Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mensajeros del amor (MuñecaXCazador)

Pedido de @miguelito743

Pequeños ruidos dentro de la casa de Gehrman hicieron que la muñeca subiese las escaleras y asomarse a la puerta. El cazador, de espaldas, con sus ropas de cazador de Yharnam, pero con una elegante chistera, estaba arreglando sus armas.

Ella dio una pequeña sonrisa al verlo tan aplicado. Terminó con su pistola de repetición, que guardó en su cinturón y continuó con el arma de su derecha. Le incrustó una gema y la mejoró.

Luego miró su obra orgulloso mientras la empuñaba. La sacudió fuertemente y su Tronitus soltó descargas y chispas mayores a las normales, lo que hizo que ella se sobresaltase y se escondiese.

Cuando el cazador miró a la puerta, no había nadie, así que continuó su tarea en la mesa de las runas.

La muñeca suspiró y bajó las escaleras. No debería molestar al cazador cuando trabaja, podría ser peligroso. Sus armas no estan hechas para alguien como ella. Se sacudió el vestido y se fue caminando a la parte de atrás de la casa.

El cazador bajó después las escaleras ligero y fue a arrodillarse delante de una de las lápidas para irse, pero vio por el rabillo del ojo que la muñeca no estaba en su sitio habitual.

Miró alrededor y se encontró sólo, y como no tenía prisa, se dio un paseo para ver a dónde había ido.

Fue a la parte de atrás y empezó a escuchar unos ronquidos. Gehrman dormía en su silla tranquilamente, así que pasó de puntillas para ver a la muñeca mirar un tocón con unos mensajeros que nunca había visto antes. Ella lo miró al llegar.

- Ellos son muy lindos... ¿No crees? - preguntó ella.

El cazador se puso a su lado mirándolos. Ellos eran mensajeros corrientes y lindos... lo que se dice lindos lindos no son. Pero se les coge cariño con el tiempo. Y eso que la primera vez que los vio en esa camilla de la clínica pensaban que eran almas atormentadas que lo querían matar.

Los mensajeros se giraron hacia el cazador y tendieron sus manos hacia él, quitando la atención de la muñeca.

- Oh, ellos se han puesto curiosos... - la muñeca le miró a la cara - ... creo... que les gusta tu chistera.

El cazador se la quitó mirándolos y empezó a moverla de lado a lado. Claramente, las manos de los mensajeros iban detrás de la chistera.

- Sus ojos brillan. Ellos están encantados con su chistera, cazador...

Por más que mirase sus carad, el cazador no veía ni pizca de ilusión ni interés. Sólo sus caras de siempre pidiendo la chistera.

El cazador la dejó caer sobre uno de ellos, y le quedaba tan grande que le cubrió entero, y empezó a agitar sus manos despacio porque no veía nada.

El cazador recogió la chistera y sacó una más pequeña que les entregó. Ellos se escondieron un momento para aparecer luego con chisteras a su medida.

- ¡Que lindos son! - la muñeca aplaudió - Ellos ahora son muy felices.

El cazador la miró y luego a los mensajeros. Seguía sin ver que sus caras cambiasen aunque sólo sea un poco.

- Es increíble como un pequeño regalo puede causar tanta felicidad... - ella bajó la cabeza un poco llevando su mano a su pelo, donde estaba el adorno que el cazador le trajo hace poco.

El cazador desvío la mirada con un poco de vergüenza hacia otro lado. Sería una pena que ese adorno no fuese regalado ni lo luciese una hermosa chica.

- Estos pequeños venden cosas que el cazador necesita... cosas que el mundo actual necesita... - sus ojos claros buscaron los oscuros del cazador - ¿Venden amor?

El cazador se tensó. Vale, si, su muñeca era muy curiosa, pero a veces tenía unas preguntas de lo más... incómodas y difíciles de explicar.

- Me contaron que... el mundo es creación de los dioses. Si somos creados por alguien, ese alguien tiene que darnos... una mínima parte de amor suyo para poder crear, pues, si no nos quisieran, no nos habrían creado, ¿No es así?

El cazador se rascó una mejilla confuso y nervioso. Gehrman delira a veces y la muñeca lo oye. Seguro.

- Así que si el mundo está siendo destruido, necesita amor para construirse. Construir... personas, hogares, familias... y compartirlo para que todos tengan.

De qué sirve todo eso si se infectan y son convertidos en monstruos y ruinas... pobre muñeca inocente.

- Pero sin embargo... no sé cómo es - la muñeca se giró completamente mirando al cazador - ¿A qué se parece? ¿Es algún tipo de arma de cazador? ¿Tal vez una runa? ¿Una reliquia?

El cazador se estaba poniendo nervioso. La penetrante mirada de la muñeca tan cerca suya, insistente y curiosa no le dejaba pensar con claridad. Además esa charla iba para largo. La muñeca está muy perdida. Cuando iba a abrir la boca y decir algo, una voz grave y vieja les interrumpió.

- El amor... - dijo Gehrman levantando la cabeza un poco - ...es algo que no podemos ver tal cuál... pero se ve reflejado en las personas...

Ambos se giraron a ver al viejo de espaldas a ellos, que miraba al horizonte.

- El amor está... en pequeñas acciones y decisiones... tomadas en el momento correcto... saber dar una sonrisa cuando una cara triste te lo pide... dar una mano cuando una caída te ha hecho daño... dar tu capa cuando otros sienten frío... y sobretodo... - él giró su cara un poco hacia ellos - acordarte de alguien cuando estás solo y extrañarlo... tanto como si vives encerrado en una casa con jardín eternamente, como si eres libre por el mundo.

Él tomó su silla de ruedas y se giró para entrar en la casa. La muñeca fue detrás para ayudarle, dejando sólo al cazador, que quedó aturdido por las palabras del primer cazador y le hizo pensar... ¿Él se acordaba de alguien cuando se encontraba sólo caminando en algún lugar?

---------------------------------------------

El cazador se sentó a descansar en una escalera de Yahar'gul, algo agotado. A su lado, vio el suelo moverse y los mensajeros aparecieron a su lado, con sus chisteras, de esos que solían mostrarle un pergamino enrollado.

Sonrió un poco y se puso a observar la luna roja en una noche tranquila, relajado sabiendo que había limpiado bien el terreno de monstruos y que no se llevaría ninguna sorpresa.

Uno de los mensajeros tocó su brazo haciéndole sentir una sensación fría y lo miró. Él le tendía una carta. Se quedó mirando la carta y se dio cuenta que los otros mensajeros estaban detrás mirando también.

Él tomó la carta sin dejar de mirarlos y la abrió. Desdobló el papel para ver sólo una frase en el centro de la carta, sin firma ni remitente.

"Que los mensajeros no vendan amor no significa que no puedan hacer que el nuestro sea más fuerte día a día"

El cazador se quedó helado leyendo la carta y miró de reojo a los mensajeros, que por primera vez vio en sus caras curiosidad y puede que algo de poca vergüenza por saber cómo respondería él. Parece ser que esos pequeños pillos habían leído la carta antes.

El cazador apretó la mandíbula y cubrió el sonrojo de su cara tapándose con la carta. Si así lo quería su muñeca, se mandarían cartas cuando se echasen de menos.

Los mensajeros dieron una risa grave y chocaron sus huesudas manos. Todas las cosas que ellos irían aprendiendo sobre que Gehrman y que relatarían en sus cartas las leerían ellos primero, ya fuera un relato de añoranza, una anécdota, o algo más íntimo... y esto último les interesaba mucho leer a estos... mensajeros del amor.

No os podéis hacer una idea de lo que me he reído con esto 😂👆

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro