"El equilibrio del mundo" es una historia que voy a poner más adelante, en la que nuestros personajes se enfrentarán todos juntos contra un enemigo común, sin olvidarnos de nuestra cazadora. Será un poco más extensa y con varios personajes, no todos, aviso. ¿Morirá gente? Sí, y más de uno.

Nuestra cazadora cambia de atuendo y de forma, voy a coger uno de mis personajes creados de un juego y ella será nuestra chica. En este caso, sí será Zoba, y tiene de armas el hacha del cazador y la pistola. Lo típico. Tiene la piel muy pálida y algunas heridas como la de su pierna por el cuerpo, muy cicatrizadas, pero le dan sensación de una no muerta. Su ojo izquierdo es gris claro y el que tapa su pelo negro. Su lado izquierdo de la cabeza está rapado y... ¡¡¡¡¡puede hablar!!!!!

Sip, nuestra cazadora va a hablar después de mucha espera.

Otra cosa nueva que va a tener mi historia es esto *. Algunos asteriscos aparecerán en algunas frases o momentos. ¿Qué son? Referencias, easter eggs, como prefiráis. Es como un juego. Podemos encontrar referencias diversas, como películas, animes, otros videojuegos... Suelen ser frases memorables o acciones significativas, suelen llamar la atención. Y ya aviso, la mayoría de las referencias de películas son frases de Disney, que pegan estupendamente con la temática de Bloodborne xD.

También tendremos Marvel, estudios Ghibli, etc.

Aquí os dejo el epílogo, a ver qué tal se me da :3

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La enorme luna de sangre en el cielo hacía que el ambiente se sientiese cargado y espeso. Puede que la culpa no fuese de la luna ni mucho menos, pero ese brillo rojo la hacía ver culpable.

Zoba estaba sentada en el tejado de una casa de Yharnam mirándola. Había algo malo en el ambiente que tanto a ella como al resto de los cazadores cuerdos les perturbaba y llamaba la atención. Su foco se encontraba en la Gran Catedral.

La cazadora se debatía entre ir o no ir. Aún era joven, algo cobarde y sobre todo, primeriza. No quería ir y verse sola allí, pero realmente no podía quedarse de brazos cruzados. Sin embargo, si iba allí y se encontraba con más cazadores, ella...

- ¿Pensarías que estorbas? – dijo una voz tras de ella.

Zoba se giró para ver las plumas negras del traje de Eileen balanceándose mientras caminaba hacia ella.

- ¿Qué yo... estorbo? – preguntó la cazadora.

- Llevo un rato mirándote y viendo tus movimientos. Estabas pensando en el ambiente y en la catedral, debatiéndote internamente si ir o no ir... depende de la gente que haya.

Eileen se sentó a su lado. Era bastante buena, era su ideal de cazadora, una mujer a la que respetar y admirar... y que parecía que sabía leer la mente.

- Algo así... es el aura de algo maligno, contaminante... por eso es mi deber de cazadora ir a ver qué sucede. Pero si me veo sola, lo más probable es que muera. Por otro lado, si hay más cazadores, doy por hecho que son veteranos como tú, y una chica como yo allí... sólo estorbaría.

- Zoba... nos conocemos desde hace meses... ¿te preocupa no ser fuerte?

- Me preocupa decepcionar a los demás... yo antes... era una chica muy enfermiza, ¿sabes? Durante muchos días me atacó la viruela y contaminó ciertas partes de mi cuerpo... y quedó así, como si fuera un no muerto – ella arañó un poco el hueso que sobresalía en su pierna – Es parte del pasado que quiero olvidar... y sin embargo lo llevo pegado en mis huesos... porque nunca pude ser útil para nadie.

- ¿Quieres decir que una cosa tan estúpida como el pasado te retiene?

- Eh... dicho así suena un poco mal Eileen... - la cazadora miró hacia la cuervo - ¿Acaso tú no piensas a veces en el pasado?

- Yo no miro atrás, querida... me distrae del ahora * - dijo Eileen mirando a la luna cruzando los brazos.

- Pero tú has matado a muchos cazadores... ¿no tienes remordimientos? – Zoba se abrazó a sus rodillas, puede que se estuviese metiendo en un terreno delicado.

Eileen estuvo unos segundos sin moverse. Entonces, cogió su pistola y le dio con la culata a la cazadora en la cabeza.

- ¡Ay! Eileen, ¿por qué?

- ¿Qué más da? Ya pertenece al pasado – contestó ella girando su máscara a la pequeña albina.

- ¡Pero me ha dolido! – dijo frotándose la cabeza.

- Sí, el pasado puede doler, pero es decisión tuya huir de él, o aprender de él *

Dicho esto, fue a darle de nuevo con la culata en la cabeza, pero ella se encogió para evitarlo.

- ¿Ves? Ahí lo tienes – esbozó una pequeña sonrisa que no se pudo ver por su máscara – Ahora levántate de ahí, nos vamos a la Catedral.

La cazadora hizo una mueca y suspiró. Recogió su brillante hacha del suelo. Bajaron del tejado hasta las calles blancas de Yharnam Central y empezaron a caminar despacio. Con cada paso que daban, la cazadora se asustaba más. Las escaleras infinitas que llevaban desde la plaza hasta la entrada de la catedral se veían más cortas que de costumbre.

- Realmente estás tensa... tanto, que ni siquiera notas cuando hay alguien a tu lado caminando normalmente – dijo Eileen adelantándose.

- ¿Eh? ¿Qué?

Se giró al lado contrario al que caminaba Eileen y pegó un sobresalto al encontrarse con un hombre de vestimentas blancas y un casco en forma de triángulo. Pegó un salto con un grito de sorpresa. Una risa conocida se hizo presente.

- Siento haberte asustado... - Alfred se quitó el yelmo y sacudió su pelo - ¿no me has reconocido así? (mi querida @0TheCrow0 quiere momentitos con el Alfred perfecto, yo se los doy)

- No... para nada... es la primera vez que te veo con el traje completo...

- Estás muy tensa, Zoba... entiendo que no escuches ni notes la presencia de Eileen, pero yo soy un poco ruidoso – dijo con una amistosa sonrisa – y el que estés tan nerviosa y tensa no te ayudará en esta batalla.

Zoba suspiró mirando a los escalones mientras subía. Ya se daba por hecho que era una batalla, y que Alfred, el cazador con quien más había hablado y más confianza tenía le dijese con respeto lo que ella ya sabía, se hizo ver más real. Ella no pintaba nada ahí.

- Si te sirve de consuelo, no estaremos solos nosotros tres... - dijo miraba al final de las escaleras – pero si tú me lo pides, puedo quedarme a tu lado y darte apoyo, tanto físico como moral. Sabes que eres importante para mí, y además, si te quedas conmigo, Eileen estará más tranquila si no tiene que vigilarte.

La petición de Alfred sonaba muy tentadora, pero le dolía el que él, aparte de cuidarse así mismo, tuviese que cuidar a la cazadora del hacha brillante, que cuando tenía miedo no podía ni levantar.

Lo bueno de su conversación fue que la cazadora olvidó lo poderosa que se había ese aura cada vez que se acercaban más a la Gran Catedral.

Al llegar al último tramo de las escaleras, la cazadora pudo reconocer la gran espalda de Gascoigne al lado de la escalera,

 que se giró un poco para ver quién llegaba. Los gemelos Madaras estaban sentados en un escalón hablando en voz baja,

(Me hizo reír, seguro que lo ponen de los nervios muchas veces) 

Valtr a un lado apoyado en el báculo de la Liga con su yelmo puesto

 y Henryk sentado en la barandilla mirando la luna.

(Okey no, pero era demasiado lindísimo y tenía que ponerlo ❤😍)

Había gente, sí... pero no veía a Eileen que se había adelantado antes.

- ¿No vendrán más cazadores? – preguntó Valtr guardando el báculo.

- Seguramente no. Si no están aquí ya, no tienen intención de venir – contestó Alfred.

- ¿Ni siquiera el Polvorilla? - preguntó Valtr.

- Djura no mata monstruos... - sentenció Gascoigne echando su hacha al hombro - ni le esperéis. 

La cazadora los conocía a todos. Era normal que fueran tan callados y reservados, cosa que le incomodaba un poco. Eileen, tan taciturna, hablaba con ella más que con cualquiera. Pensaba que eso pasaría con todos, pero claramente era un no.

La cazadora de media cabeza rapada se sentía intimidada. Algunos la habían mirado de reojo, sin pensamientos buenos, como Henryk, o eso creía. Seguro que ya estaban pensando en qué hacía ella ahí, y que empezaría ya siendo un estorbo si Alfred tenía que hacer turnos con Eileen para cuidarla.

- Vamos dentro, pues... - indicó Valtr.

Las puertas de la Catedral estaban un poco abiertas y empezaron a entrar. Valtr esperó a que todos sus miembros de la Liga entrasen, tanto los gemelos como Henryk para ir detrás. Le gustaba cuidar de las espaldas de sus chicos.

Alfred dio un empujoncito a la cazadora para que avanzase dentro, y ella agarró fuertemente el hacha para seguir la enorme espalda de Gascoigne hacia el interior. Gascoigne le imponía mucho. No sólo por su tamaño (si las cuentas y las fuentes no me fallan, mide 2,16 metros) frente a su 1,60 era una diferencia abismal, sino por su hacha también. No era más bonita que la suya, pero sabía manejarla de una manera que ella nunca conseguiría hacer. Y seguro que él no le iba a enseñar.

Miró hacia atrás para asegurarse de que Alfred la seguía. Él llevaba su yelmo bajo su brazo y le dio una sonrisa tranquilizadora. Le hizo sonreír un poco y llegaron al final de las escaleras desde donde se podía ver el resto de la catedral... y allí se encontraron con...

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Con algo que veremos cuando esto no sea un epílogo :3

Es para que veáis la pinta que empieza a tener esto, y además sirve por si queréis aportar ideas y demás, porque tengo un par de preguntas:

1 - ¿Habéis visto los dos asteriscos? ¿Habéis sido capaces de adivinar la referencia? Si os interesa de dónde proviene lo que dice Eileen, luego puedo dar las respuestas por privado.

2 – Habéis visto que nuestra cazadora, Zoba, es un poco insegura, tímida, pero conoce bien a todos los personajes vistos... sin embargo, ella está en el mercado, como se dice en mi pueblo... ¿Os interesa mejor que en vez de que ella tenga una parejita, un ligue o algo, esté soltera para que pueda tener algún momentito con varios de ellos sin necesidad de que aparezca el novio celoso? Porque aquí todos parecen unos celosos. O si no, podéis votar por quién queréis que sea más cercano a ella.

¡Espero opiniones! ^^