›«¿Un mejor comienzo? No lo creo»‹
Omnisciente
El tren de Hogwarts ya había salido, los cuchicheos no faltaban al igual que las risas y carcajadas. La mayoría de los alumnos estaban alegres por los reencuentros amistosos, otros emocionados por comenzar su estadía en el colegio de magia y hechicería por primera vez, algunos melancólicos por ser su último año y la menor proporción, preocupados por las noticias que habían recorrido por toda la comunidad mágica.
No era una sorpresa que esta comunidad también contará con gente malvada y sin buenas elecciones, en todo lugar siempre existirán ese tipo de gente al que denominamos "malvados", sin importar la clase, el orden, la piel, o el "estatus de sangre", en todo lugar existirá gente como aquella.
Por lo que no era de sorprenderse que en el mundo mágico también existiera estas personas, pero, lo que sí sorprendía es que este mago tenebroso parecía tener más poder que sus antecesores y superarlos por mucho.
Para aquellos jóvenes preocupados por el qué pasará con aquel mago tenebroso, no era un buen comienzo de clases, ya que se dirigían a aquel colegio con el temor que en algún momento se les informará sobre la pérdida de algún familiar, tanto cercano como lejano y es que, en tiempos como este, lo que más predominaba era el miedo.
Sin embargo ¿Creen que este mago acabará con toda la luz del mundo? ¿Con toda la esperanza? ¡Claro que no! Porque mientras exista una sola persona en el mundo creyendo que todo saldrá bien, esto será posible.
¿Y quien mejores que los más grandes bromistas que Hogwarts a tenido para traer aquella luz que algunos han perdido?
Hablando de ellos, estos se encontraban conversando sobre que harían este año y que bromas comenzarían. Aquellas vacaciones la mayoría había ido a la casa de James como acordaron, y, como decían todos, fueron unas vacaciones sin igual.
Por otro lado, un vagón lleno de serpientes se encontraban riendo también, gracias a las grandiosas ideas que nuestra Adhara tenía, aquellas que podrían sacar una sonrisa has al más frío y cerrado corazón.
Para algunos era un buen comienzo, para otros el peor, pero lo que más importaba, era ¿Por qué no esperar lo mejor y prepararse para lo peor?
— Bien Remus, este año lo vamos a conseguir – comenzó Potter, él había dado más cambios que los anteriores años, al ser ya un alumno de quinto mostraba que había crecido, y se notaba más guapo que de costumbre.
— James tiene razón, este año nos transformarnos en animagos – le siguió Sirius, quién también se había "agraciado" en estas vacaciones.
— Porque puede ser difícil, pero no imposible – exclamó esta vez Paula, mientras que tomaba de la mano a Remus, el cual se encontraba sin palabras.
En las vacaciones se le fue aun más difícil ocultar su condición y aquel fue un factor que produjo que sus amigos se enteraran que era un hombre lobo, eso, y que ellos no eran tan tontos como para no darse cuenta que él no iba a visitar a su madre cada luna llena porque estaba "enferma".
No podía olvidar el miedo que le recorrió por todo su ser cuando sus amigos lo confrontaron, estaba completamente seguro que se alejaron de él por el monstruo que era, pero fue todo lo contrario, ellos le juraron que encontrarían la manera de poder acompañarlo en los días de Luna llena.
Y sí, sus amigos habían encontrado como hacer realidad aquel juramento, el cual no era tan fuerte como para que alguno mueriera, y aquella manera de cumplirla era siendo animagos.
¿Y quien les había ayudado en aquella investigación? Creo que está demás decir que aquella alumno que a podido leer casi toda la biblioteca de cada colegio de Magia y Hechicería que hay en Londres, Adhara, contenta, les había ayudado a encontrar la manera de transformarse en animagos, sacándoles en cara lo lentos que habían sido para darse cuenta que Remus era un Licántropo.
— ¡Siento al demora chicos! – la puerta del vagón se abrió rápidamente mostrando a una bella joven de cabello pelinegro – Los otros chicos no me dejaban venir a saludar – se sentó en el medio de Sirius y James, estando delante de la pareja de tortolos y Peter – ¿De qué hablaban? – questionó.
— Sobre los animagos – contestó Peter, Adhara le brindó una sonrisa que cuaso un leve sonrojo al merodeador.
— Hablando de eso – metió su mano en el bolso que tenía, sin embargo, al no alcanzar lo que quería metió si brazo entero, los chicos, acostumbrados a que su bolso tenía un hechizo de expansión indetectable, no se sorprendieron por aquel acto – Agh, odioso bolso – exclamó para luego sacar su varita y murmurar – Accio hoja de mandrágora – de inmediato cuatro hojas salieron del bolso para dar en su mano – tienen que tener esta hoja en su boca y no sacársela en ningún momento por un mes, tienen suerte que hoy es luna llena, por lo que será más fácil el procedimiento – exclamó mientras le daba la hoja a su gemela y los merodeadores a excepción de Remus.
— Eres la mejor – comentó James mientras la despeinada con cariño.
— Lo sé Mister ego, lo tengo muy en claro – respondió mientras hacía unos movimientos con sus brazos y chasqueaba los dedos, al instante todos rieron.
Mientras esperaban llegar a Hogwarts jugaban al Snape explosivo, comer grageas de todos los sabores y le pedían a Adhara que utilizará su matamorfomagia para convertirse en lo que deseaban, ella gustosamente acepto, mientras no se pasaban de la raya, claro está.
— Mmm... ¡Ya sé! Un bebe León – exclamó James, todos lo miraron extraño para luego dirigir su vista a Adhara la cual no estaba y en su lugar se encontraba lo que James había pedido, la cría de León salto hacia la mesa del centro y dio un pequeño y tierno rugido.
— ¡COSA HERMOSA! – gritó Paula para luego agarrar a la cría de León y apretujarla con tanta fuerza que la pobre parecía sollozar, Remus instintivamente soltó un gruñido y todos se dieron cuenta.
Cómo bien había dicho Adha, aquel día era Luna Llena, por lo que al Licántropo se le hacía presente sus instintos lobunos.
La gemela de parte Gryffindor dejo a la cría de León en los brazos de James para luego apretujar a Remus y darle besos por toda su cara, ocacionando que este se sonrojada y que los demás le hicieran burla.
— ¡Remus celoso!
— ¡Y de un animal!
— ¡Míra lo sonrojado que está!
— ¡El bebé ha crecido!
Entre burlas y charlas siguieron su viaje hacia Hogwarts. Al llegar a los típicos carruajes que los llevarían hacia el castillo notaron como el clima se sentía más frío de lo normal, pero eso no impidió que los chicos siguieran con sus payasadas.
Al llegar Adhara se tuvo que despedir de sus amigos para ir a la mesa de su casa, donde sus compañeros la esperaban.
•∆•(...)•∆•
— No le encuentro el sentido sobre no compartir este mapa a ellas – exclamó Remus.
Habían pasado ya meses desde el inicio de clases, y ahora los merodeadores se dirigían hacia su próxima clase que era Historia de la Magia, sorprendentemente Remus había convencido a sus amigos a ir a aquella clase que tanto detestaban.
— Entiendelo Remus, este mapa es solo de los Merodeadores. Me-ro+dea-dor-res, y la gemelas Slyffindor no son parte de ellos, sí, pueden ser nuestras mejores amigas, una tu novia, y todo, pero necesitamos algo que nos represente a nosotros, a aquellos que estuvimos desde el inicio – explicó Sirius, James a si lado asintió.
— Hace tiempo que no hacemos algo como solo Merodeadores, y me fastidia decirlo, pero muestra fama a caído desde que las Gemelas Slyffindor hicieron presencia, aunque ya haya terminado nuestra guerra de bromas, se nota que las prefieren y años Merodeadores no – le continuó James.
Aquellos amigos se encontraban debatiendo sobre el porqué no contarles a las gemelas Slyffindor sobre su mapa de Hogwarts, Remus podría decir que, por primera vez, aquellos dos tenían razón y el se equivocaba, era obvio que desde el año pasado había seguido con sus bromas, pero aún así, no podían superar la de las gemelas.
— Tienen razón – exclamó Remus.
— Sé que Paula es tu pareja y que quieras... – Sirius le tapó la boca a James.
— ¿Tenemos razón? – preguntó el ojigris asombrado.
— Sí chicos, la tienen. Pero espero y sea la última vez que sea así – exclamó divertido.
— ¡Otro fin del mundo se acerca! – exclamó Peter, los demas rieron junto a él.
Al llegar al salón, se encontraron con que la mayoría de Ravenclaw yacía en sus puestos, y al parecer, ellos eran los últimos en llegar, aunque no era tarde.
Sé ubicaron en los últimos asientos como solían hacerlo, tres de ellos se pusieron cómodos, lo más probable es que iban a dormir en aquella clase, por lo que no les importo los regalos que Mamá Remus les daba en susurros.
La clase ya había empezado, y con ellos los merodeadores se quedaron dormidos, gracias a la luna llena del día de ayer, sin pensar que se arrepentirían.
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¡Regrese pequeñas!
Sí, sé que me e demorado mucho, pero si se dan cuenta, e editado ya la mayoría de los capítulos, además de que me han regresado las ganas de seguir escribiendo, quiero aclarar que de verdad extrañaba esto.
Cómo se habrán dado cuenta, está vez el tiempo va pasando rápido y quiero creer que mi narración a mejorado.
Cómo había mencionado antes, no es necesario que relean los capítulos, ha que no e añadido o sacado algo de suma importancia, pero si gustas, son bienvenidas.
Espero y les haya gustado este capítulo, se avecinan tiempos oscuros y con ellos secretos saldrán a la luz, tiene que estar muy atentos *guiño, guiño*
¡Dejen sus opiniones sobre el capítulo, por aquí por favor!
Psdt.: Espero y les guste la nueva portada, si no es así, digánmelo, porque e hecho demasiadas y si ustedes quieren pueden elegir otra.
Se despide con mucho cariño
Ale♠
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