grita que estoy cerca, diles que necesitas de su ayuda, di que me vieron cerca del depósito, luce desesperada, cuando llegue Will dile que me viste, pero no lograste detenerme, con suerte estará muy interesado en encontrarme y no te cuestionara, si puedes dile la verdad a mi padre- le abrazo fuertemente- gracias, cuida de Amel y Michael, si en el futuro puedo pagarte esto no durare en hacerlo-. Ella asiente en mi hombro.
nos separamos.
- Suerte Circe, corre como si no tuvieras un mañana-. Se levanta.
Corre calles arriba, le pierdo de vista y sé que es hora de esperar el momento para escapar.
No me daría tiempo de trepar, así que debía salir por la puerta, todos teníamos el código de la cerradura, esperando que no bloquearan las puertas, sería fácil.
- ¡Guardias! – grito Kegy desde unas casas arriba- necesito su ayuda, ¡vi a Circe!, ¡rápido! - dice angustiada.
Los guardias se miran y el que está a cargo les ordena a los otros dos que vayan, ambos corren hacia Kegy, mientras el otro se queda en la puerta, maldigo, tendría que pelear con él.
Cuando estoy a punto de salir, el intercomunicador suena, él lo responde, e indica que va para allá, camina calles arriba por donde se había ido Kegy.
Es el momento de salir de Suns para siempre, tengo que ir con Zev y aunque me parte el corazón sé que no hay vuelta atrás, así que tomo valor y corro a la puerta, ingreso el código de mi padre pues estoy segura que han quitado el mío, la puerta se abre con un sonido, jalo de ella apenas abriéndola de par en par y salgo.
Una vez a fuera, comienzo a correr, porque no tengo suficiente tiempo, si mis cálculos son correctos, Zev me encontraría a mitad de camino o un poco antes de llegar hasta ese punto, porque no soy tan rápida y me cansaría pronto.
Entre en el bosque corriendo lo más rápido que pueda, debo avanzar todo lo que mis habilidades humanas me permiten antes de que comiencen a buscarme fuera, si no, estaría en desventaja, lo cual le daría una oportunidad para encontrarme; Will no se tentaría el corazón y lo más probable es que pediría mi ejecución sin explicación alguna, lo cual causaría que Suns declarara la guerra a Aku, Zev no dudaría en luchar como venganza, así como sé que tiene un gran corazón, sé que el dolor nublaría su juicio y no podía permitir que sucediera eso, por el bien de todos.
¡Hola!! chan chan chan chan, ¿están sorprendidos? yo si jajaj es broma, espero que disfrutaran el capítulo.
¡GRACIAS POR LEER!
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