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Taehyung sintió un par de dedos toquetear su frente antes de despertar. Dejó salir un bostezo y sonrió al notar que fue Jungkook quien lo despertó, siendo ese el momento preciso en el que empezó a dudar de la veracidad de aquella situación. Se había quedado dormido en su supuesto sueño, ¿qué podría significar eso? ¿Era posible siquiera? El salón estaba oscuro, la luz que antes se colaba por las ventanas había sido arrasada por un cielo nocturno y lo único que les quedaba eran la luz de la luna y una vieja linterna de Yoongi.

—Veo que has dormido bastante bien —dijo Jungkook, mientras ayudaba a Taehyung a levantarse, quien le contestó con una risilla cansada. Era la primera vez en mucho tiempo que Taehyung podía afirmar que se sentía descansado tras despertar. Las pesadillas y las ojeras que eran sus fieles acompañantes en el mundo real desaparecieron.

—Espero que tengas energía ahora, será una noche larga —dijo Yoongi en voz baja. Él y Seokjin ya se encontraban junto a la puerta. Al parecer, estaban esperando a Taehyung para poder marcharse.

—Sí, estoy listo —dijo Taehyung y se acomodó la camisa con toques nerviosos. Tragó en seco, mirando a Jungkook. Él le sonrió y tomó su mano, apretando con una fuerza protectora la mano de Taehyung. El contacto le hacía sentir vivo—. Vámonos.

Los cuatro salieron del salón del club y Yoongi cerró silenciosamente la puerta tras ellos. Si la habitación había estado oscura, el pasillo era una penumbra absoluta. Taehyung apenas podía ver las puertas de los otros clubes, pero el resto de chicos empezaron a caminar con agilidad por los pasillos, como si supieran el camino de memoria.

Taehyung se esforzaba por seguirles el ritmo, aunque no era tan complicado al ser guiado por la mano de Jungkook. Giraron en un par de esquinas en un ritmo acelerado, bajaron escaleras, todo siendo cautelosos para no ser descubiertos por alguien. Taehyung casi no tuvo tiempo de observar la escuela. Era un edificio interminable, cada pasillo lucía como un nuevo laberinto que no los llevaría a ningún lado en específico. Las piernas se le empezaban a cansar.

Consideró pedirle a Jungkook que lo cargara en su espalda cuando los tres se detuvieron de repente. Taehyung advirtió una puerta abierta a pocos metros de ellos, la cual llevaba a una habitación que tenía la luz encendida. Yoongi empezó a caminar hacia el nuevo lugar, haciéndoles gestos a los demás para que permanecieran en silencio y no lo siguieran. Se asomó con cautela apoyándose en el marco de la puerta, para acto seguido soltar un bufido y regresar la mirada al grupo con expresión fastidiada.

—Solo es Lisa, no es nada importante.

Siguieron a Yoongi y entraron en la habitación. Varias hileras de casilleros los guiaron hasta una muchacha de cabello largo y negro que daba vueltas haciendo guardia. Tenía un flequillo que casi no dejaba ver sus ojos, pero Taehyung pudo notar que la chica se sorprendió al verlos ahí. Caminó hacia ellos con andares nerviosos, como si supiera que no deberían estar ahí.

—¡Lisa, hola! —saludó Jungkook, sonriendo en grande. Seokjin bufó y Yoongi solo puso los ojos en blanco, acomodándose los lentes.

—H-Hola, Jungkook. H-Hola... a todos —la muchacha tragó saliva y miró a ambos lados—. ¿Qué están haciendo aquí? Tenía entendido que solo se quedaría a estudiar la clase 3-B.

—Un proyecto del club —aventuró Yoongi.

Lisa no lucía convencida.

—Tenemos autorización de los maestros —mintió Jin, con esa sonrisa carismática que encantaría a cualquiera. A cualquiera a excepción de Lisa, por lo que parecía, porque no lucía dispuesta a dejarlos pasar.

—¿S-Seguros? No me avisaron nada de eso...

—¿Qué estás haciendo tú aquí, Lisa? —preguntó Jungkook, sonando particularmente agresivo a pesar de usar el tono animado de siempre— ¿No deberías, no lo sé —rió un poco—, estar estudiando o algo así?

—Oh —Lisa se calló por un momento, mirando sus propias manos y juntando los dedos. Carraspeó— O-Oh, sí, por supuesto. Estamos haciendo turnos para vigilar la entrada.

—¿Vigilar? —cuestionó Seokjin, sonriendo un poco más y echándole una mirada a Taehyung, quien se sentía demasiado ajeno a la situación como para hablar— ¿Por qué deberían vigilar?

Lisa pareció entrar en pánico con esa pregunta. Por primera vez desde que la encontraron, se atrevió hacer contacto visual con Taehyung. Él notó que ella tenía los ojos como fosas negras llenas de un pavor que resultaba contagioso. Lisa apartó la mirada al instante, como si mirar a Taehyung fuera algo prohibido, y su mirada se dirigió a Yoongi a Jungkook, esperando una respuesta. Ellos dos se limitaron a observarla con severidad. Taehyung empezaba a sentirse abrumado. No estaba entendiendo lo que sucedía y resultaba confuso que Yoongi y Jungkook parecieran ejercer cierta autoridad sobre Lisa. La chica terminó por clavar la vista en sus propios zapatos y encogerse.

—Ya saben... P-Por eso.

—¿Eso? —insistió Jin. Parecía que cada palabra que ese chico pronunciaba desde el incidente del club era una provocación directa hacia Jungkook y Yoongi— ¿Podrías especificarnos qué es eso, por favor?

—Y-Yo... No sé si debería...

—¿Puedes dejarnos pasar, Lisa? —interrumpió Yoongi, cortando el cable de tensión que se formaba sobre ellos— Tenemos algo de prisa.

—Sí, sí. Por supuesto, señor... —al ver como se le encendían los ojos al ser llamado así, Lisa no tardó en corregirse a sí misma— ¡Yoongi! ¡Quiero decir Yoongi!

Lisa se acomodó el flequillo y dio unos cuantos pasos hacia atrás, como si la presencia de aquellos tres la intimidaran de sobremanera. La información era demasiada como para que Taehyung pudiera enterarse de algo. 

¿Señor? ¿Realmente lo había llamado así?

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¡Después del hiatus más largo que pudo haber, Blood Rain hace su esperado (y muy inesperado) regreso!

Lamento muchísimo haber abandonado esta historia por tanto tiempo. Ya la tengo terminada en borradores, pero iré corrigiendo y publicando los capítulos poco a poco. ¡Gracias infinitas por su paciencia!

Espero que siga habiendo gente que lea esta historia, tengo nervios;;;

¡Nos leemos luego! ♡

— Noduru.