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Capítulo 5 Las llaves de la casa.

Media hora después de estar llorando en los baños del sótano Ji Min, se calmó lo suficiente como para sentirse horrorizado por su comportamiento. Hubiera estado otra hora, pero  Tae Hyung lo encontró y lo llevo a la cafetería de enfrente a las oficinas


-¿Qué paso Ji Min? Pregunto preocupado.- ¿Se propaso? Dime la verdad amigo.

-Tae, No he sido del todo sincero contigo- Y comenzó a llorar de nuevo...

Paso otra hora contando el romance que tuvo con Jung Kook.  

Ji Min, Se sentía calmado y  a la vez muy avergonzado con su comportamiento. 

En cambio Tae, se sentía horrorizado y muy sorprendido; pues el padre de Jeongsan era el nuevo CEO. 

-¡Tienes que decirle que tienen un hijo!-Le dijo Tae Hyung - Si pasa más tiempo, sera peor.

-No puedo, el en menos de un mes se regresa a Inglaterra y no nos volveremos a ver. Ademas me humillo, solo eso quería al ofrecerme el puesto.

-¿Entonces vas a renunciar?

-Claro que si, que se quede  con su puesto y su dinero- Dijo Ji MIn en un arranque de coraje.

-Pero Ji Min ¿Y cómo mantendrás a Jeongsan en lo que encuentras otro trabajo?

Ji Min otra vez quería llorar.

-No es tiempo de llorar- le dijo su amigo- ¿Que opciones tenemos?

-¡No lo sé!

-¡Podrías pedir perdón!- Le dijo un Tae convencido– Piénsalo, será solo por poco tiempo y yo te apoyare. Anda dedito de promesa – Tae Hyung puso su dedo índice para sellar el trato.

Ji Min suspiro y sonrió sellando con su dedo la promesa. 


Ji Min, caminaba junto a Tae. Iba meditando la mejor forma de pedir disculpas; Todo en beneficio de Jeongsan, su bebé cuyo confort y seguridad dependían de que Jung Kook lo aceptara de nuevo; pero como un niñito celoso Jimin se había puesto a gritar como un despechado. Ahora tendría que tragarse su orgullo y pedir perdón. Por su hijo, no podía perder su trabajo.

Ji Min, de nuevo en el último piso del edificio y empujado por Tae,  llamó a la puerta del despacho del CEO con mano temblorosa. Furioso consigo mismo, respiró profundamente para darse valor antes de entrar.

- ¡Fighting!- Le dijo Tae antes de despedirse.

-Pase- Se escuchó la voz exasperada del CEO

Ji Min entro con la cabeza agachada haciendo una reverencia quedándose parado esperando a que dijera algo Jung Kook.

-Siéntate- le ordeno a Ji Min.

Ji Min dudo un momento y se sentó en la orilla de la silla con la espalda muy recta. Siendo observado por el pelinegro.

-Te debo una disculpa. No sé qué me ha pasado -dijo Ji Min, intentando leer los pensamientos del hombre.

-Pues yo sí me imagino qué te ha pasado.

-Naturalmente, estoy dispuesto a llevar a cabo las actividades que conlleve mi puesto -siguió diciendo apresuradamente para evitar que Jeon diera su opinión sobre qué era lo que había despertado su ira.

Jung Kook, estiro el cuello a la izquierda y luego a la derecha como, hacia cuando estaba enojado, finalmente suspiro y jalo una silla para sentarse más cerca de Ji Min lo miró de arriba abajo, su expresión era indescifrable. 


-¿Eso incluye ir de compras para los hombres que hay en este momento en mi vida? -preguntó él con voz de terciopelo, mientras lo miraba fijamente y estudiando las reacciones de Ji Min.

Ji Min sintió un estremecimiento y tuvo que apretar los puños para calmarse. No discutió, pero tampoco consiguió decir que estaba de acuerdo.

-Y pensar que mientras estábamos juntos, nunca me di cuenta de que tenías ese temperamento -añadió Jeon, mirándolo con los ojos entrecerrados-. Te has puesto histérico, Ji Min.

-Y ofensivo, lo sé Lo siento -dijo él-. No volverá a pasar.

- Kim Seok Jin es el esposo de mi hermano. Y la fiesta es para celebrar su cumpleaños explicó Jeon.

Ji Min, se puso colorado hasta la raíz del cabello, por sus celos, pero se sentía tan aliviado al oír aquello. 

Involuntariamente, sus ojos se encontraron.

Ji Min respiro profundamente queriendo llenar sus pulmones de aire, pues sintió una opresión en el corazón viendo a Jung Kook tan cerca.

La sexy boca del hombre se curvó en una lenta y displicente sonrisa en una clara complicidad con Ji Min,

Ji Min no pudiendo soportar el calor se recargo de golpe al respaldo, sintiéndose sin fuerza de voluntad y permitiendo que unos recuerdos muy turbadores de su Cookie besándolo con ansia, excitándolo, haciéndolo perder el control.

Ji Min sintió el corazón acelerado, el pulso aumentando de ritmo, mientras su traidor cuerpo suplicaba por el toque de esas manos, sintiendo un imán atraído a la potente sexualidad de aquel hombre.

Y entonces recordó catorce meses atrás Jug Kook le había sido infiel.

Un frio recorrió su espalda y se rompió el hechizo que Jung Kook tenía sobre él. Se golpeo  mentalmente por olvidar la infidelidad de Jung Kook. Ji Min todavía se preguntaba ¿Por qué fue a la casa de Jeon sin avisar?, usando por fin la llave que él le había dado, deseando darle una agradable sorpresa y fracasando miserablemente en el intento. Ji Min ese día fue el de la terrible sorpresa.

La imagen se vino a su memoria apuñalando su corazón, pues al subir por la escalera vio la puerta abierta y escucho la voz que llamaba desde el baño, se oía la regadera: Ji Min, se llevó una terrible impresión al entrar en la recamara y ver al hombre  durmiendo en la cama que ellos habían compartido. 

Ji Min abrió los ojos y quiso vomitar por el recuerdo; Se fue el calor sensual que Jeon despertaba en él.

¿Ji Min? -escuchó la voz anhelante del hombre.

El pelirrojo tuvo que hacer un esfuerzo para apartar la mirada.

-¿Sigo trabajando para ti?

-Jeon sorprendido por el cambió de actitud, contesto con una pregunta -¿Aún quieres el puesto? Dijo mirándolo a los ojos.

Ji Min asintió.

Jung Kook no pudo más con la tensión y aprovecho que Ji Min tenía la cabeza baja mirando al piso y se levantó de golpe poniendo espacio de por medio, caminando hacia el gran ventanal, dándole la espalda a Ji Min ocultando así la dolorosa erección.

No quería que Ji Min supiera del poder que aún tenía sobre él 

-La memoria está en tu despacho, junto con la agenda. Hay una pila de correspondencia de la que también tendrás que encargarte. Estaré fuera de la oficina, Jung Kook volteo ligeramente hacia a Ji Min, y le dijo con voz dura - Si es todo lo que querías decirme nos vemos hasta el lunes, es todo por hoy. Cierra la puerta al salir, dijo Jeon.

Ji Min, salió apresurado y estuvo tentado por un segundo a azotar la puerta; pero se detuvo por las miradas curiosas de las personas en la sala.

Mientras tanto dentro de la oficina del CEO, Jung Kook se quitaba la corbata, no aguantaba el calor que Ji Min le hacía sentir; 

Sonrió al saber que Ji Min tampoco lo había olvidado y que sufría igual que él ese calor abrazador.  Recordaba como le quito la inocencia al pelirrojo,  como supo despertar en él, el lado salvaje e intenso en la cama, se sentía orgulloso de ser el primer hombre en su vida. Por un momento estuvo a punto de abrazar al pelirrojo.  Afortunadamente  Ji MIn se hizo para atrás en la silla evitando que lo tomará salvajemente, ahí en su escritorio. Casi pierde su dignidad y le ruega que regresara con él...

NOTA: La foto de portada usada como casa de Jung kook,  muestra la famosa casa The One ubicada en los Ángeles valuada en $500 millones de dólares. Cuenta con discoteca, cuatro piscinas, una bolera, helipuerto y vistas de 360 grados del sur de California

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