›«A escondidas»‹
Omnisciente
Chocó contra la pared y alzó su mirada, perdiéndose en esos ojos en las que tantas veces se perdía, sus agitadas respiraciones se combinaron, ambos cerraron sus ojos, temiendo que ese idóneo momento solo fuera un sueño. Sus labios chocaron y, al igual que sus cuerpos, eliminaban toda barrera que hubiera entre los amantes.
La lujuria destilaba de sus cuerpos, la torre presenciaba los suspiros que ambos dejaban salir. La situación había surgido de manera brusca, el estar conscientes del sentimiento mutuo, los hizo sumisos ante sus más profundos instintos. Se habían demorado, habían sido tan lentos en notar aquellas miradas que se dirigían, aquellas que revelaban el aprecio por el otro, pero reaccionaron, se quitaron la venda que les tapaba la vista, desde tiempos remotos.
Ninguno de los dos iba a parar está vez, la ansiedad y las dudas eran inexistentes, habían necesitado de solo una mirada y unas palabras, para que se dieran cuenta de la verdad. La verdad que todos a su alrededor habían notado, a excepción de ellos, hasta este preciso momento. Se dejaron llevar por el deseo carnal, y más allá de eso, por la necesidad de cumplir su fantasía.
El hacer suyo al otro estaba más cerca de lo que habían imaginado.
Y teniendo de espectadora a la Luna, quien envidiosa de su resplandeciente amor, dio el paso al sol antes de lo esperado, ellos sucumbieron ante el deseo.
Se amaron en el acto más tentador y puro que puede existir.
•°•(...)•°•
Remus
No era la primera vez que notamos la ausencia de Sirius por las noches, en especial, cuando desaparecía junto al mapa. James decía que simplemente iría a pasear por allí o a hacer algunas bromas a las serpientes.
Pero no estaba del todo de acuerdo con él. Sirius era un experto en evitar a la gente por los pasillos en las noches, gracias a él nos habíamos librado de muchas antes de que tuviéramos el mapa, por lo que no entendía en que le ayudaría este, si bien él se sabe de memoria todos los pasadizos y sus contraseñas. Cabía la posibilidad de que no quería que nosotros supiéramos con quién pasaba la noche, y esa era la teoría que más probabilidades tenía de ser verídica.
Suspiré mientras que terminaba de ordenar mí cama, James se encontraba cantando en la ducha mientras que Peter seguía durmiendo, tomé uno de los tantos libros que tenía para, después de decirle a James que le pasará la vos a Peter cuando saliera, escuchando su grito de ue me había oido, bajé hacia la sala común.
- Buenos días Cariño - sonreí ante mí castaña, acercándome a ella para abrazarla.
- Buenos días - murmuré mientras que le dejaba un beso en su cabeza.
Paula se acurrucó más hacia mí y esperamos a que los demas bajarán para juntos ir al gran comedor. Intenté seguir con mí lectura, más con las dudas presentes en mí cabeza me era imposible prestar atención, mí castaña se dio cuenta de ello, por lo que me dió una mirada significativa.
- ¿Por qué tan preocupado de a dónde va Sirius? - me encogí de hombros.
- Creo que es más que todo curiosidad - contesté.
- ¿No debo de estar celosa, cierto? - preguntó, negué con diversión
- Ya te he dicho que lo mío con Sirius no funcionó, demasiadas pulgas como para controlarlo - ella rió.
- Uy sí, síguele mintiendo, yo sé que me sigues amando en secreto, Rems - hablando del Rey de Roma...
- Es hora de que vayas aceptando que esté sexy lobito ahora es mío, pulgoso - Paula exclamó.
- Eso es lo que tú crees - Sirius siguió el juego.
- ¡Con que aquí estás! ¡El chucho pródigo ha regresado! - James apareció de entre las escaleras, lanzándose sobre el pelinegro - ¿A dónde te vas todas las noches? ¿A caso estás engañándome? - dramatiza.
- ¿Como piensas eso de mí, mí amor? ¡Jamás haría algo así! - le siguió el juego.
- Yo no diría lo mismo ante tales cornamentas que James posee - Paula murmuró.
- ¡No te atreviste! - se ofendió James, las risas no se hicieron esperar de nuestros compañeros.
En estos momentos ya todos eran espectadores de las escenas dramáticas mañaneras de parte de James, era parte de la rutina de todos los días. Siguieron bromeando entre ellos hasta que llegó Pet, juntos nos dirigimos hacia el gran comedor. En todo el camino, no pude evitar notar que uno de nosotros estaba más feliz que de costumbre e ignoraba a la población femenina, cuando mayormente coqueteaba con ella.
- Así que chucho ¿Por qué tan emocionado? - al parecer James también lo había notado.
- No sé de lo que hablas, Bambi.
- La sonrisa de bobo te delata, pulgoso - señaló la única femenina presente.
- No puedo ocultarla ante semejante escultura - le guiñó el ojo a Paula, quien rodó los ojos y sonrió divertida.
- ¿Esa no era mí gemela? - preguntó mirando a una chica de complexión parecida a Adha.
La reacción de Sirius fue instantánea, su cara desprendió preocupación, al parecer, por Adha haber oído el ligero coqueteo que tuvo con mí castaña, más después se relajó al notar que no se trataba de la pelinegro Slytherin.
- Qué graciosa castaña, pero te recuerdo que ella tiene el cabello más largo y un poco más enana - soltó.
- ¿Me estás llamando Enana a mis espaldas, Star? - todos nos sobresaltamos al oírla - Hola chicos - nos sonrió.
- ¡Geme! - Paula se apartó de mí lado y se acercó a Adha para enganchar sus brazos y caminar más adelante de nosotros - Hay muchas cosas que debes contarme - insinuó.
Adhara asintió divertida y se despidió de nosotros con su mano.
- Desembucha Pulgoso - ordenó James.
- ¿De qué hablas? - aparentaba confusión, pero todos allí sabíamos de que hablaba James.
- Sirius, tu mirada te delata - comenté.
- ¿Mí mirada? - todos asentímos.
- Nunca se separó de Dhara - admitió Peter, en un tono de voz bajo.
- Y ni hablemos de esa extraña aura de felicidad que tienes en estos momentos - acotó James.
- Ven cosas donde no las hay - negó.
- Somos capaces de pedirle algunas galletas a Minnie, así que habla de una vez, chucho - amenazó el miope.
- Háganlo, nada saldrá de mí boca - los tres lo miramos expectantes - ¡Por qué no hay nada que ocultar! ¡No paso nada anoche en la torre de astronomía! - lo seguimos juzgando con la mirada - ¡Mierda! - soltó al darse cuenta de lo que había dicho.
- Así que la torre de astronomía, eh - exclamó James con la ceja alzada.
- No, no es eso, no es que fuera exactamente allí donde... - más se calló, empezando a murmurar maldiciones hacia sí mismos.
- No eres capaz de ocultar algo que te hace feliz Sirius, es tu defecto - Pet habló, asentimos concordando.
- Pronto hablaras, Sirius, no lo dudes - exclamé divertido, viendo cómo se molestaba más consigo mismo.
- Y si no lo haces tú, siempre podemos buscar otra opción - se encogió de hombros James.
- No paso nada - siguió murmurando.
-Claro, ¿Y ese nada no tiene que ver con la torre de astronomía, cierto? - pregunté, tomando asiento en la mesa de Gryffindor.
No encontrando otra escapatoria, Sirius empezó a prepararse su desayuno. Reímos al notar lo molesto que se veía consigo mismo, pero a pesar de ello, notábamos como aquel aura de felicidad no lo dejaba. Estaba casi completamente seguro de a qué se debía todo esta felicidad repentina, sin embargo eran simples teorías, uno nunca sabía si estás iban a ser ciertas o no, hasta el momento en el que se declare verídicas. Dejamos el tema de lado, con la esperanza a qué algo más se le escapara a Sirius, más al parecer se estaba concentrando en no dejar salir nada sobre lo que pasó anoche.
°•°(...)°•°
Severus
- Y ahora tenemos que darle tres vueltas... - mire a Adha quien tenía la mirada algo pérdida - ¿Sigues allí o le tengo que decir a Slughorn que su alumna estrella no ha echo nada en toda la clase? - cuestioné.
- Hay Sev, por una vez que no tengo ganas de hacer pociones - exclamó ella, tomando lo que está poción necesitaba para proceder a ayudarme.
- Eso es lo raro - la miro extrañado, siguiendo con el procedimiento - Siempre tienes ganas de hacer pociones - ella se encogió de hombros.
- No es raro, solo... - la miré con una ceja alzada - Ya, ok, lo admito, si es raro viniendo de mí, pero eso no significa que sea del todo raro - solté una pequeña risa ante su vómito verbal - No te rías Sev - se quejó.
- Es complicado hacerlo junto a ti, en especial cuando tienes esa felicidad extraña de nuevo - ella me vio interrogante.
- Sev, siempre tengo este aura - negué inmediatamente.
- Tienes una chispa en los ojos Adha, y sea lo que sea, te vez mejor con ella - solté, volviendo a concentrarme en la poción al darme cuenta de mis palabras.
- Awwww - Adhara exclamó antes de que tocará mis mejillas y me quejara por ello - El pequeño Sev si que tiene corazón - se burló, le di un pequeño golpe a su mano para que dejará de fastidiar, ganándole un puchero de su parte.
- Eres insoportable - murmuré.
- Yo también te aprecio Sev, y no tienes idea de cuánto - la miré de reojo, notando cómo está vez si prestaba atención a la poción.
Le brindé un pequeño asentimiento, como muestra de que el sentimiento era mutuo, para después seguir con la poción, la cual ya estaba teniendo ese color que lo caracterizaba. Faltaban unos minutos para que terminamos con esta, por lo cual tendría tiempo de sobra para sacarle información sobre esa pequeña chispa en ella. Sonreí inconscientemente al notar como ella se concentraba tanto en cortar de manera correcta los ingredientes, todo con una diminuta sonrisa, podía notar como es que no estaba del todo presente, estaba inmersa en sus pensamientos, a sabiendas de cuales, pero si la hacia ponerse de esa manera, entonces no habría problema con ello.
Siempre y cuando la causa de esa felicidad no se convierta en su destrucción.
°•°(...)°•°
Omnisciente
Las clases culminaron, más no las dudas de los amigos de dos pelinegro, quienes a pesar de gustarles la nueva alegría renovada de ambos, estaba carcomiéndoles la curiosidad del saber a qué se debía ello.
Llegó la hora del almuerzo, todos se dirigieron al Gran Comedor, como es común. Y mientras cada grupo se sentaba en su mesa despectiva, dos personas no podían evitar que sus miradas cruzarán más de lo necesario, haciendo obvio el hecho de que algo se traían entre manos.
- Sea lo que sea que planeas con él, no quiero ser incluido en la broma - soltó Regulus.
- ¿Qué? - la pelinegro lo vió sorprendida - ¡Pero Reg! ¡A ti te gustan mis bromas! - contestó, poniendo toda su atención en su amigo.
- Siempre y cuando no esté incluida en ellas - siguió hablando.
- Ajá, de igual manera, no sé de qué broma te refieres - contestó.
- Si no es una broma ¿Por qué no paras de mirarlo? - cuestionó y las serpientes alrededor se dieron cuenta de qué es lo que el menor del grupo quería conseguir.
Adhara rodó los ojos, mientras buscaba la manera de ignorar el hecho de que todos pensaban que algo le sucedía con el Black Mayor.
- ¿A caso te digo lo mismo cuando no dejas de mirarme? - cuestionó, haciendo que el Renacuajo volteara la mirada - Eso creía - soltó un suspiro.
¿Tanta curiosidad levantaba el hecho de mostrarse feliz por algo? ¿Porque necesariamente tenía que ser gracias a alguien? Aunque en este caso sea cierto, era algo estresante el ver cómo todo lo relacionaban con solo una persona.
- Desembucha chucho - exclamó el miope.
- No hay nada que decir, Bambi - negó mientras tomaba un pedazo de la tarta de calabaza.
- Ni hi nidi qui dicir, Bimbi - remedo, causando las risas de sus compañeros.
- Todos sabemos que tienes algo escondido Sirius y tarde o temprano lo sabremos - admitió Remus.
- En especial porque no eres bueno ocultando secretos - continúo Paula.
- No estoy escondiendo nada - se encogió de hombros - Ni siquiera sé si lo debemos tratar como uno - murmuró, a sabiendas que podrían escucharlo.
- ¿Debemos? ¿Entonces involucra a alguien más? - cuestiona Peter.
- Como si no lo hubiesen considerado - comentó.
- No pensábamos que lo ibas a admitir tan pronto.
El pelinegro se encogió de hombros y buscó con su mirada la de su chica, quien también hacia lo mismo, ambos comenzaron a hablar entre ellos mediante señas, entendiéndose al completo y sonriendo de vez en cuando.
Sirius sonrió socarrón cuando notó como ella desviaba la mirada para evitar que la vea sonrojada, se rió mentalmente mientras que anotaba ello para después fastidiarla un poco.
Sus amigos lo veían raro, buscando la razón de las risas, pero a diferencia de lo que cuentan, el encontrar a quien miraba una persona era complicado, en especial cuando está sabía esconderse de los curiosos.
Entre miradas y curiosos, ambos sabían que tenían que aclarar todo a sus amigos, más les encantaba el hecho de que lo que tenían fuera solo para ellos.
°•°(...)°•°
James Potter
- Yo creo que tiene que ver algo con uno de sus Ligues - comentó Remus, mientras asentía.
- Tiene Lógica, si fuera algo con Adhara no hubiese podido ocultar su felicidad y nos lo hubiese contado - dije mientras que jugábamos al snap explosivo.
- ¿Están seguros de ello? - Peter cuestionó, ambos asentímos - Yo creo que sí tiene que ver con Dhara - se encogió de hombros.
- ¿Entonces porqué no nos lo ha dicho? - cuestionó Remus, asentí a él, mostrándome de acuerdo con ello.
- Tal vez a ambos les guste el que tengan algo por fin suyo - se encogió de hombros y lanzó su carta - No es de esperarse que todo Hogwarts se entere de todo lo que sucede, tal vez están disfrutando el hecho de ser suyos sin necesidad de rumores o comentarios.
- Tiene sentido, pero ¿Por qué nos lo ocultaría a nosotros?
- ¿Por qué debería decírnoslo?
- Porque somos amigos, casi hermanos - solté, él asintió.
- ¿Y quién dijo que entre los amigos no hay secretos? - miré mis cartas sin saber que responder.
- Es la primera vez que puedo darte la razón, Peter - Remus asintió - Aún así, pronto lo descubriremos.
- Sí, Sirius no es bueno ocultando cosas.
- Pero Dhara sí.
°•°(...)°•°
A
dhara Jones
- ¿Estamos seguros de esto? - asentí mientras que seguía con mí lectura.
- Siento que algo va a salir mal - comentó Sev, quien seguía anotando ciertas cosas en su libro.
- Puede ser, pero será divertido - me encogí de hombros mientras que miraba a Reg.
- Se darán cuenta que fuimos nosotros.
- Pero no tendrán pruebas.
- Adha tiene razón Regulus.
- Me siento halagada Sev - el rodó los ojos - ¿Serás parte de esto o no?
- ¿No nos podrán culpar?
- Me duele tu desconfianza, pero respondiendo tu pregunta, no renacuajo - cerré mí libro y me acerqué a él mientras despeinaba su cabello - No te preocupes que estás tratando con Ian experta en estos temas - el se quejó apartándose de mí.
- Está bien, ¿Que tengo que hacer exactamente? - sonreí ante su respuesta y miré a mí pelinegro amigo, quien procedió a explicarle todo.
Terminamos de arreglar ciertos puntos y procedimos a cumplir con nuestro pequeño proyecto. Salí de la sala común despidiéndose de ellos para buscar los ingredientes que necesitábamos, sería fácil conseguirlos, ser una de las favoritas de Sluggy traía privilegios, como tener las llaves del almacén de pociones, además, de que siendo prefecta podría vagas por estas horas de la noche.
Sonreí cuando tuve todo lo necesario y lo guarde en uno de mis bolsillos; paseé por un rato por el castillo, si Hogwarts era hermoso de día, no había comparación cuando solo el brillo de la luna alumbraba todo. Suspiré encantada mientras que me apoyaba en uno de los ventanales, sintiendo como alguien se posiciona a mí lado, reconociéndolo por su despectivo perfume, me apoyé en su hombro, disfrutando de ese pequeño momento.
Pude sentir como tomaba mis manos, ambos empezamos a jugar con ellas, disfrutando hasta el más mínimo roce, era una de esas pequeñas muestras de cariño que significaban todo y nada a la vez. Sonreí inconcientemente cuando dejando de lado nuestro juego, me abrazó, siendo correspondido por mí. No quedamos mirando a los ojos en total silencio, apreciandonos mutuamente, sin necesidad de tener que hablar para entendernos, nosotros no teníamos que pronunciar ni siquiera una palabra, nuestros gestos hablaban por si solos.
Aún no me acostumbraba a aquella mirada, no sabía con exactitud cuántos sentimientos delataban, pero no dudaba en que el cariño esté entre ellas. Juntó nuestras frentes y un jadeo de sorpresa salió de mí al sentir sus labios con los míos, no dude en responder a aquel tacto ya tan conocido, era un beso dulce y sencillo, pero no le quitaba el hecho ser intenso.
Sentí como sus labios se curvearon formando una sonrisa que provocó la mía. Nos separamos por un momento, mis manos habían subido hasta sus cabellos instintivamente, aprovechándome de ello, lo acerqué más a mí para esconderme en su cuello, sintiendo su aroma embriagarme.
Nos quedamos en esa posición por un par de minutos, hasta que unos pasos empezaron a resonar, escuché sus murmuros que demostraban su molestia, causandóme una pequeña risa.
- Cariño, debo irme ya - acaricié su cabello suavemente, intentando convencerlo para que me soltara, el asintió no sin antes darme un beso para nada inocente.
- Nos vemos después - murmuró, volviendo a robarme un beso, nos separamos y nos encaminamos por extremos contrarios.
Entre a la sala común con una sonrisa, subí a la habitación de Regulus, quien me esperaba con Severus para proceder con el proyecto.
- Demoraste - señaló Severus.
- Me entretuve con la vista - admití.
Y vaya que me entretuve.
°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
¿Ustedes cómo definirían este fanfic?
¡Mí colegio nos ha dado dos días libres!
Viene siendo poco, pero, vale la pena para poder terminar de escribir capítulos.
En fin, ¿Cómo han estado?
Siento no haber podido publicar cómo se los prometí, el colegio me saturó con proyectos y no me daba tiempo de nada ;-;
Para recomendarles, estoy escribiendo varios capítulos y tal vez dentro de unos días haga un maratón.
¿O les gustaría otra manera para recompensarles?
Cambiando de tema...
¿Les gusta como va la trama de la historia?
La verdad, es que siento que va bien, aunque, existen muchas veces en las que siento que es muy... ¿Extensa? No sabría cómo explicarlo xd
Bueno, como sabrán, las cosas con la pandemia y eso no es que vaya de todo bien, por lo que de verdad espero que esten leyendo esto desde sus casitas bien protegidos de todo mal.
¡Ah, cierto! Gracias a todas aquellas lectoras que han empezado con la lectura, la verdad, nunca pensé que está historia fuera tan atrapante como para que en un día entero la acaben.
Al igual que muchas gracias a aquellas que están desde el principio y no abandonaron este fanfic primerizo, que sepan que se les quiere como no tienen idea.
Sin nada más que decir, dejen sus comentarios de lo que quieren que suceda y ya saben que lo tendré en cuenta.
¡Los ama!
Una Slytherin
no tan slytherin
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro