CAP. 11 - BARTENDER
(Boston. Un día antes en la fiesta)
―Quiero que me vendas tus zapatos, en serio cuánto por tus zapatos. ―(Mike)
―¿Estás hablando en serio? ―(Sese)
―¡Tus zapatos lo valen amigo! Dime qué se siente patearle el culo a un monstruo como Biotech. ―(Mike)
Ambos reímos.
―¡Pero si es Nueve, la estrella de Rock! ―(Alice)
―Hola Alice me alegra verte, no veo cerca a Jean, ¿han llegado juntos? ―(Sese)
―Ni me lo digas, estamos pasando por una etapa difícil, es probable que llegue a la fiesta pronto, si lo hace supongo que la fiesta terminará para mí. ―(Alice)
―No digas eso, has pensado ir a un terapeuta de parejas. ―(Mike)
―No estamos casados tonto, además no es para tanto. ―(Alice)
―Solo es mi opinión, cuando estás enferma vas al médico, pero qué pasa si tu relación está enferma, ¿no deberíamos ir con los expertos? No digo que vayan a salvar tu relación, pero al menos aprenderás muchas cosas; ya sabes, si quieres resultados diferentes entones no sigas haciendo lo mismo. ―(Mike)
―Tu terapeuta debe ser una mujer muy sexy. ―(Sese)
―Lo es hermano, lo es. (Mike)
―Por unos segundos pensé en tomar seriamente tu opinión, sonaste un poco más maduro, pero es una lástima, los idiotas no tienen remedio. ―(Alice)
―Chicos tranquilos, lo del terapeuta es una broma Alice, estás muy susceptible. Voy por unos tragos, ya vuelvo. ―(Sese)
La fiesta estaba bastante animada, las personas me saludaban diciendo: "Bien hecho", "excelente decisión amigo", "rayos yo habría recogido el dinero, quién puede gastar 50 millones en una vida, es suficiente para vivir holgazaneando".
Estaba preparando los tragos, de pronto una chica muy linda se me acercó algo despistada y me dijo que le prepare un Martini Orange.
―Esteeeeee, no soy el bartender pero sí, te prepararé uno. ―(Sese)
―Oh lo siento, no digo que te veas como uno, es solo que no conozco a nadie en esta fiesta. Unas amigas me invitaron, dijeron que tenía que avisarles cuando los chicos del equipo de investigación den un pequeño discurso, ya que les tienen preparada una sorpresa que los va a dejar locos. Solo que no quieren que se enteren.
-Ya veo, entonces es una sorpresa ingeniosa para Sese y su equipo ―le di el trago mientras sonreía― ¡Voilá!, espero que esté como te gusta.
―Esa es la idea. Uhmmm ¡ vaya está bueno!, te daría propina pero no eres el bartender. Por cierto me llamo Clare, mucho gusto.
―Soy Cicarelli, un gusto también. ―No le di mi nombre.
―¿Eres italiano?
―No que yo sepa... De hecho yo nací en...
―¡Sese!, ¡joder qué pelotas que tienes!, no creí que pudieras ligar en casa de tu chica. ―Era Jean el novio de Alice. Se acercó saludando maliciosamente.
―¡Nooooo! ¿¡Rayos eres Sese!? ¡Ayyyy! Creo que he metido la pata. Me van a matar. ―(Clare)
―No lo creo, siempre que no te descubran. ―Me reí por el aprieto―. No le diré a nadie te lo prometo.
―Bueno yo estoy sobrando aquí, solo quería felicitarte. Éxitos en tu trabajo. Por cierto, ¿has visto a Alice por aquí? ―musitó preocupado.
―No la he visto, si la veo le diré que la estás buscando desconsoladamente con un arreglo floral.―Le devolví el golpe.
―No lo hagas, solo... Ya creo que debo ir a buscarla... Nos vemos.
―¿Hola?, sí estoy ahí, perfecto, perfecto (...). ―Clare había sacado el teléfono y afirmó ciertas cosas, luego colgó―. Hay un paquete que han traído, tu sabes es parte de la sorpresa, ¿podrías ayudarme?, tengo que subirlo y como ya te enteraste y me has dado tu palabra que no le dirás a nadie, pues...
―Vale, vale.
En ese momento su móvil se le cayó al piso, rodó casi por mis zapatos. Me agaché, lo levanté y se lo entregué en las manos.
―¡Ups! Gracias, eres muy amable, ¿nos vamos? Espera, espera... brindemos por ti, seco y volteado ok. Por tu gran futuro chico lindo. Salud.
―Salud por eso. ―Bebí todo mi trago de golpe. Cuando ya íbamos por el estacionamiento, empecé a sentirme mareado.
―Algo está mal Clare, me siento un poco...
―¿Drogado?, lo siento chico lindo pero necesitaba el dinero. No te pasará nada malo, solo quieren hacerte una broma. En verdad lo lamento, en serio me caes bien; entonces un auto se acercó y dos tipos salieron, el conductor dio instrucciones para que me metan dentro.
―¡Eres la mejor!, ¡simplemente la mejor!, ¿¡qué no puedes hacer!? En serio te van a ascender, yo me encargo de eso. ―Era Edward el que adulaba a Alice.
―Más te vale. No le hagas nada malo ¿ok? Parece ser mejor persona que los que te rodean.
―¡No nos jodas o te vas a arrepentir! ―exclamó uno de los acompañantes de Edward.
―¡No hablo con los perros!, sino con su dueño. Conozcan su lugar idiotas.
―¡Basta de tonterías perro!, sigamos con el plan. ―Edward intervino sarcásticamente.
―Que está pasando Edward, qué me estás... poc qué, no twe...
Me sentía mareado, tenía mucho sueño, había subido al auto y a mi lado había una chica que no conocía, pero sí reconocí a Frank y a Choop cuando salieron del auto.
―¡Nos vamos! En unos días me darás las gracias Clare, ese puesto ya es tuyo. Cuídate.
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