Cápitulo 4 El show debe comenzar
Una vez que Jin firmó el contrato por 3 meses para fingir ser el prometido de Nam Joon, comenzó un huracán, se tomaron fotos de estudio, salieron a comer, se exhibieron en los lugares de moda y fueron a una joyeria a elegir el anillo de compromiso.
Cuando estuvieron en la joyería, Nam Joon estuvo muy callado, Jin, fué el encargado de escoger su anillo, vio unos hermosos anillos corte princesa en oro rosa y otros en diamante rosa con titanio, pero cuando Jin extendió su mano para probárselo, algo se le impidió pues un anillo simbolizaba amor, por un momento se había imaginado todo esto como real y no pudo probárselo. Empezó a llorar.
Nam Joon lo vio dudar y se le rompió también el corazón al recordar con tanto amor un mes antes había elegido el anillo de Jackson. Entendía el dolor de Jin por su compromiso roto con Ken, así que lo abrazo por la espalda.
Jin al sentir el cálido cuerpo en su espalda se recargo hacía atrás. Los dos necesitaban en ese momento de ese abrazo, los dos tenían el corazón roto y una gran necesidad de amar.
Por un segundo Jin se imaginó que Nam era su novio, imagino un abrazo real y se dejó ir en esa sensación de paz y consuelo.
Nam sentía tan bien abrazándolo, por primera vez en su vida que estaba en el lugar correcto. Sintió el despertar de sus sentidos y la certeza de que conocía a Jin de otras vidas. Es como si el famoso hilo rojo que une a los amantes se hubiera acortado y estuviera frente a su pareja predestinada. Era muy diferente a la relación solo carnal con Jackson, que mucho tiempo le tuvo nublado los sentidos. Sentía la necesidad del alfa de cuidar a su pareja. Se quedó otros segundos disfrutando de la sensación, pero estaban en un lugar público, tuvo que soltarlo.
-¿Que te parece si no usamos los anillos y usamos relojes de pareja? dijo Jín -Así no me sentiré un usurpador.
-¿Relojes de pareja?
-Si, están de moda y se ven lindos.
Nam Joon acepto comprarlos solo hasta después de verlos. Con ellos le diría al mundo que Jin le pertenecía y que Nam amaba a Jin.
Jin estaba encantado que el suyo que era de color rosa. Cuando Nam Joon se lo coloco en la muñeca sintió una descarga al sentir sus dedos acariciar su mano y casi se desmaya cuando le beso la mano delante de todos.
Solo los aplausos de los clientes los sacaron de su pequeño mundo de fantasía.
Jín solo por curiosidad se fijó que el precio de los relojes de marca rolex costaban casi $ 80 mil dólares.
Cuando salieron de la tienda, el CEO lo llevo a su primera aparición oficial como pareja. Un almuerzo y convivencia con los padres y niños becados que compartieron sus experiencias y como la beca les cambió la vida. Al principio Jin tenía una imagen muy diferente de Nam Joon, lo veía como excéntrico y derrochador, capaz de gastar tanto dinero solo para fingir el compromiso. Pero ahora que comprobó que no solo donaba dinero, sino que el mismo monitoreaba el seguimiento de sus becarios, tuvo una mejor imagen de él y en ese momento Jin quedo cautivado por ese gran ser humano.
Fueron fotografiados y en los periódicos se hizo hincapié de sus relojes de pareja del CEO.
Más tarde Namjoon le dio una visión general de Jackson Wang, la persona que lo había rechazado, solo para tener una referencia. Jin no podía creer que Jackson no quisiera una familia con Nam; pues el siempre había soñado con una familia. En secreto odio a Jackson, por romperle el corazón a ojos bonitos, pero le agradeció pues así pudo aunque sea una trabajo conocer y disfrutar de su cercanía.
Jin se sonrojaba cada vez que Namjoon, lo pescaba mirándolo e inmediatamente bajaba la vista. No podía verlo de frente sin perderse en su mirada y cuando usaba lentes para leer, se veía muy sexi con su aire de seriedad. Era algo muy raro, pero tenía la certeza de haberlo amado en otra vida. Sonaba ridículo pero esos ojos que le parecían bonitos eran como un recuerdo de otro momento; le decían promesas de amor no solo de esta vida sino de encuentros de muchas vidas. Como si el amor que tuvo a Ken fuera soló un remedo en comparación de lo que estaba sintiendo por un casi desconocido. Unos ojos que le prometían amor eterno. pero Jin sintió un dolor en su pecho pues este amor solo era comprado y fingido.
Nam, estaba fascinado con el comportamiento de Jin, con los niños, vio una faceta amorosa en él. tenía un impacto positivo en las personas a su alrededor, lo amaban y derrochaba carisma; Al principio creyó que solo era hermoso y una persona frívola, que solo vivía para el dinero, alguien capaz de vender unos meses de su tiempo por dinero. Durante las salidas Jin siempre vistió elegante, a la última moda. Pero no era un fanático de estar viéndose al espejo o de estar arreglándose el pelo como Jackson.
Nam Joon mas de una vez se le olvidó que era su relación era una farsa y sentía endurecer su virilidad cada vez que soñaba tenerlo y compartir su vida con él. Adoraba como se sonrojaba cuando encontraban sus miradas y Jin bajaba la vista con timidez.
Pero todo esto era planeado para dar celos a Jackson y hacerle ver lo que perdía al haber rechazado su propuesta; No podía distraerse con Jín, por mas sensual que le pareciera.
El hotel Mandarin donde se hospedaba, seria la sede para la cena de gala. La diseñadora que ayudo en la remodelación del hotel era la famosa Joyce Wang, tia de Jackson y era una de los padrinos de los becarios, fue la primera en llegar al evento.
—Nam querido ¿Dónde esta Jackson?
—Tia Wang no lo sé. Yo vine con alguien más.
—Se pelearon otra vez.
—Tia, esta vez el rompimiento fue en serio; me disculpas mi prometido ha llegado.
La tia abrió la boca de sorpresa, no podía creer lo que escuchaba. Solo la costumbre y buenas maneras hizo que se recuperara de la sorpresa.
—Estaré encantada de conocerlo.
Nam Joon se apresuró a recibir a Seok Jin.
Jin bajo de la limusina muy nervioso. Los flashes lo bañaron de luz y lo cegaron un instante. Ya la prensa sabía del compromiso del Jefe de la familia Jeon y querían la foto exclusiva del hombre que logró cautivar a uno de los herederos más ricos de Corea. Afortunadamente el rubio lo tomo de la mano. Evitando que se cayera, se sintió aliviado que lo recibiera.
Nam Joon era el rey de la destrucción, pero con Jin era lo contrario, las cosas salían bien y con el era suave y lo había salvado de caer en más de dos ocasiones.
El CEO por ser el presidente de la fundación era fotografiado, pero su "Prometido" Kin Seok Jin, causo sensación por su belleza y por lograr formalizar el compromiso con el CEO. Muchos especulaban sobre el rompimiento con Jackson.
Aunque el evento fue todo un éxito, Jin no lo disfruto pues no dejaba de ver la puerta esperando al ex amante de Namjoon, pero nunca llego a la fiesta.
Nam Joon estaba serio, esperaba ansioso la llegada de Jackson, le había incluso mandado un mensaje que no dejara de asistir a la fiesta que tenían que hablar. Pero pasaron las horas y no llego.
Decepcionado comenzó a beber estaba un poco mareado, y le pidió a Jin que bailaran.
Jin empezó a disfrutar la fiesta, no veía a Jackson y al ver a Nam feliz platicando relajado, se contagió del ambiente comenzó a bromear y cuando el rubio le pidió que bailaran acepto gustoso.
Bailaron ritmos modernos que los obligaban estar despegados, se reían. Nam evitaba bailar, pero estaba disfrutando de la compañía de su pareja. La música cambió y comenzó una melodía lenta. El millonario miro a los ojos a Jin y lo jalo en un abrazo íntimo y comenzaron a bailar lento al compás de la música.
La música invitaba a los amantes al romance y el olor a vainilla de Jin hicieron que Nam Joon no pudiera soportar más y beso a Jin.
No supo como pero de momento se vio besando al CEO, se sentía subir al cielo. Los besos del rubio sabían a fresa su sabor preferido. Sintió que sus piernas se aflojaban y solo el abrazo de Nam hicieron que no se cayera.
Los besos se profundizaron y Nam Joon no queriendo soltar a Jin lo condujo a la salida. El personal de seguridad se movió con ellos hacia el elevador.
Jin iba intoxicado de amor, de deseo, sentía un calor en su vientre y tenía una obvia erección. Cuando quedaron solos en el elevador se sintió tímido, bajo la cabeza para no ver su reflejo en el espejo. Estaba todo sonrojado, con el cabello alborotado y las manos de su falso prometido acariciando suavemente su pecho.
Nam empujo al modelo a la pared, pegó su pelvis para hacerle saber cuan excitado estaba. No dejo de abrazarlo, mientras besaba su cuello y se intoxicaba con su olor que lo encendía. Saco la camisa de los pantalones para poder acariciar el pecho de Jin, sus dedos tocaban suavemente su piel que parecía seda.
Al salir del elevador seguían abrazados, cuando llegaron a la puerta de la habitación, Nam Joon lo soltó y volteo para quedar frente a frente y con una mirada ardiente le pregunto -¿Quieres entrar, estas seguro?
Jin trato de articular palabras pero no pudo, solo consiguió asentir con la cabeza.
A partir de ahí todo sucedió sin contratiempos, lo cargo y lo llevo a la recamara. Todo fue perfecto al contrario de Jackson, Jin era suave, inocente, cálido, generoso con sus caricias y su respuesta fue fuego
Nam Joon se sintió poderoso con la respuesta de su amante, su instinto de macho alfa y su ego creció al ver disfrutar a su amante gritar cuando llego el orgasmo. Saber que era el responsable de ese grito lo llevo a eyacular al mismo tiempo que Jin. Una y otra vez los dos se fundirían en un placer sin fin.
Jin se sintió pleno, amado, nunca había gozado y gritado tanto. El rubio lo enloqueció de placer, era hábil y fuerte, sabía donde tocar, era un dios del sexo que lo torturo de placer hasta perder la cordura cuando beso cada parte de su piel. Lo amo primero con suavidad y ternura, después fue un amante exigente y generoso.
Nam Joon y Seok Jin no solo unieron sus cuerpos, unieron sus almas.
NOTA: Foto de portada es del salón de baile del Mandarin Oriental Hyde Park; donde la Reina Isabel II aprendió a bailar con su hermana. Ahora restaurado, el salón de baile presenta dorados de 24 quilates, candelabros y ventanales del piso al techo.
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