Narrador Omniciente Maraton 8/?

Todo Hogwarts estaba informado sobre los acontecimientos que se dieron el día anterior.

Los merodeadores habían decidido aceptar la guerra, pero si las Gemelas Slyffindor revelaban su identidad, cosa que nadie sabía.

Esto dejo con varias dudas a los alumnos, la mayor parte decia que si iban a revelar su identidad, otra decía que eran cobardes y no dirían nada, mientras que otra minima parte no les prestaba atención, puesto que no les interesaban, aunque en secreto eran los más cotillas.

Ya se acercaba la hora del almuerzo, y hasta aquel entonces, las Gemelas Slyffindor no habían hecho proclamación alguna, por lo que los Merodeadores pensaban que se habían arrepentido, y que ellos seguirán siendo los mejores bromistas de esos tiempos.

Sin embargo, ellos habían notado algo, algunos Slytherin y algunos Gryffindors estaban actuando muy misteriosos, aunque no entendían el porqué.

Hicieron muchas supociciones, pero la que parecía más acertada era que seguramente estos estaban planeando algo con las Gemelas, pero nada podía ser preciso en ese momento.

Todos siguieron sus caminos, dirigiendose hacia el Gran Comedor, para poder almorzar, y para esperar si es que las Gemelas Slyffindor harían su aparición, cosa que la mayoria pensaba que no.

Al entrar todos en el Gran Comedor, notaron que no había ningun profesor, puesto que estos se encontraban en una reunion, pero, habían dos sillas de espaladas en el lugar donde siempre se sentaba su Director.

Sin hacerle mucho caso a aquello, los demás siguieron su rumbo, y empezarón a comer.

Risas, charlas, el sonido de los cubiertos, gritos y tal vez discuciones era lo que se escuchaba, ese día parecia de lo más normal, parecia un día completamente común y ordinario.

Cuando se escucho una voz de una de esas dos sillas, pero más fue una risa que voz, todos al instante voltearon sy mirada en direccion de aquellas sillas.

Pero todo estaba igual que antes.

- ¿En serio creen que somos cobardes? - una voz resonó, para la mayoría algo conocida, para otras no, pero sin duda alguna, todos al instante pensaron que esa voz era de la Gemela de Slytherin.

- ¡Por Merlín! ¿No pueden ser mas... Listos? Oh, me olvidaba que esa palabra no estaba en su vocabulario - al instante las dos voces soltaron una estridente carcajada, esta voz era la de la Gemela de Gryffindor.

De repente, se notaron las manos de las Gemelas Slyffindor, cada una estaba con unas pulaseras, moradaz, verdes, rojas y negras.

De repente, como si estuvieran cordinadas, chasquearon los dedos al mismo tiempo.

Ocasionando que empezaran a salir fuegos artificiales, como la primera vez que se presentaron ante todos.

- ¿Recuerdas aquel día, P?

- Perfectamente, A

P y A, todos al instante empezaron a sacar sus conclusiones, y a fijarse que alumnas faltaban en la mesa de Slytherin y Gryffindor.

Las gemelas chasquear de nuevo los dedos.

Todos los fuegos aritificiales se posicionaron justo arriba de ellas.

- ¿Lista para esto, P?

- Siempre, A

Y con un último chasquido, los fuegos artificiales empezaron a rodear las sillas, mientras que estaban daban la vuelta, mostrando a dos siluetas un tanto confusas, que se encontraban sentadas cruzadas de piernas, y con algo sobre su regazo, acariciando.

Se veían como unas mafiosas psicopatas y locas, cosa que tal vez eran.

- ¿Que paso? - preguntó Paula

- ¿No se lo esperaban? - le siguió Adhara.

La mayoría tenía sus bocas abiertas por el asombro, pero sin duda alguna la expresión de los Merodeadores eran las más épicas y graciosas.

Ellos no podían entender cómo es que sus mejores amigas fueran las Gemelas Slyffindors, como estas eran sus... ¿Enemigas?

Ellas se sonrieron, para luego, chasquear de nuevo los dedos, y la serpiente y León de fuegos artificiales que estaban en su regazo, empezaron a dirigirse hacia los Merodeadores, estos salieron de su ensoñación, y empezaron a alejarse de ellos, mientras que Paula y Adhara se reían

- ¡Pero miren nada más!

- ¿Quienes son los cobardes ahora?

Estallaron en carcajadas, luego las dos se pararon de sus sillas, y empezaron a caminar en dirección a las puertas del gran comedor, en su camino mandaban besos volados y saludos a sus "Fans", y de vez en cuando, guiñaban un ojo.

Cuando llegaron a la puerta miraron sobre sus hombros y dijeron a la vez

- Esto solo es el comienzo - riendo, salieron del gran comedor, al mismo tiempo que la serpiente y león atraparan a los Merodeadores y explotaran en sus caras.